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Viernes después del Corpus
Sagrado Corazón de Jesús Viernes después del Corpus Día 19 de Junio de 2009
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El viernes después del domingo del Corpus, la Iglesia nos invita a honrar al Sagrado Corazón de Jesús.
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No honramos sólo el corazón,
sino toda la persona de Jesús, llena de amor, ya que el corazón es el símbolo del amor.
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Por eso no debería representarse sólo el corazón para adorarle, pues podría llevar a confusión.
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La Iglesia quiere que se presente la persona de Jesús, Dios y hombre, que nos muestra su corazón, signo de su inmenso amor.
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Un amor que quiere ser correspondido con el nuestro.
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Desde los primeros siglos se meditaba sobre la herida del costado abierto de Jesús, viendo a la Iglesia que nace de esa herida. Hoy el evangelio, en este ciclo B, nos habla de esa herida producida por una lanzada. Jn 19, 31-37 Dice así:
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En aquel tiempo, los judíos, como era el día de la Preparación, para que no se quedaran los
cuerpos en la cruz el sábado, porque aquel sábado era un día solemne,
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pidieron a Pilato que les quebraran las piernas y que los quitaran.
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que habían crucificado con él;
Fueron los soldados, le quebraron las piernas al primero y luego al otro que habían crucificado con él;
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pero al llegar a Jesús, viendo que ya había muerto, no le quebraron las piernas, sino que uno de los soldados, con la lanza, le traspasó el costado;
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y al punto salió sangre y agua.
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El que lo vio da testimonio, y su testimonio es verdadero, y él sabe que dice verdad,
para que también vosotros creáis.
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Esto ocurrió para que se cumpliera la Escritura: “No le quebrarán un hueso”; y en otro lugar la Escritura dice: “Mirarán al que atravesaron”. Palabra del Señor
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Esta devoción al amor de Jesucristo a través de la herida abierta en su costado fue incrementándose entre los benedictinos. Y después entre los cistercienses con san Bernardo.
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Después de santa Gertrudis y santa Matilde, la devoción al Corazón de Jesús se introdujo entre los franciscanos por la devoción a las cinco llagas, que fomentó san Buenaventura.
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Un gran apóstol de esta devoción, juntamente con la devoción al corazón de María, fue san Juan Eudes.
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Hasta que Jesucristo reveló a santa Margarita María de Alacoque que su Corazón era muy injuriado y quería ser desagraviado por todos nosotros.
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Jesús nos ama Merece que le amemos Automático
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El Señor me amó con su gran bondad
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el Señor es bueno para mi.
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El Señor me amó con su gran bondad
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el Señor es bueno para mi.
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Tu con tu voz cántale: El es tu Dios.
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El es bueno con nosotros.
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El Señor me amó con su gran bondad,
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el Señor es bueno para mi,
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El Señor me amó con su gran bondad,
29
el Señor es bueno para mi.
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Es el Señor, ámale: El es tu Dios,
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El es grande con nosotros.
32
El Señor me amó con su gran bondad,
33
el Señor es bueno para mi;
34
El Señor me amó con su gran bondad,
35
El Señor es bueno para mi.
36
El es tu luz, ámale con tu corazón,
37
El es joven con nosotros.
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El Señor me amó con su gran bondad;
39
el Señor es bueno para mi;
40
El Señor me amó con su gran bondad,
41
El Señor es bueno para mi.
42
El Señor me amó con su gran bondad;
43
el Señor es bueno para mi;
44
El Señor me amó con su gran bondad,
45
El Señor es bueno para mi.
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Que la Virgen María nos conduzca hacia el Sagrado Corazón de su Hijo. AMEN
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