GRACIAS
Quiero agradecer a Dios siete años de ternura y divinas travesuras, cual perfumada rosa, que exhala el candor.
Gracias, Raúl, por tus ojos, profundos y luminosos, remanso de inocencia, cuna feliz de sueños y dispuestos para todos.
Gracias por tu sonrisa, inextinguible estrella, que derriba las murallas, doblega los corazones y enciende las miradas.
Gracias por tus dulces besos por te quiero mamá, y te quiero papá, por te quiero abuela y te quiero abuelo.
Gracias, gracias, mi Dios, por un nieto tan feliz. Gracias por su inocencia. gracias, gracias, Señor, guarda su fe y amor.
Feliz cumpleaños, Raúl. César Murcia, 19 de febrero de 2015