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A ti Él te pide tus manos, A ti Él te pide tus manos, tu tiempo, tus pies, tu voz, tu amor, te pide tu corazón grande. Querida joven, te invitamos a.

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3 A ti Él te pide tus manos, A ti Él te pide tus manos, tu tiempo, tus pies, tu voz, tu amor, te pide tu corazón grande. Querida joven, te invitamos a recorrer nuestro «Itinerario Vocacional» que te ofrecemos nuestro «Itinerario Vocacional» que te ofrecemos las Siervas de María, Ministras de los Enfermos.

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9 Para esto es el tiempo del Noviciado. En el segundo año hace experiencia activa con los enfermos, en servicio diurno y nocturno, de manera que conociendo el campo de acción misionera y la vida comunitaria, tome una acertada decisión.

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14 María Soledad pintó en la vida real el cuadro evangélico del el cuadro evangélico del Buen Samaritano (Lc. 10,30-37) con unos matices especiales: como buena Samaritana no pudo pasar de largo, ni dar rodeos, viendo en el mundo a sus hermanos, golpeados por el sufrimiento; como violeta humilde Dios la transformó en bálsamo para sanar, bálsamo para sanar, por eso con unción se acerco a los enfermos, suave caricia en sus manos, misericordia y bondad latían en su corazón. Como a ella Jesús nos llama a servirle en el dolor de los hermanos que sufren y a vivir con corazón ardiente su mandato de amor, anda y haz tu lo mismo

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17 3- Cooperadoras con Cristo y María en la obra de la Salvación Ofreciendo nuestro propio vivir y el dolor de nuestros hermanos que sufren, unidas a Cristo en el sacerdocio bautismal. Haciendo posible la doble presencia: la Sierva que descubre a Cristo en el enfermo y a su vez el enfermo descubre en la Sierva de María a Jesús. Siguiendo el ejemplo de Jesús que no vino a que le sirvieran sino a servir, y de María que Siempre vivió como la Sierva del Señor.

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20 ¡Y QUE SEA JESUS, NUESTRO ENLACE!

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