No me lleves a las cumbres azotadas por los vientos donde la copa del árbol vive en constante lamento. VIVIR TRANQUILO
Quiero vivir en el valle rodeado de silencio, contemplando los colores que aparecen en mi huerto.
No me cuentes al oído tus penas y desconsuelos, sin detenerte a mirar lo que en mi corazón llevo.
Quiero vivir alejado del dolor y el sufrimiento, insensible como el astro que gira en el firmamento.
No me lleves a otros mundos, infatigable viajero, tú que vives, sin vivir, en constante movimiento.
Déjame pasar mis horas rodeado de recuerdos, y vivir con la quietud con que vive el árbol muerto. RAMÓN