Los dos reyes y los dos laberintos Jorge Luis Borges
Había una vez en Babilonia…
Vivía un rey muy orgulloso.
Mandó construir un laberinto perplejo y complejo…
Que nadie atrevería entrar. Y los que entraba, se perdían.
Un día el rey de los Árabes vino a visitar Un día el rey de los Árabes vino a visitar. El rey de Babilonia le convenció a entrar el laberinto.
Caminando todo el día, se perdió. Fue humillado y muy preocupado Caminando todo el día, se perdió. Fue humillado y muy preocupado. Se cayó de las rodillas y pidió ayuda de Alá. De repente halló la salida.
El no dijo nada al rey orgulloso sino, ¨Yo tengo un laberinto mejor El no dijo nada al rey orgulloso sino, ¨Yo tengo un laberinto mejor. Ojala vengas a verlo algún día¨.
El rey de los Árabes regresó a Babilonia con su ejercito y destruyó su reino.
Y capturó al rey orgulloso y lo llevó.
Viajaron tres días al desierto Viajaron tres días al desierto. El rey de los Árabes le dijo, ¨Bienvenido a mi laberinto. No hay muros, paredes, ni escaleras. A ver si le guste. ¨Y le desató y lo dejó allí sólo.
El rey se murió de hambre y de sed El rey se murió de hambre y de sed. Esto es lo que te pasa por ser orgulloso.