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¡VEN JESÚS! Seguimos clamando:

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Presentación del tema: "¡VEN JESÚS! Seguimos clamando:"— Transcripción de la presentación:

1 ¡VEN JESÚS! Seguimos clamando:
No porque no está con nosotros, sino para estar nosotros con Él. Mateo 3, Domingo de Adviento-A- Autora: Asun Gutiérrez. Música: Albinoni. Andante en sol mayor.

2 En aquel tiempo, Juan Bautista se presentó en el desierto de Judea, predicando: - Convertíos, porque está cerca el reino de los cielos. La proclamación del anuncio de la proximidad del Reino no se hace en Jerusalén, lugar donde reside el poder económico, político y religioso, sino en el desierto. “Los de la capital” tienen que salir de su privilegio. Hay lugares donde no es posible convertirse porque no permiten hacerse sencillo e ir donde van quienes de verdad buscan. ¿Las predicaciones actuales se realizan desde el desierto o desde “Jerusalén”? Juan, con su presencia y su palabra, denuncia y anuncia, invita a la conversión, a cambiar de mentalidad y de actitud, a actuar de cara a Dios. La llamada, siempre en clave de esperanza, es una invitación a un cambio profundo: “no cambiaremos la vida si no cambiamos de vida”.

3 ¿Soy voz que anuncia Buenas Noticias en mi ambiente?
Este es el que anunció el profeta Isaías diciendo: “Una voz grita en el desierto: preparad el camino del Señor, allanad sus senderos”. Todos estamos llamados a ser precursores de Jesús, a abrir caminos nuevos. Una voz nos grita a todos: Donde hay montes de soberbia, egoísmo e injusticia, poned humildad, solidaridad y justicia. Donde hay colinas de vanidad, ambición y envidia, poned bondad, austeridad y compasión. Quitad los obstáculos que impiden la llegada de Dios a vuestra vida y a la vida de los demás. ¿Soy voz que anuncia Buenas Noticias en mi ambiente?

4 Juan llevaba un vestido de piel de camello, con una correa de cuero a la cintura, y se alimentaba de saltamontes y miel silvestre. Y acudían a él toda la gente de Jerusalén, de Judea y del valle del Jordán; confesaban sus pecados y él los bautizaba en el Jordán. El texto describe la forma de vestir y de vivir de Juan. La vida debe ser coherente con la Palabra que se proclama. La afluencia de mucha gente a escuchar la voz del profeta, que proclama algo nuevo al margen de las instituciones, indica la atracción de la Palabra de Dios cuando se predica con verdad, libertad, testimonio de vida, coherencia y valentía.

5 Al ver que muchos fariseos y saduceos venían a que los bautizara, les dijo: - Raza de víboras, ¿quién os ha enseñado a escapar de la ira inminente? Dad el fruto que pide la conversión. Y no os hagáis ilusiones pensando: “Abrahán es nuestro padre” pues os digo que Dios es capaz de sacar hijos de Abrahán de estas piedras. Los fariseos y saduceos eran estrictos cumplidores, no faltaban a ninguna de las normas ni leyes. Juan arremete contra ellos porque se justifican, se dan buenas razones para considerarse “los buenos” y excluir a los demás. Quedan descalificados los que se otorgan el monopolio de la palabra y de su verdad hecha “la verdad”. Jesús viene para remover todo, hasta lo que se tiene por verdad intocable y por seguridades inventadas. Lo fundamental no está en el linaje, en los cargos, ni en el cumplimiento y culto vacío, sino en la forma de actuar, en los frutos de una sincera conversión que lleva a vivir al estilo de Jesús.

6 Ya toca el hacha la base de los árboles, y el árbol que no da buen fruto será talado y echado al fuego. Yo os bautizo con agua para que os convirtáis; pero el que viene detrás de mí puede más que yo, y no merezco ni llevarle las sandalias. Él os bautizará con Espíritu Santo y fuego. Tiene el bieldo en la mano: aventará su parva, reunirá su trigo en el granero y quemará la paja en una hoguera que no se apaga. La verdadera conversión se manifiesta en los frutos. No se trata de conformarse con no hacer el mal, sino de practicar el bien y la justicia, dar frutos de conversión. La justicia/juicio de Dios es lo que más podemos anhelar y desear, porque es lo que nos libera, nos salva y nos da confianza, dignidad y alegría para vivir. El fuego quema lo superfluo e innecesario, lo que no tiene consistencia, lo que nos impide crecer, ser libres y felices. El fuego todo lo purifica. Es signo de la presencia salvadora de Dios, que llega para liberar y destruir la injusticia.

7 Grita, Profeta Has recibido un destino de otra palabra más fuerte: es tu misión ser profeta, palabra de Dios viviente. Tú irás llevando la luz en una entrega perenne, que tu voz es voz de Dios y la voz de Dios no duerme. VE POR EL MUNDO, GRITA A LA GENTE QUE EL AMOR DE DIOS NO ACABA, NI LA VOZ DE DIOS SE PIERDE. Sigue tu rumbo, profeta, sobre la arena caliente, sigue sembrando en el mundo que el fruto se hará presente. No temas si nuestra fe ante tu voz se detiene porque huimos del dolor y la voz de Dios nos duele. VE POR EL MUNDO, GRITA A LA GENTE QUE EL AMOR DE DIOS NO ACABA, NI LA VOZ DE DIOS SE PIERDE. Sigue cantando, profeta, cantos de vida o de muerte, sigue anunciando a los hombres que el Reino de Dios ya viene. No callarán esa voz y a nadie puedes temerle, que tu voz viene de Dios y la voz de Dios no muere Emilio Vicente Matéu


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