El Regalo Esta historia se desarrolló en una tranquila comarca, es la de un padre muy contento con la hija que Dios le había dado.

La niña era el centro de su atención, era su vida misma La niña era el centro de su atención, era su vida misma. La candorosa chiquilla causaba mucha admiración. En la escuela era muy buena alumna, obtenía sobresalientes calificaciones y era apreciada por sus maestros.

En una fiesta de su cumpleaños número 8 la niña le dijo a su padre que le agradecía todo lo que le daba, pero para cuando cumpla 15 años, deseaba un regalo especial “como qué” inquirió el padre, en medio del asombre de la madre.

Más la menor respondió “Algo que pueda llevar siempre conmigo, que nunca se aparte de mi”. El tiempo pasó y ya faltaba dos meses para que la niña de ayer, cumpla sus 15 años.

Ella que nunca había tenido ningún tipo de malestar, enfermó Ella que nunca había tenido ningún tipo de malestar, enfermó. Su padre muy desesperado la llevó al hospital. Acostada en una cama estaba la chica con sus últimos alientos de vida. Un problema en sus corazón podía arrebatarle su sonrisa.

El diagnóstico médico era determinante, para seguir viviendo, la niña necesita un nuevo corazón. Esta noticia afligió mucho al padre que muy desconsolado entraba y salía del hospital, en busca de alguien que pueda donar un corazón para su hija.

Los días transcurría y la chica no mejoraba Los días transcurría y la chica no mejoraba. Quién en este pueblo podía donarle un corazón. Obviamente alguien debía ofrendar su vida.

La chica estaba muy delicada, el día de su cumpleaños se aproximaba y su padre Salió desesperado del hospital. Después los médicos operaron a la jovencita:

La intervención fue un éxito La intervención fue un éxito. Todos quienes la conocían la visitaban menos su gran amigo, su padre. Un día antes de cumplir 15 años, ella fue dada de alta. Sus familiares y amigos ofrecieron una recepción; estaban todos menos su padre.

Luego del brindis, la madre entregó a la cumpleañera una carta de su progenitor. Entre otras cosas, su padre le escribió: Hija mía hoy debes estar cumpliendo tus 15 años, perdona que no pueda estar contigo,

Pero aún así te doy ese regalo especial que un día me pediste, algo que nunca se apartara de ti. Te regalo mi corazón para que pueda seguir latiendo en tu pecho.

Muchas felicidades, recuerda que siempre fuiste mi mayor tesoro.

El silencio que había en la sala se rompió cuando la chica estalló en llanto. No podía creer que su padre haya dado su vida por ella.

“No es amor palabras escritas en las playas del olvido, el amor está esculpido en la inmensidad del alma”

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