La descarga está en progreso. Por favor, espere

La descarga está en progreso. Por favor, espere

Domingo 18º del tiempo ordinario

Presentaciones similares


Presentación del tema: "Domingo 18º del tiempo ordinario"— Transcripción de la presentación:

1 Domingo 18º del tiempo ordinario
Ciclo B Día 5 de Agosto de 2012

2 El domingo pasado veíamos: la multiplicación de panes y peces

3 Era el comienzo del capítulo 6º del evangelio de san Juan, capítulo que seguiremos viendo en varios domingos. Y esto por dos razones: Porque en este ciclo B el evangelista propio es san Marcos, que es el más corto, y porque es interesante que meditemos todo el capítulo 6º de san Juan, que es la promulgación de la Eucaristía.

4 El evangelio de san Juan narra pocos milagros de Jesús
El evangelio de san Juan narra pocos milagros de Jesús. Más que milagro, lo llama signo, porque es la ocasión para hacer una catequesis. La multiplicación de los panes es la ocasión para hablar de otra multiplicación y otra comida más especial: la Eucaristía.

5 Cuando los hambrientos se saciaron de comer, querían hacer rey a Jesús
Cuando los hambrientos se saciaron de comer, querían hacer rey a Jesús. Pero él se despidió de la gente, mandó que los apóstoles se fueran en la barca y se metió por aquel monte para orar.

6 Al día siguiente la gente, que no le ve por aquel lugar, piensa que se ha ido a Cafarnaún y hacia allá van muchos. En las afueras de la sinagoga comienza un diálogo muy importante y se continúa dentro de la sinagoga. Hoy se nos expone la primera parte de la promulgación de la Eucaristía: Jn 6,

7 En aquel tiempo, cuando la gente vio que ni Jesús ni sus discípulos estaban allí, se embarcaron y fueron a Cafarnaún en busca de Jesús. Al encontrarlo en la otra orilla del lago, le preguntaron: "Maestro, ¿cuándo has venido aquí?" Jesús contesto: "Os lo aseguro, me buscáis, no porque habéis visto signos, sino porque comisteis pan hasta saciaros. Trabajad, no por el alimento que perece, sino por el alimento que perdura para la vida eterna, el que os dará el Hijo del hombre; pues a éste lo ha sellado el Padre, Dios." Ellos le preguntaron: "Y, ¿qué obras tenemos que hacer para trabajar en lo que Dios quiere?" Respondió Jesús: "La obra que Dios quiere es ésta: que creáis en el que él ha enviado." Le replicaron: "¿Y qué signo vemos que haces tú, para que creamos en ti? ¿Cuál es tu obra? Nuestros padres comieron el maná en el desierto, como está escrito: "Les dio a comer pan del cielo." Jesús les replicó: "Os aseguro que no fue Moisés quien os dio pan del cielo, sino que es mi Padre el que os da el verdadero pan del cielo. Porque el pan de Dios es el que baja del cielo y da vida al mundo." Entonces le dijeron: "Señor, danos siempre de este pan." Jesús les contestó: "Yo soy el pan de vida. El que viene a mí no pasará hambre, y el que cree en mí nunca pasará sed."

8 A la inquietud de la gente que muestra su extrañeza por la presencia de Jesús en aquel lugar, les dice que le buscan porque han comido en abundancia. Es como echarles en cara que le busquen sólo por un motivo superficial. Les falta captar el mensaje interior, no llegan a entender la misión salvadora de Jesús y el cambio del alma que busca en los presentes. Por el pan material Jesús quiere que lleguen a comprender el Pan espiritual necesario para nuestra vida.

9 También hoy podría Jesús recriminar a muchos que parece que buscan en la religión sólo un provecho material. Hay gente que sólo va a la iglesia cuando, además del acto religioso, hay un motivo social, que quizá sea lo principal para ellos: participar en el acto social de un bautismo o boda o entierro.

10 Hay personas que ante las actuaciones de la iglesia jerárquica o ante actos litúrgicos o devocionales, como procesiones, etc., sólo ven lo externo, se quedan en lo puramente accidental y externo, no captando el mensaje de vida. Algunos buscan a Dios, pero se quedan en el precepto o en lo sensitivo, sin llegar a comprender al Dios del amor que nos pide un cambio de vida para con ella ser testimonio de Cristo resucitado.

11 Algunos hasta se acercan a comulgar sin estar en gracia, porque no suelen asistir a misa los domingos, además de otras cosas. El pan sagrado no es para ellos “pan de vida”.

12 Entre la gente que hablaba con Jesús, había algunos con buenas intenciones y parece que estaban dispuestos a escucharle con sinceridad. Por eso le dicen “¿Qué haremos para hacer obras de Dios?”

13 Seguro que esa pregunta manifiesta una espiritualidad, derivada de los fariseos, que ponían la perfección en cumplir la Ley o los preceptos del Señor. Por eso, al creer que Jesús habla de parte de Dios, están esperando que les indique leyes y preceptos concretos, como estaban acostumbrados a esperar de los maestros de la ley, que les enseñaban los mandamientos de Dios hasta en mínimos detalles.

14 Y Jesús les dice que tienen que tener fe
Y Jesús les dice que tienen que tener fe. Deben creer al enviado de Dios. Y en verdad que necesitaban mucha fe para disponerse a escuchar las grandezas que Jesús les iba a enseñar sobre la Eucaristía. Fe que no es sólo para un momento, sino que perdure y vaya incrementándose.

15 También nosotros digamos:
¿Qué es lo que Dios quiere que hagamos?

16 Lo que Dios quiere de nosotros
es tener FE

17 No es fácil creer en Jesús presente en la Eucaristía
No es fácil creer en Jesús presente en la Eucaristía. La fe es la preparación necesaria. Por eso la primera parte de la misa es como una ayuda para aumentar nuestra fe.

18 Continúa el diálogo y la gente piensa que para creer en Jesús, debe hacer algún signo especial. Ya Jesús había hecho el signo maravilloso de la multiplicación de panes.

19 Ellos piensan que se lo había dado Moisés: un pan bajado del cielo.
Los que dialogan con Jesús le recuerdan que sus antepasados sí habían tenido un signo grandioso en el desierto. Ellos piensan que se lo había dado Moisés: un pan bajado del cielo.

20 Hoy en la primera lectura (Ex 16, 2-4
Hoy en la primera lectura (Ex 16, ) se nos recuerda este suceso del “maná” (“¿Qué es esto?”). El maná es un signo del gran alimento que Jesús promete: la Eucaristía.

21 Jesús les contesta que ni fue Moisés quien se lo dio ni era pan bajado del cielo. El que ahora les va a dar Dios sí es bajado del cielo y será vida para el mundo. Ese es el que nos va a saciar y va a tener repercusiones de eternidad.

22 Los hebreos comieron el maná.
Automático

23 Pero tú nos ofreces otro pan.

24 Es el pan que da la vida, comida celestial,

25 Sacramento de amor y de unidad.

26 Tomad y comed, esto es mi cuerpo.

27 Tomad y bebed, esta es mi sangre.

28 Tomad y comed, yo soy vuestro pan.

29 Tomad y comed, yo soy vuestro pan.
Hacer CLICK

30 Hay gente que tiene muchos bienes materiales, pero siempre tiene hambre de más. Hay muchos que teniendo lo suficiente para poder ser feliz, no encuentran satisfacción, porque no encuentran respuesta al sentido de la vida. Aquellos que han experimentado la llenumbre de la gracia, se sienten saciados de Dios, aunque la verdadera saciedad sólo estará en la otra vida. En esta vida algo se va teniendo unidos en la caridad.

31 Podemos ver una respuesta en la segunda lectura, que es de san Pablo.
Nosotros hoy podemos preguntarnos: Además de creer en Jesús ¿qué obras debemos hacer para trabajar en lo que Dios quiere? Podemos ver una respuesta en la segunda lectura, que es de san Pablo. Efesios 4,

32 Hermanos: Esto es los que digo y aseguro en el Señor: que no andéis ya como los gentiles, que andan en la vaciedad de sus criterios. Vosotros, en cambio, no es así como habéis aprendido a Cristo, si es que es él a quien habéis oído y en él fuisteis adoctrinados, tal como es la verdad en Cristo Jesús; es decir, a abandonar el anterior modo de vivir, el hombre viejo corrompido por deseos seductores, a renovaros en la mente y en el espíritu y a vestiros de la nueva condición humana, creada a imagen de Dios: justicia y santidad verdaderas.

33 San Pablo en la 2ª lectura nos dice que no actuemos como los que no tienen fe, sino que nos dejemos renovar por el Espíritu, para vivir según Dios en justicia y santidad verdadera. No vivamos como los gentiles que sólo se preocupan de lo material.

34 Dar frutos de santidad es muy difícil; pero para eso se quedó Jesús en la Eucaristía: para ayudarnos en esta gran empresa, mediante el alimento de su propio Cuerpo y Sangre, como luego lo dirá Jesús y meditaremos en los próximos domingos.

35 Hoy en esta primera parte de la proclamación de la Eucaristía se nos pide que tengamos fe en Jesús.
Creer en Jesús no significa sólo que pongamos nuestro entendimiento a su servicio para aceptar las verdades que nos diga, sino que es sobre todo poner el corazón y el afecto en Jesús, y todo nuestro ser en su seguimiento.

36 Señor, danos siempre de este pan
Con la fe en Jesús, pidamos como aquellos del evangelio: Señor, danos siempre de este pan

37 Danos de tu pan, Señor, danos de tu pan. Automático

38 Danos de tu Pan, Señor, danos de tu Pan.

39 Que es como el amor tu pan,

40 cuanto más se da, Señor, más abundará.

41 Que es como el amor tu pan, es como el amor,

42 cuanto más se da, señor, más abun-dará. Hacer CLICK

43 Y Jesús nos responde, terminando hoy el evangelio, con la afirmación grandiosa, imposible, si Él no fuera Dios: "Yo soy el pan de vida. El que viene a mí no pasará hambre, y el que cree en mí nunca pasará sed."

44 Llevemos en nuestro corazón esta respuesta de Jesús, quien el próximo domingo reafirmará y explicará “el pan de la vida”.

45 Yo soy el pan de la vida, pan bajado del cielo.
Automático

46 el que come de este pan vivirá,

47 vivirá.

48 nuestros padres comieron el maná y murieron;

49 en el desierto comieron el maná y murieron.

50 Yo soy el pan de la vida, pan bajado del cielo;

51 el que come de este pan, vivirá,

52 Que María de la Eucaristía nos haga amar a Jesús.
AMÉN


Descargar ppt "Domingo 18º del tiempo ordinario"

Presentaciones similares


Anuncios Google