La descarga está en progreso. Por favor, espere

La descarga está en progreso. Por favor, espere

Vida, amor y muerte en Miguel Hernández

Presentaciones similares


Presentación del tema: "Vida, amor y muerte en Miguel Hernández"— Transcripción de la presentación:

1 Vida, amor y muerte en Miguel Hernández

2 Llegó con tres heridas:  la del amor,  la de la muerte,  la de la vida.
Con tres heridas viene:  la de la vida,  la del amor,  la de la muerte. Con tres heridas yo:  la de la vida,  la de la muerte,  la del amor.

3 La de la vida

4 La infancia de Miguel Hernández
María Navarro Alegría 4ºA

5 Nació en Orihuela el 30 de Octubre de 1910.
Fue bautizado en la parroquia de El Salvador como Miguel Domingo bien por haber nacido un domingo o por el nombre del coadjuntor. A la familia se les conocía por el nombre de “Los Veintisiete”, una familia humilde y trabajadora propietaria de un rebaño de cabras.

6 Su familia estaba constituida por sus padres y siete hijos de los cuales solo cuatro sobrevivieron.
Era el tercer hijo entre sus hermanos Vicente, Elvira, Miguel, Concha, Josefina, Monserrate y Encarnación.

7 A sus cuatro años la familia se mudó a una casa más amplia en la calle de Arriba.

8 Extremadamente observador. Aún no sabe leer/ ya sabe:
Traslado nueva casa mayor contacto con la naturaleza: su primera escuela. Extremadamente observador. Aún no sabe leer/ ya sabe: A qué hora cantan los pájaros. Ritmo nupcial de las ovejas. El nombre de cada flor, cada árbol, cada animal. Ha escuchado el rumor de las ubres en las cabras recién paridas.

9 1915-1916 fue escolarizado en Nuestra Señora de Monserrat.
recibió su educación primaria en las escuelas del Ave María (parte de atrás de Santo Domingo, para las clases más desfavorecidas) .

10 Don Ignacio Gutiérrez reparó en aquel muchacho de grandes ojos, enorme retentiva, aguda intuición e interés. Lo comunicaba a los jesuitas.

11 1923 comenzó el bachillerato en Santo Domingo de Orihuela, regentado por los jesuitas.
De vez en cuando subvencionaban los estudios de algún niño de clase humilde.

12 En Marzo de 1925 tuvo que dejar los estudios debido a la crisis económica que estaba atravesando su familia y tuvo que dedicarse a ayudar a su padre con el ganado y a estudiar de forma voluntaria en sus ratos libres.

13 Adolescencia y primeros versos
Miguel Hernández Adolescencia y primeros versos

14 Excelentes calificaciones.

15  En 1925, abandonó los estudios por orden paterna para dedicarse en exclusiva al pastoreo. Mientras cuida el rebaño, Miguel sigue estudiando por su cuenta durante las largas horas de pastoreo que pasaba en la sierra alicantina, así escribió sus primeros poemas.

16 Miguel aprovecha cualquier ocasión para escribir, incluso tiene que esconderse de su padre a quien molesta esta afición poética de su hijo. Su rincón preferido para componer sus primeras creaciones era el huerto de su casa.

17 A pesar de haberlo apartado de los estudios, su padre muestra orgullo por el talento de su hijo. Le sugieren que el chico podría ser aprendiz en un establecimiento comercial. Así, Miguel abandona Santo Domingo y entra a trabajar en el comercio de textiles El Globo, en Orihuela.

18 Casi a sus quince años vuelve a las labores de pastoreo, por el cual tenía que soportar la terrible humillación que le suponía salir con el rebaño y encontrarse a sus antiguos compañeros de colegio. Pero él nunca se resignará a su destino.

19 Miguel es un adolescente de ánimo resuelto que desborda energía y no se deja vencer por ninguna circunstancia.

20 El chico buscaba revistas, diarios, colecciones teatrales de interés para él en cafés, ya que en su casa no había. Se interesaba por ejemplo por ‘El Pueblo de Orihuela’, la colección popular de teatro ‘La Farsa’, poemas de Gabriel y Galán, o en poetas comarcales cercanos como José María Ballesteros, Vicente Medina…

21 La otra fuente de aprendizaje se basaba en su entorno: la exuberancia de la Vega, el color y el olor de esa naturaleza que recorre cada día, el monte y el campo libre que le enriquecen sin esfuerzo, que entran en él como un acto inconsciente y biológico al tiempo que respira.

22 A los dieciséis años comenzó a escribir sus primeros poemas, abriéndose paso en los ambientes literarios de su ciudad natal. Antes de descubrir el mundo lírico de su interior, en sus versos se mezcla lo agreste con la estilización bucólica y los temas mitológicos.

23 Los amigos de Miguel se daban cuenta de que hablaba mucho y apenas se le entendía, pero ellos no sabían que había comenzado a escribir sus propios versos.. Eran sus primeros balbuceos, sin mayores ambiciones, quería poner en el papel los acontecimientos sencillos de su vida, los elementos cotidianos por muy insignificantes y humildes que pudieran resultar para su ojos, es susceptible de ser materia poética, sustancia transformada en expresión escrita. La mayor parte de estos poemas adolescentes están compuestos en arte menor combinando romancillos, octosílabos, heptasílabos, etc., con bastante destreza. Intentando imitar el trasnochado modernismo de don Vicente Medina, el costumbrismo bucólico de Gabriel y Galán, creando un choque primitivo entre su instinto creador y el mundo que por ley le corresponde. La naturaleza será su `primera escuela y el primer motivo de sus poemas.

24 Dice de él Concha Zerdoya: “Dotado de un prodigioso talento natural, Miguel empieza a escribir sus primeros versos a los dieciséis años (…) Sus poemas adolescentes recogen, pues, las sensaciones que experimenta como zagal pastoril: la piedra que tira a sus corderos, la siringa de caña que sopla quedamente, la siesta de otoño, el loco ruido de los insectos a mediodía, el chivo y el sueño, el camino, la cumbre, la soledad…”

25 Sus visitas a la Biblioteca Pública son cada vez más frecuentes y empieza a formar un improvisado grupo literario junto a otros jóvenes de Orihuela en torno a la tahona de su amigo Carlos Fenoll. Los principales participantes en aquellas reuniones son, además de Hernández y el propio Carlos Fenoll, su hermano Efrén Fenoll, Manuel Molina, y José Marín Gutiérrez, futuro abogado y ensayista que posteriormente adoptaría el seudónimo de «Ramón Sijé» y a quien Hernández dedicará su célebre Elegía.

26 Ramón Sijé era un joven estudiante de derecho en la universidad de Murcia, le orienta en sus lecturas, le guía hacia los clásicos y la poesía religiosa, le corrige y le motiva a proseguir su actividad creadora de Miguel.

27 Don Luis Almarcha, era canónigo de la catedral de Orihuela, y vecino del poeta le prestó libros que contribuirían a su formación literaria autodidacta. Pone a su disposición libros de San Juan de la Cruz, Gabriel Miró, Paul Verlaine y Virgilio entre otros.

28  Los grandes autores del Siglo de Oro: Miguel de Cervantes, Lope de Vega, Pedro Calderón de la Barca,Garcilaso de la Vega y Luis de Góngora, se convertirán en sus principales maestros.

29 El “genial epígono”, como lo llamaba Dámaso Alonso, seguiría las huellas de Góngora, Calderón, Garcilaso, Quevedo, Lope de Vega, Neruda y Aleixandre, hasta que descubrió su propia voz poética, siguiendo un curso auténticamente personal.

30 Junto con un espíritu, sencillo y dócil, y la conciencia de su tosquedad e incultura le despiertan el instinto de imitación, intentando aprender de todos los poetas, principalmente de su gran amigo Ramón Sijé. Poco a poco, sus poemas ganarán en contención e intensificación.

31 El 25 de Marzo de 1931, con tan sólo 20 años, obtuvo el primer y único premio literario de su vida, concedido por la Sociedad Artística del Orfeón ilicitano, por un poema de 138 versos llamado “Canto a Valencia”. El tema principal del mismo era el paisaje y las gente del litoral levantino, destacando el mar Mediterráneo, el río Segura y las ciudades de Valencia, Alicante, Murcia y, en mayor medida, Elche.

32 El nombre del joven Miguel ya había comenzado a conocerse, debido a los poemas que empezó a publicar en el semanario ‘El Pueblo de Orihuela’ y el diario ‘El Día de Alicante’. En una notaría de Orihuela conoce a Josefina Manresa y se enamora de ella.

33 VIDA EN MADRID José González Cabrero Guillermo Martínez Conesa
MIGUEL HERNÁNDEZ VIDA EN MADRID José González Cabrero Guillermo Martínez Conesa

34 Primer viaje a Madrid Debido a la reputación que logra gracias a las publicaciones en varias revistas y diarios, en diciembre de 1931 viaja a Madrid, buscando consolidarse en la escena, acompañado de unos pocos poemas y recomendaciones. Las revistas literarias La Gaceta Literaria y Estampa le ayudan a buscar empleo, pero no fructifica y se ve obligado a volver a Orihuela.

35 Pero al menos ha podido tomarle el pulso a los gustos literarios de la capital que le inspiran su libro Perito en lunas (1933), extraordinario ejercicio de lucha tenaz con la palabra y la sintaxis, muestra de una invencible voluntad de estilo. Tras este esfuerzo el poeta ya está forjado y ha logrado hacer de la lengua un instrumento maleable. En Orihuela continúa sus intensas lecturas y sigue escribiendo poesía.

36 Es el primer libro de poemas del poeta, formado por 42 poemas de octavas reales, perteneciente a la época neogongorina de Miguel de influencia gongorina y vanguardista, caracterizada por su hermetismo. El título provisional de la obra fue “Poliedros”. El poeta, considerado un miembro tardía de la Generación del 27, empleó para oscurecer sus poemas, objetos cotidianos elevados a la categoría de objetos artísticos, con unas metáforas del gusto renacentista y barroco. Así, la poesía se convierte en hermética, difícil de desentrañar. También, observamos la influencia de su formación religiosa, con la cual dota a su poesía de ricas imágenes.

37 Sus amigos le preparan alguna actuación en público
Sus amigos le preparan alguna actuación en público. En el Casino de Orihuela recita y explica su "Elegía media del toro". Otra vez, en abril de 1933, es en Alicante donde interpreta la misma elegía después de una docta charla de Ramón Sijé sobre Perito en lunas. La prensa local se hace eco del acontecimiento literario alimentando en el joven poeta el ansia y sed de celebridad. Por tanto el joven poeta comienza a ser reconocido por su obra aunque esta fama nunca le proporcionó una vida tranquila y cómoda. Siempre tuvo muchos apuros económicos.

38 Su elemento esencial fue la metáfora gongorina.
La estrofa elegida para sus obras, era una muestra de su deuda con Góngora, ya que esta misma estrofa fue usada por el poeta cordobés en sus “Soledades”. Miguel con esta obra no consiguió un gran éxito, como el esperaba, sino todo lo contrario, obtuvo incluso comentarios poco alentadores.

39 Francisco José Pérez Bolarín.
Andrés Sánchez Silvente.

40 La Palmera Levantina La palmera lo primero que ve el ojo marinero de los mares de Levante. La palmera la que encuna al arcángel de la luna, ¡la palmera de Alicante! Vedla, fina, palpitar en el confín. Vedla, presa, en la retina de Azorín. La palmera... la palmera... Como manos compañeras, al dejar mis anchos valles y marchar de una mentira bella en pos, como manos, desde fondos de horizontes y colinas me dijeron las palmeras levantinas, "¡adiós!" La palmera levantina, la columna que camina. La palmera... la palmera... La palmera levantina, la que otea la marina, la mediterránea era. la que atrapa la primera ráfaga de primavera la primera golondrina. La que araña los luceros y se ciñe los encajes de las nubes a los zancos datileros. La que brinda sol en grano al verderol. La que se arroja de bruces contra el Sol. El magnífico incensario que se mece solitario. La palmera... la palmera... Al final de una colina, contra azul extraordinario... ¡la palmera levantina!

41 Del ay al ay, por el ay -¡Ay, que me arranca los pechos a pellizcos y a bocados! ¡Ay, que me deja sin sangre! ¡Ay, que me quiebra los brazos! ¡Ay, que mi amor y mi vida se quedan sin leche, exhaustos! ¡Ay, que enferma! ¡Ay, que suspira! ¡Ay, que me sale contrario! Ay, hijo soy del ay, y ¡adiós!, el aire me dice cuando pasa por mi lado. Ay, hijo soy del ay, sucias rachas tumban todas las cometas que levanto. Del ay al ay por el ay, del ay al ay por el ay, a un ay eterno he llegado. Del ay al ay, por el ay, vivo en un ay, y en un ay moriré cuando haga caso. Ay!, dirá, solo, mi huerto; ¡ay!, llorarán mis hermanos; ¡ay!, gritarán mis amigos, con un ay entre los labios. ¡Ay, qué angustia! ¡Ay, qué dolor de cielos, mares y campos; de flores, montes y nieves; de ríos, voces y pájaros! Del ay al ay por el ay, a un ay eterno he llegado. Vivo en un ay, y en un ay, vivo en un ay, y en un ay moriré cuando haga caso. En un ay nací: en un ay y en un ay, ¡ay! fui criado. Del ay al ay por el ay, a un ay eterno he llegado. Del ay al ay, por el ay, vivo en un ay, y en un ay y a un ay eterno he llegado del ay al ay por el ay. Ay, hijo soy del ay, hijo soy del ay, mi hijo, hijo de su padre amargo. Ay, hijo soy del ay, en un ay fui concebido y en un ay fui engendrado. Del ay al ay por el ay, en un ay puse a mi madre el vientre disparatado: Del ay al ay por el ay, iba la pobre -¡ay, qué peso!- con mi bulto suspirando. -¡Ay, que voy a malparir! ¡Ay, que voy a malograrlo! ¡Ay, que me apetece esto! ¡Ay, que aquello será malo! ¡Ay, que me duele la madre! ¡Ay, que no puedo llevarlo! ¡Ay, que se me rompe él dentro, ay, que él afuera! ¡Ay, que paro! En un ay nací: en un ay y en un ay, ¡ay! fui criado. Del ay al ay por el ay, del ay al ay por el ay, a un ay eterno he llegado.

42 Me Tiraste Un Limón Y Tan Amargo
Me tiraste un limón, y tan amargo, con una mano cálida y tan pura, que no menoscabó su arquitectura y probé su amargura, sin embargo. Con el golpe amarillo, de un letargo dulce pasó a una ansiosa calentura mi sangre, que sintió la mordedura de una punta de seno duro y largo. Pero al mirarte y verte la sonrisa que te produjo el limonado hecho, a mi voraz malicia tan ajena, se me durmió la sangre en la camisa, y se volvió el poroso y áureo pecho una picuda y deslumbrante pena.

43 Perito en lunas Toro Octava III
¡A la gloria, a la gloria toreadores!  La hora es de mi luna menos cuarto.  Émulos imprudentes del lagarto,  magnificaos el lomo de colores.  Por el arco, contra los picadores,  del cuerno, flecha, a dispararme parto.  ¡A la gloria, si yo antes no os ancoro,  - golfo de arena-, en mis bigotes de oro!

44 Comentario de texto En este poema el toro le habla al torero y parece decirle que el torero alcanza la fama y el éxito cuando el toro muere. Sobre la expresión taurina la hora de la verdad, construye un juego de palabras basado en el doble sentido de "cuarto": 'cuarto menguante' (referido a "luna", evidente metáfora de los cuernos) y 'cuarto de hora‘ El torero con sus movimientos imitando a un lagarto alrededor de su presa, se enfrenta con valor porque la presa es más grande que él y, sin embargo lo toreará, con las banderillas, la puya y el estoque, su lomo acabará del color de la sangre, color del pelo. Primero el toro será embestido por los picadores y empezará a defender su vida atacando hasta la muerte, si el toro no lo coge (los cuernos son un arco en el que el toro se dispara a sí mismo como una flecha dirigida contra los picadores) cuando sobre la arena caiga muerto empezará la gloria del torero. En los dos últimos versos que clausuran la octava, los cuernos aparecen como ancla con la que el toro amenaza sujetar a la tierra al torero; los dos cuernos, así clavados en el ruedo, semejan un golfo, no de agua, sino de arena. Los "bigotes de oro", por último, aluden al color amarillo de las astas.

45 Calderón de la Barca despierta su interés
Calderón de la Barca despierta su interés. Así, compone el auto “Quien te ha visto y quien te ve y sombra de lo que eras”. Una obra muy avanzada, con un concepto religioso-trascendental del drama procedente de Calderón y unas formas métricas del teatro clásico.

46 El título de su nueva obra llamada “El Silbo Vulnerado” debe mucho a San Juan de la Cruz y su “Cántico espiritual”. Así, imágenes como “ciervo vulnerado” o “silbo de los aires” dan cuenta de la nueva poesía a la que se enfrenta el poeta.

47 En este libro el autor da paso a su propia voz poética, cambiando poco a poco la figura de Góngora por la de Quevedo. Es una obra en la cual alberga un neocatolicismo de carácter profético que transforma la poesía en un vehículo ideológico destinado a desarrollar una función moral, pero en la segunda etapa de la obra se produce un cambio en el planteamiento poético e ideológico.

48 El Gallo Crisis Con sus nuevos amigos trata de vender algunos números de la revista El Gallo Crisis, recién fundada por Ramón Sijé, pero tienen que constatar que ésta no gusta a muchos de sus compañeros poetas. Neruda se lo confiesa abiertamente: "Querido Miguel, siento decirte que no me gusta El Gallo Crisis. Le hallo demasiado olor a iglesia, ahogado en incienso". Ramón Sijé teme perder a su gran amigo para sus ideales neocatólicos, pero pronto tienen que constatar que el ambiente de Madrid puede más que los ecos de la lejana Orihuela. Pablo Neruda insiste en sus ingeniosos sarcasmos anticlericales: "Celebro que no te hayas peleado con El Gallo Crisis pero esto te sobrevendrá a la larga. Tú eres demasiado sano para soportar ese tufo sotánico-satánico". Si Ramón Sijé y los amigos de Orihuela le llevaron a su orientación clasicista, a la poesía religiosa y al teatro sacro, Neruda y Aleixandre lo iniciaron en el surrealismo y le sugirieron, de palabra o con el ejemplo, las formas poéticas revolucionarias y la poesía comprometida, influyendo, sobre todo Neruda y Alberti, en la ideología social y política del joven poeta provinciano. Superada esta crisis, Miguel Hernández es ya un poeta hecho y comienza a crear lo más logrado y genial de su obra.

49 La del amor

50 Mujer de Miguel Hernández
Josefina Manresa Mujer de Miguel Hernández Biografía y anécdotas Javier García López y Rubén Robles 4ºA

51

52 BIOGRAFIA Nació en Quesada, Jaén, el 2 de enero de 1916.
Su padre era guardia civil y fue destinado a Orihuela en 1927, donde nacieron sus cuatro hermanos, a los que tuvo que cuidar durante su niñez. Con once años entró a trabajar de aprendiza en un taller de costura.

53 Durante un año asiste a un colegio de monjas de la beneficencia.
A los trece años comienza a trabajar en una fábrica de seda, donde permanece dos años. Josefina entra a formar parte de la congregación de las Hijas de María de la Iglesia de Santo Domingo de Orihuela. Josefina relata en sus memorias que tiene su explicación en el ambiente que se vivía en Orihuela en aquellos años y como hija de guardia civil su moral estaba acostumbrada al conservacionismo de la época.

54 Contacto con Miguel Con 17 años conoce a Miguel Hernández y empieza a pretenderla. Él muchas veces le preguntó su nombre y muchas veces ella se lo negó. Cuando por fin los supo, le entregó un papel doblado con las letras “Para ti”, que contenían la poesía Ser onda oficio niña es de tu pelo.

55 Elena Fenoll Reverte Irene Ortín Martinez Paula Ruiz Sánchez 4ºA
Josefina Elena Fenoll Reverte Irene Ortín Martinez Paula Ruiz Sánchez 4ºA

56 Por fin, se llama Josefina.
Miguel, trabajo como oficinista . En su camino hacia el trabajo, se encuentra diariamente con un grupo de costureras. Entre ellas: una muchacha morena, de tez algo oscura, y con una cabellera ondulada y negra que reclama poderosamente su interés. La había conocido en la última feria. Él: alguna metáfora. Ella: desplante. Esa chica de ojos grandes y pelo oscuro comienza a ocupar su pensamiento. Muchas veces se detiene junto a la reja del establecimiento de costura. Quiere saber su nombre. Seis meses de infructuosas averiguaciones. Una compañera: se llama Rosa. Miguel escribe un soneto: “A ti, llamada impropiamente Rosa”. Por fin, se llama Josefina. Le entrega, antes de irse deprisa, la poesía era “Ser onda, oficio, niña, es de tu pelo. “Josefina” “Para ti”.

57 Ser onda, oficio, niña, es de tu pelo,
Ser onda, oficio, niña, es de tu pelo,   nacida ya para el marero oficio;                 ser graciosa y morena tu ejercicio   y tu virtud más ejemplar ser cielo.                         ¡Niña!, cuando tu pelo va de vuelo,   dando del viento claro un negro indicio,                 enmienda de marfil y de artificio   ser de tu capilar borrasca anhelo.                  No tienes más quehacer que ser hermosa,   ni tengo más festejo que mirarte,                 alrededor girando de tu esfera.    Satélite de ti, no hago otra cosa,  si no es una labor de recordarte.                 -¡Date presa de amor, mi carcelera!

58   La única tarea de su amor es ser bella.
El autor solo tiene ojos para su amada, no hace más que adorarla y declara su amor por ella.

59 Algunas metáforas ser de tu capilar borrasca anhelo.
 y tu virtud más ejemplar ser cielo.    Lo que caracteriza a Josefina es su perfección. ser de tu capilar borrasca anhelo.  Al poeta le gustaría moverse al viento cual los cabellos de su amada.   alrededor girando de tu esfera.  Satélite de ti El poeta vive por y para su amada. -¡Date presa de amor, mi carcelera! Miguel quiere que ella sienta lo mismo que él sucumbiendo ambos al amor.

60 En 1933 formalizaron la relación y el noviazgo lo vivirán lleno de recato y lejanía.

61 Miguel estaba muy enamorado
Jesús Poveda: “Pero llegó el día en que lo vimos paseando con su novia, muy ufano y muy galante, como ruiseñor que ya tenía su nido. (…) Miguel estaba muy enamorado.”

62 Josefina encarna los principios que en ese momento Miguel asume: la concepción cristiana y pura de una mujer virtuosa, sencilla y religiosa, que no se pinta ni hace ostentación de su belleza.

63 Te me mueres de casta y de sencilla. De “El rayo que no cesa” 1935-1936.
Te me mueres de casta y de sencilla… estoy convicto, amor, estoy confeso  de que, raptor intrépido de un beso,  yo te libé la flor de la mejilla. Yo te libé la flor de la mejilla,  y desde aquella gloria, aquel suceso,  tu mejilla, de escrúpulo y de peso,  se te cae deshojada y amarilla. El fantasma del beso delincuente  el pómulo te tiene perseguido,  cada vez más potente, negro y grande. Y sin dormir estás, celosamente,  vigilando mi boca ¡con qué cuido!  para que no se vicie y se desmande

64 Resumen: Josefina por su tradición católica y muy clásica no permite que Miguel sacie sus deseos de besarla. Tema: Josefina se muestra esquiva ante los intentos de Miguel por besarla

65 Algunas metáforas Yo te libé la flor de la mejilla.
El poeta prueba la mejilla de su amada, besándola. El fantasma del beso delincuente  el pómulo te tiene perseguido Miguel la busca para volver a besarla aunque ella se niegue.

66 Poco después, Miguel se marcha a Madrid y tiene que distanciarse de su novia. Josefina recibe constantemente correspondencia de él. “Me parece, Josefina mía, que estoy fuera del mundo y del tiempo y de la vida sin ti.” “…Y luego, lo que más echo de menos, TÚ: tu compaña, tu voz, tus peleas, tus recelos de niña de cinco o seis años, tus ojos en los que me veo pequeñico y lejos, tus manos que les daban calor a las mías, tu cara y tu boca y toda tú.”

67 Segundo viaje a Madrid Tras este prometedor comienzo marcha a Madrid por segunda vez para obtener trabajo, esta vez con mejor fortuna, pues logra primero ser nombrado colaborador en las Misiones Pedagógicas y más tarde le escoge como secretario y redactor de la enciclopedia Los toros su director y principal redactor, José María de Cossío, que será en adelante su más ferviente entusiasta.

68 Sus vivencias van hallando formulación lírica en una serie de sonetos que desembocarán en El rayo que no cesa (1936). Las lecturas de Calderón le inspiran su auto sacramental Quien te ha visto y quien te ve y sombra de lo que eras, que, publicado por Cruz y raya, le abrirá las puertas de Madrid a su segunda llegada en la primavera de 1934. En Madrid su correspondencia amorosa no se interrumpe y la frecuente soledad inevitable en la gran ciudad le hace sentir nostalgia por la paz e intimidad de su Orihuela. Las cartas abundan en quejas sobre la pensión, rencillas de escritores, intrigas, el ruido y el tráfico. Así es que en cuanto le es posible vuelve a su pueblo para charlar con los amigos, comer fruta a satisfacción y bañarse en el río. Aunque lentamente, va creándose en Madrid su círculo de amigos: Altolaguirre, Alberti, Cernuda, Delia del Carril, María Zambrano, Vicente Aleixandre y Pablo Neruda.

69 Sin embargo, en 1935, la relación se enfría y se abre un periodo de dudas y silencio entre ambos.
“(…) me parece que no soy el hombre que tú necesitas (…): yo tengo mi vida aquí en Madrid, me sería imposible vivir en Orihuela ya; tengo amistades que me comprenden perfectamente, ahí ni me comprende nadie ni a nadie le importa lo que hago (…). Yo quisiera, Josefina, que no sufrieras por mí, que te olvidaras un poquito de mí; no creo que te sea difícil.”

70 Se inicia la Guerra Civil y el padre de Josefina es fusilado por un error. La familia Manresa se ve abocada a la miseria, ya que su única fuente de ingresos había dejado de existir. Josefina, consciente de la responsabilidad hacia su familia, cosía de día y de noche y ya nunca dejaría de coser.

71 Mantiene una tórrida relación con la muy liberada pintora Maruja Mallo, que le inspira parte de los sonetos de El rayo que no cesa. Se presenta a Vicente Aleixandre y hace amistad con él y con Pablo Neruda; este es el origen de su breve etapa dentro del Surrealismo, con aliento torrencial e inspiración telúrica. Su poesía por entonces se hace más social y manifiesta a las claras un compromiso político con los más pobres y desheredados.

72 En diciembre de 1935 muere su fraternal amigo de toda la vida, Ramón Sijé, y Hernández le dedica su extraordinaria Elegía, que pasará ha la historia de la literatura española.

73 Tras un periodo de separación, y después de la tormentosa relación con Maruja Mallo, Miguel consiguió ganarse, de nuevo, el afecto y la confianza de Josefina. La guerra supone una gran transformación en el noviazgo de la pareja. La atracción física y sentimental del comienzo se transforma en un anhelo de convivencia: “Yo necesito tu persona y con tu persona, la vida sencilla de Orihuela... No quiero vivir solo”, le escribirá Miguel.

74 La situación convulsa en que se encontraba España había ido retrasando la boda que finalmente tiene lugar civilmente el 9 de marzo de 1937 en Orihuela. “Nos casaremos inmediatamente, tú por la iglesia y yo por detrás de la iglesia.”

75

76 Josefina recibe la noticia de que su madre se halla muy enferma
Josefina recibe la noticia de que su madre se halla muy enferma. De nuevo el sueño de estar juntos se ve frustrado, pues ella debe acudir con su madre. Se encontraba ya embarazada de su primer hijo, Manuel Ramón, que murió antes de cumplir un año de vida.

77 Tus cartas son un vino que me trastorna y son el único alimento para mi corazón.                Desde que estoy ausente no sé sino soñar, igual que el mar tu cuerpo,                amargo igual que el mar. Tus cartas apaciento metido en un rincón                y por redil y hierba les doy mi corazón. Aunque bajo la tierra                mi amante cuerpo esté,  escríbeme, paloma,  que yo te escribiré. Cuando me falte sangre                con zumo de clavel,  y encima de mis huesos de amor cuando papel.

78 Resumen: Para el autor las cartas de su amada son necesarias para vivir y alimentan el amor que siente por ella, por lo que le pide que siga escribiéndolas aunque él muera. Tema: El amor de Miguel permanece vivo gracias a las cartas de su amada.

79 Algunas metáforas Tus cartas son un vino el único alimento para mi corazón. Para el poeta las cartas de su amada son esenciales. con zumo de clavel,  y encima de mis huesos Miguel le escribirá aún muerto utilizando el zumo de clavel como tinta y sus huesos como papel.

80 Mis ojos, sin tus ojos, no son ojos, que son dos hormigueros solitarios y son mis manos sin las tuyas, varios intratables espinos a manojos. No me encuentro los labios sin tus rojos, que me llenan de dulces campanarios, sin ti mis pensamientos son calvarios criando cardos y agostando hinojos. No sé qué es de mi oreja sin tu acento ni hacia qué polo yerro sin tu estrella, y mi voz sin tu trato se afemina. Los olores persigo de tu viento y la olvidada imagen de tu huella que en ti principia, amor, y en mí termina.

81 Resumen: El autor esta tremendamente enamorado de Josefina, y cuando ella le falta todo es muy difícil para él. Tema: El autor sin ella no es él.

82 Algunas metáforas Mis ojos,sin tus ojos,no son ojos, que son dos hormigueros solitarios Dos hormigueros solitarios hacen referencia a los ojos No me encuentro los labios sin tus rojos Rojos se refiere a los labios de Josefina sin ti mis pensamientos son calvarios criando cardos y agostando hinojos Se produce una personificación en los pensamientos ya que según el autor, estos crían nardos y agostan hinojos.

83 En enero de 1939, nació su segundo hijo, Manuel Miguel, que tan poco pudo disfrutar de su padre. Josefina debe afrontar esta situación sola. Miguel conoce a su hijo cuando éste tenía tres meses de edad.

84 Su muerte (Noticia del diario El país)
jueves, 19 de febrero de 1987 Josefina Manresa Maruenda, viuda del poeta Miguel Hernández, falleció a las de ayer en Elche (Alicante), a los 71 años de edad. En el momento de su muerte se encontraba rodeada de su nuera, Lucía Izquierdo García, y de sus tres hermanos, Manuel, Carmen. y Gertrudis.

85 Sus restos mortales recibirán hoy sepultura en el cementerio de Alicante, en el panteón de hijos ilustres de la ciudad, junto a los de su marido y su hijo Miguel, fallecido hace tres años. De esta manera se cumplirá el expreso deseo manifestado por Josefina a sus familiares más directos. Según Lucía Izquierdo, la viuda del poeta Miguel Hernández se encontraba inconsciente desde hacía 11 días como consecuencia del avanzado proceso de cáncer de mama que sufría desde mediados de 1985.

86 LAS amantes de miguel hernandez
Alejandro Fresneda, Mariano Madrid, Francisco Ramón

87 María Cegarra

88 María Cegarra Salcedo fue una química de La Unión (Murcia) que nació en 1903 y murió en 1992.
Su hermano era escritor y tras su trágica muerte ella comenzó a escribir poemas. También era licenciada en química y posteriormente daría clase en la universidad de Cartagena .

89 Relación con Miguel El cariño que ambos se profesaban suscitó todo tipo de comentarios, pero lo cierto es que, muchos años después, la propia María afirmará que los viajes que el gran escritor oriolano hacía hasta La Unión para verla se fundamentaban en una sincera amistad.      Fuera o no amor, el sentimiento quedaría escondido y reservado en sus interiores, pero la evidencia del gran afecto que ambos se tenían quedaría reflejado en la correspondencia que María y Miguel mantuvieron durante años.   Años después ella y Miguel cortaron su relación después de años.

90 Maruja Mallo

91 Maruja Mallo era una pintora surrealista nacida en Lugo de 1902, era una mujer promiscua que tuvo muchos amores. En 1922, con 20 años, se traslada a Madrid para estudiar en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando en donde estudió hasta 1926. Allí se relaciona con artistas, escritores y cineastas como Salvador Dalí, Federico García Lorca o Rafael Alberti, con el que mantiene una relación hasta que aquel conoce a María Teresa León. En 1927 toma parte activa en la primera Escuela de Vallecas, una propuesta del escultor Alberto y el pintor Benjamín Palencia.

92 Durante esa década de 1920 trabaja asimismo para numerosas publicaciones literarias  y realiza portadas de varios libros. Ortega y Gasset conoce sus cuadros en 1928 y le organiza una exposición en los salones de la Revista de Occidente. Exhibió diez óleos que representaban poblados llenos de sol, toreros y manolas, así como estampas coloreadas de maquinaria, deportes y cine de principios de siglo. La exposición fue todo un acontecimiento cultural en Madrid, y también punto de partida para que Maruja fuera juzgada por su obra y no por su condición femenina. Murió en Madrid en 1995.

93 Relacion con Miguel Miguel la conoció a primeros de 1935 en Madrid presentados por Paco Díe. Según Camilo José Cela, Miguel y Maruja tenían un relación e iban a meterse mano debajo del puente. La pintora y él colaboraron en la escenografía para Los hijos de la piedra, donde debieron intimar.

94 El rayo que no cesa Es el título de un libro de poemas escrito por Miguel Hernández y publicado por primera vez en 1936 por Ediciones Héroe. Se trata de un poemario de temática amorosa, compuesto principalmente por sonetos, y es probablemente la obra más acabada del poeta El rayo que no cesa es un libro de temática amorosa, aunque incluye algunos poemas de temas distintos a éste, en especial la "Elegía a Ramón Sijé", que tal vez fue incluida sólo en último momento a consecuencia de la repentina muerte del amigo y maestro del poeta.

95 Me llamo barro aunque Miguel me llame
Me llamo barro aunque Miguel me llame. Barro es mi profesión y mi destino que mancha con su lengua cuanto lame. Soy un triste instrumento del camino. Soy una lengua dulcemente infame a los pies que idolatro desplegada. Como un nocturno buey de agua y barbecho que quiere ser criatura idolatrada, embisto a tus zapatos y a sus alrededores, y hecho de alfombras y de besos hecho tu talón que me injuria beso y siembro de flores. Coloco relicarios de mi especie a tu talón mordiente, a tu pisada, y siempre a tu pisada me adelanto para que tu impasible pie desprecie todo el amor que hacia tu pie levanto. Más mojado que el rostro de mi llanto, cuando el vidrio lanar del hielo bala, cuando el invierno tu ventana cierra bajo a tus pies un gavilán de ala, de ala manchada y corazón de tierra. Bajo a tus pies un ramo derretido de humilde miel pataleada y sola, un despreciado corazón caído en forma de alga y en figura de ola. Barro en vano me invisto de amapola, barro en vano vertiendo voy mis brazos, barro en vano te muerdo los talones, dándote a malheridos aletazos sapos como convulsos corazones. Apenas si me pisas, si me pones la imagen de tu huella sobre encima, se despedaza y rompe la armadura de arrope bipartido que me ciñe la boca en carne viva y pura, pidiéndote a pedazos que la oprima siempre tu pie de liebre libre y loca. Su taciturna nata se arracima, los sollozos agitan su arboleda de lana cerebral bajo tu paso. Y pasas, y se queda incendiando su cera de invierno ante el ocaso, mártir, alhaja y pasto de la rueda. Harto de someterse a los puñales circulantes del carro y la pezuña, teme del barro un parto de animales de corrosiva piel y vengativa uña. Teme que el barro crezca en un momento, teme que crezca y suba y cubra tierna, tierna y celosamente tu tobillo de junco, mi tormento, teme que inunde el nardo de tu pierna y crezca más y ascienda hasta tu frente. Teme que se levante huracanado del blando territorio del invierno y estalle y truene y caiga diluviado sobre tu sangre duramente tierno. Teme un asalto de ofendida espuma y teme un amoroso cataclismo. Antes que la sequía lo consuma el barro ha de volverte de lo mismo.

96 La sumisión ante la amada que hemos apreciado en otros poemas deja paso ahora a un sentimiento de rebeldía; también la pulsión erótica del poeta se manifiesta de manera mucho más directa y retadora, amenazando a su amada con la consumación de su amor. Un motivo temático esencial, el del pie de la amada al que se somete el enamorado, va sufriendo una progresiva metamorfosis: de expresar la absoluta sumisión del amante ante la mujer idealizada pasa a expresar la rebeldía de ese mismo amante que, convertido en el barro que pisa la amada, amenaza con la consumación del amor, plenamente sexual ahora, "asalto de ofendida espuma".

97 Como el toro he nacido para el luto
Como el toro he nacido para el luto  y el dolor, como el toro estoy marcado  por un hierro infernal en el costado  y por varón en la ingle con un fruto. Como el toro lo encuentra diminuto  todo mi corazón desmesurado,  y del rostro del beso enamorado,  como el toro a tu amor se lo disputo. Como el toro me crezco en el castigo,  la lengua en corazón tengo bañada  y llevo al cuello un vendaval sonoro. Como el toro te sigo y te persigo,  y dejas mi deseo en una espada,  como el toro burlado, como el toro. Sin duda, el interés de Miguel Hernández por llevar el motivo taurino a su creación literaria debió de acrecentarse a raíz de su trabajo para la enciclopedia Los toros, de José María de Cossío. A éste, precisamente, le escribía el poeta una carta desde Madrid (14 julio 1935) dándole cuenta de su quehacer y anunciándole un envío: "Aquí me tiene usted rodeado de cuernos por todas partes, menos por una: la de los días que mando a la puñeta el trabajo El soneto condensa todo el ciclo vital del toro: su nacimiento, su lucha en la plaza y su muerte, rendido por la espada. Y cada uno de esos momentos tiene su paralelo en la vida del poeta, quien concibe su desdichado acontecer amoroso en los términos de una lidia, pues su impetuosa y obstinada pasión se ve una y otra vez burlada en su entrega incondicional. La identificación con el animal llega a tal grado, que parece surgir del poema un ser biforme (toro-hombre, hombre-toro) predestinado al dolor. Ello se consigue con la repetición incesante del sintagma "como el toro", que aparece ocho veces en el poema, seis de ellas a principio de verso, propiciando una anáfora obsesiva. Y, además, como ciclo cerrado de vida y muerte, el poema -y el último verso- comienza y acaba con ese mismo sintagma. El uso reiterado de la primera persona refuerza la afinidad. hay tres grandes temas universales: la vida, el amor y la muerte. En este soneto los tres aparecen estrechamente relacionados. Estaríamos ante el amor vivido como sentimiento trágico, las grandes ansias del autor van chocando contra las barreras que se alzan a su paso

98 Elegía Yo quiero ser llorando el hortelano de la tierra que ocupas y estércolas, compañero del alma, tan temprano. Alimentando lluvias, caracolas y órganos mi dolor sin instrumento a las desalentadas amapolas daré tu corazón por alimento. Tanto dolor se agrupa en mi costado, que por doler me duele hasta el aliento. Un manotazo duro, un golpe helado, un hachazo invisible y homicida, un empujón brutal te ha derribado. No hay extensión más grande que mi herida, lloro mi desventura y sus conjuntos y siento más tu muerte que mi vida. Ando sobre rastrojos de difuntos, y sin calor de nadie y sin consuelo voy de mi corazón a mis asuntos. Temprano levantó la muerte el vuelo, temprano madrugó la madrugada, temprano estás rodando por el suelo. No perdono a la muerte enamorada, no perdono a la vida desatenta, no perdono a la tierra ni a la nada. En mis manos levanto una tormenta de piedras, rayos y hachas estridentes sedienta de catástrofes y hambrienta. Quiero escarbar la tierra con los dientes, quiero apartar la tierra parte a parte a dentelladas secas y calientes. Quiero minar la tierra hasta encontrarte y besarte la noble calavera y des amordazarte y regresarte. Volverás a mi huerto y a mi higuera; por los altos andamios de las flores pajareará tu alma colmenera de angelicales ceras y labores. Volverás al arrullo de las rejas de los enamorados labradores. Alegrarás la sombra de mis cejas, y en tu sangre se irán a cada lado disputando tu novia y las abejas. Tu corazón, ya terciopelo ajado, llama a un campo de almendras espumosas mi avariciosa voz de enamorado. A las aladas almas de las rosas del almendro de nata le requiero, que tenemos que hablar de muchas cosas, compañero del alma, compañero.

99 Estando Miguel Hernández en Madrid, muere, con tan sólo veintidós años, su amigo Ramón Sijé. Miguel se entera de la noticia por medio de su amigo Vicente Aleixandre. Con motivo de esta muerte, escribe Miguel Hernández a los padres de su amigo la siguiente carta: Queridos padres: mi dolor es tan grande como el vuestro. No sé qué decir para consolaros, porque no encuentro palabras. Podéis creer que vuestro hijo está conmigo y lo tenéis en mí para desmentir a la amarga vida. Hernández mantuvo siempre un vivo afecto hacia el amigo "con quien tanto quería"; por eso, la muerte de Sijé, en la Nochebuena de 1935, le produjo una fuerte conmoción de la que es testimonio esta ·elegía. En ella el sentimiento de desolación ante la muerte que expresan las primeras estrofas da paso a una actitud de absoluta desesperación y rebeldía, resuelta finalmente en un futuro de esperanza, con el retorno idealizado del amigo.

100 El tema del texto es el dolor tan intenso que el poeta siente por la muerte de su amigo Ramón Sijé.
Por lo que se refiere a la estructura interna del poema, éste se puede dividir en tres partes: - Primera parte: (estrofas 1-5) El autor expresa la aceptación de la muerte de Ramón Sijé y el dolor que la pérdida de su amigo le produce. - Segunda: (estrofas 6-9) El poeta se rebela ante la muerte de su amigo y siente rabia y rechazo. - Tercera: (estrofas 10-14) En esta última parte del poema se expresa la esperanza del futuro reencuentro. En cuanto a la estructura externa el poema se compone de versos endecasílabos, así pues, versos de arte mayor. La estrofas son tercetos encadenados con rima consonante de acuerdo con el siguiente esquema: ABC  BCB  CDC…

101 Señalaremos, a continuación, algunas figuras literarias empleadas por el poeta para sugerir sensaciones y transmitir emociones relacionadas con el tema del texto: el intenso dolor por la pérdida de un ser querido. El autor siente un dolor tan grande que para expresarlo se vale de las siguientes hipérboles: “tanto dolor se agrupa en mi costado, /que por doler me duele hasta el aliento”, “No hay extensión más grande que mi herida,”. En ocasiones el dolor se transforma en rabia: así la aliteración (en este caso la r) nos pone de relieve esta idea. Aparece en los versos: Quiero escarbar la tierra con los dientes,/quiero apartar la tierra parte a parte…/Quiero minar la tierra hasta encontrarte/ y besarte la noble calavera / y desamordazarte y regresarte. El paralelismo y la anáfora de los versos: “ No perdono a la muerte enamorada,/ no perdono a la vida desatenta,/ no perdono a la tierra y a la nada”, insiste en la idea de no aceptación, de rechazo de la muerte de un amigo joven.

102 La idea de la muerte de una persona joven se expresa a través de la personificación  “Temprano levantó la muerte el vuelo/ temprano madrugó la madrugada…” También hay personificación, además de antítesis, en “muerte enamorada” y “vida desatenta”: parece como si la la muerte se hubiera enamorado de Ramón Sijé y se lo hubiera llevado con ella ante la falta de atención de la vida que no se lo ha impedido. En la última parte del texto la actitud del poeta se vuelve más resignada y esperanzada: al corazón de su amigo muerto se refiere con la metáfora:  terciopelo ajado y lo relaciona con una naturaleza agradable (huerto, higuera, flores, rosas, almendro…) en la que espera volverlo a encontrar.

103 La de la muerte

104 Miguel Hernández Guerra civil
Sergio Guillén Y David Ibáñez Miguel Hernández Guerra civil

105 Cuando estalló la Guerra Civil, Miguel Hernández tomó en el bando republicano y se marchó a Madrid para alistarse en las "milicias" (tropas civiles voluntarias) del Partido Comunista. Al principio fue enviado como trabajador construir y fortificar refugios en pueblos cercanos a Madrid, con el fin de parar los ataques del ejército franquista a la capital.

106 El recuerdo de la mujer amada es lo único que le ayuda a evadirse de la triste realidad que estaba viviendo, creándose un paraíso ficticio donde sólo existieran ellos dos. El , en plena guerra, consiguió casarse con Josefina Manresa. A los pocos días de casarse tuvo que volver al frente, esta vez en Jaén.

107 -Al poco tiempo, y por influencia de conocidos, se le trasladó a la 1ª Compañía del Cuartel General de Caballería, con el cargo de "Comisario de Cultura" del "Batallón de el Campesino ". Pasó por diversos frentes de combate

108 Su compromiso con la lucha del pueblo es cada vez mayor
Su compromiso con la lucha del pueblo es cada vez mayor. Pronuncia conferencias, recita en el frente y en la radio, escribe obras de teatro, publica en periódicos, etc.

109  Recuerda constantemente a Josefina, a la que escribirá continuamente cartas como las siguientes: “Pienso y siento que al fin y al cabo el ruido de los cañones y de los aeroplanos no estorbarán mucho nuestro querer y que el ruido de nuestro besos apagará los demás ruidos de la guerra.”

110 -Tuvo una vida muy agitada, de continuos viajes y actividad literaria, lo que junto con la tensión de la guerra le ocasionó una anemia cerebral aguda que le obligó por prescripción médica a retirarse al pueblo de Cox para reponerse. Durante este duro momento escribió “Viento del pueblo”, en 1937 y “El hombre acecha” en 1939.

111 En la primavera de 1939, al final de la guerra, Miguel Hernández intentó escapar a Portugal, donde fue detenido y devuelto a las autoridades españolas franquistas. Aquí fue ingresado en prisión. 

112 Ana Montoya, Cristina Ramón
MIGUEL HERNÁNDEZ. Ana Montoya, Cristina Ramón

113 Sentado sobre los muertos
Sentado sobre los muertos que se han callado en dos meses, beso zapatos vacíos y empuño rabiosamente la mano del corazón y el alma que lo mantiene. ……………………………………………………………… Que mi voz suba a los montes y baje a la tierra y truene, eso pide mi garganta desde ahora y desde siempre. ………………………………………………………………… Acércate a mi clamor, pueblo de mi misma leche, árbol que con tus raíces encarcelado me tienes, que aquí estoy yo para amarte y estoy para defenderte con la sangre y con la boca como dos fusiles fieles.

114 Ayer amaneció el pueblo desnudo y sin qué ponerse, hambriento y sin qué comer, el día de hoy amanece justamente aborrascado y sangriento justamente. En su mano los fusiles leones quieren volverse para acabar con las fieras que lo han sido tantas veces. No te hieran por la espalda, vive cara a cara y muere con el pecho ante las balas, ancho como las paredes. Aquí estoy para vivir mientras el alma me suene, y aquí estoy para morir, cuando la hora me llegue, en los veneros del pueblo desde ahora y desde siempre. Varios tragos es la vida y un solo trago es la muerte.

115

116 Vientos del pueblo me llevan
Vientos del pueblo me llevan, vientos del pueblo me arrastran, me esparcen el corazón y me aventan la garganta. …………………………………………………… Si me muero, que me muera con la cabeza muy alta. Muerto y veinte veces muerto, la boca contra la grama, tendré apretados los dientes y decidida la barba. ……………………………………………………… Cantando espero a la muerte, que hay ruiseñores que cantan encima de los fusiles y en medio de las batallas.

117 COMENTARIO DE TEXTO. Este poema está escrito en versos octosílabos de arte menor. Tiene metáforas como: “No soy de un pueblo de bueyes”, refiriéndose a su pueblo como un pueblo de feroces leones, un conjunto de orgullosos luchadores que ante todo van con la cabeza alta. “Nunca medraron los bueyes en los páramos de España” nos muestra su gran carisma y patriotismo hacia España, una España feroz y libre. “Crepúsculo de los bueyes está despuntando el alba”, Miguel advierte a los españoles del peligro que corren al querer ser derrotados, mas hay que ser mucho más audaces que ellos y romper esas cadenas y demostrar mucho más coraje que el que muestran ellos. 

118 ACEITUNEROS. Andaluces de Jaén, aceituneros altivos, decidme en el alma, ¿quién, quién levantó los olivos? No los levantó la nada, ni el dinero, ni el señor, sino la tierra callada, el trabajo y el sudor. Unidos al agua pura y a los planetas unidos, los tres dieron la hermosura de los troncos retorcidos. Levántate, olivo cano, dijeron al pie del viento. Y el olivo alzó una mano poderosa de cimiento. Andaluces de Jaén, aceituneros altivos, decidme en el alma ¿quién quién amamantó los olivos?.

119 Vuestra sangre, vuestra vida, no la del explotador que se enriqueció en la herida generosa del sudor. No la del terrateniente que os sepultó en la pobreza, que os pisoteó la frente, que os redujo la cabeza. Árboles que vuestro afán consagró al centro del día eran principio de un pan que sólo el otro comía. ¡Cuántos siglos de aceituna, los pies y las manos presos, sol a sol y luna a luna, pesan sobre vuestros huesos! Andaluces de Jaén, aceituneros altivos, pregunta mi alma: ¿de quién, de quién son estos olivos? Jaén, levántate brava sobre tus piedras lunares, no vayas a ser esclava con todos tus olivares. Dentro de la claridad del aceite y sus aromas, indican tu libertad la libertad de tus lomas.

120 Comentario de texto Este poema trata sobre la explotación de la población en los campos de cultivo , este poema es como una queja en contra de la esclavitud de las personas que trabajaban en el campo. La métrica de este poema esta formada por versos de ocho sílabas y la rima es la misma en todas las estrofas , consonante. El autor hace un llamamiento a los aceituneros para que reclamen sus derechos. Esta obra se puede decir que es de género Lírico, una sátira, ya que dice los defectos de la sociedad. El lenguaje es sencillo.

121 ULTIMOS AÑOS DE MIGUEL HERNÁNDEZ
Guillermo de Paco, Francisco Vivancos

122 1939 ABRIL DE 1939: LOS REPUBLICANOS PIERDEN LA GUERRA. CARCEL DE HUELVA MAYO DE 1939: DE LA CÁRCEL DE SEVILLA A LA DE MADRID. SEPTIEMBRE DE 1939: INESPERADA PUESTA EN LIBETAD. VUELVE CON SU FAMILIA A ORIHUELA. INTENTA HUIR A PORTUGAL PERO EL GOBIERNO PORTUGUÉS SE LO ENTREGA A LAS AUTORIDADES ESPAÑOLAS. DICIEMBRE DE 1939: INGRESA EN LA PRISIÓN DE ORIHUELA Y LO TRASLADAN A MADRID.

123 CÁRCELES

124 1940 ENERO DE 1940: SE LIBRA DE LA PENA DE MUERTE GRACIAS A SU AMIGO JOSE MARÍA DE COSSIO. SEPTIEMBRE DE 1940: LO TRASLADAN A LA CÁRCEL PROVINCIAL DE PALENCIA. NOVIEMBRE DE 1940: YA ENFERMO DE NEUMONÍA LO TRASLADAN DE NUEVO A MADRID.PERMANECE ALLÍ UNOS DÍAS Y LO MANDAN A OCAÑA(TOLEDO). PIDE LO TRASLADEN A ALICANTE YA QUE SU SALUD ESTA EMPEORANDO Y ASÍ PODER VER A SU HIJO Y SU MUJER.

125 MIGUEL Y SU HIJO

126 1941 Desde las cárceles, Miguel sólo tiene pensamientos para su mujer y su hijo. Son su vida y su dolor: Viendo a los gorriones en el patio este me acuerdo de mi niño. Ni para él ni para ellos hay penas… No hay cosa que no me haga acordarme de vosotros. Tengo ganas de vivir de realidades y no de esperanzas y recuerdos. JUNIO DE 1941: LLEGA POR FIN A LA CÁRCEL ALICANTE DONDE SE REENCUENTRA CON SU MUJER Y SU HIJO. NOVIEMBRE DE 1941: ENFERMO DE TUBERCULOSIS.MUERE EN MARZO DE 1942.

127 El poeta fue trasladado de cárcel en cárcel, lo que fue minando su salud. Ya en la de Alicante cayó gravemente enfermo y escribía desgarradora cartas a Josefina pidiéndole ayuda. Le decía en una de estas cartas: Josefina, manda inmediatamente tres o cuatro kilos de algodón y gasa, que no podré curarme si no me mandas. Se ha acabado todo en esta enfermería. (…) Ayer se me hizo la cura con trapos y mal.  Veinticuatro horas antes de su fallecimiento, Miguel celebró su boda religiosa con Josefina. Estaba tendido en su lecho de enfermo y ya casi no hablaba.  Las últimas palabras que pronunció antes de morir, a los treinta y tres años, fueron: ¡Ay, hija, Josefina, qué desgraciada eres!

128 CARTAS MIGUEL HERNÁNDEZ

129 DESPUÉS DE SU MUERTE PALABRAS DE PABLO NERUDA TRAS MORIR MIGUEL HERNÁNDEZ: Recordar a Miguel Hernández que desapareció en la oscuridad y recordarlo a plena luz, es un deber de España, un deber de amor. Pocos poetas tan generosos y luminosos como el muchachón de Orihuela cuya estatua se levantará algún día entre los azahares de su dormida tierra. No tenía Miguel la luz cenital del Sur como los poetas rectilíneos de Andalucía sino una luz de tierra, de mañana pedregosa, luz espesa de panal despertando. Con esta materia dura como el oro, viva como la sangre, trazó su poesía duradera. ¡Y éste fue el hombre que aquel momento de España desterró a la sombra! ¡Nos toca ahora y siempre sacarlo de su cárcel mortal, iluminarlo con su valentía y su martirio, enseñarlo como ejemplo de corazón purísimo! ¡Darle la luz! ¡Dársela a golpes de recuerdo, a paletadas de claridad que lo revelen, arcángel de una gloria terrestre que cayó en la noche armado con la espada de la luz!

130 POESÍA ÚLTIMOS DÍAS Honorio Patiño, Jorge Leal
MIGUEL HERNÁNDEZ POESÍA ÚLTIMOS DÍAS Honorio Patiño, Jorge Leal

131 TRISTES GUERRAS Tristes guerras si no es amor la empresa. Tristes, tristes. Tristes armas si no son las palabras. Tristes hombres si no mueren de amores.

132 Este poema trata sobre lo absurdo de las guerras , lo triste que resulta la muerte sin sentido de la gente. El lenguaje es muy claro y sencillo Tiene 9 versos de los cuales 3 se repiten ordenadamente en el poema La rima la hace con la palabra “tristes” La repetición – hasta siete veces en tan solo nueve versos – de esta palabra por toda la composición dotan a esta canción asonante de un profundo dolor.

133 CANCIÓN ÚLTIMA Pintada, no vacía: pintada está mi casa del color de las grandes pasiones y desgracias. Regresará del llanto adonde fue llevada con su desierta mesa, con su ruinosa cama. Florecerán los besos sobre las almohada. Y en torno de los cuerpos elevará la sábana su inmensa enredadera nocturna, perfumada. El odio se amortigua detrás de la ventana. Será la garra suave. Dejadme la esperanza.

134 El poema está dividido en 3 partes: en la primera (versos 1-4) nos introduce su desgracia, comunicando que a pesar de la guerra, su “casa” tiene todavía algo de esperanza, aun habiendo un gran pesimismo; en la segunda parte (versos 5 a 14) Miguel Hernández nos transmite de manera un tanto lírica su esperanza de que todo volverá a su calma, permitiendo esto abastecerse de los alimentos y las pasiones necesarias; en la tercera parte y última, el poeta nos cuenta que a través de todo esto finalmente el odio y la violencia se irán, diciendo con súplica en su último verso que al menos se le deje la esperanza, como medio para poder recuperarse de todo el daño que ha llevado acumulado.

135 El poema está formado por 18 versos
El poema está formado por 18 versos. Todos son de arte menor, heptasílabos y de rima asonante. Entre los recursos literarios podemos encontrar: hipérbaton “pintada está mi casa” , sinestesias “pasiones y desgracias”, personificaciones y anáforas “con su desierta mesa, con su ruinosa cama”, metáforas “su intensa enredadera”.

136 NANAS DE LA CEBOLLA La cebolla es escarcha cerrada y pobre: escarcha de tus días y de mis noches. Hambre y cebolla: hielo negro y escarcha grande y redonda. En la cuna del hambre mi niño estaba. Con sangre de cebolla se amamantaba. Pero tu sangre, escarchada de azúcar, cebolla y hambre. Una mujer morena, resuelta en luna, se derrama hilo a hilo sobre la cuna. Ríete, niño, que te tragas la luna cuando es preciso. Alondra de mi casa, ríete mucho. Es tu risa en los ojos la luz del mundo. Ríete tanto que en el alma al oírte, bata el espacio. Tu risa me hace libre, me pone alas. Soledades me quita, cárcel me arranca. Boca que vuela, corazón que en tus labios relampaguea. Es tu risa la espada más victoriosa. Vencedor de las flores y las alondras. Rival del sol. Porvenir de mis huesos y de mi amor. La carne aleteante, súbito el párpado, el vivir como nunca coloreado. ¡Cuánto jilguero se remonta, aletea, desde tu cuerpo! Desperté de ser niño. Nunca despiertes. Triste llevo la boca. Ríete siempre. Siempre en la cuna, defendiendo la risa pluma por pluma. Ser de vuelo tan alto, tan extendido, que tu carne parece cielo cernido. ¡Si yo pudiera remontarme al origen de tu carrera! Al octavo mes ríes con cinco azahares. Con cinco diminutas ferocidades. Con cinco dientes como cinco jazmines adolescentes. Frontera de los besos serán mañana, cuando en la dentadura sientas un arma. Sientas un fuego correr dientes abajo buscando el centro. Vuela niño en la doble luna del pecho. Él, triste de cebolla. Tú, satisfecho. No te derrumbes. No sepas lo que pasa ni lo que ocurre.

137 El tema principal es la añoranza que el poeta siente por su familia
El tema principal es la añoranza que el poeta siente por su familia. El no poder ayudarlos, sintiéndose maniatado, encerrado, preso y sin futuro, impotente ante esta insostenible situación. Su mujer sólo se alimenta de pan y cebollas, dada la extrema pobreza en la que viven. Hernández lo siente en lo más profundo de su corazón. Les anima a seguir adelante, a reír, a disfrutar de la vida, ya vendrán tiempos mejores…

138 Del verso 1 al 49, distinguimos la primera parte, en la que el autor se dirige a su esposa, explicándole lo impotente que se siente la no poder ayudarla, a ella y al hijo de ambos, en esta época de miserias, de hambre. La anima a seguir adelante, también a su pequeño, que ría en este tiempo lleno de adversidades y se suma a su sufrimiento, contándole como él, aún estando tan lejos, siente el olor a cebolla, siente el dolor, y el hambre que ellos sienten, la oscuridad, la desesperación. Él también conoce ese sentimiento, el no tener nada. La celda teñida de negro, no hay esperanza. Hambre y dolor. Desaliento. Del verso 50 al 84, encontramos la 2ª parte. Miguel Hernández se orienta hacia su hijo, y explica también la situación que él mismo está viviendo en prisión (de manera superflua, pero perfectamente clara). Inyecta a su pequeño la importancia de vivir, de saber disfrutar, de reír, de ser fuerte hasta que vengan tiempos mejores. Le hace saber cuánto le reconforta su existencia, lo fuerte que le hace, las ganas de seguir adelante que le imprime, lo valiosa que es su sonrisa y su bienestar en sus días grises entre rejas. Le anima a aprovechar su niñez, a que no la deje atrás demasiado pronto, pues él ya la dejó, y nunca volvió. Ya habrá tiempo de luchar, de ser hombre feroz tiempo para enterrar la alegría y la paz, como cita en los versos 71-74

139 Hernández utiliza versos breves, directos y sencillos, para captar rápidamente la atención del lector. Utiliza un tono vocativo, y en ocasiones exclamativo, para dar así más musicalidad y expresividad a esta alegoría. Abundan las frases metafóricas, algunas anáforas, exclamaciones y frases vocativas, casi exhortativas. Escasa utilización de conjunciones (asíndeton), alguna alteración del orden lógico de las palabras (hipérbaton) Metáfora: “La cebolla es escarcha”.La cebolla es una lacra, algo que cubre superficialmente, pero no es nieve, que reviste todo cuanto alcanza. En esta metáfora, la cebolla y la escarcha tienen una relación clara. La escarcha parece hacer la función de la nieve, cubriendo los campos y las calles, … pero no en su totalidad. La cebolla engaña el hambre, pero no la quita. Hipérbaton: Se alteran las palabras, para llamar la atención del lector. Así pues los versos 71, 72, 73 y 74: “Frontera de los besos serán mañana, cuando en la dentadura sientas un arma”, podrían ordenarse del siguiente modo: “Cuando en la dentadura sientas un arma, mañana serán frontera de los besos” Asíndeton: Del verso 29 al 35, por ejemplo, no encontramos ningún nexo. Esto provoca una sensación de ligereza, de rapidez a la hora de recitar el poema. Anáfora: Los versos 65 y 66 empiezan con la preposición “con” . “Con cinco azahares, con cinco diminutas ferocidades”

140 Comparación: “Con cinco dientes como cinco jazmines adolescentes”
Comparación: “Con cinco dientes como cinco jazmines adolescentes”. Compara los dientes de leche de su hijo, con los jazmines jóvenes y frescos, nuevos. Hipérbole: Exageración. “Es tu risa en los ojos la luz del mundo”. Tu mirada es lo que alumbra mi camino, y el camino de los demás. No cierres esos ojos llenos de luz, porque me perdería, parece decir el poeta a su mujer. Personificación: “Es tu risa la espada más victoriosa”. Da vida a la risa de su amada, cuya fuerza puede compararse a los efectos que una espada puede causar. Con su risa consigue la victoria interior, el sentirse mejor aun estando tan triste y desolado entre esas cuatro paredes penitenciarias. Simbolismo: La cebolla, sin lugar a dudas, expresa el hambre, la pobreza y la pena que ambos bandos, emisor y receptor, sienten.

141 Uno de los amigos de Federico y Rafael era el joven poeta Miguel Hernández. Yo lo conocí cuando llegaba de alpargatas y pantalón campesino de pana desde sus tierras de Orihuela, en donde había sido pastor de cabras. (…) Miguel era tan campesino que llevaba un aura de tierra en torno a él. Tenía una cara de terrón o de papa que se saca de entre las raíces y que conserva frescura subterránea. Vivía y escribía en mi casa. Me contaba cuentos terrestres de animales y pájaros. Era este escritor salido de la naturaleza como una piedra intacta, con virginidad selvática y arrolladora fuerza vital. Me narraba cuán impresionante era poner los oídos sobre el vientre de las cabras dormidas. Así se escuchaba el ruido de la leche que llegaba a las ubres, el rumor secreto que nadie ha podido escuchar sino aquel poeta de cabras. (…) El recuerdo de Miguel Hernández no puede escapárseme de las raíces del corazón. El canto de los ruiseñores levantinos, sus torres de sonidos erigidas entre la oscuridad y los azahares, eran para él presencia excesiva, y eran parte del material de su sangre, de su poesía terrenal y silvestre en la que se juntaban todos los excesos del color, del perfume y de la voz del levante español, con la abundancia y la fragancia de una poderosa y masculina juventud.

142 Miguel era un hombre a caballo entre la alegría y el dolor, entre la luz y la sombra. De tal manera esto es literal, que hay pomas suyos en los que las palabras alegría, luz, sombra se reiteran constantemente. ¿Por qué? Porque Miguel era ya un gran poeta trágico. (…) Él conoció tempranamente, dada su extracción humilde, el dolor, y después tuvo sobradas ocasiones de conocerlo a fondo de manera desgarradora; pero él, como verdadero hombre trágico que era, quería a toda costa, denodadamente alcanzar la alegría; por eso dice en uno de sus versos: “Me alegré seriamente lo mismo que el olivo”. Miguel tuvo en la cárcel reacciones personales de una gran sensibilidad humana, que eran muy difíciles de tener en las situaciones tan apretadas en que vivíamos, y las tenía como si no las estuviéramos viviendo. En esta relación carcelaria, su humanidad excepcional no sólo se mostraba en esa faceta jocosa y divertida, sino también en su permanente generosidad: si un compañero le pedía algo, él, si podía, se lo daba; y daba lo que mejor podía regalar: poesía.


Descargar ppt "Vida, amor y muerte en Miguel Hernández"

Presentaciones similares


Anuncios Google