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Publicada porJUAN MUÑOZ Modificado hace 6 años
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La posición del creyente
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Entrando en este tema para su desarrollo, observamos que todos los que hemos recibido a Jesús y nos hemos convertido al evangelio, tenemos una afinidad con el endemoniado gadareno. Escudriñemos la palabra para que podamos entender este hermoso. Caracteristicas: Haciendo una breve recuento de nuestras vidas, cuantos de nosotros no figuramos en la lista de nadie. Solo somos un número más en: 1.- La célula del país que habitamos. 2.- En el centro de salud de salud que nos atiende. 3.- registro de impuestos que pagamos. 4.- Si morimos, somos un número en el registro o índice de la ciudad. 5.- Éramos como dice la Escritura, lo Vil y menospreciado de la humanidad, igual que el gadareno. Esto lo vemos la luz de la palabra. 1 Corintios 1:28. “Y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es” Al igual que el gadareno, no le importamos a nadie, talvez a muchos no le importamos Muchas veces leemos este pasaje de la palabra y no alcanzamos a percibir las grandes perlas de la palabra de Dios, contenida en este relato, pero, si nos dejamos guiar por el espíritu de Dios nos podemos dar cuenta el precioso mensaje que hay para nuestras vidas Cuantas veces la has leído o la has escuchado en predicadas? Cuantas veces las has compartido, sin alcanzar a comprender las riquezas de este relato?.
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5 Y llegaron al otro lado del mar, a la tierra de los gadarenos. 2 Y cuando El salió de la barca, enseguida vino a su encuentro, de entre los sepulcros, un hombre con un espíritu inmundo, 3 que tenía su morada entre los sepulcros; y nadie podía ya atarlo ni aun con cadenas; 4 porque muchas veces había sido atado con grillos y cadenas, pero él había roto las cadenas y destrozado los grillos, y nadie era tan fuerte como para dominarlo. 5 Y siempre, noche y día, andaba entre los sepulcros y en los montes dando gritos e hiriéndose con piedras. 6 Cuando vio a Jesús de lejos, corrió y se postró delante de El; 7 y gritando a gran voz, dijo*: ¿Qué tengo yo que ver contigo, Jesús, Hijo del Dios Altísimo? Te imploro por Dios que no me atormentes. 8 Porque Jesús le decía: Sal del hombre, espíritu inmundo. 9 Y le preguntó: ¿Cómo te llamas? Y él le dijo*: Me llamo Legión, porque somos muchos. 10 Entonces le rogaba con insistencia que no los enviara fuera de la tierra. 11 Y había allí una gran piara de cerdos paciendo junto al monte. 12 Y los demonios le rogaron, diciendo: Envíanos a los cerdos para que entremos en ellos. 13 Y El les dio permiso. Y saliendo los espíritus inmundos, entraron en los cerdos; y la piara, unos dos mil, se precipitó por un despeñadero al mar, y en el mar se ahogaron.
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14 Y los que cuidaban los cerdos huyeron y lo contaron en la ciudad y por los campos. Y la gente vino a ver qué era lo que había sucedido. 15 Y vinieron* a Jesús, y vieron* al que había estado endemoniado, sentado, vestido y en su cabal juicio, el mismo que había tenido la legión; y tuvieron miedo. 16 Y los que lo habían visto les describieron cómo le había sucedido esto al endemoniado, y lo de los cerdos. 17 Y comenzaron a rogarle que se fuera de su comarca. 18 Al entrar El en la barca, el que había estado endemoniado le rogaba que lo dejara acompañarle. 19 Pero Jesús no se lo permitió, sino que le dijo*: Vete a tu casa, a los tuyos, y cuéntales cuán grandes cosas el Señor ha hecho por ti, y cómo tuvo misericordia de ti. 20 Y él se fue, y empezó a proclamar en Decápolis cuán grandes cosas Jesús había hecho por él; y todos se quedaban maravillados.
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Puesto que la gente del pueblo no podía entender el poder divino, le pidieron a Jesús que se fuera. Pero Jesús había ganado una victoria fundamental sobre el mal, y había establecido el reino de Dios. La región de los gadarenos estaba en la orilla oriental del Mar de Galilea. Aunque era parte de la provincia romana de Judea, Gadara; sus habitantes habían abrazado las costumbres griegas (incluso apacentaban cerdos). Este incidente, que aparece en los evangelios, es una revelación de la compasión de Jesús por gente como nosotros; y que Él hará cualquier cosa por librarnos de los demonios tales como el miedo, la ansiedad o el resentimiento, que hemos permitido que nos esclavicen. Al permanecer cerca de Jesús, no tenemos nada que temer del demonio o del mundo.
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Jesús es siempre el hombre del otro lado, el forastero, aquél que nadie quiere conocer. Su vida cruza de un lado a otro del lago, de un pueblo a otro. Es el Hombre de todos los pueblos. Lo mas importante de este relato, es el hecho que Jesús es el Hijo de Dios y puede triunfar sobre los poderes del mal y sobre nuestra situación. La misión de Jesús trasciende todas las fronteras. Él no tiene miedo de ir al otro lado, a la tierra de los Gentiles, donde los judíos normalmente no irían. El lugar en que transcurre este relato nos revela mucho sobre Jesús. Era territorio de los Gentiles, donde los judíos evitaban ir. Cuando iban "al otro lado", los discípulos ni siquiera se bajaban de la barca, por temor o intolerancia de los que podrían encontrar. Incluso los habitantes de esa tierra le piden a Jesús que se vaya, después de su milagro. Las tradiciones están muy arraigadas, e impiden que todavía no sea bienvenido entre ellos. En general, las personas están más dispuestas a escuchar a aquellos que pertenecen a su propia esfera social y cultural. No obstante, Jesús comisionó al ex-endemoniado para que predicase allí donde ni Él, ni sus discípulos, podían predicar.
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