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Presentación del tema: "Elige la velocidad de lectura"— Transcripción de la presentación:

1 Elige la velocidad de lectura
Un granero lleno Elige la velocidad de lectura 90 palabras por minuto 120 palabras por minuto 150 palabras por minuto 180 palabras por minuto 210 palabras por minuto

2 Curso: 4º Lectura 2: Un granero lleno Velocidad: 90 ppm
INICIO Un granjero campesino tenía tres hijos que lo ayudaban en las tareas del campo. El hombre quería jubilarse pero no sabía a cuál de ellos confiar su hacienda. El campesino quería ser justo en su elección y por ello, le propuso una prueba que consistía en llenar completamente el granero en un solo día. Primero lo intentó el hijo mayor. El joven pasó el día llevando heno al granero. Al anochecer, estaba agotado y el granero casi lleno. El padre examinó el resultado: -”No está mal. Pero queda un pequeño espacio vacío”. Al día siguiente le tocó el turno al hijo mediano. El chico decidió meter en el granero todo lo que encontrara. La jornada fue dura y, al ocultarse el sol, el granero estaba abarrotado de cachivaches. -”Casi lo has conseguido. Pero en ese rincón cabe algo más”. Al tercer día, le tocó intervenir al hijo menor. Al contrario que sus hermanos, el muchacho no hizo nada especial durante el día. El padre y sus dos hermanos estaban extrañados. Por fin, cuando ya había oscurecido, el joven cogió una vela y se dirigió al granero vacío. Al llegar, el muchacho encendió la mecha. Inmediatamente, la estancia se llenó de luz. -¡Excelente! No hay un solo rincón a oscuras –exclamó el padre-. Todo el granero está lleno… -Sí, padre, lleno … ¡de luz! –concluyó el muchacho. Y en ese instante, el padre supo que su hijo pequeño era la persona que debía hacerse cargo de sus tierras porque era muy inteligente y despierto.

3 Curso: 4º Lectura 2: Un granero lleno Velocidad: 120 ppm
INICIO Un granjero campesino tenía tres hijos que lo ayudaban en las tareas del campo. El hombre quería jubilarse pero no sabía a cuál de ellos confiar su hacienda. El campesino quería ser justo en su elección y por ello, le propuso una prueba que consistía en llenar completamente el granero en un solo día. Primero lo intentó el hijo mayor. El joven pasó el día llevando heno al granero. Al anochecer, estaba agotado y el granero casi lleno. El padre examinó el resultado: -”No está mal. Pero queda un pequeño espacio vacío”. Al día siguiente le tocó el turno al hijo mediano. El chico decidió meter en el granero todo lo que encontrara. La jornada fue dura y, al ocultarse el sol, el granero estaba abarrotado de cachivaches. -”Casi lo has conseguido. Pero en ese rincón cabe algo más”. Al tercer día, le tocó intervenir al hijo menor. Al contrario que sus hermanos, el muchacho no hizo nada especial durante el día. El padre y sus dos hermanos estaban extrañados. Por fin, cuando ya había oscurecido, el joven cogió una vela y se dirigió al granero vacío. Al llegar, el muchacho encendió la mecha. Inmediatamente, la estancia se llenó de luz. -¡Excelente! No hay un solo rincón a oscuras –exclamó el padre-. Todo el granero está lleno… -Sí, padre, lleno … ¡de luz! –concluyó el muchacho. Y en ese instante, el padre supo que su hijo pequeño era la persona que debía hacerse cargo de sus tierras porque era muy inteligente y despierto.

4 Curso: 4º Lectura 2: Un granero lleno Velocidad: 150 ppm
INICIO Un granjero campesino tenía tres hijos que lo ayudaban en las tareas del campo. El hombre quería jubilarse pero no sabía a cuál de ellos confiar su hacienda. El campesino quería ser justo en su elección y por ello, le propuso una prueba que consistía en llenar completamente el granero en un solo día. Primero lo intentó el hijo mayor. El joven pasó el día llevando heno al granero. Al anochecer, estaba agotado y el granero casi lleno. El padre examinó el resultado: -”No está mal. Pero queda un pequeño espacio vacío”. Al día siguiente le tocó el turno al hijo mediano. El chico decidió meter en el granero todo lo que encontrara. La jornada fue dura y, al ocultarse el sol, el granero estaba abarrotado de cachivaches. -”Casi lo has conseguido. Pero en ese rincón cabe algo más”. Al tercer día, le tocó intervenir al hijo menor. Al contrario que sus hermanos, el muchacho no hizo nada especial durante el día. El padre y sus dos hermanos estaban extrañados. Por fin, cuando ya había oscurecido, el joven cogió una vela y se dirigió al granero vacío. Al llegar, el muchacho encendió la mecha. Inmediatamente, la estancia se llenó de luz. -¡Excelente! No hay un solo rincón a oscuras –exclamó el padre-. Todo el granero está lleno… -Sí, padre, lleno … ¡de luz! –concluyó el muchacho. Y en ese instante, el padre supo que su hijo pequeño era la persona que debía hacerse cargo de sus tierras porque era muy inteligente y despierto.

5 Curso: 4º Lectura 1: Un granero lleno Velocidad: 180 ppm
INICIO Un granjero campesino tenía tres hijos que lo ayudaban en las tareas del campo. El hombre quería jubilarse pero no sabía a cuál de ellos confiar su hacienda. El campesino quería ser justo en su elección y por ello, le propuso una prueba que consistía en llenar completamente el granero en un solo día. Primero lo intentó el hijo mayor. El joven pasó el día llevando heno al granero. Al anochecer, estaba agotado y el granero casi lleno. El padre examinó el resultado: -”No está mal. Pero queda un pequeño espacio vacío”. Al día siguiente le tocó el turno al hijo mediano. El chico decidió meter en el granero todo lo que encontrara. La jornada fue dura y, al ocultarse el sol, el granero estaba abarrotado de cachivaches. -”Casi lo has conseguido. Pero en ese rincón cabe algo más”. Al tercer día, le tocó intervenir al hijo menor. Al contrario que sus hermanos, el muchacho no hizo nada especial durante el día. El padre y sus dos hermanos estaban extrañados. Por fin, cuando ya había oscurecido, el joven cogió una vela y se dirigió al granero vacío. Al llegar, el muchacho encendió la mecha. Inmediatamente, la estancia se llenó de luz. -¡Excelente! No hay un solo rincón a oscuras –exclamó el padre-. Todo el granero está lleno… -Sí, padre, lleno … ¡de luz! –concluyó el muchacho. Y en ese instante, el padre supo que su hijo pequeño era la persona que debía hacerse cargo de sus tierras porque era muy inteligente y despierto.

6 Curso: 4º Lectura 1: Un granero lleno Velocidad: 210 ppm
INICIO Un granjero campesino tenía tres hijos que lo ayudaban en las tareas del campo. El hombre quería jubilarse pero no sabía a cuál de ellos confiar su hacienda. El campesino quería ser justo en su elección y por ello, le propuso una prueba que consistía en llenar completamente el granero en un solo día. Primero lo intentó el hijo mayor. El joven pasó el día llevando heno al granero. Al anochecer, estaba agotado y el granero casi lleno. El padre examinó el resultado: -”No está mal. Pero queda un pequeño espacio vacío”. Al día siguiente le tocó el turno al hijo mediano. El chico decidió meter en el granero todo lo que encontrara. La jornada fue dura y, al ocultarse el sol, el granero estaba abarrotado de cachivaches. -”Casi lo has conseguido. Pero en ese rincón cabe algo más”. Al tercer día, le tocó intervenir al hijo menor. Al contrario que sus hermanos, el muchacho no hizo nada especial durante el día. El padre y sus dos hermanos estaban extrañados. Por fin, cuando ya había oscurecido, el joven cogió una vela y se dirigió al granero vacío. Al llegar, el muchacho encendió la mecha. Inmediatamente, la estancia se llenó de luz. -¡Excelente! No hay un solo rincón a oscuras –exclamó el padre-. Todo el granero está lleno… -Sí, padre, lleno … ¡de luz! –concluyó el muchacho. Y en ese instante, el padre supo que su hijo pequeño era la persona que debía hacerse cargo de sus tierras porque era muy inteligente y despierto.


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