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TRANSMISION DE LA REVELACION

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Presentación del tema: "TRANSMISION DE LA REVELACION"— Transcripción de la presentación:

1 TRANSMISION DE LA REVELACION
Para anunciar a los hombres que han sido salvados por el mismo Dios que ha entrado en la historia, en un momento y lugar determinados, se requieren testigos: hombres que le han visto, oído y tocado. Los Apóstoles son los testigos específicos y privilegiados. Han sido “elegidos de antemano” (Hch 10, 41): Cristo los llamó, y ellos le siguieron. El Hijo eterno enseñó a los Doce todo lo que había visto en el seno del Padre y les confirió la misión específica de transmitir lo que habían visto y oído de Él.

2 TRANSMISION DE LA REVELACION
Ellos son los testigos auténticamente directos de Cristo, los que tie- nen el conocimiento inmediato y profundo del misterio del Verbo encarnado. Son el eslabón esencial entre Cristo y la Iglesia posterior. Jn 16, 12-13: “Todavía tengo que deciros muchas cosas, pero no podéis sobrellevarlas ahora. Cuando venga Aquel, el Espíritu de la verdad, os guiará hacia toda la verdad”. Por tanto, después de la Ascensión, la Revelación continuó mientras los Apóstoles estuvie- ron sobre la tierra.

3 TRANSMISION DE LA REVELACION
Siguiendo el ejemplo de Jesucristo, que nada escribió, tampoco los Apóstoles se pusieron a fijar inme- diatamente la Revelación por escrito. Comenzaron a transmitir el Evangelio mediante la predicación y a través del testimonio de la propia vida. Su predicación iba acompa- ñada por la acción interior del Espíritu Santo en el corazón de los que los escuchaban. En su predicación, los Apóstoles se preocuparon de confirmar la vida y obra de Jesucristo con los textos del AT: éste es llevado a término por la Encarnación.

4 TRANSMISION DE LA REVELACION
Con la muerte del último Apóstol termina la fase constitutiva de la Revelación: por eso su predicación adquiere en la Iglesia el carácter de un depósito (depositum fidei), algo que se entrega a alguien para que lo conserve y lo cuide. El depósito de la fe contiene todo lo que necesitamos para seguir a Cristo. Abarca tanto la transmisión oral (Tradición) como la escrita (Sagrada Escritura). Ambas están íntimamente unidas.

5 TRANSMISION DE LA REVELACION
Por la Tradición, “la Iglesia con su enseñanza, su vida, su culto conserva y transmite a todas las edades lo que es y lo que cree” (Dei Verbum, 8). La Tradición es más amplia que la Escritura y tiene prioridad temporal con respecto al NT. Mientras la estructura de la Biblia es la del texto escrito, fijo y definitivo, la estructura de la Tra- dición es la de una realidad viva. Crece y se de- sarrolla, no porque cada generación añada nove- dades al depósito originario, sino porque se pue- de profundizar, con la luz del Espíritu Santo, cada vez más en su contenido.

6 TRANSMISION DE LA REVELACION
Los Apóstoles nombraron como sucesores a los obispos. Ellos son constituidos, me- diante el orden episcopal, en sujetos del Magisterio. Participan en la propia autori- dad de Cristo, si realizan la función magis- terial en comunión con el sucesor de Pe- dro, el Romano Pontífice. Indican en cada momento histórico, el camino hacia Dios. La fidelidad a la fe apostólica es una condición esencial para que la Iglesia de todos los tiempos sea la misma Iglesia de Cristo. Esta fi- delidad, con la ayuda del Espíritu Santo, está garantizada por el Magisterio como instancia que tiene el oficio de interpretar auténti- camente la Palabra de Dios, oral o escrita.

7 FE, ENCUENTRO CON DIOS Se distinguen dos formas de conocer: el ver y el creer. Cuando vemos algo, llegamos directamente a una verdad, por demostración, intuición o experimentación. Se habla entonces de evi- dencia intrínseca. Creer, en cambio, significa un conocimiento al que llego indirectamente, por evidencia extrínseca. Sólo se puede creer lo que no se ve. El que cree llega a conocer aquello que cree, no porque sea experi- mentable o demostrable para él, sino porque lo es para otro de quien se fía.

8 FE, ENCUENTRO CON DIOS Cuando creo, me apoyo en otro para llegar a una verdad: 1) el testigo, aquel de quien me fío, debe ser fidedigno; 2) exijo también la credibilidad del mensaje (debe no contra- decir los conocimientos seguros que ya he alcanzado). En sentido estricto, creer es mucho más que opinar o suponer: es estar completamente convencido de la verdad que no se ve. La fe es conocer con certeza lo que no se ve.

9 FE, ENCUENTRO CON DIOS Después de esta vida, veremos a Dios cara a cara. También en el ámbito sobrenatural hay un ver y un creer. Mientras estemos en la tierra, sólo podemos creer en Él. Le cono- cemos mediante el testimonio de otro. II-II, q. 4, a. 8, ad 2: “En iguales condiciones, ver es más que oír. Pero si aquel por el cual se sabe algo está muy por encima de lo que uno es capaz de ver por sí solo, en este caso oír es más que ver”. La fe divina hace participar en el conocimiento propio y exclusivo de Dios: nos pone en contacto con el saber de Dios.

10 FE, ENCUENTRO CON DIOS En el caso de la fe cristiana, el papel de la vo- luntad es esencial. Por razonable que sea la Buena Nueva de Jesucristo, no hay nada que me obligue a creerla. Como la inteligencia no llega nunca a la evidencia intrínseca frente a la cual no podría resistirse, la voluntad debe tomar una auténtica decisión. La fe no puede ser sino fruto de nuestra libertad. Nuestra libertad no sólo se expresa en la decisión. El decidir es un acto secundario de la voluntad. Su acto principal es el amor. El querer creer debe entenderse en el sentido de amar. Creo porque amo. Creemos a Cristo porque le amamos. La fe es, en cierto modo, una declaración de amor a Dios.

11 FE, ENCUENTRO CON DIOS, La fe es, en definitiva, correspondencia al amor, un encuentro entre Dios y el hombre. La fe sobrenatural es un saber personal: yo sé que Dios es Padre porque lo dice Cristo. Esta dimensión personal hace que el acto de fe sea siempre misterioso. No podemos comprender las razones de ninguna persona, ni las nuestras propias, ni las de los demás. Creo porque quiero, y quiero porque amo. Pero ¿por qué amo?, ¿por qué hay personas que creen y otras que quieren creer, pero no pueden?

12 Según San Agustín, el acto de fe consta de tres elementos:
FE, ENCUENTRO CON DIOS Según San Agustín, el acto de fe consta de tres elementos: 1. Asentimiento del entendimiento: creo que Dios existe y se ha revelado a nosotros. 2. Asentimiento de la voluntad: creo a Dios, me fío de Él. 3. Ayuda divina que hace posible el abandono completo: creo en Dios.


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