Los puentes son como el ser humano… Su importancia se valora cuando ya no están, o cuando están rotos y no se los puede usar.
Existe una cantidad impresionante de puentes… Cortos y largos, anchos y estrechos, seguros e inseguros, caros y económicos.
Todos tienen sin embargo, algo en común… Unen las dos orillas del camino.
Entre las dos orillas… El río de la vida, a veces sereno, ó a veces turbulento es necesario atravesarlo.
Los seres humanos están llamados a ser puentes… Que faciliten el encuentro, que permitan superar aflicciones y estimular el perdón.
Sólo Dios puede conducirte con seguridad al otro lado, sin embargo… Quiero ser el puente que te haga más fácil la travesía.
Por eso, usa mis hombros, si me balanceara, no tengas temor… Dios me ha colocado en tu camino para ayudarte a cruzar el río.
No dudes en utilizarme, y cuando llegues, déjame, si quieres, otros han pasado por medio de mí… Tan solo quiero que continúes tu marcha.
Recuerda que, soy tu puente para muchas travesías de la vida, porque… ¡¡ Soy en puente llamado Amistad !!
Si he podido ver mas allá que los demás, es porque me he parado en los hombros de un gigante, en los hombros de Dios y he podido comprender que la amistad es un alma que habita en dos cuerpos; un corazón que habita en dos almas. OSLAVA