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Un fuego que enciende otros fuegos…

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Presentación del tema: "Un fuego que enciende otros fuegos…"— Transcripción de la presentación:

1 Un fuego que enciende otros fuegos…
El Padre Alberto Hurtado, S.J. ( ) Un fuego que enciende otros fuegos… Centro de Estudios y Documentación “Padre Hurtado” de la Pontificia Universidad Católica de Chile

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4 Su corazón era como un “caldero en ebullición”

5 Su vida de unión con Jesucristo le llevaba, le arrastraba, hacia los que sufren” (Augusto Salinas) .
Su afán apostólico le hizo buscar un modo de servir a los obreros del salitre venidos a Santiago e instalados en albergues.

6 Alberto, en sus años de estudiante, realizó un profundo discernimiento para descubrir la voluntad de Dios. ¿Qué querrá Dios de mí?

7 Alberto tiene claro : 1° que Dios asigna un puesto a cada hombre; 2° y que en aquel puesto, Dios le dará las gracias abundantes

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9 Alberto Hurtado, nuestro amigo, el amigo de todos los jóvenes católicos, el amigo de pobres y ricos, partió al noviciado de la Compañía de Jesús. Su inmenso amor a Dios fue premiado por la Divina Providencia que le concedió el mérito de abandonarlo todo cuando todo podía tenerlo

10 Querido Manuel: “Por fin me tienes de jesuita, feliz y contento como no se puede ser más en esta tierra... con decirte que casi he llorado de gozo”.

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12 A todo, un sonoro 'all right', 'very well'

13 “No he recibido gracia alguna que no haya venido por María”.

14 “María mírame”.

15 «Su pronta sonrisa y su mirada indagadora, en un modo indefinible, parecía urgirlo a uno a cosas más altas... Su sonrisa daba la impresión de que estaba mirando al interior de mi alma y estaba ansioso por verme hacer mayores y mejores cosas por el Señor». Testimonio compañero de formación

16 “¡Ya me tienes sacerdote del Señor
“¡Ya me tienes sacerdote del Señor! Bien comprenderás mi felicidad inmensa. Con toda sinceridad puedo decirte que soy plenamente feliz. Ahora ya no deseo más que ejercer mi ministerio con la mayor plenitud posible de vida interior y de actividad exterior”.

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18 De vuelta en Santiago, comienza su apostolado entre los jóvenes

19 ¡Chiflarse por Cristo! ¡Ser ‘otro’ Cristo!

20 Amor a Dios... Amor al prójimo
Fe... Justicia Oración... Servicio

21 “Las almas que se agitan y claman en las plazas y calles tienen un destino eterno;
son trenes sin frenos disparados hacia la eternidad. De mí puede depender que esos trenes encuentren una vía preparada con destino al cielo o que los deje correr por la pendiente cuyo término es el infierno”.

22 ¿Podré permanecer inactivo?
Mi acción o inacción tiene un alcance eterno para tantas almas ...

23 ¿Y yo?, ante mí la eternidad.
Yo un disparo en la eternidad. Después de mí, la eternidad. Mi existir, un suspiro entre dos eternidades. Mi vida, pues, un disparo a la eternidad...

24 El medio más importante de la educación sobrenatural,
casi la base de toda educación, es infundir en los jóvenes el amor a Jesucristo. El que ha mirado profundamente siquiera una vez los ojos de Jesús, no lo olvidará jamás

25 «¡Cómo no voy a estar contento!
¡Cómo no estar agradecido con Dios!»

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28 Estamos seguros que sí, y se lo pedimos con fe.
¿Podrá también en nuestros días el Espíritu suscitar apóstoles de la talla del Padre Hurtado, que muestren con su abnegado testimonio de caridad la vitalidad de la Iglesia? Estamos seguros que sí, y se lo pedimos con fe. S.S. Juan Pablo II, visita a Chile en 1987

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