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Quinto Domingo Cuaresma

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Presentación del tema: "Quinto Domingo Cuaresma"— Transcripción de la presentación:

1 Quinto Domingo Cuaresma

2 En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
Amén. La gracia de nuestro Señor Jesucristo,el amor del Padre y la comunión del Espíritu Santo estén con todos vosotros Y con tu espíritu. Hermanos: para celebrar dignamente estos sagrados

3 misterios, reconozcamos nuestros
pecados. Yo confieso ante Dios todopoderoso y ante vosotros, hermanos, que he pecado mucho de pensamiento, palabra, obra y omisión. Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa.

4 Por eso ruego a santa María, siempre Virgen,
a los ángeles, a los santos y a vosotros, hermanos, que intercedáis por mí ante Dios, nuestro Señor. Dios todopoderoso tenga misericordia de nosotros, perdone nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna.

5 Amén. Señor, ten piedad. Cristo, ten piedad.

6 ORACIÓN COLECTA Te rogamos, Señor Dios nuestro, que tu gracia nos ayude, para que vivamos siempre de aquel mismo amor que movió a tu Hijo a entregarse a la muerte por la salvación del mundo.

7 Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amen.

8 Lectura de la profecía de Ezequiel
ESTO dice el Señor Dios: «Yo mismo abriré vuestros sepulcros,      y os sacaré de ellos, pueblo mío,      y os llevaré a la tierra de Israel. Y cuando abra vuestros sepulcros      y os saque de ellos, pueblo mío,      comprenderéis que soy el Señor. Pondré mi espíritu en vosotros y

9 viviréis;      os estableceré en vuestra tierra      y comprenderéis que yo, el Señor, lo digo y lo hago      —oráculo del Señor—». Palabra de Dios

10 Del Señor viene la misericordia, la redención copiosa

11 Desde lo hondo a ti grito, Señor, Señor, escucha mi voz; estén tus oídos atentos a la voz de mi súplica

12 Del Señor viene la misericordia, la redención copiosa

13 Si llevas cuentas de los delitos, Señor, ¿quién podrá resistir?
Pero de ti procede el perdón, y así infundes respeto.

14 Del Señor viene la misericordia, la redención copiosa

15 Mi alma espera en el Señor, espera en su palabra; mi alma aguarda al Señor, más que el centinela la aurora. Aguarde Israel al Señor como el centinela la aurora.

16 Del Señor viene la misericordia, la redención copiosa

17 Porque del Señor viene la misericordia, la redención copiosa; y él redimirá a Israel de todos sus delitos.

18 Del Señor viene la misericordia, la redención copiosa

19 Lectura de Carta del apóstol San Pablo a los Romanos.
Hermanos: Los que viven sujetos a la carne no pueden agradar a Dios. Pero vosotros no estáis sujetos a la carne, sino al espíritu, ya que el Espíritu de Dios habita en vosotros. El que no tiene el Espíritu de Cristo no es de Cristo. Pues bien, si Cristo está en vosotros, el

20 cuerpo está muerto por el pecado, pero el espíritu vive por la justificación obtenida. Si el Espíritu del que resucitó a Jesús de entre los muertos habita en vosotros, el que resucitó de entre los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales, por el mismo Espíritu que habita en vosotros..

21 Palabra de Dios

22 Lectura del santo Evangelio según San Juan
EN aquel tiempo, las hermanas de Lázaro le mandaron recado a Jesús diciendo:     «Señor, el que tú amas está enfermo». Jesús, al oírlo, dijo:     «Esta enfermedad no es para la muerte, sino que servirá para la gloria

23 de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por ella»
de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por ella». Jesús amaba a Marta, a su hermana y a Lázaro. Cuando se enteró de que estaba enfermo se quedó todavía dos días donde estaba. Solo entonces dijo a sus discípulos:     «Vamos otra vez a Judea». Cuando Jesús llegó, Lázaro llevaba ya cuatro días enterrado. Cuando Marta se

24 enteró de que llegaba Jesús, salió a su encuentro, mientras María se quedó en casa. Y dijo Marta a Jesús:     «Señor, si hubieras estado aquí no habría muerto mi hermano. Pero aún ahora sé que todo lo que pidas a Dios, Dios te lo concederá». Jesús le dijo:     «Tu hermano resucitará». Marta respondió:     

25 «Sé que resucitará en la resurrección en el último día»
«Sé que resucitará en la resurrección en el último día». Jesús le dijo:     «Yo soy la resurrección y la vida: el que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá; y el que está vivo y cree en mí, no morirá para siempre. ¿Crees esto?». Ella le contestó:     «Sí, Señor: yo creo que tú eres el

26 Cristo, el Hijo de Dios, el que tenía que venir al mundo»
Cristo, el Hijo de Dios, el que tenía que venir al mundo». Jesús se conmovió en su espíritu, se estremeció y preguntó:     «¿Dónde lo habéis enterrado?». Le contestaron:     «Señor, ven a verlo». Jesús se echó a llorar. Los judíos comentaban:     «¡Cómo lo quería!». Pero algunos dijeron:     

27 «Y uno que le ha abierto los ojos a un ciego, ¿no podía haber impedido que este muriera?». Jesús, conmovido de nuevo en su interior, llegó a la tumba. Era una cavidad cubierta con una losa. Dijo Jesús:     «Quitad la losa». Marta, la hermana del muerto, le dijo:     «Señor, ya huele mal porque lleva

28 cuatro días». Jesús le replicó:     «¿No te he dicho que si crees verás la gloria de Dios?» Entonces quitaron la losa. Jesús, levantando los ojos a lo alto, dijo:     «Padre, te doy gracias porque me has escuchado; yo sé que tú me escuchas siempre; pero lo digo por la

29 gente que me rodea, para que crean que tú me has enviado»
gente que me rodea, para que crean que tú me has enviado». Y dicho esto, gritó con voz potente:     «Lázaro, sal afuera». El muerto salió, los pies y las manos atados con vendas, y la cara envuelta en un sudario. Jesús les dijo:     «Desatadlo y dejadlo andar». Y muchos judíos que habían venido a casa de María, al ver lo que había

30 hecho Jesús, creyeron en él.
Palabra del Señor

31 HOMILÍA

32 «Yo soy la resurrección y la vida: el que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá; y el que está vivo y cree en mí, no morirá para siempre”.

33 CREDO

34 Creo en Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra
Creo en Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo su único Hijo Nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo. Nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y

35 sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios Padre, todopoderoso. Desde allí va a venir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia católica la comunión de los santos, el perdón de los pecados,

36 la resurrección de la carne y la vida eterna.
Amén

37 ORACIÓN DE LOS FIELES

38 Al único Señor, del que viene la misericordia y la vida, oremos diciendo:
-Padre, escúchanos.

39 Para que Cristo, que dio su Espíritu a la Iglesia, haga de cada cristiano un testigo de su presencia salvadora en nuestra historia. Roguemos al Señor. -Padre escúchanos.

40 Para que el papa Francisco, nuestro obispo Casimiro y todos los sacerdotes y misioneros transmitan con certeza que Jesucristo es la resurrección y la vida. Roguemos al Señor. -Padre escúchanos.

41 Para que los gobiernos que están dominados por la corrupción, el fraude y la injusticia abandonen los intereses privados y no traicionen la confianza depositada en ellos por los ciudadanos. Roguemos al Señor. -Padre escúchanos.

42 Para que los enfermos y los miembros más débiles de nuestra sociedad descubran la presencia cercana de Cristo Jesús en sus vidas. Roguemos al Señor. -Padre escúchanos.

43 Para que Dios sea el consuelo de los que lloran la muerte de sus seres queridos, les dé la paz y los haga esperar con fe en la resurrección definitiva. Roguemos al Señor. -Padre escúchanos.

44 Para que la celebración de esta Eucaristía aumente nuestra gratitud por la vida nueva que nos viene de Cristo y ésta se traduzca en alegría y gozo. Roguemos al Señor. -Padre escúchanos.

45 Dios de la vida y de la historia, escucha con piedad las oraciones de tu pueblo y haz que los que esperamos en ti nunca nos veamos defraudados. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

46 LITURGIA DE LA EUCARISTÍA

47 Bendito seas, Señor, Dios del universo,
por este pan, fruto de la tierra y del trabajo del hombre, que recibimos de tu generosidad y ahora te presentamos; él será para nosotros pan de vida. Bendito seas por siempre, Señor.

48 Bendito seas, Señor, Dios del universo,
por este vino, fruto de la vid y del trabajo del hombre, que recibimos de tu generosidad y ahora te presentamos; él será para nosotros bebida de salvación. Bendito seas por siempre, Señor.

49 Orad, hermanos, para que este sacrificio, mío y vuestro, sea agradable a Dios, Padre todopoderoso. El Señor reciba de tus manos este sacrificio, para alabanza y gloria de su nombre, para nuestro bien y el de toda su santa Iglesia.

50 ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Escúchanos, Dios todopoderoso, tú que nos has iniciado en la fe cristiana, y purifícanos por la acción de este sacrificio. Por Jesucristo nuestro Señor.

51 El Señor esté con vosotros.
Y con tu espíritu. Levantemos el corazón. Lo tenemos levantado hacia el Señor. Demos gracias al Señor, nuestro Dios. Es justo y necesario.

52 En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo, Señor nuestro. El cual, hombre mortal como nosotros que lloró a su amigo Lázaro, y Dios y Señor de la vida que lo levantó del sepulcro, hoy

53 extiende su compasión a todos los hombres y por medio de sus sacramentos los restaura a una vida nueva. Por eso, los mismos ángeles te cantan con júbilo eterno, y nosotros nos unimos a sus voces cantando humildemente tu alabanza:

54 Santo, Santo, Santo es el Señor,
Dios del Universo. Llenos están el cielo y la tierra de su gloria. Hosanna en el cielo. Bendito el que viene en nombre del Señor.

55 Santo eres en verdad, Señor,
fuente de toda santidad; por eso te pedimos que santifiques estos dones con la efusión de tu Espíritu, de manera que sean para nosotros Cuerpo y Sangre de Jesucristo, nuestro Señor. El cual, cuando iba a ser entregado a su Pasión, voluntariamente

56 aceptada, tomó pan; dándote gracias, lo partió y lo dio a sus discípulos diciendo:
TOMAD Y COMED TODOS DE EL, PORQUE ESTO ES MI CUERPO, QUE SERÁ ENTREGADO POR VOSOTROS.

57 Del mismo modo, acabada la cena,
tomó el cáliz, y, dándote gracias de nuevo, lo pasó a sus discípulos, diciendo: TOMAD Y BEBED TODOS DE EL, PORQUE ÉSTE ES EL CÁLIZ DE MI SANGRE, SANGRE DE LA ALIANZA NUEVA Y ETERNA, QUE SERÁ DERRAMADA POR VOSOTROS Y POR MUCHOS

58 PARA EL PERDÓN DE LOS PECADOS. HACED ESTO EN CONMEMORACIÓN MÍA.
Éste es el Sacramento de nuestra fe. Anunciamos tu muerte, proclamamos tu resurrección. !Ven, Señor Jesús!

59 Así, pues, Padre, al celebrar ahora el memorial de la muerte y resurrección de tu Hijo, te ofrecemos el pan de vida y el cáliz de salvación, y te damos gracias porque nos haces dignos de servirte en tu presencia. Te pedimos, humildemente, que el Espíritu Santo congregue en la unidad a cuantos participamos

60 del Cuerpo y Sangre de Cristo.
Acuérdate, Señor, de tu Iglesia extendida por toda la tierra; y reunida aquí en el domingo, día en que Cristo ha vencido a la muerte y nos ha hecho partícipes de su vida inmortal; y con el Papa Francisco, con nuestro Obispo Casimiro y todos los pastores que cuidan de tu

61 pueblo, llévala a su perfección por la caridad.
Acuérdate también de nuestros hermanos que durmieron en la esperanza de la resurrección, y de todos los que han muerto en tu misericordia, admítelos a contemplar la luz de tu rostro. Ten misericordia de todos nosotros, y así, con María, la Virgen, Madre de

62 Dios, su esposo san José, los apóstoles y cuantos vivieron en tu amistad a través de los tiempos, merezcamos, por tu Hijo Jesucristo, compartir la vida eterna y cantar tus alabanzas.

63 Por Cristo, con él y en él, a ti, Dios Padre omnipotente, en la unidad del Espíritu Santo, todo honor y toda gloria por los siglos de los siglos. Amén.

64 Llenos de alegría por ser hijos de Dios, digamos confiadamente la oración que Jesús nos enseñó:
Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.

65 Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal.

66 Líbranos de todos los males, Señor, y concédenos la paz en nuestros días, para que, ayudados por tu misericordia, vivamos siempre libres de pecado y protegidos de toda perturbación, mientras esperamos la gloriosa venida de nuestro Salvador Jesucristo.

67 Tuyo es el reino, tuyo el poder y la gloria, por siempre, Señor.
Señor Jesucristo, que dijiste a tus apóstoles: "La paz os dejo, mi paz os doy"; no tengas en cuenta nuestros pecados, sino la fe de tu Iglesia y, conforme a tu palabra, concédele la paz y la unidad.

68 Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén. La paz del Señor esté siempre con vosotros. Y con tu espíritu. Podéis daros fraternalmente la paz.

69 Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,
ten piedad de nosotros. danos la paz.

70 Éste es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo.
Dichosos los invitados a la cena del Señor. Señor, no soy digno de que entres en mi casa, pero una palabra tuya bastará para sanarme. El Cuerpo de Cristo. Amén.

71 «Yo soy la resurrección y la vida: el que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá; y el que está vivo y cree en mí, no morirá para siempre”.

72 ORACIÓN Te pedimos, Dios todopoderoso, que nos cuentes siempre entre los miembros de Cristo, cuyo Cuerpo y Sangre hemos comulgado. Por Jesucristo Nuestro Señor.

73 El Señor esté con vosotros.
Y con tu espíritu. La bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo, descienda sobre vosotros. Amén. Podéis ir en paz. Demos gracias a Dios.

74 «Yo soy la resurrección y la vida: el que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá; y el que está vivo y cree en mí, no morirá para siempre”.


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