Apariciones de la Virgen en Fátima.

Presentación del tema: "Apariciones de la Virgen en Fátima."— Transcripción de la presentación:

1 Apariciones de la Virgen en Fátima

2 En 1916 tuvo la aparición del Ángel que preparó las apariciones de la Virgen. Fue en octubre.
El ángel de la Eucaristía tenía en la mano un Cáliz sobre el cual se hallaba impresa una hostia e hizo repetir a los niños por tres veces:

3 “Santísima Trinidad, Padre, Hijo, Espíritu Santo,
yo te adoro profundamente y te ofrezco el Preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de Nuestro Señor Jesucristo,

4 presente en todos los Sagrarios del mundo, en reparación
de los ultrajes, sacrilegios e indiferencias con que El mismo es ofendido;

5 y por los méritos infinitos de su Sagrado Corazón
y por la intercesión del Inmaculado Corazón de María te pido por la conversión de los pobres pecadores”

6 “Dios mío yo creo, yo adoro,
En la primavera de 1916 se apareció a los tres pastorcitos el Ángel de la Paz y les dijo: rezad conmigo: “Dios mío yo creo, yo adoro, yo espero y te amo. Te pido perdón por aquellos que no creen, ni adoran, ni esperan, ni aman”.

7 En el Verano de ese mismo año el Ángel de Portugal, les dijo:
Los Sagrados Corazones de Jesús y de María tienen sobre vosotros designios de misericordia. Orad mucho y haced sacrificios por tantos pecados como se cometen contra El y de suplica por la conversión de los pecadores.”

8 Fue el 13 de mayo en Cova de Iría, año de 1917. Entre esta fecha
La Primera Aparición Fue el 13 de mayo en Cova de Iría, año de Entre esta fecha y el 13 de Octubre, se aparece seis veces la Virgen a tres niños: Lucía, Jacinta y Francisco. Pide oraciones y penitencias por la conversión de los pecadores.

9 En la primera aparición el
13 de mayo de 1917 la Virgen preguntó a los videntes: ¿Queréis ofreceros al Señor y aceptar voluntariamente todos los sufrimientos que El os mande, en reparación de tantos pecados con que se ofende a la Divina Majestad, y para la conversión de los pecadores?

10 Después de esta aparición,
se pusieron de acuerdo los pequeños en guardar silencio para no ser molestados. Les prometió la Virgen ese día 13: los tres iréis al cielo; Jacinta y Francisco pronto, Lucía tendrá que permanecer por un tiempo en este mundo.

11 Aceptaron los sufrimientos
por los pecadores

12 Jacinta, aquella misma tarde del Domingo 13 de mayo,
en cuanto vio a su madre le dijo: “Oh Madre, vi a Nuestra Señora tan linda en Cova de Iría”… “y descubrió la promesa de que los llevaría al cielo”. “¿Pero que dijiste?” le reprochó Lucía enojada. Dije que la Señora nos prometió llevarnos al cielo”, contestó.

13 ¿Llegaste a decir eso?, volvió a reprocharle Lucía.
Entonces Jacinta dijo: Perdóname desde ahora no digo nada a nadie.

14 ni parientes, y éstos fueron más duros con ellos.
La Virgen les advirtió que sufrirían mucho, y así fue, puesto que nadie creía en ellos; ni extraños, ni parientes, y éstos fueron más duros con ellos.

15 Como la Virgen les pidió que acudieran en junio,
a medida que se acercaba ese día, más y más los hicieron sufrir con amenazas para que no fueran.

16 Pero ellos, obedientes a la voz de María
insistieron en ir y su madre (María Rosa), resolvió acompañarlos de lejos, por si eran agredidos.

17 y comenzaron a rezar el Rosario.
Una hora antes del medio día del 13 de junio ya había unas 50 personas reunidas; poco después llegaron los tres pequeños y comenzaron a rezar el Rosario.

18 Vuestra Merced me mandó venir aquí, hacedme el favor
Al mediodía, exactamente, Lucía, mirando por el lugar por donde había visto a la Virgen gritó: “Jacinta, ya viene Nuestra Señora allá, porque vi el relámpago “levantó las manos en oración y le dijo: Vuestra Merced me mandó venir aquí, hacedme el favor de decirme que deseáis”.

19 La Virgen les contestó: “Quiero que vengáis aquí en el
día 13 del mes que viene y recéis el Rosario intercalando entre los misterios la jaculatoria: “Oh Jesús perdónanos: Líbranos del fuego eterno del infierno, lleva todas las almas para el cielo especialmente las más necesitadas”.

20 Quiero que aprendáis a leer
y después os diré lo que quiero. Lucía le pidió a María Santísima, la salud para un doliente y ella le prometió que si, con tal que se convirtiera. Le pidió además que a los tres los llevara al cielo y la Virgen contestó:

21 A Jacinta y a Francisco los llevaré pronto, pero tu permanecerás un tiempo. Jesús quiere servirse de ti para hacerme conocer y amar. El quiere establecer en el mundo la devoción a mi Corazón Inmaculado.

22 “Yo nunca te dejaré Hija mía y mi Corazón Inmaculado será un refugio y el camino que te conducirá ante Dios.”

23 En éste momento cuenta Lucía, la Virgen abrió las manos y las juntó
y por segunda vez le comunicó un reflejo inmenso de luz que la envolvía y la dejó sumergida en Dios. Luego se retiró Nuestra Señora y fue como un cohete cuando sube, rápidamente. Los 50 asistentes nada vieron, sino como una nubecilla y humo blanco que se retiraba hacia el oriente.

24 sacrificaos por los pecadores y decid muchas veces,
El 13 de julio la Virgen se aparece por tercera vez y enseña a los niños esta jaculatoria, advirtiéndoles: sacrificaos por los pecadores y decid muchas veces, especialmente siempre que hagáis algún sacrificio: Oh Jesús, es por tu amor, por la conversión de los pecadores y en reparación de los pecados cometidos contra el Corazón Inmaculado de María.

25 Al decir estas últimas palabras,
la Virgen abre otra vez las manos y el reflejo misterioso que salía de ellas parece penetrar la tierra. Esta se abre espantosamente bajo los pies de los niños y contemplan la visión del infierno.

26 Vimos como un mar de fuego
Lucía la describe así: Vimos como un mar de fuego y sumergidos en ese fuego a los demonios y a las almas como si fuesen brasas transparentes y negras o bronceadas, en figura humana,

27 juntamente con nubes de humo cayendo por todas partes,
que fluctuaban en el incendio, llevadas por las llamas que salían en ellas mismas, juntamente con nubes de humo cayendo por todas partes, sin peso ni equilibrio entre gritos de dolor y desesperación que horrorizaban y hacían estremecer de pavor.

28 Según los escritos de Lucía,
a Jacinta le preocupó bastante ésta visión por lo que oraba y se sacrificaba mucho hasta el día de su muerte, pidiendo conversión para los pecadores. Decía que todas las penitencias y mortificaciones le parecían nada para conseguir librar de ir allí a las almas.

29 la vista hacia Nuestra Señora, quien nos dijo con bondad
Escribe Lucía: Cuando pasó esta visión aterradora, muy asustados, pidiendo socorro levantamos la vista hacia Nuestra Señora, quien nos dijo con bondad y tristeza:

30 en el reinado de Pio XI comenzará otra peor.
Habéis visto el infierno, a donde van las almas de los pobres pecadores. Para salvaros Dios quiere establecer en el mundo la devoción a mi Corazón Inmaculado. Si hicieren lo que os voy a decir, se salvarán muchas almas y tendrán paz. La guerra va a terminar; pero si no dejaren de ofender a Dios, en el reinado de Pio XI comenzará otra peor.

31 Cuando viereis una noche iluminada por una luz desconocida,
sabed que es la gran señal que Dios os da de que va a castigar al mundo debido a sus crímenes, por medio de la guerra, del hambre y de las persecuciones a la Iglesia y al Santo Padre. 5) Para impedirla, vendré a pedir la consagración de Rusia a mi Corazón Inmaculado y la comunión reparadora de los primeros sábados.

32 6) Si atendieren mis peticiones, Rusia se convertirá y tendrán Paz
6) Si atendieren mis peticiones, Rusia se convertirá y tendrán Paz. Si no, propagará sus errores por el mundo, promoviendo guerras y persecuciones a la Iglesia; los buenos serán martirizados; el Santo Padre tendrá mucho que sufrir; varias naciones serán aniquiladas.

33 8) En Portugal se conservarán siempre los Dogmas de fe? etc. etc.
7) Por fin mi Corazón Inmaculado triunfará. El Santo Padre me consagrará Rusia, que se convertirá y será concedido al mundo algún tiempo de paz. 8) En Portugal se conservarán siempre los Dogmas de fe? etc. etc.

34 Estos ocho párrafos son el texto de las visiones de Fátima
y de sus revelaciones. Los dos etcéteras que escribió Lucía en el párrafo octavo, en su carta memoria, contiene lo que se ha llamado Tercera parte del secreto.

35 El 19 de agosto de 1917 la Señora volvió a insistir:
Cuarta aparición: El 19 de agosto de 1917 la Señora volvió a insistir: Rezad, rezad y haced sacrificios por los pecadores. Pensad que muchas almas van al infierno porque no hay quien se sacrifique por ellas.

36 se aparece nuevamente a los tres pero no les da ningún mensaje.
Quinta aparición: El 13 de septiembre de 1917 se aparece nuevamente a los tres pero no les da ningún mensaje. Muchos presentes vieron un globo luminoso que acompañaba a la Señora

37 Lucía le dice a la Señora, decidme quien sois vos y que queréis de mi.
Sexta aparición: El 13 de octubre de 1917. Lucía le dice a la Señora, decidme quien sois vos y que queréis de mi. La señora finalmente revela su identidad y dice:

38 He venido para pedir a los hombres que cambien de vida
“Yo Soy la Virgen del Rosario. He venido para pedir a los hombres que cambien de vida y digan todos los días el rosario. Quiero que se erija aquí un templo en mi honor, la guerra terminara es preciso que se enmienden y que pidan perdón de tantos pecados. No ofendan más al Señor que ya está bastante ofendido”

39 Después de estas palabras fue el Milagro o prodigio solar del que fueron testigos miles y miles de personas. Alcanzó a retratarse y de el se hicieron numerosos relatos en periódicos del mundo.

40 Francisco y Lucía murieron en junio de 1921,

41 Lucía abandonó los lugares sagrados de las Apariciones,

42 para entregarse a una labor necesaria de formación cultural, religiosa
y humana en el Vilar (Porto).

43 Allí fue rigurosamente sometida a absoluta reserva y la cumplió.
Esta situación se prolongó hasta finales de 1927. Cuando en diciembre de 1925 la Hermana Lucía, ya en el Convento, recibe la Promesa de los Primeros Sábados de mes, descubre todo a su confesor de Pontevedra Don Lino García y al Director Espiritual.

44 Acojamos en nuestro corazón y con nuestras vidas los pedidos de nuestra Madre Bendita.
Santa María, Madre Bendita ruega por nosotros.

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