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1
Sé que mi esplendor te asusta,
que ante mi grandeza tratas de afianzarte tú mismo.
2
Pues bien, vengo por tanto a ti como niño, para que puedas acogerme y amarme.
3
y los suyos no lo recibieron»
«Vino a su casa, y los suyos no lo recibieron»
4
y los suyos no la recibieron»
No tenemos tiempo para Dios «Vino a su casa, y los suyos no la recibieron»
5
Estamos completamente «llenos» de nosotros mismos, de modo que ya no queda espacio alguno para Dios.
6
Los niños, los pobres, los extranjeros.
Y, por eso, tampoco queda espacio para los otros Los niños, los pobres, los extranjeros.
7
Y reconozca tu verdadero rostro.
Ilumina, a quien se creen en el deber de aplicar la violencia en tu nombre, para que aprendan a comprender lo absurdo de la violencia Y reconozca tu verdadero rostro.
8
Feliz Navidad
9
http://www.granosdemaiz.com HOMILÍA DEL SANTO PADRE BENEDICTO XVI
Basílica Vaticana Lunes 24 de diciembre de 2012
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