Decía mi madre cuando era niño :
ahora me extrañas si yo no estoy
lloras por mí, me das cariño
y me acompañas por donde voy.
Pero mañana cuando seas hombre por una "ella" te alejarás,
dejando todo te irás con ella
y poco a poco me olvidarás
No tendrás tiempo de visitarme otros deberes has de cumplir
y aunque no quieras pequeño mío
tú, más que nadie, me harás sufrir.
Pero no llores mi almita buena
que aún de muerta te he de querer,
tú serás siempre mi dicha o mi pena es el destino de una mujer."
por una "ella" la abandoné Razón tenía mi pobre madre
con la ilusión de aquellos años rumbo a la vida me aventuré.
Volar quería, batí mis alas
y una casita también formé,
nuevos amores hubo en mi vida
pero a mi madre nunca olvidé.
Como me duele no haberle dicho que eternamente la adoraré,
que serás siendo mi linda reina, la misma reina de mi niñez.
No habrá cariño sobre la tierra que me la arranque del corazón
porque se quiere de mil maneras
pero más que a una madre, más que a una madre,
tan sólo a Dios.