Te llamo amigo porque eres: fuego que calienta pero no destruye, hermano que corrige pero no humilla, manto que cubre pero no sofoca, música que armoniza pero no sobresale. Te llamo amigo porque eres: mano que acompaña pero no fuerza, oasis que restaura pero no entretiene, corazón que ama pero no exige, ternura que protege pero no sujeta, porque eres imagen de Dios, precisamente por eso.