LA BIBLIA. LIBRO DE ABDIAS Autor: Abdías Tema: el juicio de Edom Fecha: 840 a.C. Propósito: Este libro profético se escribió para [1] revelar el intenso.

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1 LA BIBLIA

2 LIBRO DE ABDIAS Autor: Abdías Tema: el juicio de Edom Fecha: 840 a.C. Propósito: Este libro profético se escribió para [1] revelar el intenso enojo de Dios con Edom por su regocijo en el sufrimiento de Judá y [2] proclamar la palabra del venidero juicio de Dios contra Edom. Abdías profetiza el resultado final de las acciones de Dios: para los edomitas, destrucción; para el pueblo de Dios, Israel, liberación en el futuro día de Jehová.

3 El autor de este corto libro es un profeta llamado Abdías. En el libro no se dan ni su ascendencia ni ningún otro detalle de su vida. El nombre "Abdías" es bastante común y significa "siervo de Jehová". Se mencionan 12 o 13 personas en la Biblia con ese nombre (1º Reyes, 18:3-16, 2º Crónicas, 17:7, 34:12- 13). La respuesta a la pregunta de si el Abdías que escribió este libro se menciona en otra parte del AT, depende de la fecha de esta profecía. Como no se menciona ningún rey, no se sabe con certeza la fecha de su origen. La única alusión histórica en el texto es a una ocasión en que los edomitas se regocijaron de una invasión a Jerusalén y aun participaron en el saqueo (Abdías, 1:11-14). Sin embargo, no esta claro en cual invasión de Jerusalén pensaba Abdías.

4 Hubo 5 invasiones significativas a Jerusalén en el AT: [1] la de Sisac, rey de Egipto, en 926 a.C., durante el reinado de Roboam, hijo y sucesor de Salomón (1º Reyes, 14:25-26) [2] la de los filisteos y árabes durante el reinado de Joram, entre 848-841 a.C. (2º Crónicas, 21:16-17) [3] la del rey Joas de Israel, durante el reinado de Amasias, en 790 a.C. (2º Reyes, 14:13-14) [4] la de Senaquerib, rey de Asiria, durante el reinado de Ezequías, en 701 a.C. (2º Reyes, 18:13) y [5] las invasiones babilónicas, comandadas por Nabucodonosor, durante los años 605-586 a.C. (2º Reyes, 24 y 25). La mayoría de los eruditos creen que Abdías profetizo con relación o a la segunda invasión (a manos de los filisteos y árabes, en 848-841 a.C.) o a la quinta invasión (a manos de Nabucodonosor, en 586 a.C.).

5 La invasión de Nabucodonosor (con la destrucción de Jerusalén incluida) parece la menos probable de las dos, pues no hay indicio, en el libro de Abdías, de la completa destrucción de Jerusalén ni de la deportación de su pueblo al exilio. Otros profetas que se refieren a la destrucción de Jerusalén (por Nabucodonosor) identifican al enemigo efectivamente como Nabucodonosor y Babilonia y no simplemente como “extraños” (Abdías, 1:11). De modo que la ocasión para la profecía de Abdías es mas probablemente la segunda invasión a Jerusalén, cuando los filisteos y árabes saquearon la ciudad en 848-841 a.C.. Poco antes de este suceso, los edomitas (que habían estado bajo el control de Jerusalén) se las habían arreglado para liberarse (2º Crónicas, 21:8-10). No suena raro, entonces, su regocijo por la caída de Jerusalén poco tiempo después.

6 Puesto que la fecha del reinado de Joram es 848 - 841 a.C. y como el pillaje de Jerusalén ya había ocurrido cuando Abdías escribió, 840 a.C. es una fecha probable para este libro. Parte del trasfondo de esta profecía recuerda a Génesis, 25:19-34 y 27:1 - 28:9, es decir, la rivalidad eterna entre Esaú (el padre de los edomitas) y Jacob (el padre de las 12 tribus de Israel). Aunque se lee en Génesis acerca de la reconciliación de estos 2 hermanos (Génesis, 33), el odio entre sus descendientes a menudo estallo en guerra a través de la historia bíblica (Números, 20:14-21, 1º Samuel, 14:47, 2º Samuel, 8:14, 1º Reyes, 11:14-22). De conformidad con su historia de hostilidad, los edomitas se alegraron de las adversidades de Jerusalén.

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8 El libro de Abdías tiene 2 secciones principales: [1] En la primera (Abdías, 1-14), Dios expresa por medio del profeta su gran disgusto con Edom y los llama a dar cuentas de sus pecados, especialmente el pecado de orgullo (debido a su seguridad geográfica) y el pecado de regocijarse en la caída de Judá. El temible juicio de Dios caería sobre ellos y el profeta no ofrece esperanza de suspensión del castigo mediante una invitación a arrepentirse y a volverse al Señor. Ellos serán cortados para siempre (Abdías, 1:10). [2] La segunda sección (Abdías, 1:15-21) se refiere proféticamente al día venidero de Jehová, cuando Edom y todos los enemigos de Dios serán destruidos, mientras que el pueblo de Dios será salvo y su reino triunfara.

9 Cuatro aspectos principales caracterizan el libro de Abdías: [1] Es el libro mas corto del AT. [2] Abdías en uno de los 3 profetas que fueron llamados por Dios a dirigir su mensaje escrito casi exclusivamente a una nación diferente de Israel o Judá (los otros 2 son Jonás y Nahúm). [3] Hay muchas semejanzas entre el libro de Abdías y Jeremías, 49:7-22 (donde Jeremías profetiza sobre Edom). y [4] No hay citas ni alusiones a este libro en el NT. Sin embargo, aunque el NT no se refiere al libro de Abdías directamente, la rivalidad entre Esaú y Jacob subyacente en el libro de Abdías si aparece en el NT. Pablo se refiere a esta rivalidad en Romanos, 9:10-13.

10 Los edomitas eran descendientes de Esaú, el hermano gemelo de Jacob (Génesis, 36:1), a quien Esaú vendió su primogenitura por un plato de guiso que tenia un color rojizo (Edom significa, precisamente, color "rojo o rojizo"). Al haber rechazado la primogenitura, los descendientes de Esaú se convirtieron en una nación pagana. Habitaban en la montañosa región al sur del Mar Muerto y tenían una historia de enemistad y conflicto con Israel. Los mayores pecados de Edom eran su orgullo y su ardiente odio a Israel (Abdías, 1:3, 1:10-14). La ruina de los edomitas fue su orgullo, lo cual hizo que se sintieran demasiado seguros. Pensaban que nunca podían ser derrotados porque tenían potentes fortificaciones. El orgullo, la presunción y la riqueza material también pueden hacer pensar a los creyentes que no necesitan depender de la ayuda y gracia de Dios.

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12 LA HUMILLACION DE EDOM Abdías, 1:1 Visión de Abdías. Jehová el Señor ha dicho así en cuanto a Edom: Hemos oído el pregón de Jehová, y mensajero ha sido enviado a las naciones. Levantaos, y levantémonos contra este pueblo en batalla. Abdías fue un profeta en Judá que profetizo sobre el juicio de Dios sobre Edom. Los edomitas estaban emparentados con Israel (eran descendientes de Esaú, el hermano de Jacob). Sin embargo, se habían convertido en enemigos perpetuos del pueblo de Dios, dando ayuda, con frecuencia, a los ejércitos paganos que atacaban Israel. Debido al odio de los edomitas hacia Israel vendría este juicio sobre ellos.

13 Abdías, 1:3 La soberbia de tu corazón te ha engañado, tú que moras en las hendiduras de las peñas, en tu altísima morada; que dices en tu corazón: ¿Quién me derribará a tierra?. Los edomitas vivían en una cordillera rocosa. Consideraban con altivez que su tierra natal era segura y estaban orgullosos de su autosuficiencia y poder. Pero Dios los abatiría. La Biblia enseña que el orgullo y la altivez conducen al autoengaño, que precede a la caída (Proverbios, 16:18) y que hace que Dios se convierta en enemigo de uno (Santiago, 4:6, 1º Pedro, 5:5).

14 Abdías, 1:4 Si te remontares como águila, y aunque entre las estrellas pusieres tu nido, de ahí te derribaré, dice Jehová. Este versículo puede interpretarse en forma simbólica y también literal. La simbología es clara: no importa cuan alto quieras volar y cuan lejos llegues, de ahí te derribare dice Dios. En un sentido literal, real e histórico, desde el año 1969, cuando el hombre piso la luna, no ha habido ninguna otra conquista espacial digna de mención. Quizá la corrida espacial estuvo siempre condenada al fracaso por esta palabra de Dios. En la siguiente imagen veras una medalla masónica en conmemoración del 10º aniversario de la conquista de la luna.

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16 Abdías, 1:5 Si ladrones vinieran a ti, o robadores de noche (¡cómo has sido destruido!), ¿no hurtarían lo que les bastase? Si entraran a ti vendimiadores, ¿no dejarían algún rebusco? 1:6 ¡Cómo fueron escudriñadas las cosas de Esaú! Sus tesoros escondidos fueron buscados. Los edomitas se habían acostumbrado a saquear a otros pueblos, a robarlos y a matarlos. Ahora experimentarían lo mismo porque Dios traería a otra nación contra ellos.

17 Abdías, 1:10 Por la injuria a tu hermano Jacob te cubrirá vergüenza, y serás cortado para siempre. Abdías profetiza que los edomitas serian destruidos por completo por causa de su violencia y crueldad. En 582 a.C. (4 años después de la destrucción de Jerusalén por Nabucodonosor), fueron casi destruidos por los babilonios y obligados a vivir en el sur de Judá. Después de 70 d.C. (cuando Roma destruyo Jerusalén) no se volvió a saber de ellos.

18 Abdías, 1:11 El día que estando tú delante, llevaban extraños cautivo su ejército, y extraños entraban por sus puertas, y echaban suertes sobre Jerusalén, tú también eras como uno de ellos. 1:12 Pues no debiste tú haber estado mirando en el día de tu hermano, en el día de su infortunio; no debiste haberte alegrado de los hijos de Judá en el día en que se perdieron, ni debiste haberte jactado en el día de la angustia. 1:13 No debiste haber entrado por la puerta de mi pueblo en el día de su quebrantamiento; no, no debiste haber mirado su mal en el día de su quebranto, ni haber echado mano a sus bienes en el día de su calamidad. 1:14 Tampoco debiste haberte parado en las encrucijadas para matar a los que de ellos escapasen; ni debiste haber entregado a los que quedaban en el día de angustia.

19 Edom se negó a ayudar a Israel, su vecina y pariente, cuando estuvo en angustia. Por eso Dios los juzgaría. Dios esta interesado en que su pueblo, que ha recibido su ayuda y misericordia, les muestre, a su vez, misericordia a los demás en su momento de necesidad. La indiferencia y la egolatría demuestran que no habitan en el creyente el amor y la gracia de Dios (1º Juan, 3:15-17).

20 Abdías, 1:15 Porque cercano está el día de Jehová sobre todas las naciones; como tú hiciste se hará contigo; tu recompensa volverá sobre tu cabeza. Abdías profetiza que Dios recompensaría a Edom y a todas las demás naciones según ellas trataron a las otras. Este mismo principio se aplica a los creyentes neo testamentarios (Colosenses, 3:25).

21 Abdías, 1:17 Mas en el monte de Sion habrá un remanente que se salve; y será santo, y la casa de Jacob recuperará sus posesiones. 1:18 La casa de Jacob será fuego, y la casa de José será llama, y la casa de Esaú estopa, y los quemarán y los consumirán; ni aun resto quedará de la casa de Esaú, porque Jehová lo ha dicho. 1:19 Y los del Neguev poseerán el monte de Esaú, y los de la Sefela a los filisteos; poseerán también los campos de Efraín, y los campos de Samaria; y Benjamín a Galaad. 1:20 Y los cautivos de este ejército de los hijos de Israel poseerán lo de los cananeos hasta Sarepta; y los cautivos de Jerusalén que están en Sefarad poseerán las ciudades del Neguev. 1:21 Y subirán salvadores al monte de Sion para juzgar al monte de Esaú; y el reino será de Jehová.

22 El monte de Sion representa a Jerusalén bajo el antiguo pacto y la morada celestial de la iglesia bajo el nuevo pacto (Hebreos, 12:22-24). La Biblia profetiza que Israel y todo el fiel pueblo de Dios será librado de sus enemigos, heredara la tierra y reinara con Cristo. Esto se cumplirá después del retorno del Mesías a la tierra, cuando será derrotada la maldad. Entonces "el reino será de Jehová" (Abdías, 1:21).

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