MARTA SERRANO I SANDRA CASTRO LAZARILLO DE TORMES EN CATALUÑA 2n ESO A.

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1 MARTA SERRANO I SANDRA CASTRO LAZARILLO DE TORMES EN CATALUÑA 2n ESO A

2 SITUACIÓN:

3 LA GARROTXA

4 ESQUEMA: Comarca: La Garrotxa Poblaciones y ciudades : Olot Amo/a: -Físico: Mujer de 40 años, alta y coja -Carácter: Generosa, buena, amable y celosa. -Viuda de un leñador y propietaria de una tierras. Tema: Apariencias y celos Desenlace: Huida / despido Tono: Alegre y Misterioso Estilo: “Vuestra Merced” / 1r Per.sing Autobiografía

5 LÁZARO TRABAJA COMO LEÑADOR Tras huir de mi amo, el ciego, estuve varios días sin comer hasta que llegué a Olot. Allí conocí a mi segunda ama, en este caso una mujer de unos 40 años viuda de un leñador. Era alta y coja, de aspecto saludable y un tanto misteriosa. Me encontraba en la plaza del pueblo cuando se acercó a mi para ofrecerme un trozo de pan, y yo hambriento, lo acepté sin pensarlo. Entonces me preguntó mi nombre y al verme con tal aspecto me preguntó si tenia amo y yo le conté la historia del ciego saltándome por supuesto alguna parte. Ella también me habló sobre su vida, y me contó que era propietaria de unas tierras. Me ofreció poder trabajar en ellas convirtiéndose así en mi nueva ama.

6 LÁZARO TRABAJA COMO LEÑADOR Sepa Vuestra Merced que ésta fue la mejor ama que tuve. Comía todos los días y no me trataba como un esclavo, sólo tenía la obligación de cumplir mis tareas. Y a veces me premiaba con un poco de vino. Todo iba demasiado bien hasta que un día mientras trabajaba encontré un cadáver enterrado bajo la tierra, parecía el de un hombre bastante fuerte y de unos 50 años. Yo sospechaba que podía ser su marido, y entonces, aún asustado llamé a mi ama y se vio obligada a contarme la verdad. Como ya me temía, ése era el cadáver de su marido al que lo había matado ella misma, por un ataque de celos tras descubrir la infidelidad de éste con una hilandera. Tras contarme la historia de su marido me pidió que me marchara por miedo a que le delatara. Y así fue como acabó mi aventura con mi segunda ama, a la que no le guardo rencor ya que me alimentó y cuidó durante los días que estuve con ella.