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Si tu frescura a veces nos sorprende tanto dichosa rosa, es que en tí misma, por dentro, pétalo contra pétalo, descansas.

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Presentación del tema: "Si tu frescura a veces nos sorprende tanto dichosa rosa, es que en tí misma, por dentro, pétalo contra pétalo, descansas."— Transcripción de la presentación:

1 Si tu frescura a veces nos sorprende tanto dichosa rosa, es que en tí misma, por dentro, pétalo contra pétalo, descansas.

2 Entre el clavel y la rosa, su majestad es coja

3 Si eres tú misma el rosal y las rosas, la noche de mi verso y sus estrellas, ¿a quién dedicaré este breve cielo, este arbusto, esta fuente, este desvelo?.

4 En la puerta de una iglesia una rosa me encontré, en un pétalo decía: nunca más te olvidare.

5 La verdad es como la rosa, siempre
tiene espinas

6 Esta es mi vida, un oscuro trabajo, un intenso anhelar, las rosas de mi patio y mi
vacío hogar.

7 No, nada llega tarde, porque todas las cosas tienen su tiempo justo, como el trigo y
las rosas.

8 Dios nos dió la memoria para que pudiéramos tener rosas
en diciembre.

9 Prefiero tener rosas en mi mesa que diamantes en mi cuello.

10 Si eres tú misma el rosal y las rosas, la noche de mi verso y sus estrellas, ¿a quién dedicaré este breve cielo, este arbusto, esta fuente, este desvelo?

11 En el silente sin nombre del agua que baña mis ramas, encontré una rosa roja, que perfuma mis
mañanas.

12 Rasca un grillo el silencio perfumado de rosas...

13 ¿Puede uno recordar el amor
¿Puede uno recordar el amor? Es como tratar de evocar el aroma de las rosas en un sótano. Puedes ver la rosa, pero nunca el perfume.

14 Un idealista es un hombre que, partiendo de que la rosa huele mejor que una col, deduce que una sopa de rosas tendría también mejor sabor.

15 En el jardín de la Iglesia se cultivan: las rosas de los mártires, los lirios de las vírgenes, las yedras de los casados, las violetas de las viudas.

16 Se le desprendieron las lilas y mimosas
Se le desprendieron las lilas y mimosas. Y cuando me incliné a tomarlas, él se arrodilló también. Bañé dichoso mi rostro entonces en las rosas frescas.

17 Coged las rosas mientras podáis, veloz el tiempo vuela.
La misma flor que hoy admiráis, mañana estará muerta…

18 Me creía rico con una flor única y resulta que no tengo más que una rosa ordinaria.

19 Fue el tiempo que pasaste con tu rosa lo que la hizo tan importante.

20 Un pintor puede pintar una rosa y un clavel, pero no puede pintar el amor de una
mujer.

21 ¿Cómo vive esa rosa que has prendido junto a tu corazón
¿Cómo vive esa rosa que has prendido junto a tu corazón? Nunca hasta ahora contemplé en la tierra sobre el volcán la flor.

22 Doncella sin amores, jardín sin flores
Doncella sin amores, jardín sin flores. Mujer que no cuida flores, no puede entender de amores. Música y flores llaman amores. Música y flores galas de amores.

23 Donde la mano siente el pinchazo de las espinas, los ojos descubren un ramo de rosas espléndidas, llenas de aroma.

24 Las grandes rosas rojas, cuyo brillo sangriento y áspero ardía bajo la ceniza húmeda de aquella mañana, me tentaban. Tenía grandes deseos de arrancar una. Pregunté el precio, sólo para poder acercarme a ellas lo más posible.

25 Bien sabe la rosa en qué mano se posa.

26 El amor es como una rosa... cosechas la semilla y al tiempo crece tan hermoso como la rosa.

27 Si quieres la rosa, tienes que aceptar la espina, si no sabes del dolor, no sabrás de la alegría.

28 Una sonrisa es más linda que una rosa.

29 Las verdades, como las rosas, tienen espinas; recíbelas por la parte de la flor
y no te pincharás.

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31 Ama las rosas, pero déjalas en su tallo.

32 Mi sangre nace en las venas de las rosas.

33 Aunque le arranques los pétalos, no privarás de su belleza a la flor.

34 Tu boca en mi boca, pétalos de rosa.

35 Maravilloso nido del vértigo, ¡Tu boca
Maravilloso nido del vértigo, ¡Tu boca! Dos pétalos de rosa abrochando un abismo...

36 Confusas entre los pétalos alas de pájaros.

37 Las espinas de la vida se trocarán en flores para
toda la eternidad.

38 No necesitas una espada para cortar dos
flores.

39 Siempre hay flores para el
que desea verlas.

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