Un día, en el futuro, Zapatero se muere de un ataque al corazón e inmediatamente, se va al infierno, donde el diablo le está esperando. -Realmente. No sé qué voy a hacer contigo, le dice el diablo. -Estás en mi lista, pero no tengo lugar para ti y como has sido tan malo, tienes que quedarte aquí, así que vamos a hacer lo siguiente:
- Hay algunas personas aquí que no han sido tan malos como tú, así que tendré que dejar ir a alguien y tu te quedarás en su lugar. - Es más, te voy a dar a escoger entre tres celdas. Zapatero, que no tiene otra opción, acepta, y el diablo abre la primera celda.
Allí se encuentra a Felipe González, en una gran piscina. Todo lo que hacía era zambullirse y volver a salir. Ese era su destino en el infierno. - No, no! – piensa Zapatero – esto no me gusta nada. No soy buen nadador y no puedo estar haciendo esto todo el día.
El diablo abrió la segunda celda y allí estaba Arzallus. Todo el santo día picando con un martillo en una cantera. - No – piensa Zapatero – tengo problemas en la espalda y muñecas. No puedo estar todo el día picando piedras.
El diablo abrió la tercera celda. Allí estaba Carod Rovira, cómodamente tumbado en el suelo, con las manos detrás de la cabeza, fumándose un puro enorme y con cara de gran alegría. Agachada sobre él, se encontraba Mónica Lewinsky, haciendo “lo que mejor sabe hacer” Zapatero mira la escena con incredulidad, mueve las cejas y grita animadísimo -¡¡¡ Aquí, aquí, me quiero quedar aquí !!! El diablo sonrió maliciosamente y gritó
¡¡¡ Mónica !!! ¡¡¡ Te puedes levantar, que ya ha llegado tu relevo !!!