Historieta La liebre y la tortuga Las buenas acciones
La liebre Hola amigos!
La tortuga Hola amigos!
Acepto, pero me tienes que dar una ventaja Cierta vez, una liebre desafió a una tortuga a correr una carrera, y la tortuga aceptó a condición de que le diera alguna ventaja. Acepto, pero me tienes que dar una ventaja Vamos a correr!
Así comenzó a marchar la tortuga… Correré tan rápido que nadie me alcanzara
Pero pronto fue alcanzada por la liebre que se burló de ella… Te alcance, eres muy lenta tortuga! No puede ser!
Viendo que le llevaba ventaja, la liebre decidió sentarse a descansar hasta que llegó la tortuga, pasó frente a ella, y siguió avanzando. Descansare un rato, la tortuga es muy lenta Daré mi mejor esfuerzo, no me rendiré
Pasado un tiempo, la liebre reinició su carrera, volvió a alcanzar y a sobrepasar a la tortuga; y volvió a sentarse a esperarla. Soy tan rápida que la puedo alcanzar No importa, seguiré dando lo mejor de mi
Así ocurrió dos o tres veces más. Jajaja, tortuga lenta De verdad es muy rápida
La última vez, cuando ya estaban cerca de la meta… Ya falta poco y aun no viene la tortuga, la deje atrás
La liebre se sentó a esperar, pero se quedó dormida; Zzzzzzz….
Así que la tortuga llegó, pasó frente a ella, y llegó primero a la meta, ganando la carrera. Esta dormida…
La tortuga había sido la ganadora Gané la carrera!
Más vale modestia y perseverancia, que orgullo y descuido. Moraleja Más vale modestia y perseverancia, que orgullo y descuido.