MUERTE Y RESURRECCIÓN
Si he de hablarte, te hablaré, Señor, con mi música interior, la misma que brota en la fuente de mi dolor donde se filtra la luz increada de tu amor
Si estuvieran mis manos tan abiertas como abiertas están tus cinco heridas yo podría tocar tus cinco llagas y adentrarme en la luz de tu mirada. Juntaría mis manos con tus manos metería mis dedos en tus llagas y sabría hasta dónde tus heridas han abierto un sendero a la esperanza. Ya crecen los olivos en el Huerto donde el sepulcro no guarda tu Cuerpo; pasó la noche, el llanto, y casi el miedo. Ha llegado por fin la madrugada y entre luces y lágrimas al alba tu Resurrección brota nueva en mi alma. Juan Manuel del Río
RESURRECCIÓN Las Escrituras anunciaban y el corazón necesitaba que el Cristo resucitara y Cristo resucitó. En el corazón de María, la Magdalena, y de la otra María, de esperanza alboreaba su amor. Ellas ungüentos y lágrimas al sepulcro llevaban, Jesús al paso les salió y de esperanza el corazón les llenó. Y el Huerto con sabor a primavera en Jardín de Resurrección se transformó donde Jesús el Divino Jardinero Cinco Rosas nuevas sembró. Juan Manuel del Río