El sufrimiento humano
Nuestra vida está marcada por el sufrimiento en este valle de lágrimas.
El sufrimiento pues forma parte intrínseca del ser humano.
Podemos dedicar la vida entera a reducir el sufrimiento de los demás Podemos dedicar la vida entera a reducir el sufrimiento de los demás. La familia, la medicina, la sociedad entera colabora a ello.
Con sufrimiento trabajamos, tenemos los hijos, los sacamos adelante, estudiamos, nos presentamos a las oposiciones.
“Ganarás el pan (la vida cada día) con el sudor de tu frente”.
El sufrimiento no lo queremos, lo rechazamos y hacemos lo posible por destruirlo.
Jesús no soportó el sufrimiento que se encontró en su entorno.
Curó enfermos, expulsó “demonios”, dio de comer, liberó a la mujer y a los niños, se juntaba con los pobres, comía con los pecadores y las prostitutas.
Todo lo hizo con enorme sufrimiento, mitigado por la entrega a la lucha de la dignidad de los seres humanos.