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♫ Enciende las bocinas Dibujos de Dominique Bach. Texto adaptado de Javier Botrán López. Realización Hno. Agustín Enciso. HAZ CLIC PARA AVANZAR.

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1 ♫ Enciende las bocinas Dibujos de Dominique Bach Texto adaptado de Javier Botrán López. Realización Hno. Agustín Enciso. HAZ CLIC PARA AVANZAR

2 VIDA JUAN BAUTISTA DE LA SALLE TERCERA PARTE CLICK para avanzar DE SAN

3 Al llegar los Hermanos a París, el cura párroco de San Sulpicio les encomendó una escuela de caridad, con el gran interés de que los niños pobres aprendieran a leer y escribir, conocieran sus deberes cristianos y aprendieran un oficio. Pero el director que había en el taller le interesaba más sacar provecho del trabajo de los aprendices que de su formación. La escuela no funcionaba bien. SAN SULPICIO De La Salle comenzó en seguida la reforma de la escuela, agrupó a los muchachos por edades y conocimiento, y les exigió puntualidad, silencio y atención.

4 Visto el éxito de esta primera escuela parisina, se abrió otra en la calle del Bac. Pero el trabajo de las escuelas era duro, por lo que algunos Hermanos empezaron a fallar y abandonar la comunidad. De La Salle se dio cuenta que la formación de los Hnos. era insuficiente: ¡La escuela exige más compromiso y mayor preparación! Entonces alquiló, en Vaugirard, una casa amplia para formar a los Hnos. y a los jóvenes que desearon entrar en la comunidad. Estos le empezaron a llamar “Fundador”.

5 Después de un retiro dedicado a la oración, el Fundador y los Hnos
Después de un retiro dedicado a la oración, el Fundador y los Hnos. más comprometidos, Nicolás Vuyart y Gabriel Drolin, expresaron así su compromiso apasionado por las escuelas: “Santísima Trinidad, desde hoy y para siempre, viviremos unidos para mantener las Escuela Cristianas, aunque nos quedáramos los tres solos y nos viéramos obligados a pedir limosna y a vivir sólo de pan”.

6 Corría ya el año 1700. El siglo XVIII fue un siglo de esplendor
para la corte de Francia, pero de miseria para el pueblo. Juan Bautista sintió que Dios guiaba su obra, pero a la vez, las dificultades aumentaban: Si las Escuelas Cristianas no fueran obra de Dios, habrían desaparecido. La Comunidad de los Hnos. crecía a pesar de todo y De La Salle abrió un Noviciado para formar a los futuros Hnos. y una escuelita para hacer las prácticas de enseñanza.

7 La idea entusiasmó a De La Salle y para ello preparó a dos Hnos.
El párroco de San Sulpicio le propuso a Juan Bautista aprovechar, en los domingos por las tardes, los locales de la escuela para formar a los jóvenes trabajadores de su parroquia. La idea entusiasmó a De La Salle y para ello preparó a dos Hnos. Los jóvenes acudieron con interés, se instruían, escuchaban el catecismo y se entretenían con juegos divertidos. SAN SULPICIO Así nació la “Escuela Dominical”.

8 El renombre de las escuelas De La Salle se extendió rápidamente
y los curas del campo comenzaron a pedir Hermanos. Como no había Hnos. suficientes para atender todas estas peticiones, Juan Bautista abrió la primera escuela para formar maestros rurales. Juan estaba convencido de que los campesinos debían aprender a leer y escribir para defender sus derechos.

9 Las Escuelas Cristianas realizaban una gran labor y siguieron lloviendo las peticiones para el envío de Hnos. a otros lugares de Francia. Se abrieron nuevas escuelas en Chartres, Calais, y Troyes. De La Salle quiso también dar a conocer su obra en Roma, centro de la cristiandad, y envió a los Hnos. Gabriel y Gerardo para que trataran de realizar su deseo abriendo una escuela allí.

10 ▬ Permita a los alumnos más destacados que ayuden a sus compañeros.
"Para que las escuelas crezcan y mejoren hay que cuidarlas con cariño". Por eso, Juan Bautista salió de París y, a pie o a caballo, visitó todas las escuelas animando a los Hermanos y a los niños. A veces dio él la clase para que los Hnos. vieran cómo debían proceder: ▬ Hermano, guarde más silencio y sea respetuoso con los niños y verá cómo ellos escucharán mejor. ▬ Permita a los alumnos más destacados que ayuden a sus compañeros. ▬ Esté atento, vigile y atienda a los alumnos, así se portarán mejor y no tendrá que castigarlos.

11 Todo parecía ir a las mil maravillas, pero el éxito de las escuelas empieza a despertar envidias y a crear dificultades. El nuevo párroco de San Sulpicio, el señor de La Chetardie, acusa a Juan Bautista de ser incapaz de dirigir a los Hnos. y de ser demasiado exigente. A pesar de las envidias del párroco, los Hnos. defendieron a su Fundador y De La Salle siguió dirigiendo las escuelas.

12 No acaban aquí las dificultades
No acaban aquí las dificultades. Los maestros calígrafos, que enseñaban a escribir cobrando, acusaron a los Hnos. de quitarles la clientela y el sustento. No aceptaban que las escuela De La Salle fueran gratuitas, incluso para los que podían pagar. Se desquitaron asaltando las escuelas, destrozaron los bancos, rompieron las pizarras, derramaron la tinta… …destrozaron los libros y útiles escolares y maltrataron a reglazos a los niños y a los Hermanos. De La Salle comprendió sus razones, sufrió su desprecio y, como Jesús, el Buen Maestro, supo perdonar.

13 El ambiente de las escuelas en París se volvió tan negativo, que en ellas no se podía educar. Fue preferible abandonarlas. De La Salle, con gran pena, salió de París y se dirigió al sur, donde fundó la escuela de Avignon. Posteriormente abrió cuatro escuelas más en Ruán, donde había nacido la primera escuela de Adrián Nyel.

14 ¡Hay que volver a empezar!
Después de aquellos días difíciles en que peligraron las Escuelas Cristianas, Juan Bautista vio de nuevo la luz. Era el año De La Salle alquiló una finca, San Yon; cerca de Ruán, con jardines, prados y una amplia vivienda. ¡Hay que volver a empezar! Abrió de nuevo el Noviciado para formar a los jóvenes Hermanos. Y allí fijó su residencia habitual, en la que reunía a los Hnos. para orar y compartir sus experiencias pedagógicas.

15 ▬ ¿Han oído hablar de lo bien que funciona el internado La Salle?
▬ Es de pago, pero el dinero que sacan los Hnos. lo emplean en sostener las cuatro escuelas que tienen para los pobres. ▬ Las enseñanzas son prácticas, enseñan aritmética, geometría, dibujo y arquitectura… y lo hacen en francés. ▬ ¿Han oído hablar de lo bien que funciona el internado La Salle? ▬ He oído decir que también tienen un centro donde recogen muchachos difíciles, incluso delincuentes, para educarlos y regenerarlos. Pasaban los días y la gente de Ruán hacía comentarios de la vida y trabajo de los Hermanos en San Yon:

16 Y LA OVEJA PERDIDA VOLVIÓ AL REDIL
Juan Bautista se dedicó en San Yon a organizar la comunidad. Pero no dejó de atender a los necesitados que se le acercaban. Y LA OVEJA PERDIDA Un día fue un sacerdote que vivía apenado por su mala vida, que le costaba mucho abandonar. De La Salle invitó al sacerdote a orar con él, y después de un largo rato de oración y conversación, el pecador pidió perdón a Dios y le volvió al rostro la alegría y la felicidad. VOLVIÓ AL REDIL

17 El joven Juan Carlos Clément visitó a De La Salle y le propuso ayudarle en la apertura de un nuevo Centro de formación de maestros cristianos rurales, con el dinero de una herencia que iba a recibir. Como esta fundación era tan necesaria, Juan Bautista abrió el Centro adelantando el poco dinero del que disponía. Cuando Clément recibió los cuantiosos bienes de la herencia, su avaro padre, que pensaba quedarse con ellos, denunció a De La Salle ante los tribunales por haber engañado a su hijo.

18 ¡Cuánto sufrimiento le causó a De La Salle este proceso
¡Cuánto sufrimiento le causó a De La Salle este proceso! ¡Había gastado el poco dinero que había para sostener la comunidad! ¡Qué fracaso! Pero De La Salle no se desanimó. De nuevo se dirigió al sur de Francia, donde había un buen número de Hermanos. Partió de Avignon, visitó a los Hnos. de Grenoble y luego a los de Marsella, donde funcionaba una escuela en el barrio del puerto.

19 ▬ Ha venido usted a Marsella para destruirnos.
Las cosas empezaron a complicarse también en Marsella. Los promotores de las Escuelas prefirieron entregárselas a sacerdotes para que las dirigieran; el Noviciado de Marsella se queda sin Hnos. y hasta uno de ellos se atrevió a decirle: ▬ Ha venido usted a Marsella para destruirnos. Tampoco De La Salle fue bien recibido en las otras comunidades. De tal manera que le hicieron pensar: ▬ ¿Seré yo un estorbo para la obra de Dios? Soy un desastre. Señor, cúmplase en mí tu voluntad. Si es tu deseo, abandonaré la obra de las Escuelas y me ocuparé solamente de mis obligaciones sacerdotales. Buscando la voluntad de Dios, De La Salle se dirigió a la Cartuja de Grenoble donde pasó tres días en profunda oración.

20 FIN DE ESTA TERCERA PARTE


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