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Publicada porReinaldo Cespedes Modificado hace 10 años
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DOMINGO 11 año C Escuchar “qui tollis peccata mundi” de la Misa en Si menor de Bach, nos hace gustar la alegría de ser perdonados Monjas de Sant Benet de Montserrat
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El INICIO del MINISTERIO DE JESÚS Lc 4,11- 9,50 queda iluminado por la sesión inaugural de Nazaret
Domingo XI: Jesús, Ungido para PERDONAR a todos (sin distinción de trato entre hombres y mujeres, aunque eso pudiera escandalizar a los de su tiempo) MAR MEDITERRANI
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Lucas sitúa el evangelio de hoy en Galilea
Valle de Galilea por donde pasó Jesús (antiguo paso para ir al lago) Lucas sitúa el evangelio de hoy en Galilea
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Ruinas de Magdala, donde podía ser la invitación del fariseo
Lc 7, 36-8, 3 En aquel tiempo, un fariseo rogaba a Jesús que fuera a comer con él. Jesús, entrando en casa del fariseo, se recostó a la mesa. Venid... Yo no marco distancias entre las personas, sois vosotros los que las ponéis. Ruinas de Magdala, donde podía ser la invitación del fariseo
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Y una mujer de la ciudad, una pecadora, al enterarse de que estaba comiendo en casa del fariseo, vino con un frasco de perfume y, colocándose detrás junto a sus pies, llorando, se puso a regarle los pies con sus lágrimas, Cuando la mujer supo que Yo estaba allí, se me acercó, derramando su perfume. Jarrón de alabastro de Corinto
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se los enjugaba con sus cabellos, los cubría de besos y se los ungía con el perfume.
Aunque se sabía pecadora, ella no tuvo miedo de entrar, ni de besarme los pies.
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La suficiencia mantenía aquél hombre alejado de mi y de ella.
Al ver esto, el fariseo que lo había invitado se dijo: "Si este fuera profeta, sabría quién es esta mujer que lo está tocando y lo que es: una pecadora." La suficiencia mantenía aquél hombre alejado de mi y de ella.
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Jesús tomó la palabra y le dijo: "Simón, tengo algo que decirte
Jesús tomó la palabra y le dijo: "Simón, tengo algo que decirte."Él respondió: "Dímelo, maestro." Sus prejuicios lo tenían atado, esclavo de si mismo y separado de los demás.
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Jesús le dijo: "Un prestamista tenía dos deudores; uno le debía quinientos denarios y el otro cincuenta. Como no tenían con qué pagar, los perdonó a los dos. ¿Cuál de los dos lo amará más?" Simón contesto: "Supongo que aquel a quien le perdonó más." Jesús le dijo: "Has juzgado rectamente." Le conté la historia del AMOR que es más fuerte, como más te sabes PERDONADO
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Ningún pecado te puede separar de Aquél que te AMA
Y, volviéndose a la mujer, dijo a Simón: "¿Ves a esta mujer? Cuando yo entré en tu casa, no me pusiste agua para los pies; ella, en cambio, me ha lavado los pies con sus lágrimas y me los ha enjugado con su pelo. Tú no me besaste; ella, en cambio, desde que entró, no ha dejado de besarme los pies. Tú no me ungiste la cabeza con ungüento; ella, en cambio, me ha ungido los pies con perfume. El AMOR Atrae. Ningún pecado te puede separar de Aquél que te AMA
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La proximidad del AMOR DERRAMADO...
Por eso te digo: sus muchos pecados están perdonados, porque tiene mucho amor; pero al que poco se le perdona, poco ama." Ella descubrió el AMOR que se da... La proximidad del AMOR DERRAMADO...
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Y a ella le dijo: "Tus pecados están perdonados
Y a ella le dijo: "Tus pecados están perdonados." Los demás convidados empezaron a decir entre sí: "¿Quién es éste, que hasta perdona pecados?" Pero Jesús dijo a la mujer: "Tu fe te ha salvado, vete en paz." De este AMOR nace la PAZ
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Pasando por vuestros pueblos, he sembrado mi Reino
Después de esto iba caminando de ciudad en ciudad y de pueblo en pueblo, predicando el Evangelio del reino de Dios; Camino de Galilea Pasando por vuestros pueblos, he sembrado mi Reino
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lo acompañaban los Doce y algunas mujeres que él había curado de malos espíritus y enfermedades:
Hombres y mujeres, vivid en LIBERTAD. Otro mundo es posible, y Yo lo he puesto a vuestro alcance
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No tengáis miedo al abismo existencial.
María la Magdalena, de la que habían salido siete demonios; Juana, mujer de Cusa, intendente de Herodes; Susana y otras muchas que le ayudaban con sus bienes. No tengáis miedo al abismo existencial. Yo valoro vuestros pequeños servicios cuotidianos
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Haz, Señor, que TODOS Y TODAS te sintamos a nuestro lado, ayudándonos en los gestos altruistas. Y haz que tu PROXIMIDAD nos acerque a los demás.
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