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automático PARTIRÉ
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“El Señor es mi pastor, nada me faltará”
Salmo 23,1
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Partiré, amiga. ¡Partiré!
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Y llegada la hora de mi marcha, ¿será una nube densa y solitaria que oculte mi destino…
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…o el refulgente sol del amanecer que ilumine mi esperanza?
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Andaré por oscuros vericuetos sin saber donde hallaré el final…
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…pero mientras tanto cantaré a la guerra y a la paz de todos mis días.
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Cantaré a las ofensas y a las caricias, a los gozos y los desengaños, a los vítores y a los fracasos…
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…a las humillaciones y a los arrebatos, a las dulces palabras y a los hoscos agravios.
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Cantaré al agua y al pan que me sustentan, al hogar que me cobija y a la yacija en que yazgo.
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Cantaré a mi errático vagar por las ideas, a mis hirientes dudas y a mis ciegos quebrantos.
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Cantaré a los pueblos de mi España y a sus resignadas gentes…
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…al edil que me fustiga y al infame beato, al vecino irritante y al mendigo hechizado, al innoble banquero y al honrado artesano.
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Cantaré a mi mismo, inteligente, culto, sagaz, afortunado.
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Cantaré a la perfección del mundo que me rodea y a la gloria de un ser inacabado.
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Y algún día pronto o lejano, mientras canto, se echará la noche y se acabará mi canto.
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Pero un rayo de eternidad disipará las tinieblas.
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Allí se hará la luz, reposaré en verdes prados…
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…beberé frescas aguas y mi boca se abrirá para seguir cantando.
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¡Porque con Él nada me habrá faltado!
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“El Señor es mi pastor, nada me faltará” Salmo 23,1.
PARTIRÉ. “El Señor es mi pastor, nada me faltará” Salmo 23,1. Partiré, amiga. ¡Partiré! Y llegada la hora de mi marcha, ¿será una nube densa y solitaria que oculte mi destino o el refulgente sol del amanecer que ilumine mi esperanza? Andaré por oscuros vericuetos sin saber donde hallaré el final, pero mientras tanto cantaré a la guerra y a la paz de todos mi días Cantaré a las ofensas y a las caricias, a los gozos y a los desengaños, a los vítores y a los fracasos, a las humillaciones y a los arrebatos, a las dulces palabras y los hoscos agravios Cantaré al agua y al pan que me sustentan, al hogar que me cobija y a la yacija en que yazgo, a mi errático vagar por la ideas, a mis hirientes dudas y a mis ciegos quebrantos Cantaré a los pueblos de mi España y a sus resignadas gentes, al edil que me fustiga y al infame beato, al vecino irritante y al mendigo hechizado, al innoble banquero y al honrado artesano.
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¡Por que con Él nada me habrá faltado!
Cantaré a mi mismo, inteligente, culto, sagaz, afortunado Cantaré a la perfección del mundo que me rodea y a la gloria de un ser inacabado Y acaso algún día pronto o lejano, mientras canto, se echará la noche y se acabará mi canto. Pero un rayo de eternidad disipará las tinieblas Allí se hará la luz, reposaré en verdes prados, beberé frescas aguas y mi boca se abrirá para seguir cantando. ¡Por que con Él nada me habrá faltado!
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PARTIRÉ. Texto y composición: pedro martínez borrego.
Imágenes: Internet. Tema musical: Himno de la alegría – Richard Cleiderman. Esta reproducción: Vitanoble Powerpoints
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