Si no esperas lo inesperado, no lo reconocerás cuando llegue. Caminante son tus huellas el camino y nada más. Caminante no hay camino, se hace camino al andar. (Por José Luís Menéndez, Psicólogo CAID Norte). Tel: 91 398 05 56
La adolescencia es un tiempo de construcción de la identidad en forma de avances y retrocesos.
La construcción de la identidad no refiere sólo a la historia parental, sino también a los intercambios con los iguales que van a contribuir a consolidar o fragilizar este proceso.
El consumo de drogas es uno de los aspectos con el que se tendrá que enfrentar la persona ¿Cómo transitar este proceso frente a las ofertas consumistas que inciden en la construcción de la identidad?.
(Capítulo 1) Influencias para el consumo La transgresión, bajo ciertos límites, es una posibilidad en este periodo.
Los grupos son importantes para el desarrollo del adolescente Tengo una fuerte necesidad de formar parte del grupo y de sentirme querido y aceptado. En él comparto mis grandes momentos
En ocasiones puede haber un conflicto entre la satisfacción de estas necesidades y ser uno mismo Es bueno, entonces pararse a pensar y tomar decisiones que no vayan en contra de mi salud y seguridad
Lo que me gustaría ser o hacer se relaciona con lo que otros cercanos me dicen o esperan de mí. Por amor a ellos o por ganarnos su favor hago lo que esperan, intento estar a su nivel.
La opinión de mi mejor amigo o mi novio puede ser clave en la iniciación al consumo. Conozco los efectos a través de los que ya lo han probado. Normalmente sólo comparto estas inquietudes con mis amigos.
Tendemos a exagerar el número de los que consumen. Así normalizo mi opción y la acerco a la legalidad.
La primera vez lo probé junto a mi mejor amigo ¡Vamos a ver qué pasa!
Suponemos que es una actividad extendida: Todos lo hacen Si controlas no tiene porqué pasar nada. Tomar algo es lo habitual
Lo que se pone de moda atrae, y lo que se percibe que hacen muchos, sirve para ampararlos y justificar su propio consumo. Follow the lider
Esta generalización me hace pensar que el uso no es perjudicial. De manera que neutraliza la aprensión o el recelo a que me suceda algo no deseado.
No percibo el riesgo. Un número significativo de nosotros, considera que el consumo habitual no produce ningún problema.
Ilusión de control Cuando uno se encuentra bien, “prefiere” no ver ciertas amenazas que pongan en peligro el bienestar. Actúo como si no fuera a sufrir las consecuencias de los riesgos en los que tropiezo.
Algunas experiencias son atractivas: Controlables, que producen buenas sensaciones, ayudan a estar con los amigos, no causan adicción, no se relacionan con la categoría de drogas porque son menos dañinas…
El consumo intenso pero intermitente, al concentrarse durante determinados días, confiere la falsa y peligrosa sensación de carecer de riesgos.
Las cosas o sucesos que satisfacen o prometen hacerlo me producen placer Sentir es más importante que saber. No piensas y te dejas llevar
Algunos me animan para que consuma, no para que sea feliz. ¿Qué todavía no lo has probado? ¡te ayuda! ¡No puedes estar sin probarlo! ¡Lo necesitas! ¡te gustará! ¡Arriésgate! ¡no seas lila!
Y allí donde voy, veo lo que hay... “La gente más cerrada cuando fuma se suelta más, se anima, es más divertida y se corta menos…”
Quiero montármelo “Si está todo el mundo pedo y tú no lo estás, pues igual te sientes fuera y raro. Haces lo mismo para seguirles el rollo, no sentirte marginado y no acaben pasando de ti”.
Estar bien... “Muchas veces no hay nada que hacer, se va a lo fácil… te fumas unos porros para hacer algo y así por lo menos se hacen unas risas”.
Descubrir un mundo diferente “Tengo curiosidad, por ver qué se siente y probar por mi mismo todo lo que se dice por ahí”. Buscas la trasgresión, nuevas emociones, descubrir nuevas cosas …
La curiosidad es normal y necesaria Pero puede ser problemática si no se sabe diferenciar la progresión en el consumo o el abuso de éste.
Busco la originalidad y nuevos lugares, obligado a encontrar una nueva identidad.
Pasooo, ¡que voy ardiendo! Jugar con fuego Pasooo, ¡que voy ardiendo!
Quiero impresionarles ¡Que viene el lobo! Nunca se, si soy la bella, o la bestia
A veces, creo que me paso de la raya. Llamar la atención Ser original A veces, creo que me paso de la raya.
¡Volando voy, volando vengo. Por el camino, yo me entretengo! Tener buen rollo Calma, tranquilidad. ¡Volando voy, volando vengo. Por el camino, yo me entretengo!
Reinventar la juventud Libertad para que se cumplan mis deseos Una fiesta continua Acompañado en los momentos felices
Alivio a los problemas… Evitar el “rollo” de vivir. Be water, my friend
Pues… me animo
A pesar de todo, el consumo de drogas sigue siendo minoritario entre los jóvenes. Y si se produce, no tienen continuidad, resultando ocasional o esporádico.
Aunque la diversión se asocia con el consumo de drogas, un gran número se divierte sin necesidad de consumirlas.
La mayoría no quiere sorpresas Por los efectos negativos sobre mi salud Por otros problemas que podrían causarme Por el miedo a su capacidad de adicción. Por conocer personas que ya vivieron problemas por consumir Por reafirmar mi personalidad frente a las presiones en su favor Porque ya me siento bien y no lo necesito Porque ya cuento con otras alternativas
Quienes consumen ocasionalmente Priorizan más otros valores que el consumo; la salud, el trabajo, la familia, su ocio, la seguridad personal y económica…
Quienes consumen ven la causa en el exterior Es que me provocaron ¡Te lo juro! Yo, lo que él diga.
Los que están cerca perciben la causa en la persona Él lo buscó ¡y no paró hasta que lo tuvo!
Pero, estoy con mi gente Hacemos lo mismo, ellos me entienden. Con ellos me siento protegido. Me atrevo a probar. Me siento menos vulnerable. Puedo tomar más riesgos. Me valoran, me aceptan, nadie me prohíbe.
No consumir en determinados ambientes puede ser motivo de exclusión del grupo Ellos empiezan a hablar de sus batallitas y tú no quieres quedarte desfasado.
¡Maldita necesidad de aprobación! Nos reímos El tiempo muerto junto a mis colegas pasa liviano soy más divertido, más comunicativo Me olvido de los problemas me atrae hacer algo especial, prohibido... mientras…. ¡Maldita necesidad de aprobación!
Da igual. Prueba otra vez. Fracasa otra vez. Fracasa mejor. Estoy de bajón no me acuerdo de nada… bronca en casa Después… (no siempre)... Da igual. Prueba otra vez. Fracasa otra vez. Fracasa mejor.
El consumo, en este momento, está relacionado con un uso recreativo y con una manera de obtener placer que relativiza los riesgos y exalta sus ventajas.
Algunas sustancias admiten una forma de consumo que no genera consecuencias negativas a corto plazo. Ya sea porque se consume en cantidades mínimas, porque no se consume frecuentemente o porque otras circunstancias impiden que se materialicen las consecuencias negativas que podrían generar. ¡No será para tanto!
Buscarlo y tenerlo no es problema Nos resulta muy fácil saber dónde, quien y cómo comprar Esto supone una falsa sensación de capacidad, de autocontrol sobre el consumo.
Hay gran permisividad hacia el consumo: La mayoría no siente incomodidad al estar con consumidores aunque ellos no lo sean.
A veces tengo dudas “Pero, los que van fumados llevan una empanada que no se enteran de nada”. “Los que van fumados son cachondos y enrollados”.
A veces tengo dudas “Pero, yo me divierto con mi peña y el buen rollo me lo dan mis colegas, salir con ellos y estar juntos, no necesito consumir para reír y enrollarme”. “La peña fuma o bebe para divertirse y quitar el aburrimiento… estás más contento y te da un subidón de risa”.
Los adultos también tienen dudas Para cumplir sus funciones de protección y contención, unidos a intentos de control inadecuados.
¿Cómo dar un apoyo que ofrezca respaldo y seguridad, tan necesarios en el proceso de individuación y autonomía?
Mi familia está desbordada situaciones conflictivas, así como algunos consumos abusivos, proceden de una mala gestión de las salidas de tono de sus hijos o de rigideces desmedidas en la forma de afrontarlas.
No suelen saber qué hago, dónde estoy, ni con quién.
Hacen conmigo la “vista gorda” Mucha gente fuma y/o bebe alcohol. ¿Por qué no habría de hacerlo mi hijo? Yo bebo alcohol (o fumo, o tomo otras drogas), ¿Cómo puedo convencer a mi hijo para que no lo haga?
En casa las normas las pongo yo ¡Mari Paz, diles algo a las niñas! Algo ¡Barra libre! La capacidad del adolescente para asumir y respetar las reglas de convivencia establecidas desde una figura de autoridad está dañada.
Tienden a satisfacer inmediatamente mis deseos ¡No vaya a ser que crezca! El aburrimiento es el malestar de los saciados
Mi familia se siente impotente ¡Regresaré de madrugada papá! ¡Que te diviertas Juanito! ¿Cómo le digo que no?
Yo a su edad, me fumaba caldo de pollo. Complicidad Yo a su edad, me fumaba caldo de pollo.
“Antes los padres tenían tiempo pero no sabían y ahora saben pero no tienen tiempo” Me debo a mis obligaciones La vida es muy competitiva. ¡Niño, deja de joder con la pelota! ¡Abuelo, mira a ver qué quiere el niño!
Me la juego: Espero que las ventajas compensen los riesgos y las consecuencias. Creo que llevo el control.
La ignorancia de mis cualidades, la falta de experiencia, el miedo al ridículo y las ganas de contentar a todos para ganar su valoración marcan un itinerario de tortuosas consecuencias.
No basta con rechazar las conductas de riesgo para prevenirlas Es necesario desarrollar otras alternativas que las hagan innecesarias.
Lograr una identidad positiva y diferenciada Integrando distintos roles, lo que se ha sido y lo que se pretende ser, lo real con lo posible.
Encontrar actividades con algún atractivo y que satisfagan un tipo de deseo que no se agote en el momento y puedan prolongarse, porque en sí mismas llevan su recompensa.
La felicidad se encuentra más cerca de la alegría que del placer. Obsesionados con la única salvación a través del placer, nos desesperamos cuando comprobamos que no basta.
La relevancia del consumo suele declinar en la vida adulta: Cuando la persona tiene que asumir responsabilidades.
Tienes menos tiempo para consumir Y aumenta el control de tu pareja o de tu familia.
Mi conducta tiene consecuencias Capitulo 2 Consolidando hábitos...
Un hoy vale por dos mañanas Vivo el momento Un hoy vale por dos mañanas El ayer no existe, todavía no hay mañana. ¿Por qué preocuparse del futuro si todavía no ha llegado?
Vive la vida a lo loco que lo bueno dura poco Vive la vida loca La juventud se caracteriza por la experimentación gratuita, la responsabilidad diferida, y el “zapping” emocional y cognitivo. Vive la vida a lo loco que lo bueno dura poco Tengo derecho, ¿no?.
Consumir drogas resulta casi lo esperable de los jóvenes Los propios jóvenes, se sienten desresponsabilizados de su propio comportamiento: hacen lo que se espera que hagan, incluso lo que se les pide que hagan. La edad no juega ningún papel, a no ser que se sea un queso Vivimos en una sociedad muy compleja Di que si Edelmiro
Noche eterna, fiesta sin límites Una forma despreocupada de ser joven y vivir sólo pendientes de disfrutar Potenciar la resistencia y el placer en la diversión. Evadirse gracias al tiempo libre
El consumo abusivo es uno de los aspectos básicos de la fiesta. Consumimos en grupo, de forma compulsiva, buscando “colocarnos”, o encontrar el “puntito” para comenzar la fiesta. Hay que aguantar la “marcha”
Rutina y rito Lo aceptamos como banal, como evidente. Se hace lo que se hace porque se hace así entre los nosotros.
Consumismo La dependencia del hogar paterno hasta edad más tardía, los trabajos inestables, el mayor poder adquisitivo familiar, incrementan la capacidad de gasto que se destina de forma predominante al consumo inmediato.
Incapaz para soportar el esfuerzo Disfruto de los beneficios de la libertad sin admitir los contratiempos. Rechazo el esfuerzo porque me resulta incómodo
Una generación indolente ¡Me aburro! Algo tendré que hacer para sobrevivir al tedio
La sociedad consumista, necesita gente incapaz de reprimirse el mercado necesita ampliar los deseos para darles satisfacción
Poco me importa lo que ocurra después… Si la consecuencia inmediata de algo que hago, es placentera… Lo repito. Poco me importa lo que ocurra después…
Nada malo me ocurrirá Adicción es un problema que tendrán otros… “y a mí, nunca me va a pasar” “es un día y sólo para divertirme” “Todos pensamos que controlamos...”
Dentro de la banda: Aprendo nuevas cosas. Incorporo otras normas. Cambio algunos valores.
Dejo que otros me influyan por mi necesidad de ser aceptado o por evitar ser rechazado por no parecer distinto a los demás. por no querer dar la “nota”. por no discutir. por falta de confianza en uno mismo. por vergüenza.
Me identifico con tópicos Consumo, en no pocos casos, incluso aunque no me apetezca consumir, pues se trata de no ser o parecer raro, para no quedar descolgado de la “marcha” de ese grupo.
A mal de muchos, consuelo de todos “ Todo el mundo lo hace y no pasa nada”.
Otras veces intento destacar ¿Quién puede mas? ¡Les reto! Cada vez me obligo a llegar más lejos
Pruebo a ser diferente y transgredir normas: Necesito experimentar que soy libre, autónomo, A mí nadie me dice lo que tengo que hacer Tengo mis derechos que puedo romper la tutela y el control de mis padres. Pruebo a ser diferente y transgredir normas:
Nadie me puede obligar a llevar una vida sana Sin riesgo no hay gloria
El peligro está en la adulteración. Yo controlo, sólo tomo pequeñas dosis. Lo que yo tomo es bueno, viene de la naturaleza También se cuando tengo que parar Además llevo casco
A la contra Estoy en mi derecho ¡ Rebelde way !
Desconectar de vez en cuando Una forma de sentirme libre y espontáneo Dejando de lado la cruda realidad Desconectar de vez en cuando
¡ Y repito! Pillo otra vez. Pruebo esto otro… cada vez, más a menudo, se convierte en mi única diversión.
La frontera entre uso y abuso es difícil definir: En muchas ocasiones, las personas que hacen uso de una droga no son conscientes del momento en que comienzan a abusar de ella. Demasiado al este es oeste
Pasar al uso continuado supone crear un hábito Que será costoso de romper, como todo lo que se convierte en rutina. Luck, ¡hijo mío!
La peligrosidad de algunas sustancias hace muy arriesgado su uso: Por su poder de adicción. Porque su consumo implica adentrarse en el mundo de lo ilegal y adoptar determinadas formas de vida. Porque implica tantos riesgos que, en la práctica, cualquier forma de uso es abuso.
Hay personas más vulnerables para desarrollar una adicción. A mí me salió rana
Sin apenas darme cuenta… En la etapa de experimentación, los efectos positivos esperados, enmascaran las consecuencias negativas. De forma que ajeno a los perjuicios, sigo consumiendo.
Al hombre contemporáneo prisionero en la ignorancia de sí mismo, les es muy fácil extraviarse en el camino de la vida. Soy vulnerable a una gran variedad de problemas humanos como lo son los demás. En algunos casos mi respuesta fue tomar drogas. Esta conducta como respuesta a una situación estresante la consideré entonces como una decisión rápida y preferible a una estrategia de afrontamiento más larga, cuyo resultado era quizá menos fiable. Nuestra sociedad apoya la idea de este remedio instantáneo. En la evasión a estas incomodidades justifico a veces mi problema.
Estoy confuso Y trato de justificar de esta manera algunas de las dificultades que tengo que afrontar.
“Surgen los problemas” Capitulo 3 El balance entre efectos positivos y consecuencias negativas se va invirtiendo de modo que se empiezan a notar como pérdidas.
El mejor predictor del consumo en la edad adulta es el consumo durante la adolescencia o anterior.
Me resulta difícil plantar cara al problema Me cuesta decir que NO me preocupa lo que pensarán de mí me dejo llevar... Evito exponerme a situaciones comprometidas para mi autoestima
Se cierra el círculo “sólo me relaciono con otros consumidores...” Nos relacionamos con personas que nos ven de la misma manera que nos vemos a nosotros mismos “sólo me relaciono con otros consumidores...”
Mi entorno se divide: Entre los que me dejan completa libertad porque les importo poco, y los que me obligan a demasiadas cosas porque les importo mucho.
No me dejo controlar ni por mi familia ni por otros amigos o adultos. Una buena forma de evitar poner en marcha soluciones
Sé quien me vende... ...Yo soy su cliente fiel
Mi autoestima se resiente Tengo sentimientos de rechazo hacia mí mismo. Por eso me cuido menos y no rechazo mantener el consumo aunque me provoque efectos negativos.
A mi alrededor todo es un alboroto Creo una situación de ambigüedad, que me permite mantener un fondo de esperanza en la que todavía no he agotado todos los recursos a mi disposición. Así evito pensar que estoy vencido.
¿Para qué esforzarme? Me desenvuelvo en entornos construidos a mi medida para evitar situaciones frustrantes.
Dejo de hacer proyectos Estoy todo el día en la calle Me doy alguna fiesta (un porrito en el parque). no hago nada (todo el tiempo libre…) me empiezo a aburrir...
Ya no disfruto ni consumiendo Me alejo de la gente Ya no disfruto ni consumiendo
Me busco la vida Vendo robo trapicheo...
El saber no ocupa lugar en mi cabeza Paso de estudios El saber no ocupa lugar en mi cabeza
Cosas que me digo para continuar consumiendo: “Me lo merezco, podré controlarlo”. “No hay mejor manera de divertirse”. “No corro ningún peligro si lo hago”. “No puedo soportarlo, necesito alivio”.
Me hago “insensible”: evito tener conciencia o suprimo la atención sobre consecuencias negativas a largo plazo que me esperan. atenúo mi capacidad para reconocer los inconvenientes de utilizar drogas (“miro a otro lado”).
Comparación social hacia abajo: ¡Luis José, estás podrido! ¡Pues hay otros peor que yo!
Exagero el número de personas que comparten mis defectos: ¡Luis José, te estás estropeando! ¡Pues no soy el único!
Y tú, ¿por dónde andas en esta historia Y tú, ¿por dónde andas en esta historia?. ¿A ti, por dónde te llega el agua?. ¿necesitas ayuda?, o ¿todavía no?.
La vergüenza de asumir el primer error, me hace cometer muchos otros
«Me invitaron unos amigos a una raya en las fiestas de un pueblo «Me invitaron unos amigos a una raya en las fiestas de un pueblo. Desde entonces consumo ocasionalmente, sobre todo los fines de semana. Prefiero tomarla en casa porque me dan unas paranoias muy raras».
Empezó esnifando esporádicamente con los amigos, pero al poco tiempo conoció a gente que traficaba en un bar y se puso a vender para poder pagar su consumo. Explica que comenzó por desconocimiento, curiosidad y rebeldía. Ahora intenta desengancharse en un CAID.
Trabajo como electricista, y varios de mis compañeros también consumen cocaína. Empecé hace 10 años porque alguien de mi círculo de amigos me la ofreció.
Se machaca en el gimnasio todos los días Se machaca en el gimnasio todos los días. Trabaja como entrenador personal. «Sólo tomo coca de vez en cuando, en fiestas. La última vez fue este verano en Ibiza». Muchos de sus amigos son consumidores habituales. «La primera vez, uno de ellos me invitó a una rayita en una fiesta».
La adicción no usa medias tintas La adicción no usa medias tintas. No es una chaqueta de quita y pon, ni algo transeúnte y fugaz, que tras su paso nada deja. Pone en juego a todo el ser, la persona entera y su futuro.
Ni resignación precipitada, ni rebelión insensata. Serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar, valentía para cambiar las que si puedo, y sabiduría para ver la diferencia.
Capitulo 4 (“cuando he consolidado el hábito, tengo dificultades para disfrutar de la vida y hacer frente a sus retos, si no estoy bajo el efecto de alguna sustancia”).
Thomas de Quincey describe el estado de un fumador de opio: “la tensión y el tormento que causan este sentimiento de incapacidad y de debilidad, esta negligencia y estas perpetuas dilaciones en los deberes de cada día, esos remordimientos amargos que nacen de la reflexión. El tomador de opio no pierde ni su sentido moral ni sus aspiraciones; anhela y desea vivamente como siempre ejecutar lo que cree posible, pero su aprensión intelectual excede infinitamente su poder, no solo de ejecutar sino de intentar. Está bajo el peso de una pesadilla, ve todo lo que debería hacer, como un hombre clavado en el lecho por la languidez mortal de una enfermedad deprimente; maldice el sortilegio que lo encadena y le impide el movimiento, se desembarazaría de su vida si pudiese solamente levantarse y andar, pero es impotente como un niño y no puede ni siquiera ensayar a ponerse de pie”.
Yo diría, poco convencional Mis colegas pasan de mí Me he convertido en un “colgao” Yo diría, poco convencional
Ahora me encierro para consumir solo Abandono personal Aislamiento individual Todas las cosas son imposibles mientras lo parecen
Ya no hago caso de nadie
Acabo con la paciencia de mi familia que se esfuerza en ayudarme Los hijos, cuando son pequeños, entontecen a los padres; cuando son mayores, los enloquecen. Desajuste y degradación familiar Separación conyugal Conflictividad y disgregación familiar
Mi novia pasa de mí (yo siempre la dejo para irme con mis colegas….) El amor y la tos no pueden ocultarse.
No aguanto ningún esfuerzo Absentismo y baja laboral Bajo rendimiento y calidad en el trabajo Accidentes laborales Incapacidad laboral
¡La he cagado! multas detenciones juicios líos…
Algo me pasa en la cabeza... Patologías bipolares. Esquizofrenias. Aumenta patologías impulsivas. Daños orgánicos cerebrales. Envejecimiento cerebral precoz.
Una forma dolorosa de satisfacer algunas necesidades Permite huir de la cruda realidad. Protege de ciertas críticas, juicios y “abandonos”. Sirve de excusa ante tareas molestas. Ciertas cosas están permitidas cuando estás bajo efectos. Puede ser una forma indirecta de “agredir” a otros o expresar protestas y quejas ante situaciones injustas.
No puedo controlar mi vida con eficacia: Estoy sujeto a un círculo vicioso de deseos de consumo, cambios bruscos en mi estado de ánimo, ansiedad… que sólo puedo aliviar por un tiempo consumiendo de nuevo.
“Parece que la droga me controla”: Mis objetivos, valores y relaciones dependen de la utilización de la sustancia. La necesidad se vuelve imperativa y el impulso incontrolado. Quien tiene muchos vicios, tiene muchos amos
Los excesos vienen como pasajeros, nos invitan como huéspedes y se quedan como amos. Siento culpabilidad después de consumir, pero también unas ganas locas de hacerlo
Llego a situaciones límite El dia que ingresé en urgencias por sobredosis Tuve un descuido trabajando Un accidente de tráfico en el que murió mi amigo
Resentido Mantengo un sufrimiento que salpica todo lo que toco. Expreso un espíritu crítico y de disconformidad con todo. Un pesimismo que nada ni nadie puede aliviar.
Tu mejor maestro es tu último error Moraleja: “la droga al principio, te la pones para estar bien, luego te la pones para no estar mal…” Tu mejor maestro es tu último error
“ Sus almas se hicieron pequeñas y retorcidas “ Sus almas se hicieron pequeñas y retorcidas. Por la esclavitud que,ya de jóvenes sufrieron, se vieron privados de perfección, de rectitud y de libertad, y obligados a la práctica de la falsedad, arrojando a tan grandes peligros y temores a sus almas todavía tiernas, que, al no poder soportar lo justo y lo verdadero, se volvieron hacia la mentira y hacia la mutua injusticia, con el consiguiente retorcimiento y quebranto de sí”. Platón (“Teeteto”)
Si tu vida camina hacia el desastre, no es por haber nacido con mala estrella, sino porque no has sabido jugar tus posibilidades.
El consumo ha pasado a formar parte de tu vida y de tu entorno.
He cometido el peor de los pecados que un hombre puede cometer He cometido el peor de los pecados que un hombre puede cometer. No he sido feliz. Que los glaciares del olvido me arrastren y me pierdan, despiadados. Mis padres me engendraron para el juego arriesgado y hermoso de la vida, para la tierra, el agua, el aire, el fuego. Los defraudé. No fui feliz. Cumplida no fue su joven voluntad. Mi mente se aplicó a las simétricas porfías del arte, que entreteje naderías. Me legaron valor. No fui valiente. No me abandona. Siempre está a mi lado la sombra de haber sido un desdichado. JORGE LUIS BORGES
Ahora necesitas un proceso para desandar el camino que tu consumo repetido te ha hecho recorrer.
Capítulo 5 Los males llegan volando y se alejan renqueando Es mejor encender una luz que maldecir la oscuridad.
La psicoterapia Ni todas las adicciones tienen la misma causa. Ni se expresan del mismo modo. Ni tienen el mismo significado para la persona. Ni serán objeto de la misma intervención.
Rebasar los límites no es defecto menor que no alcanzarlos. Mantener la armonía Rebasar los límites no es defecto menor que no alcanzarlos. Uno empieza a dejar de ser víctima, cuando comienza a responsabilizarse y como consecuencia empieza a generar control, competencia y a crear alternativas.