Domingo quinto de Pascua Ciclo A 14 de Mayo de 2017.

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1 Domingo quinto de Pascua Ciclo A 14 de Mayo de 2017

2 En este domingo 5º de Pascua el evangelio nos trae unas palabras y diálogo de Jesús con los apóstoles en la Última Cena, palabras que tienen su vivencia en aquella noche; pero que siguen teniendo actualidad en las cercanías de la Ascensión del Señor al cielo.

3 En aquella noche del Jueves santo los apóstoles se sentían tristes por el ambiente de despedida que se respiraba, pero también lo estaban cuando Jesús iba a subir al cielo. Dice así el evangelio de san Juan (14, 1.12):

4 En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: -«Que no tiemble vuestro corazón; creed en Dios y creed también en mí. En la casa de mi Padre hay muchas estancias; si no fuera así, ¿os habría dicho que voy a prepararos sitio? Cuando vaya y os prepare sitio, volveré y os llevaré conmigo, para que donde estoy yo, estéis también vosotros. Y adonde yo voy, ya sabéis el camino.» Tomás le dice: -«Señor, no sabemos adónde vas, ¿cómo podemos saber el camino?» Jesús le responde: -«Yo soy el camino, y la verdad, y la vida. Nadie va al Padre, sino por mí. Si me conocéis a mí, conoceréis también a mi Padre. Ahora ya lo conocéis y lo habéis visto.» Felipe le dice: -«Señor, muéstranos al Padre y nos basta.» Jesús le replica: «Hace tanto que estoy con vosotros, ¿y no me conoces, Felipe? Quien me ha visto a mí ha visto al Padre. ¿Cómo dices tú: "Muéstranos al Padre"? ¿No crees que yo estoy en el Padre, y el Padre en mí? Lo que yo os digo no lo hablo por cuenta propia. El Padre, que permanece en mí, él mismo hace sus obras. Creedme: yo estoy en el Padre, y el Padre en mí. Si no, creed a las obras. Os lo aseguro: el que cree en mí, también él hará las obras que yo hago, y aún mayores. Porque yo me voy al Padre.»

5 Y como estaban tristes los apóstoles, Jesús, como un padre bondadoso, quiere consolarles y darles aliento para esperar la vida futura ya unidos para siempre con Él.

6 En el mundo hay muchas cosas que nos pueden quitar la paz
En el mundo hay muchas cosas que nos pueden quitar la paz. Entre la gente hay mucho nerviosismo y angustias y depresiones. Por eso, sin que nos apartemos de las preocupaciones normales de la familia, trabajo, etc. miremos más a las cosas de Dios. Sabemos que Dios está con nosotros y que nos espera en el cielo.

7 Para consolar a los apóstoles, y a nosotros, les dice Jesús que él se va, pero va por delante a prepararles un sitio. Su ida no es definitiva. Dice que volverá para llevarnos consigo. Y cuando estemos con él, nada ni nadie nos podrá separar. Tenemos que pensar muchas veces que el final no está aquí. Somos caminantes.

8 Y ese camino nos lleva donde está Jesús para siempre, el cielo
Y ese camino nos lleva donde está Jesús para siempre, el cielo. Allí nos espera para darnos una linda morada.

9 Existe un lugar, un lugar muy bello,
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10 de bellas moradas, donde Jesucristo me invita a morar.

11 Él dijo: No temas, no vivas turbado,

12 pues donde yo moro,

13 allí tu conmigo también vivirás.

14 En la casa de mi Padre hay moradas para ti.

15 En la casa de mi Padre hay moradas para ti.

16 En la casa de mi Padre hay moradas para ti.
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17 Para llegar a ese lugar, debe haber un camino
Para llegar a ese lugar, debe haber un camino. Eso es lo que pensó allí Tomás. Este apóstol parece un hombre un poco “tosco” o rudo, incrédulo, pero muy sincero. Como suele decirse, “no tenía pelos en la lengua”, lo que sentía lo expresaba. Y así se lo expresó a Jesús. Entonces Jesús le responde con una de esas frases grandiosas del Evangelio:

18 "Yo soy el camino, la verdad y la vida"

19 El domingo pasado veíamos cómo Jesús decía que era la puerta por donde debían entrar las ovejas buenas. Hoy dice que es el camino para llegar a esa puerta.

20 A veces creemos que el camino para ir al cielo es un conjunto de leyes o doctrina. Muchos en el Ant. Testamento así lo entendían. Para nosotros el camino es una persona, que es Jesucristo. Nos interesa creer en Él, seguirle, imitarle, compenetrarnos con él.

21 Al darnos Jesús su doctrina para seguir el camino recto de salvación, hay algo que es como una descripción de su manera de ser: las bienaventuranzas. Asimilarlas para nuestra vida es como estar imitando la vida de Jesús.

22 En algunas de las parábolas que enseñó Jesús se retrata su manera de ser, para que nos sirva de guía en nuestra vida. Podíamos fijarnos en dos: una es la actitud de aquel padre bondadoso que recibe a su hijo pródigo, que ahora vuelve a la casa paterna.

23 Otra es la del buen samaritano
Otra es la del buen samaritano. Seguir a Jesús, que es nuestro camino, es salir al encuentro del doliente, de quien sufre, no pidiendo nada a cambio sino dando mucho amor.

24 Jesús es la verdad. Y el que es discípulo suyo está dispuesto a seguir la verdad y escuchar su voz. A Pilato no le interesaba esa verdad, que es lo contrario de la mentira y el egoísmo.

25 La verdad y el amor van unidos en Jesús
La verdad y el amor van unidos en Jesús. También deben ir unidos en nuestra vida. Dios es amor y el hombre está hecho para amar. Ama y conocerás a Dios. Ama y se encenderá tu luz y tu imagen resplandecerá. Cuanto más amor tengamos, más y mejor comprenderemos la verdad.

26 Jesús es la Vida. En la alegoría del buen pastor nos decía Jesús: “Yo he venido para que tengan vida y la tengan abundante”.

27 Por eso curaba enfermos y perdonaba pecados
Por eso curaba enfermos y perdonaba pecados. No nos ofrece diversas medicinas, sino que Él nos contagia de vida. En Jesús está la vida plena, el Espíritu vivificante.

28 Jesús es la vida. Por eso, cuando alguien le toca de cerca, debe sentir de alguna manera la alegría de la salud plena que engendra vida. El aliento de Jesús es la vida del Espíritu.

29 Dentro de pocos domingos llegará el día de Pentecostés
Dentro de pocos domingos llegará el día de Pentecostés. Jesús transmitió su vida a los apóstoles por medio del Espíritu Santo. También nosotros le recibimos, aunque en germen, en el bautismo y más aún en la Confirmación. Que sigamos perfeccio-nando esa vida en unión con Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo.

30 Seguir el camino, poseer la verdad y tener le vida será vivir en pleno amor hacia Dios y hacia todos.

31 No hablaste de caminos, porque eres el Camino.
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32 No hablaste de verdades, porque eres la Verdad

33 No hablaste de la vida, porque eres tu la Vida.

34 la vida y la verdad. Tu eres el camino,
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35 Por eso tuvieron que reunirse los apóstoles tratando de solucio-narlo.
Este camino, verdad y vida, que es Jesús, se nos hace invisible y muchas veces algo lejano y difícil de palpar. Por eso Jesús, además de estar presente de varias maneras, está de una manera algo visible por medio de la Iglesia organizada. No es del todo visible, porque encontramos dificultades. Ya en la primitiva iglesia había dificultades. Y había rencillas. Por eso tuvieron que reunirse los apóstoles tratando de solucio-narlo.

36 Hoy la 1ª lectura nos habla de la institución de los diáconos
Hoy la 1ª lectura nos habla de la institución de los diáconos. Es fácil que se mezcle lo material con lo espiritual, aunque todo está dignamente organizado. El hecho es que pareció bien el hecho de que hubiera unos hombres encargados más de la parte externa; pero recibiendo una fuerza de lo alto por medio de un sacramento. Hechos 6,1-7

37 En aquellos días, al crecer el número de los discípulos, los de lengua griega se quejaron contra los de lengua hebrea, diciendo que en el suministro diario no atendían a sus viudas. Los Doce convocaron al grupo de los discípulos y les dijeron: "No nos parece bien descuidar la palabra de Dios para ocuparnos de la administración. Por tanto, hermanos, escoged a siete de vosotros, hombres de buena fama, llenos de espíritu y de sabiduría, y los encargaremos de esta tarea: nosotros nos dedicaremos a la oración y al ministerio de la palabra." La propuesta les pareció bien a todos y eligieron a Esteban, hombre lleno de fe y de Espíritu Santo, a Felipe, Prócoro, Nicanor, Timón, Parmenas y Nicolás, prosélito de Antioquía. Se los presentaron a los apóstoles y ellos les impusieron las manos orando.

38 Estos siete primeros diáconos eran hombres disponibles, que no sólo se preocupaban de los problemas de caridad externa sino que evangelizaban con ardor. El más entusiasta era Esteban. Tanto que comenzó a hablar por encima de los intereses de los poderosos jefes de los sacerdotes. Esto le ocasionó la muerte, siendo el primer mártir de la Iglesia.

39 Otro predicador entusiasta fue el diácono Felipe
Otro predicador entusiasta fue el diácono Felipe. Como se ponía en las manos del Señor, fue tomado para empresas novedosas en la evangelización, como la de explicar la Escritura al eunuco de Candace, un importante hombre en su reino, y que pidió y consiguió el bautismo por medio de este diácono.

40 Los diáconos hoy, que no están en la línea del sacerdocio, y tantos seglares consagrados a vivir la vida de Cristo, pueden vivificar la Iglesia. Algunos, viviendo como padres de familia, han recibido el sacramento del Orden diaconal para pertenecer a la tarea del culto y tener la fuerza de poder ser animadores de movimientos apostólicos y en la beneficencia de la Iglesia.

41 Pero hoy san Pedro en la 2ª lectura nos dice que todos somos (o debemos ser) piedras vivas en este edificio en construcción en el que Cristo es la piedra angular, escogida, aunque fue desechada por los hombres. Todos pertenecemos a “un sacerdocio real, una nación consagrada, un pueblo adquirido por Dios”. Dice así san Pedro en su primera carta: (2, 4-9).

42 Queridos hermanos: Acercándoos al Señor, la piedra viva desechada por los hombres, pero escogida y preciosa ante Dios, también vosotros, como piedras vivas, entráis en la construcción del templo del Espíritu, formando un sacerdocio sagrado, para ofrecer sacrificios espirituales que Dios acepta por Jesucristo. Dice la Escritura: "Yo coloco en Sión una piedra angular, escogida y preciosa; el que crea en ella no quedará defraudado." Para vosotros, los creyentes, es de gran precio, pero para los incrédulos es la "piedra que desecharon los constructores: ésta se ha convertido en piedra angular", en piedra de tropezar y en roca de estrellarse. Y ellos tropiezan al no creer en la palabra: ése es su destino. Vosotros sois una raza elegida, un sacerdocio real, una nación consagrada, un pueblo adquirido por Dios para proclamar las hazañas del que os llamó a salir de la tiniebla y a entrar en su luz maravillosa.

43 Hacer un templo material con piedras es relativamente fácil; pero hacer un templo espiritual con piedras vivas es más difícil. Esto es porque las piedras no se pueden poner sin más unas encima de otras. Se necesita que estén bien ensambladas. Nosotros, si queremos ser piedras vivas, debemos conjuntarnos bien, debemos complementarnos y acoplarnos.

44 Para ser piedras vivas en esta Iglesia de Dios, lo primero hace falta estar unidos a la VIDA, que es Jesucristo, y también estar unidos entre nosotros, que es saber estar cada uno en su puesto, que siempre será un puesto de amor.

45 Somos piedras vivas, templo del Señor,
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46 miembros de su Cuerpo, Iglesia en construcción,

47 pueblo reunido, viña de elección.

48 pueblo reconciliado, testigos de su amor.

49 Renacidos del Bautismo,
Fuente de la salvación;

50 Incorporados a Cristo, somos la Iglesia de Dios.

51 Por las puertas de la vida encontramos al Señor,

52 que nos acoge en su casa, la Iglesia santa de Dios.

53 Somos piedras vivas, templo del Señor,

54 miembros de su pueblo, Iglesia en construcción,

55 pueblo reunido, viña de elección,

56 pueblo reconciliado, testigos de su amor.

57 Con María, la Madre de la Iglesia.
AMÉN