Hoy me viene a la memoria una experiencia lejana que me ocurrió, cuando niño, asomado a la ventana. LA POMPA DE JABÓN
Una pompa de jabón de superficie irisada, procedente de la calle, lentamente se elevaba.
Parecía de cristal, y sin embargo volaba; yo no sabía por qué a la gravedad burlaba.
Su brillante superficie los objetos reflejaba en un baile de colores rojos, verdes y escarlatas.
Alcé la mano inocente para poder atraparla, y en el aire se esfumó el colorido y la magia.
¡Cómo brillan en el alma las ilusiones soñadas, y cómo se desvanecen una vez que las alcanzas! RAMÓN