Sue ¿Cómo llevas la Cuaresma?
Sue Esta IV semana de cuaresma debería ser: a) para “ayunar” alegremente de ciertas cosas, b) para “hacer fiesta” de otras. En este tiempo deberíamos: Esta IV semana de cuaresma debería ser: a) para “ayunar” alegremente de ciertas cosas, b) para “hacer fiesta” de otras. En este tiempo deberíamos:
Sue a) ayunar del juzgar a los demás, b) festejar que Dios habita en ellos. a) ayunar del juzgar a los demás, b) festejar que Dios habita en ellos.
Sue a) ayunar de fijarnos siempre en las diferencias, b) hacer fiesta por lo que nos une en la vida. a) ayunar de fijarnos siempre en las diferencias, b) hacer fiesta por lo que nos une en la vida.
Sue a) ayunar de las tinieblas de la tristeza, b) celebrar la luz. a) ayunar de las tinieblas de la tristeza, b) celebrar la luz.
Sue a) ayunar de pensamientos y palabras enfermizos, b) alegrarnos con palabras cariñosas y sanadoras. a) ayunar de pensamientos y palabras enfermizos, b) alegrarnos con palabras cariñosas y sanadoras.
Sue a) ayunar de desilusiones b) festejar la gratitud. a) ayunar de desilusiones b) festejar la gratitud.
Sue a) ayunar de la rabia a) ayunar de la rabia b) festejar la paciencia santificadora. b) festejar la paciencia santificadora. a) ayunar de la rabia b) festejar la paciencia santificadora.
Sue a) ayunar de pesimismos, b) vivir la vida con optimismo, como una fiesta. a) ayunar de pesimismos, b) vivir la vida con optimismo, como una fiesta.
Sue a) ayunar de preocupaciones, quejas y egoísmos b) festejar la esperanza. a) ayunar de preocupaciones, quejas y egoísmos b) festejar la esperanza.
Sue a) ayunar de prisas y agobios, b) hacer fiesta en oración continua a la Verdad Eterna. a) ayunar de prisas y agobios, b) hacer fiesta en oración continua a la Verdad Eterna.
¿Te has encontrado con Dios? ¿Compartes tus alegrías con los demás? ¿Te has encontrado con Dios? ¿Compartes tus alegrías con los demás?
Oh Dios, Padre de corazón grande: Cuando nos descarriamos, cuando buscamos la falsa felicidad en la tierra oscura del pecado, Tú envías a tu Hijo a buscarnos y a llevarnos de vuelta a tu casa. Que sintamos profundamente tu vehemente anhelo de acogernos con alegría.