FRASES PARA PENSAR
El que quiera dirigir la orquesta, tendrá que dar la espalda a la multitud.
Los recuerdos son como la luz de las estrellas, que nos llegan e iluminan como la luz de las estrellas apagadas, que nos siguen alcanzando mucho después de haberse extinguido.
Todo se vuelve un poco diferente al decirlo en voz alta. Dejarlo todo para mañana es como usar una tarjeta de crédito: muy grato y divertido hasta que nos llega la cuenta.
Hasta en un palacio puede vivir bien el hombre. La tortuga pone miles de huevos sin que nadie se entere; pero basta que la gallina ponga uno para que toda la comarca lo sepa.
Si quieres ser contundente, sé breve en tus palabras. Los rayos solares, cuanto más se condensan, más penetran.
Lo grave del caso es que, por lo general, son marido y mujer. Mi mayor anhelo: encontrar alguien que me obligue a hacer lo que puedo. A las fiestas acuden dos clases de personas: las que desean volver temprano a casa y las que quieren quedarse hasta el final. Lo grave del caso es que, por lo general, son marido y mujer.
También el silencio es a menudo una opinión. Algo malo tiene que haber en el dinero, cuando nadie confiesa cuánto tiene. Una palabra que debería suprimirse en todo diccionario: imposible.
No sorprende que las gentes de hoy hagan los disparates más inconcebibles. ¿Han aprendido las lecciones del trabajo, de la familia, del sentido de su vida, de la Religión? ¿No? Pues son edificios sin cimientos. En cualquier momento pueden venirse abajo y causar víctimas. Aunque fueran “buenas personas”, “normales”; lo preocupante es que, quien puede, no apoye a la familia, la religión.
No es el peldaño de la escalera para descansar en él, sino para apoyar un pie el tiempo justo de pasar al otro, más arriba.