GONZÁLEZ ROMERO, ESTER URBANÍSTICA I
Con la gran cantidad de películas que hay que se sitúan en épocas futuras alguna habría que analizar. Una buena película será aquella cuya ciudad de futuro es coherente. La opción fácil es dejar la ciudad tal y como está y simplemente cambiar los coches, televisores, decoraciones de interior, etc. En otras, van más allá. De este tipo de películas me he visto dos para analizar: Metrópolis y Blade Runner. Personalmente, la primera no la recomiendo y la segunda no está mal. Con respecto a las ciudades, tienen algunos puntos en común: -La segregación del tráfico de forma más eficiente. -Son ciudades en sombra, sumergidas en las tinieblas, carentes de esperanza a mi parecer. -Parece inconcebible una ciudad futura donde no haya grandes rascacielos.
Con respecto a la sociedad, se acentúan las diferencias de clase (hay hasta esclavos en ambas películas). Desde mi punto de vista, estas películas urbanisticamente hablando aportan poco si lo que nos centramos es en el futuro, puesto que lo que realmente se analiza es más la sociedad que el devenir de la ciudad. Algo, por otra parte lógico. Se puede diseñar una ciudad de futuro coherente pero nada que vaya a aproximarse a lo que serán en realidad. A la sociedad, sin embargo, si se le ve venir. En contraste con la poca aportación en la urbanística futura, si que es interesante hacer el proceso inverso. Las películas las hacen gente de nuestra sociedad. Sería imposible que Blade Runner, donde los coches vuelan, puede ser inventada en la época que se crea metrópolis. Con esos modelos no podemos saber hacia donde vamos, pero sí de dónde venimos
BLADE RUNNER
METRÓPOLIS