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PROLOGO El reino de este mundo.

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Presentación del tema: "PROLOGO El reino de este mundo."— Transcripción de la presentación:

1 PROLOGO El reino de este mundo

2 Lo real maravilloso americano
Lo maravilloso

3 Lo maravilloso Lo maravilloso suscitado en el arte y la literatura europeas Lo maravilloso en la historia, la naturaleza y el hombre americanos

4 Ficción Autobiográfica
A fines del año 1943 tuve la suerte de poder visitar el reino de Henri Christophe- las ruinas, tan poéticas de Sans- Souci; la mole, imponentemente intacta a pesar de los rayos y terremotos de la Ciudadela de La Ferriére- y de conocer la todavía Normanda Ciudad del Cabo-en Cap Francais de la antigua colonia- donde una calle de larguísimos balcones conduce al palacio de cantería habitado antaño por Paulina Bonaparte

5 La Fortaleza                                                                                                                                      The remnants of Henri Christophe's "Sans Souci" palace, near La Citadelle The remnants of Henri Christophe's "Sans Souci" palace, near La Citadelle

6 La fortaleza

7 Ciudad del Cabo

8 Henri Christophe

9 Ciudad del Cabo- Haití

10 Haití

11 El Caribe Un “ Archipiélago de islas”
Un puente de islas que conecta , de cierta manera, de manera asimétrica, Sudamérica con Norteamérica. “ dentro de su generalizada inestabilidad de vértigo y huracán , pueden percibirse los contornos de una isla que se “repite” a sí misma”( Antonio Benítez Rojo)

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13 El Caribe 1- Un mar histórico-económico principal
2- Un meta-archipiélago sin centro y sin límites, un caos dentro del cual hay una isla que se repite incesantemente.

14 Lo maravilloso y la maravillosa realidad
me vi llevado a acercar la maravillosa realidad recién vívida a la agotante pretensión de suscitar lo maravilloso que caracterizó ciertas literaturas europeas de estos últimos treinta años.

15 Lo maravilloso europeo
. Lo maravilloso, pobremente sugerido por los oficios y deformidades de los personajes de feria —¿no se cansarán los jóvenes poetas franceses de los fenómenos y payasos de la fête foraine, de los que ya Rimbaud se había despedido en su Alquímia del Verbo?

16 Alquimia del Verbo Arthur Rimbaud
Inventé el color de las vocales!-A negra, E blanca, I roja, O azul, U verde-.Regulé la forma y el movimiento de cada consonante y, con ritmos instintivos, me vanaglorié de inventar un verbo poético accesible, de un día a otro, a todos los sentidos. Me reservé la traducción. Hubo por principio un estudio. Escribía silencios, noches, anotaba lo inexpresable. Fijé unos vértigos

17 El artificio Lo maravilloso, obtenido con trucos de prestidigitación, reuniéndose objetos que para nada suelen encontrarse: la vieja y embustera historia del encuentro fortuito del paraguas y de la máquina de coser sobre una mesa de disección,

18 Polémica interna El movimiento surrealista francés
Las vanguardias europeas

19 Surrealismo Tanta fe se tiene en la vida, en la vida en su aspecto más precario, en la vida real, naturalmente, que la fe acaba por desaparecer. El hombre, soñador sin remedio, al sentirse de día en día más descontento de su sino, examina con dolor los objetos que le han enseñado a utilizar, y que ha obtenido al través de su indiferencia o de su interés, casi siempre al través de su interés, ya que ha consentido someterse al trabajo o, por lo menos no se ha negado a aprovechar las oportunidades... ¡Lo que él llama oportunidades!

20 André Breton Aquella imaginación que no reconocía límite alguno ya no puede ejercerse sino dentro de los límites fijados por las leyes de un utilitarismo convencional ; la imaginación no puede cumplir mucho tiempo esta función subordinada, y cuando alcanza aproximadamente la edad de veinte años prefiere, por lo general, abandonar al hombre a su destino de tinieblas Primer Manifiesto Surrealista

21 La imaginación sólo la imaginación me permite llegar a saber lo que puede llegar a ser, y esto basta para mitigar un poco su terrible condena; y esto basta también para que me abandone a ella, sin miedo al engaño (como si pudiéramos engañarnos todavía más). ¿En qué punto comienza la imaginación a ser perniciosa y en qué punto deja de existir la seguridad del espíritu? ¿Para el espíritu, acaso la posibilidad de errar no es sino una contingencia del bien?

22 La locura Estoy plenamente dispuesto a reconocer que los locos son, en cierta medida, víctimas de su imaginación, en el sentido que ésta le induce quebrantar ciertas reglas, reglas cuya transgresión define la calidad de loco, lo cual todo ser humano ha de procurar saber por su propio bien. …. Me pasaría la vida entera dedicado a provocar las confidencias de los locos. Son como la gente de escrupulosa honradez, cuya inocencia tan sólo se pude comparar a la mía. Para poder descubrir América, Colón tuvo que iniciar el viaje en compañía de locos. Y ahora podéis ver que aquella locura dio frutos reales y duraderos.

23 El realismo Contrariamente, la actitud realista, inspirada en el positivismo, desde Santo Tomás a Anatole France, me parece hostil a todo género de elevación intelectual y moral. Le tengo horror por considerarla resultado de la mediocridad, del odio, y de vacíos sentimientos de suficiencia. Esta actitud es la que ha engendrado en nuestros días esos libros ridículos y esas obras teatrales insultantes. Se alimenta incesantemente de las noticias periodísticas, y traiciona a la ciencia y al arte, al buscar halagar al público en sus gustos más rastreros; su claridad roza la estulticia, y está a altura perruna.

24 El psicoanálisis y Freud
La experiencia está confinada en una jaula, en cuyo interior da vueltas y vueltas sobre sí misma, y de la que cada vez es más difícil hacerla salir. La lógica también, se basa en la utilidad inmediata, y queda protegida por el sentido común. So pretexto de civilización, con la excusa del progreso, se ha llegado a desterrar del reino del espíritu cuanto pueda clasificarse, con razón o sin ella, de superstición o quimera; se ha llegado a proscribir todos aquellos modos de investigación que no se conformen con los imperantes.. Si las profundidades de nuestro espíritu ocultan extrañas fuerzas capaces de aumentar aquellas que se advierten en la superficie, o de luchar victoriosamente contra ellas, es del mayor interés captar estas fuerzas, captarlas ante todo para, a continuación, someterlas al dominio de nuestra razón, si es que resulta procedente. ..

25 El sueño Dentro de los límites en que se produce (o se cree que se produce), el sueño es, según todas las apariencias, continuo con trazas de tener una organización o estructura. Únicamente la memoria se arroga el derecho de imponerlas, de no tener en cuenta las transiciones y de ofrecernos antes una serie de sueños que el sueño propiamente dicho. Del mismo modo, únicamente tenemos una representación fragmentaria de las realidades, representación cuya coordinación depende de la voluntad . Aquí es importante señalar que nada puede justificar el proceder a una mayor dislocación de los elementos constitutivos del sueño. Lamento tener que expresarme mediante unas fórmulas que, en principio, excluyen el sueño. ¿Cuándo llegará, señores lógicos, la hora de los filósofos durmientes

26 Lo maravilloso En el ámbito de la literatura únicamente lo maravilloso puede dar vida a las obras pertenecientes a géneros inferiores, tal como el novelístico, y, en general, todos los que se sirven de la anécdota. Lo maravilloso no siempre es igual en todas las épocas; lo maravilloso participa oscuramente de cierta clase de revelación general de la que tan sólo percibimos los detalles: éstos son las ruinas románticas, el maniquí moderno, o cualquier otro símbolo susceptible de conmover la sensibilidad humana durante cierto tiempo. .

27 Pierre Reverdy La imagen es una creación pura del espíritu. La imagen no puede nacer de una comparación, sino del acercamiento de dos realidades más o menos lejanas. Cuanto más lejanas y justas sean las concomitancias de las dos realidades objeto de aproximación, más fuerte será la imagen, más fuerza emotiva y más realidad poética tendrá... (Nord Sud, 1918)

28 Surrealismo SURREALISMO: sustantivo, masculino. Automatismo psíquico puro por cuyo medio se intenta expresar verbalmente, por escrito o de cualquier otro modo, el funcionamiento real del pensamiento. Es un dictado del pensamiento, sin la intervención reguladora de la razón, ajeno a toda preocupación estética o moral.

29 Surrealismo Absoluto ENCICLOPEDIA, Filosofía: el surrealismo se basa en la creencia en la realidad superior de ciertas formas de asociación desdeñadas hasta la aparición del mismo, y en el libre ejercicio del pensamiento. Tiende a destruir definitivamente todos los restantes mecanismos psíquicos, y a sustituirlos en la resolución de los principales problemas de la vida. Han hecho profesión de fe de SURREALISMO ABSOLUTO, los siguientes señores: Aragon, Baron, Boiffard, Breton, Carrive, Crevel, Delteil, Desnos, Eluard, Gérard, Limbour, Malkine, Morise, Naville, Noll, Péret, Picon, Soupault, Vitrac.

30 Salvador Dalí

31 Salvador Dalí

32 René Magritte

33 René Magritte

34 Melancolía y misterio de la calle Giorgio DeChirico

35 Creación de las aves Remedios Varo

36 Bordando el manto terrestre Remedios Varo

37 La jungla Wilfredo Lam

38 Prólogo Pero es que muchos se olvidan, con disfrazarse de magos a poco costo, que lo maravilloso comienza a serlo de manera inequívoca cuando surge de una inesperada alteración de la realidad (el milagro) de una revelación privilegiada de la realidad, de una iluminación inhabitual o singularmente favorecedora de las inadvertidas riquezas de la realidad, de una ampliación de las escalas y categorías de la realidad, percibidas con particular intensidad en virtud de una exaltación del espíritu que lo conduce a un modo de “estado limite”

39 La fe Para empezar, la sensación de lo maravilloso presupone una fe. Los que no creen en santos no pueden curarse con milagros de santos, ni los que no son Quijotes pueden meterse, en cuerpo, alma y bienes, en el mundo de Amadís de Gaula o Tirante el Blanco

40 Epígrafe …Lo que se ha de entender desto de convertirse en lobos es que hay una enfermedad a quien llaman los médicos manía lupina… (Los trabajos de Persiles y Segismunda, Miguel de Cervantes Saavedra)

41 Lo maravilloso surrealista
De ahí que lo maravilloso invocado en el descreimiento —como lo hicieron los surrealistas durante tantos años— nunca fue sino una artimaña literaria, tan aburrida, al prolongarse, como cierta literatura onírica “arreglada”, ciertos elogios de la locura, de los que estamos muy de vuelta

42 El realismo No por ello va a darse la razón, desde luego, a determinados partidarios de un regreso a lo real —término que cobra, entonces, un significado gregariamente político—, que no hacen sino sustituir los trucos del prestidigitador por los lugares comunes del literato “enrolado” o el escatológico regodeo de ciertos existencialistas

43 Ficción Autobiográfica
Esto se me hizo particularmente evidente durante mi permanencia en Haití, al hallarme en contacto cotidiano con algo que podríamos llamar lo real maravilloso.

44 Comparaciones Las ruinas de la fortaleza de Sans Souci
“Las prisiones imaginarias” de Giovanni Piranesi

45 Prisiones imaginarias

46 Prisiones imaginarias

47 Lo real maravilloso americano
que esa presencia y vigencia de lo real maravilloso no era privilegio único do Haití, sino patrimonio de la América entera, donde todavía no se ha terminado de establecer, por ejemplo, un recuento de cosmogoní

48 La historia Lo real maravilloso se encuentra a cada paso en las vidas de hombres que inscribieron fechas en la historia del continente y dejaron apellidos aún llevados: desde los buscadores de la fuente de la eterna juventud, de la áurea ciudad de Manoa, hasta ciertos rebeldes de la primera hora o ciertos héroes modernos de nuestras guerras de independencia de tan mitológica traza como la coronel Juana de Azurduy.

49 La licantropía El sexto Canto de Maldoror del conde de Lautreaumont
La historia de Mackandal El voudú

50

51 Nabucodonosor William Blake

52 El reino de este mundo Todos sabían que la iguana verde, la mariposa nocturna, el perro desconocido, el alcatraz inverosímil no eran sino simples disfraces. Dotado del poder de transformarse en animal de pezuña, ave, pez o insecto, Mackandal visitaba continuamente las haciendas de la Llanura para visitar a sus fieles y saber si todavía confiaban en su regreso”(43)

53 “El gran vuelo” El reino de este mundo
Dos lecturas de la ejecución y muerte de Mackandal

54 Mitologías y Mestizaje
Y es que, por la virginidad del paisaje, por la formación, por la ontología, por la presencia fáustica del indio y del negro, por la revelación que constituyó su reciente descubrimiento, por los fecundos mestizajes que propició, América está muy lejos de haber agotado su caudal de mitologías.

55 crónica de lo real maravilloso?
La historia ¿Pero qué es la historia de América toda sino una crónica de lo real maravilloso?

56 Los pasos perdidos Los Pasos Perdidos , la segunda novela de Carpentier,[1] ,surgida de un relato de viajes frustrado – El Libro de la Sabana[2] supone un vuelco en relación a la escritura. El viaje desde la Ciudad a la selva es un viaje a los orígenes. El encuentro con el pasado implica el reconocimiento de la inutilidad de cualquier intento de evadir el presente. La fábula contiene una reflexión sobre la escritura y una revisión de las posiciones del escritor y de su compromiso ético y estético. ]En 1945 es invitado a ir a Caracas durante un año o dos para organizar una emisora de radio. En Venezuela encontrará mayores facilidades para escribir y también un país que "es una especie de compendio telúrico de América". En Caracas comenzará a escribir crónicas para el diario El Nacional, algunas de las cuales adoptarán un carácter de ensayo. Tales son la serie Visión de América, publicada en 1947 después del primero de los tres viajes que Carpentier hizo al alto Orinoco y a la Gran Sabana.

57 Las metáforas centrales están referidas a la relación entre escritura y conciencia americana. El trayecto que lleva de la Ciudad del Gusano al Neolítico termina en el siglo XVI, en el claro de Santa Mónica de los Venados, supuesto momento genésico de la historia americana.

58 Épocas y Espacios Conjuga èpocas y espacios històricos y artìsticos distintos

59 Aquí, los temas del arte fantástico eran cosas de tres dimensiones, se les palpaba, se les vivía. No eran arquitecturas imaginarias no piezas de baratillo poético” (1969:95).

60 Un cronista Carpentier asume el papel de cronista y adopta una actitud contradictoria frente a la tradición, la reformularla desde un lugar diferente, la dota de un nuevo sentido. Su trabajo es trabajo con la memoria, recorrido por la vasta biblioteca de Occidente

61 Carpentier asume el papel de cronista y adopta una actitud contradictoria frente a la tradición, la reformularla desde un lugar diferente, la dota de un nuevo sentido. Su trabajo es trabajo con la memoria, recorrido por la vasta biblioteca de Occidente

62 Rosario Encarna al Otro Americano , parte de una constelación que une mundos pasados: la madre, la niña María del Carmen, el aya y Santa Rosa de Lima, y vive una eternidad sin historia entre lo natural y lo sobrenatural. ” Lo cierto era que esa viviente suma de razas tenía raza. Al ver sus sor­prendentes ojos sin matices de negrura evocaba las figuras de ciertos frescos arcaicos, que tanto y tan bien miran, de frente y de costado, con un circulo de tiza pintado en la sien” ( 1969: 67);

63 Entre su carne y la tierra que pisaba se establecían relaciones escritas en las pieles ensombrecidas(1969: 86).

64 La borradura de las marcas impide el regreso, las aguas cierran el acceso al Dorado. Así como . “El pasado no es imaginable para quien ignore el ropero, decorado y utilería de la historia”(1969:81); la conciencia histórica implica la asunción de su pérdida. Como compensación le es posible jugar con los tiempos perdidos. La escritura recupera esos paraísos infantiles, para encerrarlos en el papel y proyectarse hacia el futuro. La entrada a las "mansiones umbrosas" del Romanticismo es clausurada.

65 El artificio narrativo de Viaje a la semilla nos acerca al tiempo como preocupación temática de Carpentier. En este relato, la vivencia de un joven achispado que va restando campanadas al reloj prefiguraba la antidromía del tiempo.

66 Si Viaje a la semilla es a su vez anticipación y símbolo de una expedición a la semilla de la historia que emprenderá el autor con su novela Los pasos perdidos

67 Los pasos perdidos son una novela regresiva, aunque no en el sentido del Herbert Quain o del Viaje a la semilla, que nos ofrecían una cinta cinematográfica en retroceso. Aquí no se invierte el tiempo narrativo ni el tiempo narrado: el anónimo protagonista de Los pasos perdidos que va escribiendo su crónica en primera persona se limita a remar aguas arriba por el río del tiempo.

68 En su viaje irá viviendo épocas sucesivas, cada vez más primitivas, más pretéritas, de la historia de la humanidad... que perviven en el presente,

69 Por encargo del curador un Museo Organográfico, el anónimo cronista de Los pasos perdidos emprende un viaje a un estado sudamericano innominado (prototípico) para adentrarse en la selva, siguiendo el curso de un río (que poco a poco se va identificando con el Orinoco) ).El río descrito que, en lo anterior, pudo ser cualquier gran no de América, se toma, muy exactamente, el Orinoco en su curso superior aclara Carpentier (ibid.).

70 La capital latinoamericana, las ciudades provincianas, que aparecen más adelante, son meros prototipos, a los que no se ha dado una situación precisa, puesto que los elementos que los integran son comunes a muchos países, dice el autor en la nota que epiloga la novela.

71 Los pasos perdidos no es sólo una novela en el tiempo, sino ante todo la novela del tiempo, la novela de la búsqueda, el hallazgo y la, definitiva pérdida del pretérito, la novela de la vivenciación del tiempo reflejada en una crónica.

72 El protagonista es, como Carpentier, un especialista del tiempo y de su medición, un musicólogo que se siente atado a su técnica “entre relojes, cronógrafos, metrónomos”(p, 12) El texto puede ser un diario de viajes o una novela.

73 Las fechas El cronista encabezará con una fecha, entre el 7 de junio y el 30 de diciembre, muchos de los episodios del relato. Pero es significativo que las fechas desaparezcan en el momento en que el protagonista ha llegado al término de su viaje hacia las raíces de la historia, y reaparezcan después de su claudicación ante la idea de regresar al “mundo civilizado.

74 miro mi reloj para fingir una repentina alarma ante el recuerdo de una cita ineludible. Pero mi reloj, aI que no he dado cuerda anoche -me percato de ello ahora- para acostumbrarme mejora la realidad del comienzo de mis vacaciones, se ha parado a las tres y veinte”.

75 : Pregunto por la hora, con tono urgido, pero me responden que no importa. 'No se es dueño del tiempo por el conocimiento de la hora y el minuto

76 El punto de partida de la anábasis, que el fracaso convertirá en punto de -llegada, es el momento histórico actual, cuya temporalidad vivenciará el musicólogo -de nuevo, en la ebriedad- como atroz condena de andar por una eternidad entre cifras, tablas de un gran calendario empotradas en las paredes, cronología de laberinto, que podía ser la de mi existencia, con su perenne obsesión de la hora, dentro de una prisa que sólo servía para devolverme, cada mañana, al punto de partida de la víspera pp ).

77 En el río del tiempo, que es el tiempo del río, nuestro cronista, maniático medidor del tiempo, atento al metrónomo por vocación y al cronógrafo por oficio” (p. 89; el musicólogo ha rodado alguna película publicitaria como modus vivendi ), deja de pensar en la hora para orientarse por la altura del sol (p. 90

78 El descubrimiento de que mi reloj está sin cuerda me hace reír a solas, estruendosamente, en esta llanura sin tiempo. Ahora el reloj ya no está parado a las tres y veinte, está sencillamente sin cuerda. La lectura del tiempo carece de. sentido en la llanura sin tiempo. Y sin tiempo significa meramente sin reloj, porque en Los pasos perdidos no hay un salto fuera del tiempo, sino sólo un salto hacia atrás en el tiempo,.en ese río donde “se navega contra corriente o con ella” (p. 89).

79 La narración devora la cronología en una progresiva abolición del tiempo histórico transcurrido. Los motores desaparecen, llegamos a las Tierras del Caballo donde los juglares siguen cantando la gesta de Roncesvalles, y entramos después en las Tierras del Perro, mundo sin caminos, intransitable sin la ayuda de un hocico tenso, de un olfato agudo (p. 97).

80 Luego, la selva, mundo prehistórico cuyo acceso está reservado a los elegidos que, como el Adelantado, conocen el paso secreto al pretérito. La iniciación al pret‚rito es un proceso .catártico de renuncia al tiempo que no importa.

81 No sólo el Adelantado, también el botánico Montsalvatje, descendiente directo de Ramon Llull, o. el misionero fray Pedro han pasado por esta catarsis. Monsalvatje pide cortésmente noticias del mundo de donde vienen los recién llegados al Orinoco. Pero el musicólogo no deja de advertir que “el doctor Montsalvatje " quería saber, en realidad, de hechos relacionados con la vida misma del río (pp ), y lo demás no tenía importancia para él.

82 Fray Pedro, el andariego misionero a quien martirizarán los primitivos, se ha identificado de tal modo con la vida del río, que parece tener el “poder de andarse por el tiempo al derecho y al revé, precisamente porque “su misión se cumple en un paisaje sin fecha” (p. 135). Sin fecha no significa, desde luego, sin tiempo: cuando fray Pedro se percata de que el sol se ha ocultado detrás de los árboles, interrumpir  su hagiografía misionera para llamar al griego buscador de diamantes, porque es hora de proseguir el viaje.

83 Cuando el cronista cumple el objetivo de su viaje al encontrar en la selva los instrumentos musicales cuya búsqueda le había sido encomendada, cree haber entrado en un nuevo ciclo de su existencia. El tiempo existencial se renueva en este instante excepcional y memorable, que sitúa al protagonista en una encrucijada de posibilidades (p. 140):

84 El rescate de la jarra sonora -pieza magnífica- era el primer acto excepcional, memorable, que se hubiera inscrito hasta ahora en mi existencia. El objeto crecía en mi propia estimación, ligado a mi destino, aboliendo, en aquel instante, la distancia que me separaba de quien me había confiado esta tarea.

85 Si hasta ahora el cronista no se había dado plena cuenta del sentido último de su viaje y le había concedido un mero valor biográfico, el de un retorno a su país de origen, a la lengua materna y a la infancia, a partir del instante de la revelación del pretérito sabrá que se encuentra de viaje a la. semilla de la historia

86 La misa rezada por fray Pedro ante los indios le hace pensar que el tiempo ha retrocedido cuatro siglos (p. 141), que está en la ‚poca de los "Conquistadores del Dorado, hombres del xvi, pero esencialmente medievales (p. 14():”Vivo en la temprana Edad Media. Puede pertenecer a otro calendario un objeto, una prenda de vestir, un remedio. Pero el ritmo de vida, los modos de navegación, el candil y la olla, el alargamiento de lar horas, las funciones trascendentales del Caballo y del Perro, el modo de reverenciar a los Santos, son medievales. '

87 Y llegará .el Año Cero-un año que jamás ha existido en nuestros cómputos donde se comienza a contar a partir del uno, sin que la preterición se interrumpa, las fechas volverán a crecer ahora con signo negativo, fechas de dos, de tres, de cinco cifras, hasta llegar a la Era Paleolítica. Estamos en el alba de la Historia (p. 143) en lo más tenebroso de la noche de las edades (p. 145), y por último en el mundo anterior al hombre (p, 149).

88 . El primer gran anacronismo de Los pasos perdidos es la restauración del siglo xvi en un paisaje sin tiempo, el 'valle del tiempo detenido. No menos que fray Pedro, posee el Adelantado el poder de andarse por el tiempo al derecho y al revés. Como los Conquistadores del xvi, el Adelantado ha fundado entre los indios una ciudad, una “villa fuera de la época, que prefigura la fundación de Macondo. 16, de la que es legislador y gobernante: Santa Mónica de los Venados

89 Santa Mónica de los Venados se convertirá en la patria electiva del cronista, que el 27 de junio decide no regresar, a Nueva York.: “Voy a sustraerme al destino de Sísifo que me impuso el mundo de donde vengo, huyendo de las profesiones hueras, el girar de la ardilla presa en tambor de alambre, del tiempo medido y de los oficios de tinieblas. Los lunes dejarán de ser, para mí lunes de ceniza, ni habrá por qué recordar que el lunes es lunes”.

90 El segundo gran anacronismo de Los pasos perdidos es el del fracaso del protagonista, que se sustrae a la instancia del instante. En Santa Mónica de los Venados, un minero leproso ha violado a una niña de ocho años, el tiempo sidéreo sigue imperando en el valle sin tiempo). Armado de un fusil, el musicólogo persigue al desgraciado para ajusticiarlo

91 Una fuerza, en mi, se resistía a hacerlo, como si, a partir del instante en que apretara el gatillo, algo hubiera de cambiar para siempre. Hay actos que levantan muros, cipos, deslindes, en una existencia. Y yo teni  miedo al tiempo que se iniciaría para mí a partir del segundo en que yo me hiciera Ejecutor.

92 La vuelta anacrónica del presente no se realiza en el tiempo fluvial del Orinoco, porque para el personaje se ha esfumado ya el tiempo histórico. Al presente mezquino se llega por otra dimensión espacial, en la que reina el tiempo de la prisa

93 En el último día sin fecha, los hombres del Neolítico de Santa Mónica de los Venados, bajo el gobierno de un Adelantado del xvi, observan con horror un avión que está descendiendo para aterrizar en la explanada de la ciudad del tiempo detenido. Un avión que está acaso a ciento cincuenta:ç metros del suelo, peto que a la vez se halla a ciento cincuenta mil años de historia.

94 “Es decir, que los cincuenta y ocho siglos que median entre el cuarto capitulo del Génesis y la cifra del año que transcurre para los de allá, pueden cruzarse en ciento ochenta minutos, regresándose a la ‚poca que algunos identifican con el presente -como si lo de acá no fuese también el presente- por sobre ciudades que son hoy, en este d¡a, del Medioevo, de la Conquista, de la Colonia o del Romanticismo

95 Y el hombre cronométrico se apresura a disponer nuevamente del tiempo del cronista. “Tómese unos días más de reposo; la concesión del jefe de la empresa indigna al protagonista, porque alguien se ha atrevido a arrogarse alguna potestad sobre su tiempo (p. 195). Pero la indignación no tiene razón de ser, pues la caída en la miseria de la sucesión lineal es inevitable consecuencia de los actos y omisiones con que él mismo ha dilapidado su tiempo vital. La conciencia de la pérdida se agudizará por el contraste con la cotidianidad de la gran capital.


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