Estamos pensando en cómo ayudar a este planeta. El mundo se queja de mil maneras, pero también hay mil soluciones si miramos con otros ojos y escuchamos con otros oídos. Música: Antonio Tobajas. Del CD Nanuna.Antonio Tobajas.
Con una melodía conjunta queremos navegar por el Universo en una nave llamada Tierra, bajo una misma sintonía. Una campanada nos convoca en estos momentos. Es como si fuésemos descubriendo que, en realidad, somos notas musicales expresándonos sobre la faz de la Tierra, como las que suenan ahora.
Es hora de silenciar el ruido para encontrar el origen de un nuevo Ritmo. Queremos encontrar una nueva autoridad. Una que no siembre este planeta de más divisiones, de dolor.
Queremos liberarnos ya de los abrazos con sabor a “te prometo”, “me perteneces” y “te lo cambio por”. Queremos encontrar el abrazo que se nos perdió en un tramo del largo camino; es el que ahora necesita la Tierra.
Ese abrazo borra las etiquetas, las clasificaciones como grande o chico, ellas o ellos, listo o torpe. Conceptos de la mente. Un abrazo es como una cadena, y ésta ya está cerrándose para completar el gran círculo. Cada uno lleva en su corazón un secreto.
Es con el juego como nos han dicho que somos capaces de crear y es con la danza de cada juego como conseguiremos la Unidad… una vez que nos despojemos de las viejas ropas.
Estamos aprendiendo que los problemas fueron oportunidades para construir hermosos puentes. Ya vemos cómo a través de ellos caminan seres con diferentes latidos, de muchos colores, de infinitos reinos. La felicidad de nuestro planeta pasa por encontrarla primero dentro.
Estamos comenzando a descubrir –los jóvenes que miramos con otros ojos– cómo relumbra una Luz en lo profundo del árbol, de la piedra, del niño y la niña.
Nadie sobra, ni siquiera los animales, porque la gran Pulsación cuenta hasta con las rocas.