Lectio divina del Salmo dominical Dt 26,4-10: Profesión de fe del pueblo escogido. Sal 90, : Acompáñame, Señor, en la tribulación. Rm 10,8-13: Profesión de fe del que cree en Jesucristo. Lc 4,1-13: El Espíritu lo fue llevando por el desierto, mientras era tentado. Domingo I de Cuaresma Año C: Fe y salvación.

Acompáñame, Señor, en la tribulación.

Tú que habitas al amparo del Altísimo, que vives a la sombra del Omnipotente, di al Señor: «Refugio mío, alcázar mío, Dios mío, confío en ti.»

Acompáñame, Señor, en la tribulación.

No se te acercará la desgracia, ni la plaga llegará hasta tu tienda, porque a sus ángeles ha dado órdenes para que te guarden en tus caminos.

Acompáñame, Señor, en la tribulación.

Te llevarán en sus palmas, para que tu pie no tropiece en la piedra; caminarás sobre áspides y víboras, pisotearás leones y dragones.

Acompáñame, Señor, en la tribulación.

Se puso junto a mí: lo libraré; lo protegeré porque conoce mi nombre, me invocará y lo escucharé. Con él estaré en la tribulación, lo defenderé, lo glorificaré.

Acompáñame, Señor, en la tribulación.

Lectio Ahora leemos el salmo entero, despacio… Salmo 90 (91) 1 Tú que habitas al Amparo del Altísimo, que vives a la sombra del Omnipotente, 2 di al Señor: "Refugio mío, alcázar mío, Dios mío, confío en ti." 3 Él te librará de la red del cazador, de la peste funesta. 4 Te cubrirá con sus plumas, bajo sus alas te refugiarás: su brazo es escudo y armadura. 5 No temerás el espanto nocturno, ni la flecha que vuela de día, 6 ni la peste que se desliza en las tinieblas, ni la epidemia que devasta a mediodía. 7 Caerán a tu izquierda mil, diez mil a tu derecha; a ti no te alcanzará. 8 Nada más mirar con tus ojos, verás la paga de los malvados. 9 Porque hiciste del Señor tu refugio, tomaste al Altísimo por defensa. 10 No se acercará la desgracia, ni la plaga llegará hasta tu tienda, 11 porque a sus ángeles ha dado órdenes para que te guarden en tus caminos; 12 te llevará en sus palmas, para que tu pie no tropiece en la piedra; 13 caminarás sobre áspides y víboras, pisotearás leones y dragones. 14 "Se puso junto a mí: lo libraré; lo protegeré porque conoce mi nombre, 15 me invocará y lo escucharé. Con él estaré en la tribulación, lo defenderé, lo glorificaré, 16 lo saciaré de largos días y le haré ver mi salvación.“ Si quieres escuchar este salmo en hebreo, pincha aquí. Si quieres escuchar este salmo en hebreo, pincha aquí.

Lectio ¿Qué lugar ocupa este salmo en el salterio? Según el P. Ramón Ribera, monje de Montserrat, y otros estudiosos, el orden de los salmos no se debe al azar sino que hay toda una estructura interna.

Nuestro salmo se encuentra en la segunda parte del salterio, dedicado a las alabanzas a Dios, formada por los libros: 4º: salmos º: salmos y 5º: salmos Lectio ¿Qué lugar ocupa este salmo en el salterio? Salmo 90: A la sombra del Omnipotente. Con un predomino de las alabanzas, la segunda parte del salterio centra su atención en YHWH, por eso está organizada sobre el número 26 que es el equivalente numérico de este nombre hebreo. El salmo 90, junto con los salmos 89 y 91 forma un pequeño grupo denominado “el trébol” por su temática común -el hombre frágil (sal. 89), que se ampara en Dios (sal. 90) y surge la alabanza (sal. 91)- cuya teología hace de prólogo a toda la segunda parte.

Este salmo se parece a los de confianza individual, pero ya que no es el orante quien manifiesta su confianza en Dios (su voz no se escucha en todo el salmo) sino que es el salmista quien se dirige a un oyente para que lo haga, lo podemos considerar como un salmo sapiencial. Su estructura es la siguiente:  Vv. 1-2: Invitación a la confianza. Quizá un sacerdote del templo es quien dirige estas palabras a una persona que se ha refugiado allí buscando asilo.  Vv. 3-13: Promesas de asistencia y protección.  Vv : Oráculo divino. Lectio : ¿Qué dice el texto?

Meditatio Lo propio de este paso es meditar qué me dice a mi el texto. Esto es algo muy personal por ello aquí para ayudar a esta meditación relacionamos el salmo con las lecturas del domingo. Di al Señor: “Dios mío, confío en Ti.” Todo en este domingo nos exhorta a la profesión de fe. La 1ª lectura recoge uno de los credos más antiguos del Pueblo de Israel. San Pablo lo “actualiza” en Cristo. Y el propio Cristo supera la triple tentación con la frase vigorosa y lapidaria de: “Al Señor tu Dios adorarás y a Él sólo darás culto.”

A sus ángeles ha dado órdenes para que te guarden en tus caminos…” El diablo cita este versículo y el siguiente para tentar a Jesús en el desierto. De este modo deforma el sentido de la confianza en Dios. Este salmo no nos invita a una “confianza-talismán” : con Dios no te pasará nada en la vida y te irá bien, sino que nos asegura el auxilio y la Presencia de Dios en la tribulación para superarla no para evitarla. La tentación es un “test” que da nueva verdad a nuestra vida porque refleja cómo estamos y esto es fuente de crecimiento. Lo que hay que evitar es caer pero, si caemos Dios siempre está pronto para levantarnos, ¡no lo olvidemos!

Lo defenderé, lo glorificaré. Preanuncio de resurrección. La cuaresma –cuyo primer domingo celebramos- no tiene sentido en sí misma, es camino hacia la Pascua. Por eso, ya desde el inicio intuimos y fijamos la mirada en la Resurrección. Cristo ha vencido la tentación al inicio de su vida pública y la vencerá en su Pasión. El Padre lo defenderá y glorificará.

Oratio ¿Qué me hace decirle a Dios este salmo, la liturgia de este domingo? Señor, a Ti venimos, en Ti confiamos. Te damos gracias por tu protección continua, y te pedimos que no nos dejes caer en la tentación y nos libres del mal, mientras seguimos las huellas de tu Hijo camino hacia la Pascua. Amén.

Contemplatio Miro y me dejo mirar… En esto los Padres de la Iglesia son maestros… “Este es el salmo con el cual se atrevió el demonio a tentar a nuestro Señor Jesucristo. Escuchémoslo, pues, para ser instruidos y poder así resistir al tentador, sin confiar en nosotros, sino en aquel que fue tentado primero, para que nosotros no fuéramos vencidos en la tentación. Él no tenía necesidad de ser tentado. La tentación de Cristo es para nuestra enseñanza. Porque si ponemos atención a lo que él respondió al diablo, y hacemos nosotros lo mismo al ser tentados, entonces entramos por la puerta. ¿Y qué es entrar por la puerta? Entrar por Cristo. ¿Qué es entrar por Cristo? Imitar los caminos de Cristo. Pero ¿a qué te exhorta? A que lo imites en lo que él no habría podido hacer si no se hubiera hecho hombre. Luego el que imita a Cristo de modo que llega a tolerar todas las molestias de este mundo, y que, poniendo en él la esperanza, ni los halagos le cautivan, ni el temor le doblega, éste es el que habita bajo el amparo del altísimo, y el que mora protegido por el Dios del cielo, como habéis oído y cantado en el salmo.” (S AN A GUSTÍN, Comentario al Salmo 90, 1. 3)S AN A GUSTÍN

Al Señor tu Dios adorarás y a Él sólo darás culto. Actio ¿Qué me hace vivir el Señor a partir de esta Palabra? Es el momento de la “obediencia de la Fe”…