Descargar la presentación
La descarga está en progreso. Por favor, espere
Publicada porNatalio Justiniano Modificado hace 10 años
2
“El ramo de flores” Miguel-A. 188 seg. (Dani Daniel)
3
Esta mañana, por ser sábado, me he levantado tarde. El previsible tiempo frío hacía pegadizas las sábanas. Ya es el mes de abril, y aún no ha hecho acto de presencia la primavera. Tras levantarme, desayuné, y salí a la calle, caminando despacio, con las manos en los bolsillos... y sin rumbo hacia ninguna parte. Bueno, sí, mi idea era ir al mercadillo de tenderetes a comprar unas gafas de sol. Quiero decir que no era una intención prioritaria... podía cambiar de plan en cualquier momento. Lo del mercadillo podía quedarse en una ronda de bares de encontrar un amigo con quien tomar unos vinos.
4
Iba caminando por la acera, enfrascado en mis reflexiones, cuado me tope con una cara familiar. Por un instante me quedé perplejo, parado... A la otra persona le pasó lo mismo. Por fin, fue ella quien rompió el hielo: - ¿¡Pepe... Pepe García!?. - ¡¡Lolo!!. Y nos abrazamos efusivamente. Lolo García y yo fuimos compañeros de bachillerato en el internado de los Salesianos de Chamberí.
5
- Lolo, ¿por qué no comemos junto? Así seguimos charlando. Te invito a comer en el Buen Horno. - ¡Tengo algo mejor! - replicó-. ¿Por qué no vamos a comer a mi casa? Así, te presento a mi esposa. Me había pillado. Lo que menos me apetecía era ir a comer con "la parienta" de Lolo. Pero la iniciativa había sido mía, y ahora ya no podía volverme atrás. - Vale. ¿Por qué no? - respondí a regañadientes. - Bien, entonces voy a telefonear a casa a mi esposa, para que prepare comida.
6
Dije que también iba telefonear a mi esposa para que no me esperara. Previendo que no iba a ser una conversación fácil y arguyendo que se oía mejor, dije que iba a salir a la calle para telefonear. - Oye, Luisa, que no me esperes a comer. - ¿Dónde vas comer?. - Con un antiguo amigo de colegio. - ¡¿Y por qué no me reúno con vosotros en el restaurante?!. - ¡¡Imposible!! No puede ser. No hay restaurante. Voy a comer a casa de Lolo. - ¿Lolo? ¿Y no será Lola?. - Bueno, sí. Tiene dos exuberantes lolas en la delantera. ¡¡¡Y qué!!! ¿Pasa algo? ¡¡¡Me voy a comer a su casa porque me da la gana!!!......... ¿Oye?......... ¿Oye?......... ¡¡¡Y encima me corta, la tía puta ésta!!!.
7
Llegados a casa de Lolo, llamó al timbre. Al abrir, besó a su esposa, y luego me presentó. Interiormente me reí de aquella presunta pamema. Yo jamás había llamado a mi propio timbre, ni besado a mi esposa al entrar en casa. Y si alguna vez lo hice al regreso al hogar, fue "in illo tempore“...cuando aún había pasión... hace tantos años, que ni me acuerdo. Me fui convenciendo de que mis pensamientos eran erróneos. Pude constatar, por cómo se miraban a los ojos, que estaba ante dos personas que se amaban y eran felices juntas. Y creí haber descubierto la clave de la cuestión: conseguir llevar el amor más allá del enamoramiento.
8
De camino a casa estuve reflexionando. Luisa y yo teníamos un comportamiento muy distinto a lo visto en casa de Lolo. Era como si no fuéramos matrimonio, sino dos personas yuxtapuestas. Aceptábamos como normal el llevarnos como el perro y el gato. Y si Luisa y yo estábamos condenados a vivir juntos, ¿por qué no tratar de endulzarnos la vida el uno al otro?. No me sentí el único culpable. Una relación es cosa de dos. De pronto, sentí un impulso. Todavía me quedaba tiempo para pasar por la floristería, y comprar un ramo de flores para Luisa.
9
Al llegar a casa, puse el ramo, agarrado con mi mano izquierda, oculto tras mi espalda, y llamé al timbre con la derecha. Luisa abrió la puerta: - ¿Has perdido la llave?. No respondí. Ya en salón, tomé a Luisa con mi mano derecha, y le di un largo beso en la boca, hasta dejarle sin aliento. Tras soltarla, le entregué el ramo de flores. Ni lo cogió. Rompió a llorar. Su reacción desbordó mi vaso de agua siempre proclive a desbordarse. ¡Aquello ya era el colmo! Arrojé el ramo de flores sobre el diván, y le grité: - ¿¿¡¡Y ahora qué coño te pasa!!??.
10
- ¡Que hoy todo me sale mal! -respondió entre sollozos-. Primero, se atasca la lavadora. El técnico dice que se ha quemado el motor. Luego, llamas tú para decir que te vas a comer a casa de una tal Lola. Más tarde, telefonean desde el hospital diciendo que Javier ha tenido un accidente con la bicicleta, le han dado seis puntos de sutura, pero lo iban a tener tres horas en observación, por si hubiera lesiones cerebelares. Y allá me voy. Y ahora que había conseguido ponerme un huevo frito, y me disponía a comer, llegas tú, borracho. - ¿Y Javier? ¿Qué le ha pasado a Javier?. - ¿A ése? ¡Nada! ¡Ya está otra vez en la calle con la bicicleta!. - ¡¡¡Será cabrón ese...!!! (A punto estuve de soltar lo de "hijo de puta", pero conseguí frenarme a tiempo).
Presentaciones similares
© 2025 SlidePlayer.es Inc.
All rights reserved.