17 marzo ESCUCHAR AL HIJO Y CREER EN EL PADRE ES OBTENER LA LUZ Y LA VIDA El Señor es clemente y misericordioso, lento a la cólera y rico en piedad; el Señor es bueno con todos, es cariñoso con todas sus criaturas. (Salmo 144)
¡Cuántas veces hemos oído! "No te muevas que no sales en la foto". La sociedad en la que vivimos se ha estancado, no se mueve, y cuando lo hace es al ritmo de la telebasura, de las noticias trágicas: guerras, maltratos, asesinatos… Durante la Cuaresma Jesús nos invita a movernos, nos dice que el cristiano no se queda quieto, el cristiano se mueve constantemente, aunque sólo sea un poco.
Los que se mueven son los que pueden cambiar las cosas. El cristiano sabe que su vida es como un grano de trigo, sabe que la cruz es la resurrección y que todos tenemos nuestra cruz. ¿Cuál es la cruz de la sociedad en la que vivimos? ¿Cuál es tu cruz? ¿Qué haces para conseguir llevar tu cruz?
Oración Padre nuestro, que estás en el Cielo, ten misericordia de nosotros. Con nuestra oración transforma nuestro egoísmo en generosidad. Abre nuestros corazones a tu Palabra, ayúdanos a hacer el bien en este mundo. Que transformemos la oscuridad y el dolor en vida y alegría.