Biblia y realidad LX Jesús y los niños Diseño: J. L. Caravias sj

Presentación del tema: "Biblia y realidad LX Jesús y los niños Diseño: J. L. Caravias sj"— Transcripción de la presentación:

1 Biblia y realidad LX Jesús y los niños Diseño: J. L. Caravias sj

2 El niño santo que nacerá de ti será llamado Hijo de Dios. Lc 1,35
En Belén, llegó para María el momento del parto, y dio a luz a su hijo primogénito. Lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre. Lc 2,6s

3 El niño crecía y se desarrollaba en edad, en sabiduría, y en gracia de Dios. Lc 2,40

4 Jesús llamó a un niñito, lo colocó en medio de los discípulos, y les dijo:
Si no llegan a ser como niños, nunca entrarán en el Reino de Dios. El que se haga pequeño como este niño, ése será el más grande en su Reino. Y el que recibe en mi Nombre a un niño como éste, a mí me recibe. Mt 18,2-5

5 ¿Nunca han leído aquello : De la boca de los sencillos
Los letrados estaban furiosos porque los niños clamaban en el Templo: ¡Viva el hijo de David! Jesús les replicó : ¿Nunca han leído aquello : De la boca de los sencillos y de los niños de pecho has sacado una alabanza? Mt 21,15s

6 Tomó a un niño, lo puso en medio de ellos, lo abrazó y les dijo:
El que recibe a un niño como éste en mi Nombre, me recibe a mí; y el que me recibe, no me recibe a mí, sino al que me ha enviado Mc 9,36s

7 Jesús tomaba a los niños en brazos y los bendecía. Mc 10,14-16
Dejen que los niños vengan a mí y no se lo impidan, porque el Reino de Dios pertenece a los que son como ellos. Quien no reciba el Reino de Dios como un niño, no entrará en él. Jesús tomaba a los niños en brazos y los bendecía. Mc 10,14-16

8 El más pequeño entre todos ustedes, ése es realmente grande. Lc 9,48

9 No temas: basta que creas, y tu hija se salvará
No temas: basta que creas, y tu hija se salvará No lloren; la niña no está muerta, sino dormida Niña, levántate... Le volvió su espíritu y al instante se levantó. Jesús insistió en que le dieran de comer. Lc 8, s

10 Sacaban a enterrar al hijo único de una madre viuda
Sacaban a enterrar al hijo único de una madre viuda. Al verla, el Señor se compadeció de ella y le dijo: - No llores. Después se acercó y tocó el féretro. Los que lo llevaban se detuvieron. Dijo Jesús entonces: - Joven, yo te lo mando, ¡levántate! Se incorporó el muerto inmediatamente y se puso a hablar. Y Jesús se lo entregó a su madre. Lc 7,12-15

11 Me dirijo a ustedes, jóvenes, porque son fuertes, el mensaje de Dios vive en ustedes y han vencido al Malo... 1Jn 2,14