Miguel-A. “¡Ni en el infierno se puede fumar a gusto!” 118 seg. (M. Escobar)

Presentación del tema: "Miguel-A. “¡Ni en el infierno se puede fumar a gusto!” 118 seg. (M. Escobar)"— Transcripción de la presentación:

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2 Miguel-A. “¡Ni en el infierno se puede fumar a gusto!” 118 seg. (M. Escobar)

3 No soy fumador, y, como enfermo crónico, el humo de los cigarrillos ajenos suele causarme molestias. No obstante, no estoy de acuerdo con la ley gubernamental de dividir los restaurantes en salas para fumadores y para no fumadores. Esta lucha entre libertades de unos a fumar y otros (pasivos) a no fumar, no ha de resolverse por ley, sino por sentido común en cada caso concreto. La ley me parece una necedad a favor de quienes tienen “un perra” antitabaco. Es muy obvio que el tabaco es perjudicial para la salud... pero habría otras formas de combatir el problema sin perjudicar a quienes no tenemos “tal perra” antitabaco: Puesto que si alguien disfruta de en un cigarro en la sobremesa... yo también estoy disfrutando de su compañía.

4 Un mujeriego, un borracho, y un fumador, llegan al infierno. A su llegada, fueron recibidos por Satanás. El diablo les dice: - ¡No se preocupen, muchachos! ¡Aquí, en el infierno, todo es felicidad!.

5 - A ti, mujeriego -le dice el demonio-, voy a darte un dormitorio lleno de hermosas mujeres.

6 - A ti, borracho -continua diciendo el diablo-, te doy dos mil cajas de cerveza.

7 - Y a ti, fumador -añade el diablo-, te daré una tonelada de cajetillas de tabaco. Yo regresaré dentro de 2 años a ver cómo estáis.

8 Se cumplieron los 5 años, y el diablo regresa, como había prometido. Abre la puerta del dormitorio del mujeriego, y lo encuentra feliz. - ¡Dame más mujeres, que éstas ya me aburren! -pide al diablo. Y le da más mujeres.

9 A continuación, el diablo va a visitar al borracho, y lo encuentra con 1900 cajas de cerveza vacías y con una botella en mano. El borracho le dice: - ¡Diablo, mándame más cervezas, por que éstas ya se me están acabando. Y el diablo le da más cajas de cerveza.

10 Luego, el diablo va a ver al fumador, y lo encuentra muy molesto. El diablo le pregunta: - ¿Qué te pasa? Te veo molesto ¿Por qué? ¡Si te he dado una tonelada de cigarrillos?. Entonces, responde el fumador: - Sí, cabrón. ¡Pero te has olvidado de dejarme mechero o cerillas!.