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Domingo quarto de Adviento

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Presentación del tema: "Domingo quarto de Adviento"— Transcripción de la presentación:

1 Domingo quarto de Adviento
Ciclo B Día 21 de Diciembre de 2014

2 Todos los años, en el último domingo de Adviento, la Iglesia nos trae la figura de la Virgen María esperando al Salvador. Ella es la que mejor se preparó y la que mejor nos puede ayudar en esta última etapa de preparación para la Navidad.

3 En este año, ciclo B, la Iglesia nos trae a consideración la Anunciación a María.

4 Es una escena muy conocida, pero que en la última etapa de preparación para la Navidad podemos sacar gran provecho para poder vivir más santamente estos días y los días de Navidad.

5 Todo comenzó cuando Dios decidió mandar al ángel (significa “enviado”) Gabriel para dar el gran anuncio a una joven sencilla de Nazaret, que se llamaba María.

6 Un día Dios envió a su ángel Gabriel con María,
Automático

7 que vivía en Nazaret, prometida de José, que era la elegida.

8 Con gran gozo Gabriel en su casa
le dijo a María:

9 Alégrate, favoreci-da, que está contigo el Señor, tu Dios.

10 Y con gran impresión María le preguntó lo que no entendía.

11 No debes de temer, pues tu darás a luz a un hijo.

12 Grande el favor el que Dios te ha dado
Grande el favor el que Dios te ha dado. Gobernará por siempre a su pueblo.

13 Y a ese hijo llamarás: Jesús.

14 María dijo a Gabriel: ¿Cómo madre seré si no estoy casada?

15 El Espíritu de Dios se posará en ti, poder del Altísimo.

16 Tu hijo será santo, porque es el Hijo de Dios.

17 Para Él no hay imposibles. Hágase en ti la voluntad de Dios.

18 y que se haga en mi lo que tu has dicho.
A Dios yo serviré y que se haga en mi lo que tu has dicho.

19 ¡Grande el favor el que Dios te ha dado
¡Grande el favor el que Dios te ha dado! Gobernará por siempre a su pueblo

20 Y a ese hijo llamarás: Jesús.
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21 Después del saludo, el ángel le dice a María cosas hermosas, de las que podemos sacar provecho espiritual. Una es: “Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo”. Esto significa que Jesús fue un verdadero hombre. Él mismo se llamaba “hijo del hombre”.

22 San Pablo, al hablar de Jesús, dice “nacido de mujer”
San Pablo, al hablar de Jesús, dice “nacido de mujer”. Esto nos lleva a pensar que la humanidad no es tan mala como a veces se presenta. Hay muchas maldades y miserias; pero hay muchas cosas hermosas en los corazones humanos, comenzando por el mismo Cristo.

23 Una sola persona que ame a Dios con todo el corazón, vale más que todas las maldades y miserias. Por eso Dios se fija en aquella joven de Nazaret, a quien Él mismo ha adornado con las mejores virtudes. Él ha puesto lo principal, que es todo; pero María ha correspondido a la gracia.

24 Jesús, por su naturaleza, es hermano nuestro, hermano mayor
Jesús, por su naturaleza, es hermano nuestro, hermano mayor. Pero por su madre también es hermano nuestro, pues al morir nos dejó, como testamento, a su madre, para que fuese madre nuestra espiritual.

25 El ángel le dice a María que el niño que va a tener se va a llamar Jesús. Los nombres eran muy importantes en el pueblo de Israel, mucho más cuando se sabía que iba a realizar algo importante. A veces Jesús cambiaba a alguno el nombre por lo que iba a realizar. ¿Cuál será la razón para llamarle: Jesús?

26 ¿Cuál será la razón de que te llames: Jesús?
Au- to- má- ti- co

27 ¿Cuál será la razón de que te llames…, de que te llamen?

28 ¿Cuál será la razón de que te llamen Jesús?
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29 Un día también el ángel se lo diría a san José: “Porque Él salvará a su pueblo de sus pecados”. Así que Jesús significa “Salvador”, porque nos librará de los pecados. San Juan Bautista un día señalándole dijo: “Este es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo”. Ha venido para quitar la maldad individual y social; pero con mansedumbre, sin forzar.

30 Jesús, siendo el salvador de todos los pecados, es grande
Jesús, siendo el salvador de todos los pecados, es grande. Así continúa el ángel diciendo a María que ese niño será grande y se llamará hijo del Altísimo y su reino no tendrá fin. Si es grande por ser hijo del Altísimo, lo es también o más por hacerse pequeño por nosotros, aunque no puede renunciar a su naturaleza divina.

31 Jesús es grande acercándose a nosotros, para que nosotros podamos ser grandes y podamos elevarnos hasta la cercanía del ser de Dios. La grandeza es más espiritual que temporal. Más que de conquistas materiales, sería de conquistas en el corazón. El profeta Natán se lo promete a David, como nos muestra la 1ª lectura en su 2ª parte:

32 Daré un puesto a Israel, mi pueblo: lo plantaré para que viva en él sin sobresaltos, y en adelante no permitiré que los malvados lo aflijan como antes, cuando nombré jueces para gobernar a mi pueblo Israel. Te pondré en paz con todos tus enemigos, y, además, el Señor te comunica que te dará una dinastía. Y, cuando tus días se hayan cumplido y te acuestes con tus padres, afirmaré después de ti la descendencia que saldrá de tus entrañas, y consolidaré su realeza. Yo seré para él padre, y él será para mí hijo. Tu casa y tu reino durarán por siempre en mi presencia; tu trono permanecerá por siempre.

33 El rey David quería hacer un honor a Dios, haciéndole una casa grande y maravillosa. Pero a Dios no le convencen esos templos, porque Dios quiere hospedarse entre nosotros, sobre todo en el verdadero templo, que es el corazón. Por eso busca corazones abiertos, ofrecimientos totales como el de María.

34 Al ser el de David un reino para siempre, no puede ser un reino de espadas o de fuerzas materiales, sino que iba a ser un reino mucho más importante. Todo esto iba a ser muy difícil entenderlo para aquellos que ponen su corazón en lo material. Dios lo revela a aquellos que tienen abierto el corazón al Espíritu Santo, como María.

35 Por eso le dice el ángel a María: “El Espíritu Santo vendrá sobre ti y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra”. Jesús es el fruto del amor de Dios a los hombres. Ese Amor, que es el Espíritu Santo, va a fecundar en María el fruto del Amor.

36 Sobre ese amor fecundo de Dios se dice en el evangelio de san Juan: “Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo único”. Dios lo entrega, pero hay que tener un corazón grande para recibirle. Esto es tan grande que se une el temor al amor. Por eso le tuvo que decir el ángel: No temas, María.

37 No temas, María, Automático

38 porque has hallado gracia delante de Dios.

39 Concebi-rás y darás a luz un niño

40 y le pondrás por nombre Jesús.

41 Ese niño será grande

42 y le llamarán el Hijo del Altísimo.

43 Aleluya, Aleluya Hacer CLICK

44 El misterio de la encarnación está envuelto en sencillez, en humildad, en anonadamiento, en respeto hacia el hombre. No viene imponiéndose, sino que se despoja de su gloria. Viene con su misericordia y perdón. Viene a salvar al hombre no desde arriba, sino desde abajo y desde dentro. Es un misterio.

45 "Hágase en mí según tu palabra".
Seguramente que María no era consciente de todo lo que se la pedía y de todo lo que significaba su aceptación, porque era imposible captar todo el misterio. Pero sí captó con claridad que era la voluntad de Dios. Y se entregó a esa divina voluntad con el más importante “SÍ” de la historia: "Hágase en mí según tu palabra".

46 Hágase en mi Automático

47 Hágase en mi según tu palabra.

48 Hágase en mi

49 Hágase en mi según tu palabra.
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50 Este “sí” de María no es un punto aislado, sino que es un momento importante de una vida de “sí” para Dios. Su vida fue una cadena de aceptaciones y de entrega. Ya de niña lo hizo por medio de su “Presentación en el templo”.

51 En esta respuesta de María: “Hágase en mi según tu palabra”, tenemos las dos virtudes principales y esenciales para prepararnos bien a la Navidad y vivirla con plenitud cristiana: La 1ª es la aceptación de la voluntad de Dios. Como a María la eleva a la dignidad de Madre de Dios, a nosotros nos eleva a los límites con la divinidad.

52 Al estar disponible en las manos de Dios, María desea hacer la voluntad de Dios. Esta es en concreto hacer el bien a los demás. He ahí la 2ª virtud que hoy nos pide Dios. Ser esclava del Señor es estar en actitud de servicio a los demás.

53 Por eso María, cuando se entera por el ángel que su prima Isabel puede tener necesidad de su ayuda, corre a visitarla. Dijo Jesús que el más grande en el reino de los cielos es el que está en sentido de servir.

54 En estos días inmediatos a la Navidad contemplamos a María que va con José camino de Belén.
Caminemos también nosotros con la fe y el amor para que nazca y se quede en nuestro corazón.

55 Caminando un borriquito, caminando va a Belén,
Automático

56 y María lleva dentro a Jesús que va nacer.

57 Y María lleva dentro a Jesús que va a nacer.

58 Muy cansada va María, muy cansado va José.

59 Quién le presta un rinconcito a Jesús que va a nacer?

60 ¿Quién le presta un rinconcito
a Jesús que va a nacer?

61 Hoy, María, yo quisiera a tu lado y con José

62 ofrecer mi amor al Niño, a Jesús que va a nacer.

63 Ofrecer mi amor al Niño, a Jesús que va a nacer.

64 Quiera Dios que en nuestra casa
haya paz, amor y bien

65 y un rincón que esté aguardando
a Jesús que va a nacer.

66 Y un rincón que esté aguar-dando
a Jesús que va a nacer.

67 A Jesús que va a nacer…

68

69 Que la Virgen María, que espera amorosa la venida de Jesús,
nos ayude a esperarle con amor y paz. AMÉN


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