Normalmente, sin embargo, ya no estamos en la posición de tener que imaginar los deseos del jaguar en el tiempo para escapar de sus garras. En cambio,

Presentación del tema: "Normalmente, sin embargo, ya no estamos en la posición de tener que imaginar los deseos del jaguar en el tiempo para escapar de sus garras. En cambio,"— Transcripción de la presentación:

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2 Normalmente, sin embargo, ya no estamos en la posición de tener que imaginar los deseos del jaguar en el tiempo para escapar de sus garras. En cambio, estamos trayendo animales dentro y pedirles que se conviertan en miembros de nuestras familias. Para ello, antropomorfismos dejar de contribuir para incorporar esos animales en nuestros hogares, y tienen los más suaves, relaciones plenas con ellos. Esto no quiere decir que siempre estamos mal con nuestras atribuciones: podría ser cierto que nuestro perro está triste, celoso, inquisitivo, deprimido - o querer un sándwich de mantequilla de maní para el almuerzo. Pero estamos casi seguro que no justificados al afirmar, por ejemplo, la depresión de las pruebas de que: los ojos tristes, el fuerte suspiro. Nuestras proyecciones sobre los animales son a menudo empobrecidos - o totalmente fuera de lugar. Podemos juzgar a un animal para ser felices cuando vemos un repunte de las comisuras de la boca, una "sonrisa" tal, sin embargo, puede ser engañoso.

3 Los perros no actúan en el mundo por la manipulación de objetos o echando un vistazo a ellos, ya que la gente puede, o señalando y pidiendo a otros a actuar sobre el objeto (como el tímido podría), sino que con valentía se pasean hasta un nuevo y desconocido objeto, estirar sus magníficas hocicos a milímetros de la misma, y tomar un buen profunda aspiración. Esa nariz de perro, en la mayoría de las razas, es cualquier cosa menos sutil. El hocico celebración de la nariz proyecta luz para examinar una nueva persona segundos antes de que el mismo perro llega a la escena. Y el sniffer no es sólo un adorno encima de la boca, es la principal cabeza de cartel y húmedo. Lo que sugiere su importancia, y lo confirma toda la ciencia, es que el perro es una criatura de la nariz.

4 La mirada del perro es un examen, un sentido: la mirada en otra criatura animada. Él nos ve, lo que podría implicar que él piensa de nosotros - y nos gusta tener en cuenta. Naturalmente nos preguntamos, en ese momento de la mirada compartida, es el pensamiento del perro de nosotros la manera en que pensamos sobre el perro? ¿Qué sabe de nosotros?