BODAS DE ORO
De tus ojos, su alegría; de tu voz, su dulzura; de tu esencia, su armonía; de tu alma, su ternura; de tus cabellos, sus tirabuzones con su brillo ilusión... Desde entonces me cautivaron y se enredaron en mi corazón.
A ti, ¡mi novia de siempre!, aquella bella y dulce muchacha de maravillosa, brillante y morena melena, que se mecía por tu espalda con la serenidad e inocencias venidas de tu frente y de tu alma.
A MI MUJER Fuiste, de mi niñez, mi alba ilusión, de mi adolescencia mi roja rosa, de mi pubertad mi deseada diosa, de mi juventud mi áurea seducción, de mi noviazgo mi alegre canción, de mi boda mi hada dulce y hermosa, de mi luna de miel...¡miel deliciosa!, de mis hijos madre con pasión. De mi angustia eres la audaz enfermera, de mi oscuridad luz y comprensión, de mi ansiedad la mejor consejera, de mis torpezas sonrisa y perdón, de mi vida vehemente y señera… ¡la brisa que mueve mi corazón!