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C u r s o para padres y catequistas de Primera Comunión

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Presentación del tema: "C u r s o para padres y catequistas de Primera Comunión"— Transcripción de la presentación:

1 C u r s o para padres y catequistas de Primera Comunión
Curso del Instituto de Formación Teológica por Internet ( I. F. T. I. )

2 28° lección Milagros (II) Cierta mañana se acercó a Jesús un oficial romano, brillante el casco y filosa la espada que colgaba de su cinturón. Pidió el militar: -Mi asistente se está muriendo y le ruego que lo cure, Señor Jesús amagó dirigirse hacia el cuartel, pero el oficial lo atajó diciendo:

3 -Señor, yo no soy digno de que entre Usted en mi casa
-Señor, yo no soy digno de que entre Usted en mi casa. Desde acá, con una palabra, puede curar a mi asistente. Jesús curó al enfermo y después comentó: -No he visto en Israel fe tan grande como la de este soldado. Había en el Templo de Jerusalén una pileta con cinco entradas próxima a la puerta por donde pasaban las ovejas destinadas a los sacrificios. Cada tanto tiempo bajaba un ángel y removía el agua de esa pileta.

4 El primer enfermo que se tiraba en ella, después de la agitación del agua, quedaba sano. De modo que había allí una multitud de gente, atacada por toda clase de males, que esperaba aquel momento para comenzar unas trifulcas de padre y señor mío, donde el más fuerte, el más vivo, o el que recibía más ayuda se imponía entrando al agua en primer lugar. Se apiñaban en torno a la pileta ciegos, rengos, tullidos, mudos, mancos, acompañados por familiares y amigos que se batían por ellos al bajar el ángel.

5 Y allí estaba un pobre paralítico, que llevaba 38 años esperando inútilmente que alguien se compadeciera de él. Pasó Jesús y le dijo: -¿Querés curarte? Contestó el hombre: -Señor, no tengo a nadie que me ayude tirándome a la pileta cuando viene el ángel. -Levantate, tomá tu camilla y andá nomás -le indicó Jesús. El paralítico se levantó, alzó su camilla y se fue caminando, lleno de gratitud.

6 Salía Jesús de Jericó y, junto al camino, estaba un mendigo ciego
Salía Jesús de Jericó y, junto al camino, estaba un mendigo ciego. Se llamaba Bartimeo, que quiere decir "hijo de don Timeo". Al oír el tropel, Bartimeo empezó a gritar: -¿Jesús, hijo de David, compadecete de mí! La gente quería hacerlo callar pero él más gritaba. Jesús mandó entonces que se lo trajeran. Al saberlo, el ciego pegó un salto, tiró el poncho que lo cubría y se arrimó al Señor. Éste le preguntó: -¿Qué querés que te haga?

7 -Señor, que vea. -Muy bien, que veas pues. Tu Fe te ha salvado
-Señor, que vea. -Muy bien, que veas pues. Tu Fe te ha salvado. A falta de lugar mejor, Jesús se subió al barco de Pedro y Andrés para, desde allí, hablarle a la gente que se amontonaba en la orilla. Estuvo horas enseñando. Por fin dijo a Pedro: -Remá mar adentro y tirá la red para pescar. Pedro lo miró con sorpresa y le contestó: -Señor, toda la noche estuvimos pescando y no hemos sacado ni un bagre siquiera.

8 Pero, porque vos lo decís, echaremos la red
Pero, porque vos lo decís, echaremos la red. Así lo hicieron y tan grande fue la cantidad de pescados que sacaron, que el barco medio quería hundirse. Tuvieron que pedir ayuda para volver a la costa, pasando parte de la carga a otro barco, donde iban Santiago y Juan. Marta, María y Lázaro eran amigos de Jesús. Tenían una quinta en Betania y allí iba Jesús con sus discípulos, para pasar algún fin de semana.

9 Marta se encargaba de los trabajos de la casa y María solía quedarse escuchando lo que decía Jesús, pendiente de sus palabras. Lázaro se enfermó, mientras Jesús se hallaba lejos, enseñando a la gente. Las hermanas lo mandaron llamar. Pero, cuando llegó Jesús, Lázaro había muerto y ya hacía cuatro días que estaba enterrado. Muchas relaciones de la familia se hallaban en la quinta, haciendo su visita de pésame. Después de saludarlo, le dice Marta al Señor:

10 -Si hubieras estado aquí, tu amigo no se habría muerto
-Si hubieras estado aquí, tu amigo no se habría muerto. -Lázaro resucitará -respondió Jesús. -Ya sé que resucitará en el último día. -Yo soy la Resurrección y la Vida. El que cree en mí, aunque muera vivirá. ¿Creés esto? -Claro que lo creo. Vos sos el Mesías, el Hijo de Dios que ha venido al mundo. Y pidió Jesús que lo acompañaran hasta la tumba de Lázaro. Cuando estuvo cerca, se puso a llorar.

11 Se trataba de una cueva cavada en la montaña, cuya entrada estaba cerrada con una gran piedra. Jesús mandó correr la piedra, aunque le avisaron que el cuerpo de Lázaro ya apestaría. Después le rezó a su Padre y ordenó enérgicamente: -¡Lázaro, salí afuera! Los presentes se quedaron en suspenso, conteniendo el resuello. El mal olor era insoportable. Se oyó un ruido en el fondo de la tumba. Un ruido sordo, como de pies que se arrastran.

12 La gente estaba asustadísima. Y el ruido sonaba cada vez más cerca... ras... ras...ras... De pronto, contra el fondo oscuro de la cueva, se recortó una figura aterradora. El muerto permanecía de pie, envuelto en su mortaja, con un trapo tapándole la cara. Tenía las manos y los pies maneados por la mortaja. Indicó Jesús: -Suéltenlo y déjenlo ir. Lázaro había resucitado, regresando de la muerte.

13 Objetivo: Destacar cuál ha de ser la actitud correcta ante ese fenómeno extraordinario que son los milagros: no contar con ellos, pues Dios puede realizarlos o no, conforme a sus planes, que desconocemos; pero jamás descartarlos, ya que Dios es omnipotente y su brazo no se ha acortado desde los tiempos evangélicos, cuando Jesús confirmó sus palabras con hechos portentosos. Hoy a los milagros les dicen “signos”. Pero es más claro seguirlos llamando “milagros”.

14 II. Verdades del Compendio (nn. 224 a 232)
- Los sacramentos son signos sensibles y eficaces de la gracia, instituidos por Cristo y confiados a la Iglesia, a través de los cuales se nos otorga la vida divina. - Son siete: Bautismo, Confirmación, Eucaristía, Penitencia, Unción de los enfermos, Orden y Matrimonio. - Cristo ha confiado los sacramentos a su Iglesia.

15 - Son «de la Iglesia» en un doble sentido: «de ella», en cuanto son acciones de la Iglesia, la cual es sacramento de la acción de Cristo; Y «para ella», en el sentido de que edifican la Iglesia. - El carácter sacramental es un sello espiritual, conferido por los sacramentos del Bautismo, de la Confirmación y del Orden. Constituye promesa y garantía de la protección divina.

16 - En virtud de este sello, el cristiano queda configurado a Cristo, participa de diversos modos en su sacerdocio y forma parte de la Iglesia según estados y funciones diversas. - Puesto que el carácter es indeleble, los sacramentos que lo imprimen sólo pueden recibirse una vez en la vida.

17 - Los sacramentos no sólo suponen la fe, sino que con las palabras los elementos rituales la alimentan, fortalecen y expresan. - Celebrando los sacramentos, la Iglesia confiesa la fe apostólica. - De ahí la antigua sentencia: lex orandi, lex credendi, esto es, la Iglesia cree tal como reza. - Los sacramentos son eficaces ex opere operato

18 («por el hecho mismo de que la acción sacramental se realiza»), porque es Cristo quien actúa en ellos y quien da la gracia que significan, independientemente de la santidad personal del ministro. - Sin embargo, los frutos de los sacramentos dependen también de las disposiciones del que los recibe.

19 - Son necesarios para la salvación (aunque no todos se den a cada uno de los fieles), porque otorgan la gracia sacramental, el perdón de los pecados, la adopción como hijos de Dios, la configuración con Cristo Señor y la pertenencia a la Iglesia. El Espíritu Santo cura y transforma a quienes los reciben.

20 - La gracia sacramental es la gracia del Espíritu Santo, dada por Cristo y propia de cada sacramento. - Esta gracia ayuda al fiel en su camino de santidad, y también a la Iglesia en su crecimiento de caridad y testimonio. - En los sacramentos la Iglesia recibe ya un anticipo de la vida eterna.

21 En pocas palabras… Devotos escrupulosos…
“…son quienes temen deshonrar al Hijo honrando a la Madre: rebajando al Señor y ensalzando a María”. Slide 1: San Luis María Grignion de Montfort nos explica que se llama “devotos escrupulosos” a quienes temen deshonrar al Hijo honrando a la Madre: rebajando al Señor y ensalzando a María”…

22 Jesucristo es el único mediador entre nosotros y Dios Padre, pero…
No olvides que por María llegamos a Nuestro Señor y Honramos a María Santísima para honrar más perfectamente a Nuestro Señor… No porque la Santísima Virgen sea más que Jesucristo o igual a Él en importancia, lo cual sería una herejía, sino para amar mejor a Nuestro Señor… En el # 95 del Tratado de la Verdadera Devoción a la Ssma Virgen, San Luis Ma. Grignion de Montfort nos recuerda que al rezar, decimos: “…Bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre, Jesús”.

23 III. INSTRUCCIÓN GENERAL DEL MISAL ROMANO
MISA CON PARTICIPACIÓN DEL PUEBLO B) MISA CON DIÁCONO Cuando hay un diácono en la celebración litúrgica, revestido de las vestiduras sagradas, desempeña su ministerio. Él, en efecto: asiste al sacerdote y está a su lado; en el altar lo ayuda con el cáliz o el libro;

24 proclama el Evangelio y puede, a pedido del sacerdote celebrante, hacer la homilía; guía al pueblo fiel con oportunas moniciones y enuncia las intenciones de la oración de los fieles; ayuda al sacerdote celebrante en la distribución de la Comunión, y purifica y dispone los vasos sagrados; si no hay ningún otro ministro, cumple los oficios de los demás, según sea necesario.

25 Presentación confeccionada por el Padre Juan María Gallardo ( ) Para y Con el aporte de Mónica Heller ( )


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