Descargar la presentación
La descarga está en progreso. Por favor, espere
1
LORENA HERNÁNDEZ SOLER GES 2 NOCHE
“EL ALZHEIMER” LORENA HERNÁNDEZ SOLER GES 2 NOCHE
2
Un día en la vida de una enfermera en el año 1901
Me encuentro en el siglo XX, concretamente en el año 1901. Vivo en una granja con mis abuelos, ya que mis padres murieron cuando sólo tenía 3 años. Mis abuelos siempre han cuidado de mi, me han dado cariño, una educación y todo lo que han podido facilitarme dentro de sus posibilidades. Ahora tengo 25 años y soy yo la que tiene que cuidar de ellos.
3
Mi abuela Elvira ha llevado mejor el hacerse mayor, no estaba tan fuerte como antes pero seguía haciendo sus tareas diarias como echar de comer a las gallinas, conejos y mantener siempre la casa limpia y para cuando mi abuelo subiera cansado de trabajar en el campo ella siempre tener preparada la comida. Mi abuelo Ignacio no lo está llevando tan bien, desde hace tiempo que no puede trabajar, las piernas no le responden como antes, y lo que más me preocupa no es su estado físico sino mental. Lo he estado observando y tiene conductas muy extrañas.
4
Empezó hace alrededor de unos seis meses, los despistes que continuamente tenía eran pequeños pero poco a poco han ido aumentado con el tiempo, desde dejar la segadora en el corral como todos los días habitúa a hacer y preguntar por la mañana si sabíamos donde estaba, como bajar a desayunar sin camisa en pleno mes de febrero con la que cae. Se obsesionaba con los pequeños detalles, colocaba y descolocaba la ropa en el armario una y otra vez, quería cortarse el pelo cuando ni siquiera lo tiene. Mi abuela al principio, al igual que yo no le dimos demasiada importancia, incluso nos hacía reír muchas de las cosas que él hacía, pero con el tiempo empezó a preocuparnos cada vez más. Decidí que lo mejor sería llamar al médico y que lo examinara con lo que mi abuela no estaba de acuerdo, tenía miedo que se lo llevaran algún sitio con un parte médico escrito en el que pusiera locura. Ella se empeñaba en que nosotras lo cuidaríamos, no le faltaría de nada siempre que estuviera con nosotras. Pero yo no estaba de acuerdo no entendía que es lo que estaba pasando con mi abuelo y no podía quedarme de brazos cruzados viendo como cada día el despiste era más grande. Sabía que no era locura porque al principio sólo eran detalles pequeños y habían aumentado con el tiempo, si había alguna solución tenía que encontrarla.
5
Trabajo de enfermera en un pequeño hospital en un pueblo llamado Potes, al Norte de España. Vivo en las montañas y todos los días subo y bajo para trabajar. Me encanta lo que hago y sobretodo me encanta la gente mayor, aprendo mucho de ellos su sabiduría se ha hecho con la experiencia de los años, ya que son muy pocos los que estudiaron. Me podría tirar horas y horas escuchando sus viejas historias aunque me las cuenten una y otra vez, no importa, siempre intento sacar tiempo para ellos porque para ellos el tiempo ya empieza a correr en sus contras.
6
Mucha gente me dice que como tengo valor para dedicarme a lo que me dedico y además hacerlo con esas ganas con lo que lo hago, que hay que tener valor para superar que día tras día sean muchos los que abandonan esta vida para pasar a otra mejor. Yo les digo que no es nada malo al revés, han sido hijos, padres, abuelos, han hecho en la vida lo que tenían que hacer y están cerca de hacer el viaje que todos más tarde o más temprano realizaremos, no todo el mundo puede llegar hasta el final que es la vejez, hay gente que muere antes y eso es lo que no es natural. El papel que he decidido escoger en esta vida es ése, facilitarles dentro de lo posible el fin del trayecto en el tren de la vida.
7
Un día siendo yo muy pequeña y mi abuelo que aun gozaba de salud me contó algo que se quedó grabado en mi mente y es el claro ejemplo de lo que ellos, las personas mayores, si sabes escuchar, te pueden enseñar. Sus palabras fueron: "querida nieta, voy a contarte algo que no se si entenderás, aunque con el tiempo seguro que sí”. "Dentro de ti, dentro de todos, existen dos lobos, dos lobos que continuamente se encuentran peleados. Un lobo representa el miedo, la ira, el egoísmo, la envidia, la pena, el arrepentimiento, la avaricia, la arrogancia, la culpa, el resentimiento, la inferioridad, las mentiras, el falso orgullo, la superioridad y el ego. El otro lobo es alegría, la paz, el amor, la esperanza, el compartir, la serenidad, la humildad, la amabilidad, la benevolencia, la amistad, la generosidad, la verdad y la fe”. Yo sin entender mucho las palabras de mi abuelo pregunté: "abuelo, ¿y cuál de los dos ganará?” Mi abuelo se echó a reír y dijo: "Sabía que preguntarías eso, pues bien, muy sencillo. Ganará el lobo que más alimentes hija". En aquel momento no entendía bien sus palabras pero con el tiempo las entendí perfectamente.
8
Hoy, día 3 de Noviembre de 1906 he leído en el periódico algo que creo que contesta a casi todas las preguntas que he estado haciéndome a lo largo de toda la enfermedad de mi abuelo. Un médico alemán, Alhois Alzheimer, ha descubierto una enfermedad las cuales todos los síntomas que representa son muy parecidos a los de mi abuelo. La ha denominado "enfermedad característica del córtex cerebral". Se está investigando el por qué se manifiesta y si tiene curación alguna. Estoy muy contenta porque alguien ha descubierto algo que se acerque ya que después de muchos médicos que han visitado a mi abuelo nadie se había acercado ni siquiera a obtener pronóstico alguno de lo que le ocurría y alguno que lo había obtenido no podía demostrar que estaba totalmente en lo cierto.
9
Mi abuelo ya no me conoce, se ha olvidado de quienes somos, somos extrañas para él y a veces cuando intentamos acercarnos a él se asusta y no quiere ni siquiera que le toquemos.
10
En 1911, Alzheimer publicó detalladamente el caso de un hombre de 56 años de edad (Johann F.) quien sufrió de "demencia presenil" y que estuvo hospitalizado en la clínica psiquiátrica de Kraepelin en Munich por más de 3 años, antes de fallecer el 3 de Octubre de 1910. El examen post-mortem del cerebro del enfermo reveló numerosas placas amiloideas pero no ovillos neurofibrilares en la corteza, lo que correspondería al subgrupo minoritario de enfermedad de Alzheimer denominado "tipo sólo placas". Aun cuando la mayoría de estos casos se considera una variante de cuerpos de Lewy, en el tiempo de Alzheimer, con las tinciones utilizadas no se detectaron cuerpos de Lewy en este material. Se piensa que fue este caso el que terminó de convencer a Kraepelin para acuñar el término "enfermedad de Alzheimer."
11
Sé perfectamente, estoy segura que lo que le pasa a mi abuelo, es eso que este hombre ha descubierto. Pero claro como todo en esta vida tiene un proceso lento de investigación soy consciente de que mi abuelo morirá antes de que haya remedio alguno, después de su muerte pienso seguir muy atenta a las investigaciones hechas por Alhois Alzheimer y todos los médicos que la estudien para poder ayudar a las futuras personas con las que me encuentre y la padezcan. De momento sólo me queda estar con él ayudarle en todo lo que pueda, ser atenta y cariñosa aunque él no pueda ni siquiera recordarme ya que sé que en el fondo de su corazón, aunque no le funcione su cerebro, nos tiene a mi y a mi abuela muy dentro y nos quiere como siempre nos ha querido, no me voy a rendir nunca y estaré siempre a su lado.
Presentaciones similares
© 2025 SlidePlayer.es Inc.
All rights reserved.