LOS DIFUNTOS A quienes quieres les llamas “mi familia”, incluso aquellos que no son tu carne y sangre
Tu familia la tienes habitualmente contigo Tu familia la tienes habitualmente contigo. Vives con ella, o la visitas porque ya te has independizado.
Pero tu familia también son aquellos que conociste, quisiste y disfrutaste, pero que ya no están fisicamente contigo porque murieron. Pero tú sabes que están vivos de otra manera, con Dios, en tu corazón, en tus recuerdos y en tus amores.
Los difuntos son parte nuestra Los difuntos son parte nuestra. Ellos nos acompañan, interceden por nosotros, nos protegen y son los ángeles que Dios tiene a su servicio para hacernos toda clase de favores
Lejos de tenerles miedo a los difuntos (¡qué tontería Lejos de tenerles miedo a los difuntos (¡qué tontería!) ellos son parte de nosotros, de nuestra historia, de nuestra vida y de nuestros cariños
Ellos se encuentran con Dios. Por ellos no podemos pedir Ellos se encuentran con Dios. Por ellos no podemos pedir. A ellos sí les podemos pedir