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¿aburrido, falso o irrelevante?

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Presentación del tema: "¿aburrido, falso o irrelevante?"— Transcripción de la presentación:

1 ¿aburrido, falso o irrelevante?
El Cristianismo: ¿aburrido, falso o irrelevante? Portada

2 Hay quien piensa que la fe cristiana es aburrida.
Hay quien piensa que la fe cristiana es aburrida. Es una opinión muy común que se ha extendido entre muchas personas, de tal forma que cuando alguien se dispone a hablarnos de Jesucristo y del Evangelio, creen que ya saben lo que se les dirá, y se imaginan que no hay nada nuevo que les pueda interesar. Robert Louis Stevenson escribió en su diario, como si estuviese reflejando un fenómeno extraordinario: “Hoy he asistido a la Iglesia y no estoy deprimido”. Hace años vi un poster en el que se podía ver a un sacerdote predicando en una iglesia, el auditorio estaba compuesto por unas pocas personas, casi todas mayores y con cara de aburrimiento, alguno de los asistentes bostezaban, y en el primer banco se veía sentado al mismo Jesús, que dormía placidamente. Este par de ejemplos nos sirve para ilustrar que hay gente que tiene la impresiónde de que la fe cristiana es lúgubre y poco inspirada.

3 Otros acusan a la fe cristiana de ser falsa, de predicar cuentos de hadas.
En segundo lugar, otros acusan a la fe cristiana de ser falsa, de fundamentarse en simples ilusiones para distraer a la gente de la responsabilidad que tiene en este mundo, o que lo que predica son solo cuentos de hadas, tan bonitos como irreales.

4 En tercer lugar, hay quienes ven el cristianismo como algo irrelevante o sin apoyo real en nuestra sociedad actual. Les cuesta entender como un hecho que sucedió hace dos mil años y a miles de km. de distancia en Oriente Medio, pueda tener alguna relevancia en sus vidas, en la sociedad científico-técnica del siglo XXI, por lo que llegan a la conclusión de que el Evangelio de Jesucristo no les dice nada. Algunos no entienden como un hecho que sucedió hace dos mil años, pueda tener alguna relevancia en sus vidas.

5 Una persona que abandonó la práctica de la fe en su juventud y que volvió a ella al cabo de unos años, nos aporta su testimonio, en el que muestra como el alejamiento de la fe tuvo su origen en unos prejuicios muy usuales: “Reconozco que, en parte, la culpa era mía, porque realmente nunca puse atención, y no tenía un conocimiento verdadero de la fe cristiana. Hay gente hoy en día que no sabe mucho sobre Jesucritso, sobre lo que hizo o dijo, o sobre alguna otra cosa relacionada con el cristianismo”. Hace unos años estaba preparando la predicación de una misión popular en una parroquia en la que comenzaba. Envié varias cartas y después visité a las familias casa por casa, explicando lo que íbamos a hacer y diciendo unos puntos fundamentales de lo que Jesucristo había hecho por nosotros. En una de las casas, el hombre que vivía, un hombre joven, me dijo: Si, antes de ayer vinieron sus compañeros. ¿Cómo que vinieron mis compañeros, si soy yo únicamente quien está haciendo estas visitas? – Le pregunté extrañado. Si, unos testigos de Jehová como usted. Consigno también, como experiencia negativa, las respuestas que recibió el capellán de un hospital cuando preguntaba a los enfermos si querían recibir la comunión, “No, gracias, soy católico, pero no practico”. “No, gracias, yo creo en Dios”. “No, gracias, ya he pedido cereales para desayunar”. “No, gracias, no me he hecho la circuncisión”. Hay gente hoy en día que sabe poco sobre Jesucristo, sobre lo que hizo o dijo, o sobre algo relacionado con el cristianismo.

6 Hay tres cosas que nos ofrece el Evangelio de Jesucristo:
* Dirección en un mundo perdido. * Visión de la realidad en un mundo confuso. El cristianismo está muy lejos de ser aburrido, no es falso ni es irrelevante. Al contrario, es emocionante, verdadero y del todo relevante. Jesús dijo: “Yo soy el camino, le verdad y la vida” (Juan 14,6). Si Jesús tenía razón, entonces no hay nada más importante en esta vida que nuestra acogida por El. De acuerdo con la afirmación de Jesús que acabamos de oir, hay tres coses que su Evangelio nos ofrece: La dirección para un mundo perdido. La visión de la realidad en un mundo confuso. La vida en un mundo en tinieblas. * Vida en un mundo en tinieblas.

7 A pesar de los avances de la ciencia, en lo más profundo del alma, hay una persistente e inconsciente ansiedad de algo que nos falta y que dé sentido a la vida. Dirección para un mundo perdido El hombre y la mujer han sido creados para vivir en relación con Dios. Sin esta relación siempre habrá hambre, vacío y una sensación de falta de algo esencial en la vida. A pesar de todos los avances de la ciencia, en lo más profundo del alma hay una persistente e inconsciente ansiedad de algo que nos falta, de un ingrediente que de sentido a la vida. Bernard Levin, seguramente el más grande columnista inglés de su generación, escribió un artículo que llevaba por título “La vida es una gran adivinanza y no hay tiempo para descifrarla”. En este artículo comentaba que, a pesar de su éxito como columnista durante más de veinte años, tenía miedo de haber desperdiciado la realidad en la búsqueda de un sueño. Levin escribió: Para decirlo francamente, ¿tengo tiempo antes de morirme para descubrir por qué nací?... Todavía no he podido responder a la pregunta y, también los años que todavía me quedan son menos que los años de he dejado atrás. Hay un peligro obvio en dejarlo para más adelante… ¿Por qué he de saber para qué nací? Porque, naturalmente, no puedo creer que fue un accidente; y si no lo fue tiene que haber una razón por la que estoy aquí.

8 Nuestros países están llenos de personas que tienen cuanto desean y a pesar de todo, viven en la desesperación. Levin no es cristiano, y así lo ha declarado muchas veces. A pesar de todo, parece ser consciente de que todos los razonamientos son adecuados para explicar el significado de la vida, por eso añade: “Nuestros paises están llenos de personas que tienen todas las comodidades materiales que desean, junto con bendiciones no materiales, tal como una familia feliz, y a pesar de todo viven una vida de silenciosa y a veces estrepitosa desesperación. No entienden nada sino el hecho de que en ellas hay un gran vacío sin importar con cuanta comida y cuanta bebida lo quieran llenar, sin importar cuantos coches y televisores usen para rellenarlo, sin importar los hijos bien adaptados y los amigos fieles que desfilen a su alrededor…, aún así, el vacío hiere”.

9 ¿Hay en mi vida algún sentido que no haya de ser aniquilado por la muerte inevitable que me espera?
León Tolstoi ( ) Algunos pasan la mayor parte de su vida buscando algo que les de sentido y propósito. León Tolstoi, autor de Guerra y paz, escribió en 1879 Confesión, libro en el que relata la historia de su búsqueda del propósito y significado de la vida. Tolstoi había rehusado el cristianismo en su infancia. Cuando acabó la universidad, miró de saciarse de placeres mundanos. Frecuentó los círculos de la alta sociedad de Moscú y San Petersburgo, bebía demasiado, vivía promiscuamente, apostaba y llevaba una vida desordenada. Pero todo eso no le llenó de satisfacción. Entonces se volvió ambicioso. Había heredado una propiedad y había gastado una gran cantidad de dinero de la venta de sus libros. Pero eso tampoco le satisfizo. Buscó el éxito, la fama y la influencia. Escribió novelas consideradas como principales en el mundo de la literatura. Pero seguía preguntándose: “Bien ¿y todo eso para qué? Y no conseguía encontrar respuesta a su pregunta. Entonces se dedicó a su familia a darle la mejor vida posible. Se casó en 1862 con una buena mujer, con la que tuvo trece hijos, que según sus palabras, le distrajeron de cualquier búsqueda del significado de la vida. Tolstoi había conseguido todas sus ambiciones y estaba rodeado de lo que parecía una felicidad completa. Y, una pregunta le puso al borde del suicidio: “Tiene mi vida algún sentido que no haya de ser aniquilado por la muerte inevitable que me espera?”

10 Solo en Jesucristo podemos encontrar la respuesta.
Tolstoi buscó la respuesta en los campos de la ciencia y de la filosofía. La única respuesta que encontró para la pregunta: “¿Por qué vivo?” fue esta: “En lo infinito del espacio y del tiempo, partículas minúsculas hacen mutaciones de una enorme complegidad”. Evidentemente, esta respuesta no le podía dejar satisfecho. Mientras observaba a las personas de su alrededor, vio que no afrontaban las preguntas existenciales de la vida tales como “¿De donde vengo?”, “¿Hacia donde voy?”, “¿Quién soy?”, “Qué sentido tiene mi vida?” Finalmente se fijó en que la gente humilde había podido responder estas preguntas a través de la fe cristiana, y llegó a comprender que solo en Jesucristo podemos encontrar la respuesta.

11 Tu lo puedes tener todo en este mundo y, ser el hombre más solitario, ésta es la soledad más amarga. El éxito me ha aportado la adoración del mundo y millones de libras, pero me ha impedido tener lo único que todos necesitamos: una relación duradera plena de amor. Freddie Mercury ( ) Después de más de cien años, las preguntas no han cambiado. Freddie Mercury, el vocalista del grupo británico Queen, que murió a finales de 1991, escribió en una de las canciones de su álbum The Miracle: “¿Hay alguien que sepa por qué estamos vivos?” A pesar de haber hecho una gran fortuna y de conseguir miles de admiradores, Mercury admitió en una entrevista, poco antes de morir, que estaba desesperadamente solo. Dijo: “Lo puedes tener todo en este mundo y, ser el hombre más solitario, y esta es la soledad más amarga. El éxito me ha dado la adoración del mundo y millones de libras, pero me ha impedido tener lo único que todos necesitamos: una relación duradera llena de amor”. Freddie Mercury tenía razón al hablar de una “relación duradera” como algo que todos necesitamos. Pero ninguna relación humana satisface completamente, no dura eternamente. Siempre hay algo más, porque hemos sido creados para vivir una relación con Dios. Jesús Dijo: “Yo soy el camino”. El es el único que nos puede llevar a esta relación con Dios que continúa en la eternidad.

12 Algunas personas están contentas con lo que tienen o lo que viven porque no saben que hay algo mejor. Cuando hemos tenido la experiencia de una relación personal con Dios, el significado y el propósito de la vida quedan claros. Cuando era niño, teníamos en casa un televisor en blanco y negro. No era perfecto, pero nos permitía seguir la programación de entonces, aunque nunca podíamos sintonizar una buena imagen, ya que siempre se veía borrosa y a veces se movía. Estábamos contentos con aquel televisor, porque no conocíamos nada mejor. Un día nos dimos cuenta de que el aparato necesitaba una antena en el terrado, no era suficiente con la que llevaba. En seguida vimos que podíamos obtener imágenes más claras y definidas. La vida sin una relación con Dios a través de Jesucristo es como un televisor sin antena o con una antena insuficiente. Algunos están contentos con lo que tienen o lo que viven, porque no saben que hay algo mejor. Cuando hemos tenido la experiencia de una relación personal con Dios, el significado y el propósito de la vida aparecen claros. Vemos cosas que nos hemos visto antes y sería una estupidez querer volver a la forma de vida anterior. Entonces entendemos por qué y para qué estamos hechos.

13 Realidad en un mundo confuso
Hay quien dice que no importa lo que se crea siempre que lo haga con sinceridad. Pero es posible estar sinceramente equivocado. Adolf Hitler y Jozif Stalin estaban sinceramente equivocados y sus creencias causaron la muerte de millones de personas. Los talibanes de Afganistan creían que su forma de proceder en el gobierno de la nación era correcta y que cumplían la voluntad de Dios al aplicar tan estrictamente la ley islámica y al someter a las mujeres a una serie de normas esclavizantes, vejatorias y anuladoras de la personalidad; ellos también estaban sinceramente equivocados. Sus creencias afectaron a su comportamiento. Estos son casos extremos, pero muestran con claridad la importancia de nuestras convicciones, porque dictan la forma como vivimos. Adolf Hitler y Jozif Stalin estaban sinceramente equivocados y sus creencias causaron la muerte de millones de personas.

14 El cristianismo es una declaración que si es falsa, no tiene importancia, y si es verdadera, su importancia es infinita. Lo único que no puede ser es moderadamente importante. C. S. Lewis. ( ) Otros puede que le digan a un cristiano: “Todo eso está muy bien para ti, pero no para mí”. Esta postura no es lógica. Si el cristianismo es la verdad, entonces es de vital importancia para todos y cada uno de nosotros; y si no es la verdad, entonces los cristianos estamos equivocados, y cuanto antes nos libremos del error, mejor. Como dijo el escritor C.S. Lewis: “El cristianismo es una declaración que si es falsa, no tiene importancia, y si es verdadera, su importancia es infinita. Lo único que no puede ser es moderadamente importante”.

15 Jesús es la verdad. ¿Es verdad? ¿Hay alguna evidencia? Jesús dijo: “Yo soy… la vida” ¿Hay alguna evidencia que apoye su declaración? Estas son algunas de las preguntas que iremos examinando a lo largo del curso Alpha. La pieza clave del cristianismo es la resurrección de Jesucristo y de este hecho hay alguna amplia evidencia. El profesor Thomas Arnold, de la universidad de Oxford, que era un gran experto en el valor de la evidencia para determinar la autenticidad de los hechos históricos declaró: “He estado estudiando durante muchos años la historia de otras épocas, he examinado y sopesado la evidencia de aquellos que han escrito sobre ella y no conozco otro caso en la historia de la humanidad que esté provisto de mejor y más completa evidencia –para la comprensión de cualquier investigador justo- que el gran indicio dado por Dios de que Cristo murió y resucitó de entre los muertos”.

16 Como veremos a lo largo del curso Alpha, hay muchas evidencias de que el cristianismo es la verdad. Pero, cuando Jesús dijo: “Yo soy… la verdad”, quiso indicar algo más que una verdad intelectual. La palabra original para “verdad” conlleva la noción de hacer o experimentar la verdad. Hay algo en el cristianismo más allá de una comprensión intelectual, y es el conocimiento de Jesucristo, que es la verdad. Vamos a suponer que antes de conocer a la chica que será su esposa, un joven hubiese leído sobre ella. Después de terminar, se diría a sí mismo: “Parece una chica maravillosa. Esta es la persona con la que me quiero casar”. Habría una gran diferencia entre su estado mental de entonces, intelectualmente convencido de que aquella chica es una persona maravillosa, y su estado mental al cabo de un tiempo, después de la experiencia de muchos años de matrimonio, desde el que el hombre podría decir: “Sé que es una mujer maravillosa”. Cuando un cristiano dice sobre su fe: “Yo se que Jesús es la verdad”, no quiere decir tan solo que sabe intelectualmente que Jesús es la verdad, sino que ha experimentado a Jesús como la verdad que es. A medida que establecemos una relación con Aquel que es la verdad, nuestras percepciones cambian y comenzamos a comprender la verdad sobre el mundo que nos rodea. Cuando un cristiano dice sobre su fe: «Yo sé que Jesús es la verdad», no sólo quiere decir que sabe intelectualmente que Jesús es la verdad, sino que ha experimentado a Jesús como la verdad que es.

17 La vida en un mundo en tinieblas
Jesús dijo: “Yo soy… la vida”. En Jesucristo encontramos vida donde antes había culpa, adicción, temor y una perspectiva de muerte. Es verdad que todos hemos sido creados a imagen y semejanza de Dios y por eso hay algo de nobleza en todos los seres humanos. Todos somos cautivos; nacemos con una tendencia a hacer el mal. En todo ser humano la imagen de Dios ha sido manchada en mayor o menor grado y en algunos casos, casi erradicada a causa del pecado. El bien y el mal, la fuerza y la debilidad coexisten en todos los seres humanos. El escritor ruso Alexander Soljenitsyn afirmó: “la línea que separa el bien y el mal no pasa a través de estados, ni de clases sociales, ni de partidos políticos, sino a través de cada uno de los corazones humanos. La línea que separa el bien y el mal no pasa a través de estados, ni de clases sociales, ni de partidos políticos, sino a través de todos y cada uno de los corazones humanos.

18 Todos necesitamos perdón, y solo lo podremos encontrar en Jesucristo.
El reverendo Nicky Gumbel, creador e impulsor del Curso Alpha, dice: “Yo solía pensar que era una buena persona porque no robaba bancos, ni cometía otros delitos graves, hasta que comencé a ver mi vida al lado de la vida de Jesucristo. Fue en aquel momento cuando comprendí que estaba muy equivocado”. Muchos otros han tenido una experiencia similar. C.S. Lewis escribió: “Por primera vez me examiné con pronóstico práctico. Y encontré algo que me dejó horrorizado: un zoológico de codicias, un manicomio de ambiciones, una guardería de temores, un harén de odios acartonados. Mi nombre era Legión”. Todos necesitamos perdón, y solo lo podemos encontrar en Jesucristo. La humanista Margarita Laski, en un debate de televisión con un cristiano hizo una confesión sorprendente. Dijo: “Lo que más detesto de vosotros los cristianos es vuestro perdón”. Y después añadió de una forma un tanto patética: “Yo no tengo a nadie que me perdone”. Lo que hizo Jesús cuando fue crucificado por nosotros fue pagar la culpa por los pecados que hemos cometido. Examinaremos esta cuestión en el tema 3 del curso Alpha con más detalle. Veremos entonces que Jesús murió para librarnos de nuestra culpa, de la adicción al pecado, del temor y finalmente de la muerte. El murió en nuestro lugar. Todos necesitamos perdón, y solo lo podremos encontrar en Jesucristo.

19 El 31 de julio de 1991, se celebró un acontecimiento notable, el cincuentenario del inicio del martirio del P. Maximiliano Kolbe. El último día de julio de 1941, las sirenas del campo de exterminio de Auxchwitz anunciaron la fuga de uno de los presos. Como represalia, diez de sus compañeros de prisión tendrían una muerte larga y lenta por inanición encerrados en el llamado “bunker de la muerte”. Todo el día, torturados por el sol, el hambre y el miedo, los hombres esperaron mientras el comandante y su asistente de la Gestapo caminaban entre las filas para seleccionar de forma arbitraria a los diez escogidos. Cuando el comandante escogió a un hombre llamado Francesc Gajowniczek, éste se echó a llorar desesperado diciendo: - ¡Mi esposa y mis hijos! El último día de julio de 1941, las sirenas del campo de exterminio de Auschwitz anunciaron la fuga de uno de los presos.

20 San Maximiliano Kolbe (1894-1941)
En ese momento, la figura sencilla de un hombre de ojos hundidos y gafas redondas avanzó y se quitó la gorra. -¿Qué quiere este perro polaco? – Preguntó el comandante alemán. El P. Maximiliano Kolbe respondió: -Soy un sacerdote católico: quiero morir por este hombre. Yo soy viejo, él tiene esposa e hijos y yo no tengo a nadie. -¡Aceptado!-, replicó el comandante y continuó adelante. Aquella noche, diez hombres, incluyendo al sacerdote, fueron al barracón donde murirían de hambre. Normalmente se hubiesen despedazado unos a otros como caníbales, pero no sucedió así en esa ocasión. Mientras tuvieron fuerzas, acostados en el suelo, los hombres rezaban y cantaban himnos. Después de dos semanas, el P. Kolbe y tres hombres más aún estaban vivos. Como los carceleros necesitaban el barracón para otro grupo de víctimas, los cuatro fueron sacados el 14 de agosto. A las 12,50 del mediodía, después de dos semanas en el bunker de la muerte sin tomar alimentos y aún conscientes, los nazis inyectaron una dosis letal de fenol al sacerdote polaco. El P. Kolve murió a la edad de cuarenta y siete años.

21 El 10 de octubre de 1982, en la Plaza de San Pedro, con su canonización, el Papa Juan Pablo II puso la vida y la muerte del P. Kolbe en la perspectiva correcta. El 10 de octubre de 1982, en la Plaza de San Pedro, en Roma, con su canonización, el Papa Juan Pablo II puso la vida y la muerte del Padre Kolbe en la perspectiva correcta. La vida del Padre Kolbe había sido dedicada a hacer presente el Reino de Dios en la tierra, con una eficaz labor de evangelización en Polonia y Japón, y con la construcción del Santuario de la Inmaculada Concepción, donde se instaló una emisora de radio que difundía el mensaje del Evangelio, contribuyendo así a la construcción de la civilización del amor y de la paz en un mundo tan agitado. Presente en medio de una multitud de personas estaba Francesc Gajowniczek, su esposa, sus hijos y nietos. En efecto, muchos se habían salvado por un solo hombre. El Papa describió así la muerte de San Maximiliano Kolbe: “Esta fue una victoria sobre todos los sistemas de represión y odio que existían en el hombre, una victoria como la de Nuestro Señor Jesucristo”.

22 Si tú o yo hubiésemos sido las únicas personas en el mundo, Jesucristo habría muerto por ti y por mí para borrar nuestra culpa. La muerte de Jesús fue, en efecto, más sorprendente, porque Jesús murió no solo por una persona, sino por todas y cada una de las personas del mundo. Si tu o yo hubiésemos sido las únicas personas en el mundo, Jesucristo habría muerto por ti y por mí para quitarnos la culpa. Jesús no solo a muerto por nosotros, sino que también ha resucitado de entre los muertos por nosotros.

23 La mayoría de los seres racionales son conscientes de la certeza de la muerte. Aunque la ciencia hace todo lo posible para alargar la vida humana sobre la tierra y alejar el momento de la muerte, ésta llegará siempre tarde o temprano. Hay quien hace experimentos extraños para evitar la muerte. Escribe el periodista John Martyn en el periódico de la Iglesia de Inglaterra: “En 1960 murió el multimillonario James McGill, de California. Dejó instrucciones detalladas sobre como había de ser conservado y congelado su cuerpo, con la esperanza de que un día los científicos encontrarían el remedio a la enfermedad que le llevó a la muerte. Hay centenares de personas al sur de California que han puesto su esperanza en vivir de nuevo algún día por medio de este procedimiento de congelación y conservación de cuerpos humanos. El último procedimiento en la tecnología de la criogénia se llama neuro-suspensión, que preserva únicamente el cerebro humano. Una razón por la que este procedemiento se está haciendo muy popular es porque es más económico, comparado con lo que cuesta preservar el cuerpo entero. Me recuerda a Woody Allen en la película El Dormidor, en la que conserva su nariz”. Aunque la ciencia hace todo lo posible para alargar la vida humana sobre la tierra y alejar el momento de la muerte, ésta llegará, tarde o temprano.

24 Estos intentos por evadir la muerte son absurdos e innecesarios
Estos intentos por evadir la muerte son absurdos e innecesarios. Jesús vino a traernos vida eterna. La vida eterna es una calidad de vida que surge de la relación con Dios Padre y con Jesucristo (Juan 17,3). Jesús no prometió a nadie una vida fácil, sino la plenitud de vida (Juan 10,10). Esta nueva calidad de vida comienza ahora y continúa en la eternidad. Nuestro tiempo en la tierra es relativamente corto, pero la eternidad es inmensa. Por medio de Jesús, que dijo: “Yo soy la vida”, podemos gozar de una vida en plenitud no solo aquí en la tierra, sino que también podemos estar seguros de que esta vida no acabará nunca. El cristianismo, pues, no es aburrido ya que consiste en vivir la vida al máximo. No es falso, sino que es la verdad. No es irrelevante, sino que transforma completamente nuestras vidas. El teólogo i filósofo Paul Tillich describió a la condición humana como la que siempre alberga tres temores: el temor a la insensatez, a la muerte y a la culpa. Jesucristo vence cada uno de estos temores, Jesucristo es vital para cada uno de nosotros, porque El es “el camino, la verdad y la vida”. Por medio de Jesús, que dijo: «Yo soy la vida», podemos gozar de una vida en plenitud no sólo aquí en la tierra, sino con la certeza de que es una vida que no acaba nunca.


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