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Proyecto de Formación de Agentes de Pastoral de la Salud

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Presentación del tema: "Proyecto de Formación de Agentes de Pastoral de la Salud"— Transcripción de la presentación:

1 Proyecto de Formación de Agentes de Pastoral de la Salud
INSTITUTO DIACONAL DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY Proyecto de Formación de Agentes de Pastoral de la Salud

2 DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY
INSTITUTO DIACONAL DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY Dimensión Humana Constitución del ser humano alma / cuerpo Ser social del hombre El hombre como ser frágil Acompañamiento del enfermo Oportunidad de aprendizaje para el enfermo

3 Constitución del ser humano cuerpo y alma
INSTITUTO DIACONAL DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY Constitución del ser humano cuerpo y alma

4 DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY
INSTITUTO DIACONAL DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY Esquema:  ¿Qué es el hombre? Filosofía griega Filosofía medieval Filosofía moderna Filosofía contemporánea Dicotomía o tricotomía Composición del hombre en el Antiguo Testamento Composición del hombre en el Nuevo Testamento Cuerpo Alma

5 DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY
INSTITUTO DIACONAL DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY Introducción ¨¿Que es el hombre para que te acuerdes de él, el hijo de Adán para que de él te cuides? Apenas inferior a un dios lo hiciste, coronándolo de gloria y esplendor; Señor lo hiciste de las obras de tus manos, todo lo pusiste bajo sus pies.¨ (Sal 8, 5-7)

6 DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY
INSTITUTO DIACONAL DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY Introducción Según la antropología bíblica, que se caracteriza por ser acentuadamente unitaria y global, el hombre es tanto cuerpo como alma. Una yuxtaposición o una contraposición de cuerpo y alma es algo intrínsecamente extraño a los escritos de la revelación. El cuerpo designa al hombre como totalidad, como persona, y equivale por tanto al yo concreto (Cfr. Rm 6,12 ; 12,1). Cuando se habla de un conflicto entre cuerpo y alma esta fórmula no refleja una hostilidad natural entre el cuerpo y el alma como dos elementos de la naturaleza humana, sino que expresa la situación en que el hombre, aprisionado en el pecado y esclavo del egoísmo, se opone a la voluntad espiritual y salvífica de Dios. Por eso mismo en la Escritura se percibe repetidamente la dignidad y el valor del cuerpo humano.

7 DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY
INSTITUTO DIACONAL DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY Introducción El hombre ha sido uno de los principales interrogantes desde la antigüedad, lo que hizo que algunos filósofos griegos centraran sus investigaciones en el hombre, para así resolver dudas como ¿Qué somos?, ¿de dónde venimos?, ¿para dónde vamos?, ¿Por qué somos la única especie con capacidad de razonar?, ¿Cómo pensamos?, etc. Existen variadas teorías acerca del hombre, diversas opiniones que lo hacen ser un interminable misterio. Rom 6,12 ¨No reine, pues el pecado en vuestro cuerpo mortal de modo que obedezcáis a sus apetencias¨. Rom 12,1 ¨Os exhorto, pues hermanos, por la misericordia de Dios, a que os ofrezcáis a vosotros mismos como un sacrificio vivo, santo, agradable a Dios: tal será vuestro culto espiritual¨.

8 DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY
INSTITUTO DIACONAL DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY ¿Qué es el hombre? Filosofía griega Pitágoras (de Samos 572 a.C.). Para Pitágoras el hombre consta de dos partes: el cuerpo (elemento material) y el alma (elemento celeste). Así los pitagóricos consideraban que el cuerpo y el alma eran uno y lo mismo, estableciendo que el alma se separaba del cuerpo después de la muerte, siendo específicamente esta separación la muerte en si misma. Creía que el alma significaba un icono de la perfección, todo lo puro y bueno, a diferencia del cuerpo que era considerado lo negativo, efímero y corruptible, transformándose en la negación uno del otro.

9 DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY
INSTITUTO DIACONAL DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY ¿Qué es el hombre? Filosofía griega Sócrates (Ateniense a.C.) Para Sócrates el hombre es un compuesto entre cuerpo y alma. Dice que el alma es algo que existe dentro de nosotros, pero que no se capta por los sentidos. Él dice que poseemos alma por lo que somos capaces de hacer. El alma es sinónimo de alma racional, de inteligencia. Además, el alma tiene una vertiente práctica, relacionada con lo que nos permite decidir nuestra conducta.

10 DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY
INSTITUTO DIACONAL DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY ¿Qué es el hombre? Filosofía griega Platón (Ateniense a.C.) Para Platón el hombre está constituido por alma y cuerpo, pero para él, el alma es propiamente el ser, y el cuerpo un accidente, esto quiere decir que el alma es lo que somos, y cae accidentalmente en el cuerpo, que es su cárcel. Esto implica que el alma, a pesar de tener todo el conocimiento, olvida todo lo que sabe al estar atrapada en el cuerpo, se libera a la hora de la muerte del cuerpo y vuelve al mundo de las ideas. Lo real y verdaderamente humano se encontraba en el alma. Para él, el alma es la esencia humana y el cuerpo un instrumento a su servicio.

11 DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY
INSTITUTO DIACONAL DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY ¿Qué es el hombre? Filosofía griega Platón (Ateniense a.C.) Para Platón el hombre está constituido por alma y cuerpo, pero para él, el alma es propiamente el ser, y el cuerpo un accidente, esto quiere decir que el alma es lo que somos, y cae accidentalmente en el cuerpo que es su cárcel. Esto implica que el alma, a pesar de tener todo el conocimiento, olvida todo lo que sabe al estar atrapada en el cuerpo, se libera a la hora de la muerte del cuerpo y vuelve al mundo de las ideas. Lo real y verdaderamente humano se encontraba en el alma. Para él, el alma es la esencia humana y el cuerpo un instrumento a su servicio. De donde se concluye que la función prioritaria de todo ser humano ha de ser el cultivo de su inteligencia como un deber moral por el rescate de su alma de lo terrenal.

12 DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY
INSTITUTO DIACONAL DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY ¿Qué es el hombre? Filosofía griega Aristóteles ( Estagira, Macedonia a.C.) Intenta reconstruir la unidad que Platón rompió al separar nuestro ser en dos substancias completamente distintas e irreconciliables. Aristóteles concibe al ser humano de acuerdo con su teoría hilemorfística, es decir, como un compuesto de materia y forma. El cuerpo funciona como materia prima y el alma como forma sustancial. La unión existente entre alma y cuerpo es una unión sustancial. Así, la sustancia (hombre) es un compuesto de materia y forma, y estas no se pueden disolver y no es posible la existencia de formas separadas.

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INSTITUTO DIACONAL DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY ¿Qué es el hombre? Filosofía medieval La antropología en la Escolástica: En el siglo XIII, aparecen las primeras universidades, algunas de las cuales contaban ya con precedentes académicos desde el s. XII. Fueron concebidas como la reunión universal de maestros y discípulos a fin de buscar el saber. Se reciben en las sedes universitarias los escritos de Aristóteles, que se traducen de nuevo al latín. Los autores contarán desde entonces con ese legado, además de los textos de Platón, la tradición bíblica y patrística, los escritos árabes y judíos, y el magisterio de los profesores precedentes a los que también llaman autoridades.

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INSTITUTO DIACONAL DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY ¿Qué es el hombre? Filosofía medieval Con esas fuentes, con mucha dedicación y estudio, y su mutua ayuda e influjo, estos autores condujeron este periodo histórico a una de las cumbres del saber, tal vez la más alta, comparable sólo con el periodo griego formado por Sócrates, Platón y Aristóteles. A este periodo más intenso de la Edad Media se le denomina Escolástica.

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INSTITUTO DIACONAL DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY ¿Qué es el hombre? Filosofía medieval Alejandro de Hales ( ): Conocido como Doctor irrefragabilis ('Doctor imposible de refutar'), teólogo y filósofo inglés, nació en Gales (Gloucestershire) y estudió en París. Hacia 1237 entró en la orden de los franciscanos. Llegó a ser profesor de filosofía y teología en París. La obra de Alejandro está recogida en una amplia exposición de su doctrina, conocida como la Summa theológica, compilada después de su muerte y atribuida a él. Alejandro de Hales introdujo los principios aristotélicos en la discusión teológica cristiana. El franciscano, supone un intento de conciliación entre la filosofía de Aristóteles y la de San Agustín y otros Padres de la Iglesia.

16 DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY
INSTITUTO DIACONAL DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY ¿Qué es el hombre? Filosofía medieval Juan de Fidanza, San Buenaventura, Italia ( ): Para el santo, el hombre ocupa un lugar central en el plano de la creación, en él se encuentran la naturaleza corporal y la naturaleza espiritual, se convierte así en el mediador natural entre lo creado y Dios. San Buenaventura se preocupa como buen neoplatónico, por encontrar el eslabón que vuelve a unir la multiplicidad a la Unidad. En lo substancial, San Buenaventura sigue a San Agustín, pues también para él, el alma es forma del cuerpo, pero no sólo es forma. El alma antes que todo, es una sustancia espiritual, un ser “hoc aliquid”; (esta cosa) y no sólo un co-principio del ser. Sólo cuando dos realidades están entre ellas, en una relación exclusivamente de materia y forma podrán dar origen a una unidad sustancial.

17 DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY
INSTITUTO DIACONAL DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY ¿Qué es el hombre? Filosofía medieval San Alberto Magno ( ): Dominico, distingue en el hombre, (no en Dios, pero sí también en todo lo creado) entre lo que es (quod est) y el ser (esse), es decir, entre esencia y existencia. Sin embargo, para él, la existencia, (el esse), es accidental y sobreviene como algo extrínseco a la esencia. Como gran biólogo notó que el embrión humano madura progresivamente, pero en su origen está ya todo lo humano, incluida la inteligencia. El alma es la forma sustancial del cuerpo, por eso frente al pensamiento árabe- es propia de cada quien, pero no se reduce a ser forma del cuerpo, porque las funciones intelectiva y volitiva son independientes de él.

18 DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY
INSTITUTO DIACONAL DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY ¿Qué es el hombre? Filosofía medieval Santo Tomás de Aquino (Italiano ) Asume la teoría de Aristóteles en la que decía que el hombre esta formado por materia y forma y su relación es substancial, es decir: ambas son necesarias para constituir la sustancia humana, también afirmaría que estos componentes no son absolutamente separables ya que el alma necesita del cuerpo para realizar todas las funciones de la actividad vegetativa, sensitiva e intelectiva decía que esta única alma seria la que regula todas las funciones del hombre y determina su corporeidad. Afirma la unidad hilemórfica del ser humano, que constituye una unidad en la que existe una única forma sustancial, el alma racional, que informa inmediata y directamente a la materia prima constituyendo el compuesto "hombre".

19 DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY
INSTITUTO DIACONAL DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY ¿Qué es el hombre? Filosofía moderna Renato Cartesius (Descartes Francés ) Para el la razón que se encuentra dentro de cada individuo y ofrece ideas que se nos presentan clara y distintamente, parte de un axioma general del que deduce toda una interpretación del mundo, cogito ergo sum ¨pienso luego existo¨  del que deduce la primera sustancia de su sistema;  la cosa que piensa o res cogitans (alma) cuyo atributo principal es el pensamiento. Inmediatamente deduce que debido a que existe una sustancia pensante e inextensa debe de existir su contraparte; una substancia no pensante y extensa “res extensa” (cuerpo) o substancia corpórea con propiedades cuantitativas. Materia pasiva e inerte, desprovista de movimiento interno y de tendencias. Descartes deduce una tercera substancia; la res Divina que, en relación a la res cogitans, así  fundamenta toda certeza y siembra en el hombre la idea de perfección e infinito.

20 DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY
INSTITUTO DIACONAL DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY ¿Qué es el hombre? Filosofía moderna Immanuel Kant (Alemán, ) Para Kant, el hombre es un ser autónomo, que expresa su autonomía a través de la razón y de la libertad, para ser autónomo el hombre debe usar su razón independientemente y debe ser libre. El alma igual que el mundo y la libertad es una idea de la razón, y como tal necesaria al espíritu humano. En lugar de pensar que la conciencia es el camino de acceso al conocimiento del alma (san Agustín, Descartes), ésta acaba identificada con la conciencia misma. La filosofía actual cambia el estudio de la naturaleza del alma por el estudio de la naturaleza del hombre, en la que el alma, como forma de la corporeidad en el sentido tradicional aristotélico y de la tradición filosófica medieval no tiene sentido, como no tiene tampoco sentido entender al hombre como un compuesto de alma y cuerpo.

21 DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY
INSTITUTO DIACONAL DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY ¿Qué es el hombre? Filosofía moderna Friedrich Nietzsche (filósofo alemán ) A diferencia de muchos filósofos Nietzsche no concibe a la antropología como dualista, es decir, para este filósofo el hombre no esta compuesto de cuerpo y alma. Para Nietzsche el hombre no es más que una etapa entre el mono y lo que el llama "Superhombre”. El hombre superior no cree en la igualdad y dice si a las jerarquías, pero él cree que la igualdad solo lleva a una moral de esclavos.

22 DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY
INSTITUTO DIACONAL DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY ¿Qué es el hombre? Filosofía moderna Friedrich Nietzsche (filósofo alemán ) En el primer discurso de Zaratrusta (una de sus obras) expone 3 metamorfosis del espíritu: Cómo el espíritu se convierte en camello, cómo el camello se convierte en león, y como el león se convierte en niño. Con esta imagen Nietzsche describe la moral del superhombre. Frente a Jesús de Nazaret……….. el superhombre. Hasta ahora se ha propuesto como modelo a Jesús de Nazaret que es ya caduco, en adelante los hombres deben medirse en otro modelo: el superhombre, Y dice en ¨Así habla Zaratustra ¨ ¨yo os anuncio al superhombre¨. El hombre es algo que debe ser superado.

23 DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY
INSTITUTO DIACONAL DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY ¿Qué es el hombre? Filosofía moderna Jean Paul Sartre (filósofo francés, ) La actividad filosófica de Sartre se vuelca hacia el existencialismo que, a partir de la publicación de "El ser y la nada", lo van a convertir en el principal, o al menos en el más popular y conocido, representante del existencialismo. concede prioridad a la existencia del ser humano sobre la esencia y trata de fundar el conocimiento de toda realidad sobre la experiencia inmediata de la existencia propia. Para los existencialistas lo que propiamente existe es el hombre, no las cosas, que toman su ser en él o a través de él.

24 DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY
INSTITUTO DIACONAL DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY ¿Qué es el hombre? Filosofía moderna Jean Paul Sartre (filósofo francés, ) El hombre no tiene una esencia que le determine a ser o a comportarse de una manera concreta, sino significa que éste es libertad y conciencia. Libertad, porque el hombre es un modo de ser que nunca es dado de antemano, ni tampoco es puesto por algo o alguien. Y conciencia es porque la existencia es lo que nunca es objeto, sino aquello a partir de lo cual me refiero a lo otro que no soy yo y con lo que me relaciono, además de conmigo mismo (autoconciencia).

25 DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY Dicotomía o tricotomía
INSTITUTO DIACONAL DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY Dicotomía o tricotomía ¿Seremos cuerpo, alma y espíritu, o será que los términos “alma” y “espíritu” son sinónimos e intercambiables? La dicotomía, según el diccionario es la “división de dos elementos o partes especialmente cuando son opuestos”. En teología se describe como “concebir al hombre como compuesto de dos, y solamente dos partes diferentes, es decir, cuerpo y alma y a este concepto se le llama directamente dicotomía”. “El hombre fue creado como un ser psicofísico, una unidad en dos naturalezas, material e inmaterial. Las dos naturalezas funcionan en armonía, así que el hombre es de naturaleza dual, en unidad esencial. Las dos naturalezas del hombre se ven claramente en la creación cuando Dios formó su cuerpo del polvo de la tierra y le sopló “aliento de vida,” es decir, su aspecto inmaterial”.

26 DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY Dicotomía o tricotomía
INSTITUTO DIACONAL DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY Dicotomía o tricotomía A la par con la dicotomía, está la tricotomía. Según esta doctrina, el hombre tiene tres partes, a saber: cuerpo, alma y espíritu. Dicho concepto se remonta a la filosofía griega que concibió la relación entre el cuerpo y el espíritu del hombre, respectivamente, según la analogía de la relación mutua entre el universo material y Dios. Los "Tricotomitas" creen que le ser humano esta compuesto de tres partes de espíritu, alma y cuerpo. Los Dicotomitas: Creen que el ser humano está compuesto por dos partes espíritu/alma y cuerpo, donde las palabras espíritu y alma son usadas para hacer referencia a la misma cosa.

27 DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY Dicotomía o tricotomía
INSTITUTO DIACONAL DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY Dicotomía o tricotomía La distinción radica en la definición de la parte inmaterial de la persona y si existe alguna diferencia entre el alma y el espíritu. Sobre la base de la enseñanza del Antiguo Testamento del hombre como un ser unificado, la presentación de ambas partes del hombre en el NT, y la exégesis de 1Ts 5,23 y Heb 4,12, es preferible para el entendimiento dicotomista.

28 Dicotomía o tricotomía Composición del hombre en el Antiguo Testamento
INSTITUTO DIACONAL DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY Dicotomía o tricotomía Composición del hombre en el Antiguo Testamento La primera vez que el hombre aparece es en la Biblia en Gen 1,26 donde Dios contempla la creación del hombre. Esto es seguido por Gen 2,7 donde Dios forma al hombre del polvo de la tierra y respira “aliento de vida” en él y luego se convierte en un ser vivo. Sólo dos aspectos se describen en este pasaje: el físico y la respiración, no hay ninguna referencia a un tercer aspecto. El principal término del AT para el hombre es nephesh, se refiere a la naturaleza total del hombre, por lo que es y no sólo por lo que tiene. Este término “significa toda la persona”. Salomón afirma la visión dicotomista del hombre, cuando dice “y vuelva el polvo a la tierra, a lo que fue, y el espíritu vuelva a Dios, que lo dio”. (Qo 12,7). El Antiguo Testamento parece distinguir sólo entre lo espiritual y los aspectos físicos del hombre sin necesidad de añadir un tercer componente.

29 Dicotomía o tricotomía Composición del hombre en el Nuevo Testamento
INSTITUTO DIACONAL DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY Dicotomía o tricotomía Composición del hombre en el Nuevo Testamento El NT igualmente retrata al hombre como poseedor de un cuerpo (soma) y alma /espíritu (pneuma/psyché). El primero se refiere al aspecto físico del hombre, los dos últimos términos se refieren a lo inmaterial. En 2Co 7,1, Pablo aborda el tema de la santificación, instando a sus lectores a buscar la santidad completa. Escribe: “Teniéndo, pues, estas promesas, queridos míos, purifiquémonosle toda mancha de la carne y del espíritu, consumando la santificación en el temor de Dios”. Como él mismo explica las áreas de la persona donde la santificación tiene efecto, sólo menciona a dos: el espíritu y el cuerpo. Su objetivo no es que sólo las dos partes deben ser santas, mientras que la mente y el corazón pueden ser perversas, más bien, ramifica a la persona en lo material y lo inmaterial.

30 Dicotomía o tricotomía Composición del hombre en el Nuevo Testamento
INSTITUTO DIACONAL DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY Dicotomía o tricotomía Composición del hombre en el Nuevo Testamento Pablo busca la santidad y él delimita sólo a dos partes donde el individuo tiene que concentrarse en ser completamente santo, la implicación es no hay ninguna tercera parte, la santidad completa de otra manera no se logrará. En Mt 10,28, Jesús confirma la división dual del hombre cuando alienta a sus discípulos que “Y no temáis a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma; temed más bien al que puede llevar a la perdición del alma y cuerpo a la gehenna”; Jesús está hablando de la eternidad y uno pensaría que si hubiera otra parte de una persona que podría estar eternamente destruida por Dios, Jesús la habría mencionado. Jesús resume el conjunto la existencia material e inmaterial del hombre en los términos “cuerpo” y “alma”.

31 Dicotomía o tricotomía Composición del hombre en el Nuevo Testamento
INSTITUTO DIACONAL DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY Dicotomía o tricotomía Composición del hombre en el Nuevo Testamento Cuando el NT habla de “espíritu” y “alma”, iguala los dos términos. Esto se ve en el Magníficat de María en Lc 1,46-47, donde dice: “Alaba mi alma la grandeza del Señor y mi espíritu se alegra en Dios mi salvador”. Una opción es la de interpretar el alma y el espíritu haciendo referencia a diferentes partes del ser de una persona, sin embargo, el paralelismo falla cuando se aplica la misma lógica a “Señor” y “Dios”, con lo que estos términos se hace referencia a dos deidades. Una mejor manera de interpretar esta afirmación es aplicar las normas del paralelismo hebreo, “en el que la segunda línea repite el pensamiento de la primera, pero con diferentes palabras. Así como el espíritu y el alma se refieren a la naturaleza espiritual ó racional del hombre, así Señor y Dios, se refieren a una Deidad”. María no está acentuando una fina distinción refiriéndose al alma y al espíritu, ella está simplemente refiriéndose a la parte inmaterial misma del ser humano.

32 Dicotomía o tricotomía Composición del hombre en el Nuevo Testamento
INSTITUTO DIACONAL DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY Dicotomía o tricotomía Composición del hombre en el Nuevo Testamento Algunos defienden la tricotomía a partir de 1Ts 5,23 donde Pablo escribe: “Que Él, el Dios de la paz, os santifique plenamente, y que todo vuestro ser, el espíritu, el alma y el cuerpo, se conserve sin mancha hasta la Venida de nuestro Señor Jesucristo..” ¿Se está refiriendo a otra parte o está igualando el “alma” con “el espíritu”? Pablo está haciendo hincapié en la santificación total del hombre (Cfr. 1 Co 7,34, 2Co 7,1) mediante sinónimos compuestos. En Mt 22,37, Jesús hace lo mismo cuando le dice al intérprete de la ley a amar a Dios con todo su corazón, alma y mente. En Mc 12,29-30, está escrito que el individuo debe amar a Dios con su corazón, alma, mente y fuerza.

33 Dicotomía o tricotomía Composición del hombre en el Nuevo Testamento
INSTITUTO DIACONAL DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY Dicotomía o tricotomía Composición del hombre en el Nuevo Testamento Estos versículos no están tratando de dividir la composición del hombre en varias partes, más bien, hacen hincapié en la integridad. Si la división en la persona fuera el tema central, entonces se podría obtener cinco o incluso seis partes en el hombre: cuerpo, alma, espíritu, mente, fuerza y corazón. Sin embargo, Jesús no está analizando al hombre, más bien está enseñando que el amor para Dios debe fluir de cada parte de la persona, todo el ser debe amar a Dios.

34 Dicotomía o tricotomía Composición del hombre en el Nuevo Testamento
INSTITUTO DIACONAL DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY Dicotomía o tricotomía Composición del hombre en el Nuevo Testamento Pablo utiliza un dispositivo similar en 1Ts 5,23 y ruega para que la santificación de los tesalonicenses sea plena, la cual incluye la parte material (cuerpo) y la parte inmaterial (si es llamada espíritu o alma). La santificación completa es el tema central , no una lección sobre la anatomía de un hombre. Hay un claro paralelismo con 1Ts,13, donde Pablo ora por la pureza de sus corazones. El corazón controla la vida de una persona, la mente, el intelecto y las emociones de una persona, todas estas deben ser santas. FF Bruce afirma que el espíritu, alma y cuerpo en 1Ts 5,23 “juntos dan más énfasis a la integridad de la santificación por la que el escritor ora, pero los tres juntos añaden poco al sentido de [“sus corazones”] en 3,13”. Pablo junta sinónimos para referirse a la totalidad del ser de una persona; orando la misma oración en 5,23 y 3,13, es decir, que los tesalonicenses fueran completamente libres de culpa en la aparición de Cristo.

35 Dicotomía o tricotomía Composición del hombre en el Nuevo Testamento
INSTITUTO DIACONAL DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY Dicotomía o tricotomía Composición del hombre en el Nuevo Testamento ¿Y Hebreos 4,12? A primera vista, parece que el autor está llamando una división entre el espíritu y el alma. Si ese fuera el caso, entonces está listando seis partes distintas de un hombre, y no sólo tres. Es mejor entender este versículo haciendo hincapié en la Palabra viva de Dios. La Palabra de Dios es tan poderosa que es capaz de llegar hasta el fondo en las partes internas de un hombre, lo llama alma o espíritu o mente, es capaz de brillar la luz en la parte más profunda. Nada se esconde de la penetrante Palabra de Dios, “puede examinar los pensamientos más íntimos del corazón humano”.

36 Dicotomía o tricotomía Composición del hombre en el Nuevo Testamento
INSTITUTO DIACONAL DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY Dicotomía o tricotomía Composición del hombre en el Nuevo Testamento ¿Y Hebreos 4,12? Grudem comenta que “la Palabra de Dios es tan poderosa que va a buscar y exponer toda desobediencia y falta de sumisión a Dios”. El autor de Hebreos no está examinando detenidamente al hombre, en lugar de esto el versículo contiene una “acumulación retórica de términos para expresar la naturaleza mental de todo el hombre en todas sus partes”. No sólo los textos del Antiguo Testamento, sino los pasajes en que Jesús, Pablo y María hablan, igualan el espíritu con el alma. Aunque a primera vista 1Ts 5,23 y Hb 4,12 parecen apoyar la tricotomía, basado en el contexto y siendo coherentes con el resto de la Escritura, es mejor interpretar estos versículos desde una perspectiva dicotomista. Pablo animó a los creyentes a seguir la imagen de Cristo en su ser total, no sólo algunas partes.

37 Dicotomía o tricotomía Composición del hombre en el Nuevo Testamento
INSTITUTO DIACONAL DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY Dicotomía o tricotomía Composición del hombre en el Nuevo Testamento Nota: Hay un tercer punto de vista, el monismo, el cual sostiene que el hombre es un elemento único y su cuerpo es la persona. El tricotomista define el alma como el intelecto del hombre, sus emociones y su voluntad. Es la parte que puede ser cedida ya sea al servicio de Dios o al pecado. El espíritu sin embargo, es una facultad superior en un hombre, que es la parte que “la mayoría se relaciona directamente con Dios”. En cambio, Grudem sostiene que no existe una clara diferencia en las funciones de cada uno desde una perspectiva bíblica. “Todo lo que el alma se dice que hace, el espíritu también se dice que lo hace y todo lo que el espíritu se dice que hace, el alma también se dice que lo hace”. Se dice que tanto el espíritu como el alma son capaces de pensar, mostrar emociones, alaban a Dios, y se ven afectados por el pecado (Cfr. Mc 2,8; Mc 7,20-23; Hch 17,6; Mt 26,38; Jn 4,23; Sal. 146,1; 2Co 7,1 ; Sant 1,21).

38 DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY
INSTITUTO DIACONAL DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY El cuerpo Es material, mortal y se corrompe. Es decir, que vamos envejeciendo, que el cuerpo se estropea. Con él, estamos en el mundo sensible. Nuestro cuerpo, según Platón, es un estorbo para el alma, porque a menudo impide la visión de las ideas por parte del alma. Además, el cuerpo arrastra con sus pasiones. Es algo así como una cárcel para el alma. Expresiones actuales como "hacer lo que me pide el cuerpo”, tienen mucho que ver con el pensamiento de Platón. A veces, tenemos ganas de hacer cosas que sabemos, razonando, que no son las que deberíamos hacer. Piensa en actividades como comer en exceso, ser perezosos, etc. En casos extremos, como las adicciones de cualquier tipo, esto se ve más claro. Por ejemplo, las adicciones a sustancias como el alcohol o el tabaco son ejemplos de que el cuerpo puede "pedir" cosas que perjudican a la razón, que no son razonables. O que, como diría Platón, estorban al alma.

39 DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY
INSTITUTO DIACONAL DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY El cuerpo El cristianismo heredó de Platón esta concepción negativa del cuerpo. La penitencia cristiana, el ayuno, o algunos de los mandamientos tienen la intención de purificar el alma gracias al castigo del cuerpo, o si no castigo, sí gracias a no acceder a todo lo que puede apetecernos desde el punto de vista físico. Para que la salvación de Dios sea completa debe alcanzar al cuerpo. Aunque la obra de Dios comienza en alma/espíritu también debe expresarse en el cuerpo. La importancia del cuerpo es evidente por cuanto Dios fue manifestado en carne. El Verbo se hizo hombre, lo cual permitió la salvación del hombre y la derrota de Satanás (por eso los espíritus inmundos no pueden confesar esta verdad).

40 DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY
INSTITUTO DIACONAL DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY El cuerpo El cuerpo del Señor Jesús en la tierra fue el templo de Dios (Jn. 2,21); hoy el cuerpo del cristiano también lo es (1Cor 6,19). Uno de los mayores pecados (la fornicación) se asocia con el cuerpo, porque significa tomar un miembro de Cristo y hacerlo miembro de una ramera (1Cor 6,15). El cuerpo tiene necesidades, las cuales deben ser suplidas; no obstante, esto no significa gratificar el cuerpo. Si el cuerpo es complacido cada vez, se volverá un amo con más y más exigencias, y dejará de ser un siervo. El alma también se verá envuelta en sus apetitos y caerá en el hedonismo (búsqueda del placer). La consagración del cristiano ha de comenzar por el cuerpo, el cual es presentado como un sacrificio vivo, santo y agradable a Dios. Luego, el entendimiento, el alma, es renovada, y la voluntad de Dios puede ser comprobada en el espíritu (Rom 12).

41 DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY
INSTITUTO DIACONAL DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY El cuerpo Así como el espíritu fue vivificado al recibir la justificación, así el cuerpo es vivificado por su Espíritu (Rom 8,10-11). En 1Cor 6,13 dice «El cuerpo es para el Señor… y el Señor para el cuerpo». Esto primero significa que no es para la satisfacción y el deleite; es para el Señor. El cuerpo ha de servir como instrumento de justicia. «El Señor es para el cuerpo» significa que el Señor no sólo salva el espíritu y el alma, sino también el cuerpo de enfermedades y plagas. Si el cristiano acepta que el cuerpo es para el Señor, y se consagra para él, el Señor va a conceder vida y poder a su cuerpo. Él mismo lo va a cuidar y preservar. Él lo va a restaurar si está enfermo, y lo va a preservar para que no esté enfermo.

42 DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY
INSTITUTO DIACONAL DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY El cuerpo La introducción del pecado en el hombre trajo consigo no sólo la muerte, sino también la enfermedad (La enfermedad se halla entre el pecado y la muerte). El Señor no sólo perdonó pecados, sino que también sanó enfermos. Él vino a deshacer las obras del diablo, y éstas tienen que ver con la enfermedad y con la muerte. Un cuerpo sano no es para los deseos carnales, sino para Dios.

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INSTITUTO DIACONAL DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY El alma Según Platón, el alma es inmaterial e inmortal, es decir que no es algo físico: no puede verse, tocarse, pesarse... También es inmortal. Está encarcelada y prisionera en el cuerpo. Se divide en tres partes o tendencias: racional, irascible y concupiscible. Con estas tres partes, Platón quiere decir que realizamos tres tipos de actividades con el alma: razonar, tener fortaleza o valor, y tener prudencia o templanza. También heredó el cristianismo de Platón esta concepción del alma. En el cristianismo, es el alma la que se encuentra con Dios, la que puede conocerlo una vez muerto el cuerpo. Así, Platón fue el primero que quiso demostrar el carácter inmaterial del alma como garantía de su inmortalidad; según él existe una unión entre el alma y el cuerpo; articulada en funciones diversas.

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INSTITUTO DIACONAL DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY El alma Para Aristóteles el alma no puede subsistir sin un cuerpo. En pocas palabras el alma no es esa exiliada de que habla Platón, encerrada en un cuerpo con la nostalgia de despojarse para siempre de el; es ella la que asegura la armonía funcional de las funciones vitales. Para Aristóteles el ser humano no esta constituido por un alma y un cuerpo en dos entidades yuxtapuestas, Aristóteles define el alma: "La entelequia (estado de perfección hacia el cual tiende cada especie de ser) primera de un cuerpo natural que tiene la vida en potencia" , principio en movimiento, de crecimiento, de generación, unifica todas sus funciones, sin exceptuar las operaciones de la sensibilidad y del entendimiento.

45 DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY
INSTITUTO DIACONAL DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY El alma En pocas palabras el alma no es esa exiliada de que habla Platón, encerrada en un cuerpo con la nostalgia de despojarse para siempre de el; es ella la que asegura la armonía funcional de las funciones vitales. Para Aristóteles el ser humano no esta constituido por un alma y un cuerpo en dos entidades yuxtapuestas, Aristóteles define el alma: "La entelequia (estado de perfección hacia el cual tiende cada especie de ser) primera de un cuerpo natural que tiene la vida en potencia”, principio en movimiento, de crecimiento, de generación, unifica todas sus funciones, sin exceptuar las operaciones de la sensibilidad y del entendimiento.

46 DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY
INSTITUTO DIACONAL DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY El alma El alma es una sustancia que informa y vivifica a un determinado cuerpo. Es definida como "el acto primero de un cuerpo que tiene la vida en potencia". El alma es al cuerpo lo que el acto de la visión al órgano visual; es la realización final de la capacidad propia de un cuerpo orgánico. Así como cada instrumento tiene una función propia, que es el acto o actividad del instrumento (verbigracia, la función del hacha es cortar), así el cuerpo como instrumento tiene la vida y el pensamiento como función; y el acto de esta función es el alma.

47 DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY
INSTITUTO DIACONAL DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY El alma Todo lo que se hace aquí en la tierra debe de estar de acuerdo con la palabra y voluntad de Dios. Tenemos que vivir y enseñar a otros a vivir una vida virtuosa y productiva, haciendo que este mundo material y físico sea un lugar mejor en cuanto a las cosas de Dios. El cambiar las vidas pecaminosas y materialistas por vidas espirituales es uno de los propósitos de Dios para con nosotros. Ya en el s. XII se acoge el pensamiento aristotélico que conducirá a una nueva visión antropológica, es santo Tomás de Aquino el que da una reorientación filosófica y teológica afirmando que la unión entre el alma y el cuerpo es parecida a la que existe entre la materia y la forma sustancial a pesar de ser ontológicamente diferentes, el alma y el cuerpo del hombre no poseen una autonomía propia antes de la reunión; en el momento de la unión, el alma se hace forma es decir, actúa, vivifica a la materia, que a su ves recibe ella la existencia, la perfección y las determinaciones esenciales, de ahí que su unión no es accidental, sino substancial.

48 DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY
INSTITUTO DIACONAL DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY El alma El Magisterio de la Iglesia rechazo algunas propuestas teológicas que tendían a convertir en algo diabólico la corporeidad (concilio de Braga, 561 DS 455 ss), o a hacer del alma una parte de Dios, negando la resurrección corporal (1er concilio de Toledo, 400 DS188), o a considerar las almas humanas como espíritus preexistentes y desterrados a los cuerpos (sínodo de Constantinopla, 543 DS657), el Magisterio utilizó las fórmulas y la perspectiva antropológica de Santo Tomás para condenar la opinión según la cual el alma no se une directamente al cuerpo (concilio de Viena, 1312 DS 902), y la de que el alma es mortal o única para todos los hombres (concilio de Letrán, 1513 DS 1440).

49 DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY
INSTITUTO DIACONAL DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY El alma Finalmente hay que señalar entre las intervenciones del Magisterio sobre la relación alma/cuerpo la ¨Gaudium et spes¨ nacida del concilio Vaticano II, donde según la perspectiva típicamente bíblica se habla del hombre como unidad de alma y cuerpo que, por su misma condición corporal, es una síntesis del universo material (GS 14) y recuerda que el hombre no debe por tanto despreciar la vida corporal sino que, por el contrario, debe tener por bueno y honrar a su propio cuerpo, como criatura de Dios que ha de resucitar el último día.

50 DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY
INSTITUTO DIACONAL DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY Ser social del hombre

51 DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY
INSTITUTO DIACONAL DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY Esquema El ser humano es un ser social Los grupos sociales El proceso de socialización Los grupos sociales primarios Los grupos sociales secundarios La estructura social La estratificación social El cambio social Ser social del hombre

52 DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY
INSTITUTO DIACONAL DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY Introducción De este modo, la creación comporta para el hombre tanto la relación con el mundo, como la relación con el otro ser humano (la relación hombre-mujer), así como también con los otros semejantes suyos. El “someted la tierra” pone de relieve el carácter “relacional” de la existencia humana, pues las dimensiones con los otros, entre los otros y para los otros, propias de la persona humana en cuanto imagen de Dios, establecen desde el principio el puesto del hombre entre las criaturas. Con esta finalidad es llamado el hombre a la existencia como sujeto (como “yo” concreto), dotado de conciencia intelectual y de libertad. Juan Pablo II Abril Ser social del hombre

53 Introducción INSTITUTO DIACONAL DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY
A este mundo o ámbito humano se le llama también sociedad. Vivir en sociedad es en suma, desde el punto de vista sociológico y antropológico convivir con los otros. El ser humano a diferencia de los animales radica en que este desarrolla un grado de inteligencia mayor. El individuo requiere de la sociedad para poder formarse y proyectarse como ser humano. Los valores, se hacen patentes en sus vidas ya en lo individual o en lo social, para garantizar el bien común. Desde que nacemos entramos a un mundo peculiar, a un ámbito eminentemente humano. Ello significa que vivimos compartiendo hábitos, costumbres, tradiciones, lengua y sobre todo normas, valores y leyes con otros seres humanos. Y a este mundo o ámbito humano se le llama también sociedad. Vivir en sociedad es en suma, desde el punto de vista sociológico y antropológico: convivir con los otros. Aristóteles, uno de los más importantes filósofos de la antigüedad griega, define al hombre como un animal político, lo que en otros conceptos significa, que como humanos necesariamente tenemos que vivir en sociedad. . Se podría decir que la diferencia entre los seres humanos y los animales radica, entre otras cosas, en el grado de inteligencia que desarrollan; sin embargo, la inteligencia humana conlleva la capacidad de poder transformar el mundo. Un individuo requiere de la sociedad para poder formarse y proyectar como ser humano. Podemos decir que las normas o reglas sociales permiten en gran medida la convivencia, ya que regulan nuestra conducta y formas de relacionarnos con los demás. La tolerancia, la justicia y la solidaridad, entre otros valores, se hacen patentes en una comunidad integrada por seres humanos que ordenan sus vidas ya en lo individual o en lo social, de acuerdo a formas de vida, principios, valores, normas y leyes establecidas justamente para garantizar el bien común. Aristóteles, uno de los más importantes filósofos de la antigüedad griega, decía que el hombre es un animal social, un ser fundamentalmente necesitado de los demás. Dijo luego Yahveh Dios: «No es bueno que el hombre esté solo. Voy a hacerle una ayuda adecuada.» Gn 2,18 Ser social del hombre

54 El ser humano es un ser social
INSTITUTO DIACONAL DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY El ser humano es un ser social El ser humano es un animal, forma parte de la naturaleza. Por lo tanto, debemos tener en cuenta sus condicionamientos biológicos a la hora de comprender la naturaleza y su acción. Es un ser libre, que decide cuál es el curso de su acción, y por lo tanto es un ser moral que vive en sociedad, que se reúne en grupos sociales en los que desarrolla su vida. Es, por lo tanto, un ser social. La esencia del hombre es la de ser fundamentalmente un ser social, sólo dentro de la sociedad el hombre puede alcanzar su finalidad y perfección, es decir, conseguir la felicidad. Sólo él está dotado de razón para conocer lo justo y lo injusto, el bien y el mal, y de lenguaje para hacer posible la vida en común. La sociedad humana, ya desde Aristóteles, se caracteriza por ser la única racional. El ser humano es un animal, forma parte de la naturaleza. Por lo tanto, debemos tener en cuenta sus condicionamientos biológicos a la hora de comprender la naturaleza y la acción de los seres humanos. Es un ser libre, que decide cuál es el curso de su acción, y por lo tanto es un ser moral. Además, es un ser que vive en sociedad, que se reúne en grupos sociales en los que desarrolla su vida. Es, por lo tanto, un ser social. Pero también viven en sociedades muchos de los animales. Las hormigas o las abejas, por ejemplo, viven en grandes grupos de los que dependen. Los mamíferos también viven en manadas, o en grupos familiares más o menos amplios. Pero sólo el ser humano realiza su esencia en la sociedad. Desde los primeros tiempos de la filosofía, la realidad social del ser humano ha sido uno de los temas fundamentales de preocupación de los filósofos. Los primeros filósofos griegos, como Platón o Aristóteles, consideraron que la esencia del hombre es la de ser fundamentalmente un ser social. Platón dirá que la naturaleza ha hecho al ser humano el más débil de los animales, de forma que necesita necesariamente de los demás para subsistir. Aristóteles, en la misma línea, será el primero en hablar del hombre, como un "animal político". Para Aristóteles la sociedad es una exigencia de la naturaleza humana. Sólo dentro de la sociedad el hombre puede alcanzar su finalidad y perfección, es decir, conseguir la felicidad. Sólo los animales o los dioses, dice Aristóteles, pueden vivir sin sociedad. Además, la sociedad para Aristóteles es un privilegio exclusivo del ser humano. Sólo él está dotado de razón para conocer lo justo y lo injusto, el bien y el mal, y de lenguaje para hacer posible la vida en común. La sociedad humana, ya desde Aristóteles, se caracteriza por ser la única racional. Podemos entender por sociedad humana la agrupación sobre un territorio de seres humanos que participan de la misma cultura y de las mismas instituciones sociales e interaccionan entre sí para el desarrollo de sus intereses comunes y la obtención de sus fines. Otros grandes filósofos, como Emmanuel Kant, también consideraron que la sociedad es el único medio para conseguir la perfección del ser humano: "La insociable sociabilidad de los hombres, es decir, su inclinación a formar sociedad que, sin embargo, va unida a una resistencia constante que amenaza perpetuamente con disolverla. Esta disposición reside, a las claras, en la naturaleza del hombre. El hombre tiene una inclinación a entrar en sociedad; porque en tal estado se siente más como hombre, es decir, que siente el desarrollo de sus disposiciones naturales". Muchos animales viven en grupos. Pero sólo el hombre forma sociedades organizadas Racionalmente “El hombre es, en efecto, por su íntima naturaleza, un ser social, y no puede vivir ni desplegar sus cualidades sin relacionarse con los demás” (GS, 12). Ser social del hombre

55 DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY
INSTITUTO DIACONAL DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY Los grupos sociales El ser humano coexiste, con otros individuos, convive con ellos interactuando en grupos sociales. Un grupo social es un conjunto de dos o más personas que comparten objetivos comunes e interactúan durante un período de tiempo continuado. El conjunto de la vida de una sociedad se desarrolla a través de grupos sociales diversos pero relacionados entre sí de diversas formas. El concepto de cultura. Sociedad y cultura están en una relación tan estrecha que es imposible considerarlas aisladamente. Recordemos que Tylor definía la cultura como: "aquel todo complejo que incluye el conocimiento, las creencias, el arte, la moral, el derecho, las costumbres y cualesquiera otros hábitos y capacidades adquiridos por el hombre en tanto que miembro de una sociedad". El componente social era un elemento fundamental en esta definición de cultura. A los antropólogos les interesaba el modo en el que la cultura se transmite a los miembros de cada grupo social. Los sociólogos por su parte estudian el proceso de interacción social por el cual los individuos llegan a constituirse como seres humanos, proceso que incluye necesariamente la asimilación de los contenidos de la cultura. A este proceso lo denominan proceso de socialización. La socialización es el proceso por el que los individuos aprenden, interiorizan y asimilan las normas, las ideas y los hábitos de comportamiento de la cultura de su grupo social. El proceso de socialización se extiende a toda la naturaleza del ser humano, desde lo biológico a lo mental. Las necesidades biológicas (la comida, la bebida, el sueño, la sexualidad...) están influenciadas y modeladas por el proceso de socialización. También resultan afectadas las pasiones y sentimientos, es decir, la vida emocional (a los individuos se les enseña a sentir de una determinada manera, a expresar o reprimir sus sentimientos en determinadas situaciones, cuándo se debe reír o llorar, ser agresivo o sentir compasión...). Por último, también la vida mental queda influida por la socialización. Cada sociedad estimula o reprime de una determinada manera el ejercicio de la inteligencia, la imaginación, la memoria, la voluntad... La socialización es un proceso que dura toda la vida de los individuos. Los sociólogos distinguen dos tipos de socialización diferente: la socialización primaria, que es la que se produce en la infancia, y la socialización secundaria. Los sociólogos suelen distinguir entre: Grupos sociales primarios: Son los grupos sociales basados en relaciones de afectividad. Grupos sociales secundarios: Son los grupos sociales basados en el interés común. Ser social del hombre

56 DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY El proceso de socialización
INSTITUTO DIACONAL DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY Los grupos sociales El proceso de socialización La socialización es el proceso por el que los individuos aprenden, interiorizan y asimilan las normas, las ideas y los hábitos de comportamiento de la cultura de su grupo social. El proceso de socialización se extiende a toda la naturaleza del ser humano, desde lo biológico a lo mental. La socialización es un proceso que dura toda la vida de los individuos. El concepto de cultura. Sociedad y cultura están en una relación tan estrecha que es imposible considerarlas aisladamente. Recordemos que Tylor definía la cultura como: "aquel todo complejo que incluye el conocimiento, las creencias, el arte, la moral, el derecho, las costumbres y cualesquiera otros hábitos y capacidades adquiridos por el hombre en tanto que miembro de una sociedad". El componente social era un elemento fundamental en esta definición de cultura. A los antropólogos les interesaba el modo en el que la cultura se transmite a los miembros de cada grupo social. Los sociólogos por su parte estudian el proceso de interacción social por el cual los individuos llegan a constituirse como seres humanos, proceso que incluye necesariamente la asimilación de los contenidos de la cultura. A este proceso lo denominan proceso de socialización. La socialización es el proceso por el que los individuos aprenden, interiorizan y asimilan las normas, las ideas y los hábitos de comportamiento de la cultura de su grupo social. El proceso de socialización se extiende a toda la naturaleza del ser humano, desde lo biológico a lo mental. Las necesidades biológicas (la comida, la bebida, el sueño, la sexualidad...) están influenciadas y modeladas por el proceso de socialización. También resultan afectadas las pasiones y sentimientos, es decir, la vida emocional (a los individuos se les enseña a sentir de una determinada manera, a expresar o reprimir sus sentimientos en determinadas situaciones, cuándo se debe reír o llorar, ser agresivo o sentir compasión...). Por último, también la vida mental queda influida por la socialización. Cada sociedad estimula o reprime de una determinada manera el ejercicio de la inteligencia, la imaginación, la memoria, la voluntad... La socialización es un proceso que dura toda la vida de los individuos. Si «el fruto del Espíritu» exige cultivar las cualidades que tradicionalmente se asocian con los individuos, que así sea. Por esto deben aprender a moderar su actuar que les infunde el mundo con la humanidad auténtica que produce el Espíritu Santo y, de esta manera reflejarán el carácter de Cristo, quien encarnó a la perfección «el fruto del Espíritu». Para lograrlo, quizás deban renunciar a la falsa personalidad, crucificando «la naturaleza del hombre pecador junto con sus pasiones y malos deseos». Esta es la condición sine quan non para «los que son de Jesucristo» (Gá 5.24). Ser social del hombre

57 DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY Los grupos sociales primarios
INSTITUTO DIACONAL DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY Los grupos sociales Los grupos sociales primarios La socialización primaria tiene como objetivo introducir al sujeto en la sociedad. Este proceso se realiza fundamentalmente en tres ámbitos: La familia. Los amigos. La escuela. En las sociedades contemporáneas, por último, también actúan otros agentes de socialización primaria, como la televisión, las redes sociales. La socialización primaria tiene como objetivo introducir al sujeto en la sociedad. Este proceso se realiza fundamentalmente en tres ámbitos: la familia, los amigos y, en la sociedad actual, la escuela. La familia es el agente más importante de socialización primaria. En la familia se aprende la herramienta más importante para formar parte de una sociedad: el lenguaje. También en la familia se aprenden las primeras normas culturales del grupo social: las reacciones emocionales, cómo y cuándo comer, beber, vestirse... También se aprenden los roles, las actitudes y los valores de las personas que forman la familia. Este aprendizaje se realiza por imitación, o mediante refuerzos y castigos que premian unas determinadas conductas y castigan otras. Este aprendizaje no es meramente intelectual, también lleva una carga emocional muy importante. Las relaciones de cariño que se crean en el seno de la familia influyen de modo muy importante en el aprendizaje del niño. El grupo de amigos también es un importante agente socializador. Con los amigos el niño aprende, jugando, a imitar los papeles que desempeñan los adultos y a seguir reglas. El juego es un aprendizaje de la vida social. Por último, la escuela complementa la acción socializadora de la familia. En la escuela se establecen complejas relaciones entre el niño, sus compañeros y profesores, y se combinan el juego y las actividades intelectuales como instrumentos de socialización. En las sociedades contemporáneas, por último, también actúan otros agentes de socialización primaria, como la televisión, las redes sociales. Ser social del hombre

58 DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY Los grupos sociales secundarios
INSTITUTO DIACONAL DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY Los grupos sociales Los grupos sociales secundarios La socialización secundaria es el proceso de aprendizaje que realizan los individuos durante la edad adulta, durante toda su vida. Los agentes de socialización secundaria son muy variados, e incluyen por ejemplo: El sistema educativo. Las instituciones laborales. Las instituciones políticas. Las instituciones religiosas. La socialización secundaria es el proceso de aprendizaje que realizan los individuos durante la edad adulta, durante toda su vida. Los agentes de socialización secundaria son muy variados, e incluyen por ejemplo el sistema educativo y las instituciones laborales, políticas o religiosas. Los agentes de socialización secundaria, al contrario que la familia o la escuela, son en general optativos: el individuo puede elegir unos u otros, mientras que la familia estaba impuesta. Pueden surgir así problemas de identificación, que no están presentes en etapas más tempranas. La socialización secundaria tiene menos carga afectiva, y el sujeto disfruta de un mayor grado de anonimato que en el núcleo familiar. Los papeles sociales en el trabajo o en la calle son mucho más intercambiables, y no se exige el trato cercano y afectivo que en estaba presente en la familia. Es más posible distanciarse del propio papel en la sociedad. En la sociedad actual, debido a la cantidad de subgrupos sociales que existen, a lo complejas que son las relaciones sociales y a la rapidez del cambio social, es necesario un proceso continuo de aprendizaje social. La socialización secundaria es un proceso mucho más exigente que en otras sociedades más sencillas o estables, como las sociedades primitivas. En la sociedad actual, debido a la cantidad de subgrupos sociales que existen, a lo complejas que son las relaciones sociales y a la rapidez del cambio social, es necesario un proceso continuo de aprendizaje social. La socialización secundaria es un proceso mucho más exigente que en otras sociedades más sencillas o estables, como las sociedades primitivas. Ser social del hombre

59 La estructura social INSTITUTO DIACONAL DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY
PROYECTO DE FORMACIÓN DE AGENTES DE PASTORAL DE LA SALUD La estructura social Las sociedades humanas son realidades complejas, que tienen elementos que las cohesionan. Los más importantes son el territorio común, la conciencia de pertenencia al grupo, y la identidad cultural compartida. Pero no son bloques monolíticos. Dentro de las sociedades humanas, existe una división de las tareas o los trabajos que deben realizarse para la supervivencia de los individuos y del grupo. Las sociedades humanas son, entonces, estructuras en las que existen distintos elementos (grupos o clases) que se interrelacionan según unas normas establecidas. Tomó Samuel el cuerno de aceite y lo derramó sobre la cabeza de Saúl, y después le besó diciendo: «¿No es Yahveh quien te ha ungido como jefe de su pueblo Israel? Tú regirás al pueblo de Yahveh y le librarás de la mano de los enemigos que le rodean. Y ésta será para ti la señal de que Yahveh te ha ungido como caudillo de su heredad. (Is 10,1) Hablaremos en primer lugar, de los conceptos de estatus y rol social. Las sociedades humanas son realidades complejas, que tienen elementos que las cohesionan. Los más importantes son el territorio común, la conciencia de pertenencia al grupo, y la identidad cultural compartida. Pero no son bloques monolíticos. Dentro de las sociedades humanas, existe una división de las tareas o los trabajos que deben realizarse para la supervivencia de los individuos y del grupo. Las sociedades humanas son, entonces, estructuras en las que existen distintos elementos (grupos o clases) que se interrelacionan según unas normas establecidas. Veamos algunos de los elementos que constituyen esa estructura social. Hablaremos en primer lugar, de los conceptos de estatus y rol social. Ser social del hombre

60 DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY
INSTITUTO DIACONAL DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY La estructura social La estratificación La estratificación social consiste en distribución de los individuos en distintos grupos, diferenciados por características como la capacidad económica, el prestigio o el poder. Todas las sociedades están estratificadas, aunque esta estratificación adquiere diferentes formas en cada una de ellas. Las clases sociales: "el sector social que comparte el mismo estatus y las mismas oportunidades en el conjunto de la vida social”. La estratificación social consiste en distribución de los individuos en distintos grupos, diferenciados por características como la capacidad económica, el prestigio o el poder. La estratificación es resultado de la interacción social, y de la evolución de los estatus y roles producida a lo largo del tiempo. Los privilegios asociados a determinadas tareas se van acumulando y perpetuando, y se van haciendo diferencias de valoración de los distintos papeles sociales, que se terminan haciendo fijas. Aparecen así los distintos estratos sociales. Los miembros de un determinado estrato social comparten un determinado grado de poder, bien sea económico, bien de influencia sobre los demás. Todas las sociedades están estratificadas, aunque esta estratificación adquiere diferentes formas en cada una de ellas. Veamos algunas de las formas de estratificación más importantes: El sistema de castas pervive aún en sociedades como la India. El sistema de clases sociales es el que podemos encontrar en nuestras sociedades. Imagen de la aristocracia europea de principios de siglo. Sistema de castas La casta es un grupo social fijo y determinado, que aparece en sociedades rígidas. En estas sociedades el estatus y el rol se adscriben a los individuos en función de la casta a la que pertenezcan por herencia (es decir, en la que hayan nacido). En la sociedad de castas la movilidad social es nula, nadie puede cambiar de casta independientemente de sus méritos o de las actividades que desempeñe. En la actualidad el sistema de castas más conocido es el de la sociedad india, en la que existen cuatro castas, que van desde la de los brahmanes, que tienen el monopolio de la religión y la enseñanza, a los sin casta (parias). La pertenencia a una casta es hereditaria e inalterable durante la vida, está prohibido el matrimonio entre castas y el contacto entre miembros de las distintas castas está fuertemente regulado por normas. Las costumbres, valores, y hasta las actividades a las que se pueden dedicar las personas dependen de la casta a la que pertenezcan. Las clases sociales La sociología define las clases sociales como "el sector social que comparte el mismo estatus y las mismas oportunidades en el conjunto de la vida social". En la mayoría de las sociedades antiguas y en la sociedad medieval occidental, las clases sociales se entendían como grupos naturales, y por lo tanto invariables (de forma muy parecida a las castas). La movilidad social era casi nula. Este tipo de clases en la Edad Media se denomina estamentos, y eran tres: nobleza, clero y campesinado. Las sociedades actuales, por el contrario, se caracterizan por su gran movilidad social. Las clases sociales se establecen por factores fundamentalmente económicos, y no son clases cerradas. En ellas, aunque el nacimiento influye sobre la posición social que tendrá una persona, no es determinante, el talento y la suerte posibilitan el ascenso o el descenso social. La clase social determina la forma en que sus miembros se relacionan entre sí y con miembros de otras clases, la educación que reciben sus miembros, las actividades laborales a las que se dedican, y cómo se divierten. También determina la ideología política, el prestigio y el poder social que tienen los individuos. En las sociedades desarrolladas suelen distinguirse tres clases sociales: La clase alta: Minoritaria, de gran poder adquisitivo, domina los resortes económicos (industria, banca, terratenientes) y políticos de la sociedad. La clase media: Mayoritaria en este tipo de sociedades. Está formada por profesionales liberales (abogados, médicos, arquitectos...) y asalariados con cierto nivel de preparación, que suelen desempeñar puestos de nivel medio y medioalto en la administración pública y en la empresa. La clase baja: Supone un porcentaje importante de la población. Su tamaño aumenta en las sociedades menos desarrolladas, y disminuye en las más desarrolladas. Formada por trabajadores poco o nada cualificados, trabajadores en paro y marginados sociales. En nuestra sociedad las clases sociales se configuran sobre todo por el poder económico. Todas las sociedades se encuentran estratificadas, es decir, organizadas en grupos de personas que tienen diferentes grados de poder, capacidad económica o prestigio. Las formas más comunes de estratificación social son los sistemas de castas y las clases sociales. Todas las sociedades se encuentran estratificadas, es decir, organizadas en grupos de personas que tienen diferentes grados de poder, capacidad económica o prestigio. Las formas más comunes de estratificación social son los sistemas de castas para las culturas orientales y las clases sociales. Ser social del hombre

61 DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY Carta Cuaresmal 2015 Papa Francisco
INSTITUTO DIACONAL DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY El cambio social Entendemos por cambio social la transformación de la estructura u organización de la sociedad. Las sociedades pueden sufrir transformaciones de equilibrio o de estructura. Estos dos tipos de cambio pueden ser progresivos o radicales. Los factores más importantes que provocan cambio social son: El demográfico. El económico. El ideológico. Hasta ahora hemos estudiado a la sociedad desde un punto de vista estático, cuando analizábamos su estructura vamos a analizar, por último, la sociedad desde un punto de vista dinámico, fijándonos en las formas en las que cambia. Entendemos por cambio social la transformación de la estructura u organización de la sociedad. El cambio social se produce siempre entre dos periodos de equilibrio o estabilidad. Por la razón que sea (que luego veremos), una estructura social deja de ser útil y se desestabiliza. Tras un periodo de desorden y confusión, se da paso a una nueva estructura social que funciona de forma estable. Existen dos tipos de cambio social: Transformación de equilibrio: Se trata de un cambio dentro de la organización de una sociedad que no supone una alteración tan importante como para que hablemos de que se ha cambiado el sistema social. Pueden ser cambios, por ejemplo, en las funciones de un grupo o clase social, en las normas de convivencia de la sociedad o de parte de ella, de lo que se espera de un determinado rol social o del estatus que se adscribe a un grupo social concreto. Por ejemplo, la admisión de mujeres en profesiones tradicionalmente masculinas supondrá una transformación de equilibrio, que modifica aspectos de la sociedad pero no cambia el sistema social completo. Transformación de estructura: Se trata de cambios profundos en la estructura social, de forma que se puede hablar de un nuevo sistema social. Por ejemplo, el paso en las sociedades primitivas de sistemas cazadores a agrarios, supuso un cambio profundo en la estructura de la sociedad que las transformó por completo. Estos dos tipos de cambios pueden darse de dos formas diferentes: De forma lenta y progresiva, de forma que resulta inapreciable para los individuos que lo están viviendo. Esto puede ocurrir en las transformaciones de equilibrio (por ejemplo, la relajación de las normas sobre vestimenta en la sociedad actual), pero también en las transformaciones de estructura (el paso de una sociedad cazadora a una sociedad agrícola que citamos antes, por ejemplo). De forma rápida y radical, de forma que resulte traumática para los individuos que lo viven. Se trata de una transformación revolucionaria. La Revolución Francesa, por ejemplo, fue una transformación de este tipo, que supuso un cambio radical en la forma de organización de la sociedad. Factores del cambio social Las sociedades son realidades dinámicas, que tienen el cambio como un elemento fundamental. Sin embargo, existen factores que pueden favorecer la aparición de cambios profundos en la sociedad: Factor demográfico: El aumento o disminución rápido de la población puede ser causa de cambios sociales profundos. Tanto si la población crece como si decrece rápidamente, pueden producirse cambios importantes en la forma de vida. La falta de población puede, por ejemplo, provocar falta de mano de obra y de consumidores, o provocar un envejecimiento de la población. El aumento rápido de población puede hacer escasos los recursos, forzar la emigración o hacer aumentar las bolsas de pobreza y marginación. Las sociedades pueden sufrir transformaciones de equilibrio (cambios parciales que no afectan a la sociedad en su conjunto) o transformaciones de estructura (cambios profundos que cambian la sociedad en su conjunto). Estos dos tipos de cambio pueden ser progresivos o radicales. Los factores más importantes que provocan cambio social son el factor demográfico, el económico y el ideológico. 1. «Si un miembro sufre, todos sufren con él» (1 Co 12,26) – La Iglesia La caridad de Dios que rompe esa cerrazón mortal en sí mismos de la indiferencia, nos la ofrece la Iglesia con sus enseñanzas y, sobre todo, con su testimonio. Sin embargo, sólo se puede testimoniar lo que antes se ha experimentado. El cristiano es aquel que permite que Dios lo revista de su bondad y misericordia, que lo revista de Cristo, para llegar a ser como Él, siervo de Dios y de los hombres. 2. «¿Dónde está tu hermano?» (Gn 4,9) – Las parroquias y las comunidades Lo que hemos dicho para la Iglesia universal es necesario traducirlo en la vida de las parroquias y comunidades. En estas realidades eclesiales ¿se tiene la experiencia de que formamos parte de un solo cuerpo? ¿Un cuerpo que recibe y comparte lo que Dios quiere donar? ¿Un cuerpo que conoce a sus miembros más débiles, pobres y pequeños, y se hace cargo de ellos? ¿O nos refugiamos en un amor universal que se compromete con los que están lejos en el mundo, pero olvida al Lázaro sentado delante de su propia puerta cerrada? (cf. Lc 16,19-31). Para recibir y hacer fructificar plenamente lo que Dios nos da es preciso superar los confines de la Iglesia visible. 3. «Fortalezcan sus corazones» (St 5,8) – La persona creyente También como individuos tenemos la tentación de la indiferencia. Estamos saturados de noticias e imágenes tremendas que nos narran el sufrimiento humano y, al mismo tiempo, sentimos toda nuestra incapacidad para intervenir. ¿Qué podemos hacer para no dejarnos absorber por esta espiral de horror y de impotencia? En primer lugar, podemos orar en la comunión de la Iglesia terrenal y celestial. No olvidemos la fuerza de la oración de tantas personas. En segundo lugar, podemos ayudar con gestos de caridad, llegando tanto a las personas cercanas como a las lejanas. Y, en tercer lugar, el sufrimiento del otro constituye un llamado a la conversión, porque la necesidad del hermano me recuerda la fragilidad de mi vida, mi dependencia de Dios y de los hermanos.  El pueblo de Dios, por tanto, tiene necesidad de renovación, para no ser indiferente y para no cerrarse en sí mismo. La Iglesia: «Si un miembro sufre, todos sufren con él» (1Co 12,26) Las parroquias y las comunidades: «¿Dónde está tu hermano?» (Gn 4,9) La persona creyente: «Fortalezcan sus corazones» (St 5,8) Carta Cuaresmal 2015 Papa Francisco Ser social del hombre

62 El hombre como ser frágil
INSTITUTO DIACONAL DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY El hombre como ser frágil

63 DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY
INSTITUTO DIACONAL DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY Esquema:  Ser frágil Necesidades Ser terrestre, frágil, corruptible y mortal Las bienaventuranzas Confiar en Dios El hombre como ser frágil

64 DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY
INSTITUTO DIACONAL DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY Ser frágil El hombre es un ser frágil y contingente. Tan pobre que le resulta imposible regalarse un solo cabello. Bastante rico como para superar con un destello de su mente al universo entero. El hombre nace del limo de la tierra, y sin embargo, viene de allá lejos, más lejos de donde brillan las estrellas. Es palabra de Dios pronunciada en la nada. Es nada y es de Dios. Ahí están toda su indigencia y toda su riqueza. Lo que es al hombre la palabra, es el hombre para Dios. Cuando se piensa y pronuncia, es; cuando dejamos de pensarla y decirla, se desvanece en la nada. El hombre como ser frágil

65 DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY
INSTITUTO DIACONAL DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY Ser frágil Sabemos que el hombre desde el inicio de su vida es un ser con un esqueleto organizacional, deficiente, frágil, quebradizo en lo físico, en lo mental y en la estructura de su pensamiento, el desarrollo vital de este ser depende de diversos factores. Desde la antigüedad los griegos y los romanos lo definen como el animal desnudo. El hombre como ser frágil

66 DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY
INSTITUTO DIACONAL DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY Ser frágil Un ejemplo es La Fábula del Hombre, descrita por Plinio: “Sólo el hombre en el día de su nacimiento, es arrojado desnudo sobre el desnudo suelo para prorrumpir de inmediato en el llanto y quejido; ningún otro entre los animales es más propenso a las lágrimas y esto desde el primer momento de vida, la tan mentada sonrisa de la infancia no es conferida a ningún niño menor de 6 semanas de nacido, este débil alumbramiento es seguido por un periodo de cautiverio, que no padecen ni siquiera los animales criados en nuestro medio, pues se aprisionan todos los miembros del infante viviendo de tal modo yace con pies y manos, engrillado y llorando”. El hombre como ser frágil

67 DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY
INSTITUTO DIACONAL DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY Necesidades De esto se derivan las necesidades humanas, intelectualmente ésta fragilidad se manifiesta en un conjunto de necesidades muy distintas en la intensidad y la expresión, además de que como ser racional tiene la capacidad de construir nuevas necesidades que no tenía anteriormente, pero que las hace vitales para subsistir y desarrollarse, (capacidad que se ve en el crecimiento comercial y tecnológico del mundo actual) convirtiendo lo banal y superfluo en necesidad vital. El hombre como ser frágil

68 Ser terrestre, frágil, corruptible y mortal
INSTITUTO DIACONAL DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY Ser terrestre, frágil, corruptible y mortal Es la faceta expresada por el vocablo basar/sárx. En el salmo 78, el cantor medita sobre los hombres, que "son carne, un soplo que se va y no retorna" (v. 39). El Déutero-Isaías afirma que, en cuanto ser carnal, "el hombre es como hierba y que toda su gloria es como flor del campo, heno que se seca y hierba que se aja" (40,6-7). En el libro de Job leemos: "Si Él (Dios) retirara hacia sí su soplo, si retrajera a sí su aliento, al instante perecería toda carne y el hombre al polvo volvería" (34,14-15). El hombre como ser frágil

69 Ser terrestre, frágil, corruptible y mortal
INSTITUTO DIACONAL DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY Ser terrestre, frágil, corruptible y mortal En el NT, Jn 1,14: el evangelista confiesa ahí que el Verbo se hizo "carne" (sárx), es decir, ser mundano, frágil y mortal. También en el cuarto evangelio leemos la lapidaria sentencia: "El espíritu es el que da vida. La carne no sirve para nada. Las palabras que os he dicho son espíritu y vida" (6,63). Igualmente Pablo con el vocablo sárx subraya la condición creada y finita estructural del hombre. El hombre como ser frágil

70 Ser terrestre, frágil, corruptible y mortal
INSTITUTO DIACONAL DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY Ser terrestre, frágil, corruptible y mortal En 2Cor 4,11 afirma que la vida de Cristo se manifiesta "en su carne mortal". Su existencia actual "en la carne", precisa en Gál 2,20, la vive como creyente en el Hijo de Dios. Encarcelado, afirma que está interiormente dividido entre el deseo de unirse definitivamente con Cristo más allá de la muerte y el deseo de permanecer "en la carne", es decir, seguir en la vida terrena (Flp 1,22-24). Hay que notar que el apóstol, de modo original e innovador, con el vocablo carne, sobre todo en las cartas a los Gálatas y a los Romanos, expresa también la situación existencial del hombre dominado por la potencia maligna del pecado y destinado a la perdición eterna (la muerte). El hombre como ser frágil

71 Ser terrestre, frágil, corruptible y mortal
INSTITUTO DIACONAL DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY Ser terrestre, frágil, corruptible y mortal Basta citar Rom 7,5.14: "Pues cuando estábamos a merced de la carne, las pasiones, que inducen al pecado, avivadas por la ley obraban en nuestros miembros produciendo frutos dignos de muerte... Sabemos que la ley es espiritual, pero yo soy carnal, vendido como esclavo al poder del pecado"; y Rom 8,12-13: "Así pues, hermanos, no somos deudores de la carne, para tener que vivir según la carne; porque si vivís según la carne, moriréis". El hombre como ser frágil

72 DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY
INSTITUTO DIACONAL DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY Las bienaventuranzas "Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los cielos. Bienaventurados los mansos, porque ellos poseerán en herencia la tierra. Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados. Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados. Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia. Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios. Bienaventurados los que buscan la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios. Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los cielos. Bienaventurados seréis cuando os injurien, os persigan y digan con mentira toda clase de mal contra vosotros por mi causa. Alegraos y regocijaos porque vuestra recompensa será grande en los cielos". (Mt 5,3-12). El hombre como ser frágil

73 DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY
INSTITUTO DIACONAL DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY Confiar en Dios Jesús no es solamente un profesor de moral que enseña a los hombres los principios de una conducta conforme con su dignidad y su vocación; es ante todo el heraldo de la buena noticia de la salvación concedida por Dios. Pero no se contenta con proclamar únicamente con sus palabras esta buena noticia; la manifiesta además con su conducta para con los pequeños, los pobres, los enfermos, los desheredados de todo género, empezando por los pecadores. Tanto si se trata de las bienaventuranzas como de las parábolas, su palabra no puede separarse nunca de sus hechos, ya que no hace más que ilustrar su sentido y su alcance. El hombre como ser frágil

74 DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY
INSTITUTO DIACONAL DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY Confiar en Dios Más que portadoras de un mensaje teológico y cristológico, más que una enseñanza que pide una transformación de nuestra manera de pensar y de obrar, las bienaventuranzas son ante todo una proclamación de felicidad. Conviene que no lo olvidemos. Proclamación de felicidad, y no solamente promesa de felicidad. Las bienaventuranzas declaran dichosas a las personas referidas. Los pobres, o los pobres de espíritu, son dichosos; lo son efectivamente en el momento en que se les llama así. Lo que pasa es que tienen que tomar conciencia de ello. Las bienaventuranzas no son una promesa ni un deseo, sino una fórmula de felicitación. El hombre como ser frágil

75 Acompañamiento del enfermo
INSTITUTO DIACONAL DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY Acompañamiento del enfermo

76 DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY
INSTITUTO DIACONAL DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY Esquema:  ¿Qué significa acompañar? Objetivos en el acompañamiento Modelo del Buen Samaritano La dimensión espiritual Necesidades espirituales en la enfermedad Acompañamiento del enfermo

77 DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY ¿Qué significa acompañar?
INSTITUTO DIACONAL DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY ¿Qué significa acompañar? El acompañamiento es un servicio de mediación a la persona que busca el sentido de su vida desde la coherencia interna, la interiorización de significados y las propuestas de futuro. Significa: Disponerse a entrar en tierra sagrada “Hacerse cargo” de la experiencia ajena Generar salud Caminar al lado Simbólicamente “Comer el pan juntos” En este acompañamiento, la oración y, de forma especial, los sacramentos de la Eucaristía, del Perdón y de la Unción constituyen el momento culminante del camino de la fe, del encuentro con Dios en Cristo misericordioso, a través de la mediación humana. Acompañamiento del enfermo

78 DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY Objetvos en el acompañamiento
INSTITUTO DIACONAL DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY Objetvos en el acompañamiento Asumir la experiencia ajena. Acoger el sufrimiento del prójimo. Preocuparse por todo sin preocupar. Conmoverse sin compadecer. Comprender sus “rarezas” sin incomodarse. No crear dependencias. Infundir ánimo, fuerza y esperanza. Acompañamiento del enfermo

79 DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY Objetvos en el acompañamiento
INSTITUTO DIACONAL DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY Objetvos en el acompañamiento Estar disponible sin disponer. Moralizar. Recorrer el incierto camino. Compañía sana. Investigar o interrogar. Orar en los sacramentos. Decir lo que tiene que hacer, sentir o pensar. Acompañamiento del enfermo

80 DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY Modelo del Buen Samaritano
INSTITUTO DIACONAL DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY Modelo del Buen Samaritano Toma de conciencia: “Al verlo…“. Compasión: “…se compadeció de él“. Proximidad: “Se acercó“. Donación: “Le vendó las heridas, echando en ellas aceite y vino“. Acompañamiento: “Lo montó en su cabalgadura, lo llevó a una posada y cuidó de él“. Colaboración: “Al día siguiente sacó unos dineros y se los dio al posadero“ Ser buenos samaritanos significa interiorizar y testimoniar la ética, siempre antigua y siempre nueva, que sabe transformar el conocimiento y la toma de conciencia de una necesidad en un encuentro de solidaridad. Acompañamiento del enfermo

81 DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY La dimesnión espiritual
INSTITUTO DIACONAL DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY La dimesnión espiritual Se refiere a aquellos aspectos de la vida humana que tienen que ver con experiencias que transcienden fenómenos sensoriales. No es lo mismo que religioso, aunque para muchos la dimensión espiritual incluye un componente religioso; se percibe vinculado con el significado y el propósito y, al final de la vida con la necesidad de perdón, reconciliación o afirmación de los valores. La dimensión espiritual es más amplia que la religiosa, nos define y nos une por encima de las creencias, nos hace reconocernos deseosos de trascendencia, buscadores de sentido, buscadores del bien y de la hondura de nuestra condición. La experiencia de la enfermedad hace que surjan preguntas sobre el sentido de la vida, del sufrimiento, de la muerte,… hace que el mundo de los valores sea interpelado. Acompañamiento del enfermo

82 DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY Necesidades espirituales en la enfermedad
INSTITUTO DIACONAL DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY Necesidades espirituales en la enfermedad La limitación del enfermo. Preguntas por el sentido de la enfermedad. Identificación o vivencia de nuevos valores. Reminiscencia. Auto perdón. Valoración positiva de las propias opciones de la vida. Sana relación consigo mismo y con los demás. Presencia simbólico-celebrativa. Acompañamiento del enfermo

83 DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY El enfermo y la enfermedad
INSTITUTO DIACONAL DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY El enfermo y la enfermedad El Enfermo y la enfermedad no es un bien a invocar, sino un mal a superar; un mal que se puede transformar en fuente de bien. Toda enfermedad es una experiencia vivida en lo íntimo de la historia personal y familiar. Aunque en general vivimos más sanos y más tiempo, en determinados ámbitos la situación ha empeorado. Baste pensar en el aumento de las enfermedades mentales y psicosomáticas o en el imparable avance de la depresión, que arrecia en los países tecnológicamente más avanzados, poniendo al descubierto su fragilidad y vulnerabilidad de fondo, más evidente aún es el difuso fenómeno de las llamadas enfermedades sociales: alcoholismo, adicción farmacológica, drogodependencia y SIDA. Acompañamiento del enfermo

84 Acompañamiento espiritual en la enfermedad
INSTITUTO DIACONAL DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY Acompañamiento espiritual en la enfermedad El acompañamiento espiritual en la enfermedad, se traduce, en una serie de habilidades, entre las cuales destacamos la escucha activa, la respuesta empática, la asertividad, la personalización, la inmediatez,… estas habilidades, bien utilizadas, garantizan un tipo de acompañamiento espiritual centrado en la persona -no superficialmente centrado en el problema- y no directivo, sino facilitador. Esa es la clave: facilitar, no imponer; acompañar, no dar soluciones; escuchar, no dar falsos consuelos o consejos no solicitados. Acompañar a las personas en el camino de sus vidas ayudándolas a descubrir en ellas la presencia de Dios. Es pues un servicio de misericordia y esperanza, de acogida y animación que realiza la Iglesia, como expresión de su misión. Acompañamiento del enfermo

85 Acompañamiento espiritual en la enfermedad
INSTITUTO DIACONAL DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY Acompañamiento espiritual en la enfermedad Especificidad en el acompañamiento espiritual en la enfermedad: Por sus efectos – El resultado debe ser un crecimiento en las relaciones interpersonales y con Dios. Por su filosofía – Reconoce a Dios como último agente del proceso de curación. Por sus instrumentos – Se desarrolla en un contexto de ágape. Por sus fuentes – Se inspira en la tradición cristiana. Por sus agentes – Agentes de pastoral desarrollan su misión en el nombre del Señor y como miembros de la Iglesia. Por su finalidad última – Tiende a profundizar la relación con la persona de Dios. Acompañamiento del enfermo

86 Acompañamiento espiritual en la enfermedad
INSTITUTO DIACONAL DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY Acompañamiento espiritual en la enfermedad El acompañamiento pastoral, presupone una cierta teología y un modo de concebir y mediar la acción del Espíritu Santo. Es precisamente la conciencia de la intervención de Dios en la acción del Espíritu lo que sitúa el acompañamiento en su rol de testimonio. Todo el que ejerce el acompañamiento pastoral en la comunidad cristiana, en el horizonte del sacerdocio universal, sabe que no puede atribuirse a sí mismo, a sus capacidades humanas y a las técnicas usadas el éxito de su acompañamiento. Acompañamiento del enfermo

87 DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY Acompañamiento espiritual al enfermo
INSTITUTO DIACONAL DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY Acompañamiento espiritual al enfermo  Jesús, modelo de acompañamiento espiritual permite que la narración de Emaús pase a la historia. Jesús se acerca a los hombres dolientes que caminan y se interesa por su preocupación. Luego explica y confronta y al final celebra. Su acercarse se ha transformado en oportunidad de curación. Este proceso tiene su pedagogía y puede constituir un excelente modelo para el acompañamiento espiritual en el sufrimiento: primero escuchar, luego confrontar personalizando(nunca antes de escuchar y acoger incondicionalmente) y finalmente celebrar en torno a la Mesa de la Gracia. Acompañamiento del enfermo

88 Acompañamiento espiritual en la enfermedad
INSTITUTO DIACONAL DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY Acompañamiento espiritual en la enfermedad El Agente de Pastoral ofrece su presencia no requerida a los enfermos. No hay posibilidad de acompañamiento sin el ofrecimiento de una presencia, y una vez aceptada hay que caminar juntos, el acompañante y el acompañado escrutan juntos los signos indicadores de la buena dirección, comparten las ansias y las esperanzas, identifican los signos de la presencia del Señor. Descubrimos el valor último del acompañamiento a los enfermos cuando tomamos conciencia de que estamos ante el mismo Señor. Visitar al enfermo es entrar en tierra sagrada y las actitudes que nos habiten habrán de ser como quien, de puntillas, se acerca al misterio del mismo Señor. Acompañamiento del enfermo

89 Oportunidad de aprendizaje para el enfermo
INSTITUTO DIACONAL DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY Oportunidad de aprendizaje para el enfermo

90 DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY
INSTITUTO DIACONAL DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY Esquema:  La enfermedad y la persona humana El enfermo ante la realidad de su enfermedad Aprendo a encontrarme con Cristo el Buen Samaritano Aprendo a darle sentido a mi enfermedad Oportunidad de aprendizaje para el enfermo

91 La enfermedad y la persona humana
INSTITUTO DIACONAL DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY La enfermedad y la persona humana La enfermedad en la vida humana CEC: (CEC 1500) La enfermedad y el sufrimiento se han contado siempre entre los problemas más graves que aquejan la vida humana. En la enfermedad, el hombre experimenta su impotencia, sus límites y su finitud. Toda enfermedad puede hacernos entrever la muerte. ¿Qué aprendo desde mi humanidad, ante mi enfermedad? La enfermedad y el sufrimiento que lleva consigo, me hace dar cuenta de mi realidad temporal, puedo reflexionar sobre que pasará conmigo una vez que muera. Una excelente oportunidad para plantear ante mi las realidades eternas. Oportunidad de aprendizaje para el enfermo

92 La enfermedad y la persona humana
INSTITUTO DIACONAL DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY La enfermedad y la persona humana Aprendo que necesito de los demás, (médicos, enfermeras, familiares, amigos), y que a su vez los otros pueden necesitar de mí, me doy cuenta del valor del acompañamiento, de la solidaridad y que mi enfermedad en este contexto es más ligera. Conozco mis limites y fortalezas, y aprendo a reconocer que donde mis fuerzas ya no pueden actuar, Dios me fortalece de diferentes formas, me hace humilde. Oportunidad de aprendizaje para el enfermo

93 El enfermo ante la realidad de su enfermedad
INSTITUTO DIACONAL DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY El enfermo ante la realidad de su enfermedad (CEC 1501). La enfermedad puede conducir a la angustia, al repliegue sobre sí mismo, a veces incluso a la desesperación y a la rebelión contra Dios. Puede también hacer a la persona más madura, ayudarla a discernir en su vida lo que no es esencial para volverse hacia lo que lo es. Con mucha frecuencia, la enfermedad empuja a una búsqueda de Dios, un retorno a Él. Ante esta realidad que nos muestra el Catecismo de la Iglesia Católica, necesitamos aprender a no caer en la angustia, y desesperación, podemos llegar hacer una carga para quienes nos rodean, la invitación es a darle un sentido trascendente a este misterio, descubrir a Dios que no permanece inmóvil ante nuestro sufrimiento. Oportunidad de aprendizaje para el enfermo

94 Aprendo a encontrarme con Cristo el Buen Samaritano
INSTITUTO DIACONAL DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY Aprendo a encontrarme con Cristo el Buen Samaritano Parábola del buen samaritano: Jesús empezó a decir: «Bajaba un hombre por el camino de Jerusalén a Jericó y cayó en manos de unos bandidos, que lo despojaron hasta de sus ropas, lo golpearon y se marcharon dejándolo medio muerto. Por casualidad bajaba por ese camino un sacerdote; lo vio, dio un rodeo y siguió. Lo mismo hizo un levita que llegó a ese lugar: lo vio, dio un rodeo y pasó de largo. Un samaritano también pasó por aquel camino y lo vio, pero éste se compadeció de él. Se acercó, curó sus heridas con aceite y vino y se las vendó; después lo montó sobre el animal que traía, lo condujo a una posada y se encargó de cuidarlo. Al día siguiente sacó dos monedas y se las dio al posadero diciéndole: «Cuídalo, y si gastas más, yo te lo pagaré a mi vuelta.» Jesús entonces le preguntó: «Según tu parecer, ¿cuál de estos tres se hizo el prójimo del hombre que cayó en manos de los salteadores?» El maestro de la Ley contestó: «El que se mostró compasivo con él.» Y Jesús le dijo: «Vete y haz tú lo mismo.» (Lc 10, 25-37). Oportunidad de aprendizaje para el enfermo

95 Aprendo a encontrarme con Cristo el Buen Samaritano
INSTITUTO DIACONAL DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY Aprendo a encontrarme con Cristo el Buen Samaritano ¿Qué podemos aprender desde la perspectiva de nuestra enfermedad en ésta parábola? Si nos situamos en la persona del hombre golpeado medio muerto, podemos encontrar la luz de la misericordia de Dios en el buen samaritano, que nuestro caso puede ser aquélla persona que está junta a nosotros en los momentos más difíciles de nuestra enfermedad, porque no el agente de pastoral de la salud, un pariente, el mismo médico, si lo reflexionamos bajo este contexto, tendremos un aprendizaje profundo de la misericordia de Dios, del Dios que no nos abandona en ningún momento de nuestra vida. Antes se queda con nosotros hasta el fin de los tiempos. Oportunidad de aprendizaje para el enfermo

96 Aprendo a encontrarme con Cristo el Buen Samaritano
INSTITUTO DIACONAL DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY Aprendo a encontrarme con Cristo el Buen Samaritano ¿Qué podemos aprender desde la perspectiva de nuestra enfermedad en ésta parábola? (Mt, 29, 18-20) Jesús se acercó y les habló así: «Me ha sido dada toda autoridad en el Cielo y en la tierra. Vayan, pues, y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos. Bautícenlos en el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enséñenles a cumplir todo lo que yo les he encomendado a ustedes. Yo estoy con ustedes todos los días hasta el fin de la historia.» Nos encontramos aquí con una doble dimensión, Jesús en la persona del enfermo y Jesús en la persona del buen samaritano. (Cristo médico). Oportunidad de aprendizaje para el enfermo

97 Aprendo a encontrarme con Cristo el Buen Samaritano
INSTITUTO DIACONAL DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY Aprendo a encontrarme con Cristo el Buen Samaritano (CEC 1506) Cristo invita a sus discípulos a seguirle tomando a su vez su cruz (Cfr. Mt 10,38). Siguiéndole adquieren una nueva visión sobre la enfermedad y sobre los enfermos. Jesús los asocia a su vida pobre y humilde. Les hace participar de su ministerio de compasión y de curación: "Y, yéndose de allí, predicaron que se convirtieran; expulsaban a muchos demonios, y ungían con aceite a muchos enfermos y los curaban" (Mc 6,12-13). Vemos como en Mateo está latente la invitación a tener la visión del buen samaritano en la enfermedad de nuestro hermano, al asociarnos a éste encuentro con el hermano que sufre, se convierte en “ministerio de compasión y curación”. Oportunidad de aprendizaje para el enfermo

98 DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY Aprendo a darle sentido a mi enfermedad
INSTITUTO DIACONAL DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY Aprendo a darle sentido a mi enfermedad (Mensaje a los enfermos San Juan Pablo II Hospital Lic. Adolfo López Mateos Ciudad de México ) La situación de los enfermos en el mundo y en la Iglesia no es, de ningún modo, pasiva. A este respecto, quiero recordar las palabras que les dirigieron los Padres Sinodales al concluir la VII asamblea general ordinaria del Sínodo de los Obispos: "Contamos con vosotros para enseñar al mundo entero lo que es el amor. Haremos todo lo posible para que encontréis el lugar al que tenéis derecho en la sociedad y en la Iglesia" (Per Concilii semitas ad Populum Dei Nuntius, 12). Como escribí en mi Exhortación apostólica Christifideles laici "A todos y a cada uno se dirige el llamamiento del Señor: también los enfermos son enviados como obreros a su viña. Oportunidad de aprendizaje para el enfermo

99 DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY Aprendo a darle sentido a mi enfermedad
INSTITUTO DIACONAL DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY Aprendo a darle sentido a mi enfermedad El peso que oprime a los miembros del cuerpo y menoscaba la serenidad del alma, lejos de retraerles del trabajar en la viña, los llama a vivir su vocación humana y cristiana y a participar en el crecimiento del Reino de Dios con nuevas modalidades, incluso más valiosas [...] muchos enfermos pueden convertirse en portadores del 'gozo del Espíritu Santo en medio de muchas tribulaciones' (1Ts 1,6) y ser testigos de la Resurrección de Jesús" (n. 53). En este sentido, es oportuno tener presente que los que viven en situación de enfermedad no sólo están llamados a unir su dolor a la Pasión de Cristo, sino a tener una parte activa en el anuncio del Evangelio, testimoniando, desde la propia experiencia de fe, la fuerza de la vida nueva y la alegría que vienen del encuentro con el Señor resucitado (Cfr. 2Co 4, 10-11; 1P 4, 13; Rm 8, 18ss). Oportunidad de aprendizaje para el enfermo

100 DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY Aprendo a darle sentido a mi enfermedad
INSTITUTO DIACONAL DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY Aprendo a darle sentido a mi enfermedad Nos dice San Juan Pablo II, también los enfermos son enviados como obreros a su viña. Podría parecernos un poco duro o difícil de entender, pero de la perspectiva cristiana y a la luz del misterio salvífico, esto es posible, y entender esto es aprender a darle un sentido nuevo a mi enfermedad, un sentido de salvación y de redención. Es entender como mi hermano al encontrarme en la enfermedad al igual que el buen samaritano encuentra en el camino al hombre apaleado, encuentra a Cristo, un Cristo doliente, que sufre, pero que sobre todas las cosas ama. Oportunidad de aprendizaje para el enfermo

101 DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY Aprendo a darle sentido a mi enfermedad
INSTITUTO DIACONAL DEL ARZOBISPADO DE MONTERREY Aprendo a darle sentido a mi enfermedad En la ayuda que recibo de mi prójimo, en la enfermedad, lo estoy ayudando a santificarse, a encontrar a Cristo en mi persona, y desde esa perspectiva me convierto en obrero en la viña del Señor. (CEC 1505) Conmovido por tantos sufrimientos, Cristo no sólo se deja tocar por los enfermos, sino que hace suyas sus miserias: "El tomó nuestras flaquezas y cargó con nuestras enfermedades" (Mt 8,17; Cfr Is 53,4). Oportunidad de aprendizaje para el enfermo


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